Gonzalo Gamio Gehri
Mañana se cumplen seis de la entrega del Informe Final de la CVR. Salomón Lerner Febres presentó en el Congreso de la República una voluminosa investigación interdisciplinaria que daba cuenta del proceso de violencia vivido en el país entre 1980 y 2000. Sobre la base de cerca de 17,000 testimonios, recabados en parte en zonas del Perú a las que el Estado no se ha hecho presente, el Informe Final nos habla de la heroicidad, la solidaridad y el sacrificio de tantos peruanos, pero también de la crueldad y de la indiferencia de otros compatriotas. Ese tiempo de aguda crisis puso en evidencia lo mejor y lo peor de nuestra sociedad. Sus rupturas y sus esperanzas.
El Informe Final es expresión de una lucha ciudadana por la recuperación de la memoria y la acción de la justicia que posee vigencia en el presente. . Hay quienes objetan (desde un falso "sociologismo", y desde prejuicios de "vanguardia") de que no se trata de una causa completamente "popular", y creen ingenuamente que se trata de una observación lapidaria. Se equivocan, otra vez. El que no sea necesariamente una lucha “popular” – en el sentido que, a juicio de algunos, establece el papel milimetrado - no significa que no sea una lucha moral y políticamente legítima, o que no sea una causa 'ciudadana', como algunos inarticulados espíritus se apresuran a conjeturar con escaso rigor (y no les cuesta repetir ese estribillo cansino e inconsistente en cuanta improvisada tribuna encuentran; habrá que decirles - por enésima vez, por Dios - que actuar como ciudadano no significa actuar siempre en consonancia con la mayoría: como he argumentado en una antigua entrada, sólo una muy deficiente teoría política podría suponer válida la falacia ad populum). La CVR ha sido víctima de una campaña de calumnias y de desinformación que no ha podido silenciar su mensaje, a pesar de los esfuerzos de lo peor de la prensa y de la “clase política”. A pesar de que el Presidente, los vicepresidentes y la mayor parte de las cabezas de las instituciones más poderosas del país (en el Estado y en la sociedad) han asumido una actitud negativa frente al Informe y al proyecto transicional - que llega en algunos casos a ciertos niveles de virulencia fundados en el interés particular y en el desconocimiento -, el documento sigue constituyendo un material de discusión sobre la situación de los derechos humanos, la exclusión y la democracia en el Perú. La mayor parte de los políticos en actividad desempeñaban actividades en el ámbito público y están interesados en que este tipo de investigaciones no cuente con la atención de la opinión pública. No sorprende la indiferencia, cuando no la abierta hostilidad, a la judicialización de los casos que involucran crímenes contra la humanidad, y las políticas de reparaciones. Algunas universidades, organismos de derechos humanos y sectores progresistas de Iglesia (tanto católica como evangélica) mantienen vivo el debate sobre la memoria en tiempos en los que se aboga por la mercantilización de la educación universitaria, se ha buscado arrinconar a las organizaciones no gubernamentales, y se afirma una jerarquía eclesial que sospecha de la preocupación social, que identifica como “inmanentista”.
En estos tiempos de “restauración conservadora a la criolla”- con García, Giampietri y los fujimoristas como punta de lanza -, la defensa de la memoria de las víctimas se plantea como una tarea que exige nadar contra la corriente. No obstante, algunos logros han podido cosecharse en el camino. La condena de Fujimori por homicidio calificado y secuestro agravado pone de manifiesto de que en el Perú la cultura de la impunidad puede quebrarse. A pesar de las enormes resistencias que tuvo que afrontar el proyecto, el Museo de la memoria – que se llamará Yuyanapaq – finalmente verá la luz. Algunos procesos judiciales por violaciones a los derechos humanos siguen su curso. No obstante, existen todavía más de cuatro mil fosas comunes sin abrir. Muchas historias sin reconstruir, muchos casos que investigar y resolver. Estamos muy lejos de cantar victoria en la batalla contra el silencio.
Ya en el período de redacción del Informe, los comisionados y sus colaboradores sabían que la búsqueda del esclarecimiento de la verdad del conflicto armado interno y el trabajo de la reconciliación constituían parte de un proceso histórico de largo aliento, que podría enfrentar avances y retrocesos. Sabían que la historia que estaban narrando y examinando rompería con viejos mitos, desecharía cifras oficiales y desmontaría cómodas ideas fijas en torno a la pacificación. El documento nos habla de un país multicultural y multiconfesional, no del “país mestizo” en vías de homogenización que anunciaban nuestros académicos conservadores. La verdad práctica, rigurosa y perfectible que el Informe Final de la CVR somete a discusión se propone repensar un país fracturado desde su hora más trágica, desde el núcleo de su crisis. La Guerra del Pacífico motivó que más de una generación de ciudadanos se trazara el proyecto de reexaminar las posibilidades de nuestra comunidad política. Esa clase de desafío es el que plantea el Informe desde el horizonte de la cultura democrática.
Mañana se cumplen seis de la entrega del Informe Final de la CVR. Salomón Lerner Febres presentó en el Congreso de la República una voluminosa investigación interdisciplinaria que daba cuenta del proceso de violencia vivido en el país entre 1980 y 2000. Sobre la base de cerca de 17,000 testimonios, recabados en parte en zonas del Perú a las que el Estado no se ha hecho presente, el Informe Final nos habla de la heroicidad, la solidaridad y el sacrificio de tantos peruanos, pero también de la crueldad y de la indiferencia de otros compatriotas. Ese tiempo de aguda crisis puso en evidencia lo mejor y lo peor de nuestra sociedad. Sus rupturas y sus esperanzas.
El Informe Final es expresión de una lucha ciudadana por la recuperación de la memoria y la acción de la justicia que posee vigencia en el presente. . Hay quienes objetan (desde un falso "sociologismo", y desde prejuicios de "vanguardia") de que no se trata de una causa completamente "popular", y creen ingenuamente que se trata de una observación lapidaria. Se equivocan, otra vez. El que no sea necesariamente una lucha “popular” – en el sentido que, a juicio de algunos, establece el papel milimetrado - no significa que no sea una lucha moral y políticamente legítima, o que no sea una causa 'ciudadana', como algunos inarticulados espíritus se apresuran a conjeturar con escaso rigor (y no les cuesta repetir ese estribillo cansino e inconsistente en cuanta improvisada tribuna encuentran; habrá que decirles - por enésima vez, por Dios - que actuar como ciudadano no significa actuar siempre en consonancia con la mayoría: como he argumentado en una antigua entrada, sólo una muy deficiente teoría política podría suponer válida la falacia ad populum). La CVR ha sido víctima de una campaña de calumnias y de desinformación que no ha podido silenciar su mensaje, a pesar de los esfuerzos de lo peor de la prensa y de la “clase política”. A pesar de que el Presidente, los vicepresidentes y la mayor parte de las cabezas de las instituciones más poderosas del país (en el Estado y en la sociedad) han asumido una actitud negativa frente al Informe y al proyecto transicional - que llega en algunos casos a ciertos niveles de virulencia fundados en el interés particular y en el desconocimiento -, el documento sigue constituyendo un material de discusión sobre la situación de los derechos humanos, la exclusión y la democracia en el Perú. La mayor parte de los políticos en actividad desempeñaban actividades en el ámbito público y están interesados en que este tipo de investigaciones no cuente con la atención de la opinión pública. No sorprende la indiferencia, cuando no la abierta hostilidad, a la judicialización de los casos que involucran crímenes contra la humanidad, y las políticas de reparaciones. Algunas universidades, organismos de derechos humanos y sectores progresistas de Iglesia (tanto católica como evangélica) mantienen vivo el debate sobre la memoria en tiempos en los que se aboga por la mercantilización de la educación universitaria, se ha buscado arrinconar a las organizaciones no gubernamentales, y se afirma una jerarquía eclesial que sospecha de la preocupación social, que identifica como “inmanentista”.
En estos tiempos de “restauración conservadora a la criolla”- con García, Giampietri y los fujimoristas como punta de lanza -, la defensa de la memoria de las víctimas se plantea como una tarea que exige nadar contra la corriente. No obstante, algunos logros han podido cosecharse en el camino. La condena de Fujimori por homicidio calificado y secuestro agravado pone de manifiesto de que en el Perú la cultura de la impunidad puede quebrarse. A pesar de las enormes resistencias que tuvo que afrontar el proyecto, el Museo de la memoria – que se llamará Yuyanapaq – finalmente verá la luz. Algunos procesos judiciales por violaciones a los derechos humanos siguen su curso. No obstante, existen todavía más de cuatro mil fosas comunes sin abrir. Muchas historias sin reconstruir, muchos casos que investigar y resolver. Estamos muy lejos de cantar victoria en la batalla contra el silencio.
Ya en el período de redacción del Informe, los comisionados y sus colaboradores sabían que la búsqueda del esclarecimiento de la verdad del conflicto armado interno y el trabajo de la reconciliación constituían parte de un proceso histórico de largo aliento, que podría enfrentar avances y retrocesos. Sabían que la historia que estaban narrando y examinando rompería con viejos mitos, desecharía cifras oficiales y desmontaría cómodas ideas fijas en torno a la pacificación. El documento nos habla de un país multicultural y multiconfesional, no del “país mestizo” en vías de homogenización que anunciaban nuestros académicos conservadores. La verdad práctica, rigurosa y perfectible que el Informe Final de la CVR somete a discusión se propone repensar un país fracturado desde su hora más trágica, desde el núcleo de su crisis. La Guerra del Pacífico motivó que más de una generación de ciudadanos se trazara el proyecto de reexaminar las posibilidades de nuestra comunidad política. Esa clase de desafío es el que plantea el Informe desde el horizonte de la cultura democrática.
27 comentarios:
Profesor Gamio:
La CVR tiene conclusiones certeras. Que no es posible contradecir o "desaparecer". ¿Restauracion Conservadora? Me gustaría que lo explicara un poco más. Pero creo que con la apertura del mercado a los sectores olvidados, hasta a las comunidades campesinas mas pobres, se quiebra la sociedad estamental, y mas aun el conservadurismo, este se queda en lo politico (pero está condenado a desaparecer o quedar en un reducto reducido), pero creo que de aqui a unos cuantos años, mientras siga el proceso liberal y de apertura, la politica será de "todos los peruanos" una muestra de ello es el rechazo de la "gran mayoría de los peruanos" hacia la propuesta de Ollanta. En fin hay que seguir con la "terca apuesta por el si" como decía Flores Galindo.
Estimado Uriel:
Estamos de acuerdo en defender el IF CVR en contraste con quienes quieren silenciarlo, aunque no comparto tu fe en el poder único del mercado.
Lo de la “restauración conservadora" es una expresión usada por el Dr. Lerner en el prólogo a la 2º Edición de la versión abreviada del IF CVR, y se refiere a las alianzas del gobierno aprista con los sectores más conservadores del país.
Saludos,
Gonzalo.
Disculpa el offtopic:
http://vimeo.com/6321872
Minuto 11:10: CRIMEN SOLLICITATIONIS: en caso de que un
clérigo abuse de un menor, el acusado y los acusadores deben
permanecer en silencio bajo pena de excomunión.
No entiendo elpor qué insisten en endiosar un trabajo tan errado (pasó elnúmero de muertos de treinta mil a setenta mil y hasta a hora no da sus nombres)comoes el de la CVR. Lo único que ha logrado este grupo es trabajar eficientemente a favor delos proterroristas.
Por otro lado, nunca he visto una sola manifestación a favor delosderechos de tantos militares asesinados o mutilados de por vida.Los receintes policiíasmuertos en Bagua y el VRAE les deben gritar en sus memorias rojas a los postmarxistas y liberales bambas como este blog.
Aldius
Aldius:
El tuyo es el típico comentario del que no ha leído el Informe Final. Revisa aunque sea las conclusiones (Nº 13, que sindica al terrorismo como perpetrador de los mayores crímenes, y las conclusiones en las que se agradece la labor de las FFAA). Dale una mirada a la fórmula que da con la cifra de 69,280 muertos y desaparecidos.
Leer no te hará daño. Hasta puedes terminar liberándote del influjo de "La Razón" y "Correo".
Gonzalo,
En vez de escribir tanto sobre el pasado deberías ver con más atención lo que pasa hoy día:
Mira el vicepresidente y el ministro de defensa que tenemos. Con la escusa de que todos los que luchamos por la justicia social nos van a calificar de terroristas.
Tienen que terminar la represión y dar más libertad a los luchadores sociales en la selva peruana.
Lo que no hay que olvidar es que esta CVR nació de una conspiración palaciega perpetrada por sectores de la izquierda, quiénes hábilmente le vendieron al ingenuo e inexperto Pdte. Paniagua la "necesidad" de contar con una comisión de este tipo en el Perú (claro que después le devolverían el favor señalando al año 1984 -en plena presidencia de Belaúnde- como el año con mayor cantidad de muertos y permitiendo que algunos extremistas desconozcan ahora el carácter democrático del gobierno de Belaúnde).
Este reducido sector del espectro político, copó esta CVR: tanto comisionados como su corte de asesores e investigadores provenía del mismo espectro político de donde provenían sendero luminoso y el mrta: de la izquierda.
De este modo, tampoco hay que olvidar que esta CVR integrada mayoritariamente por izquierdistas se dedicó a "pasar por agua tibia" el penoso papel que jugó la izquierda peruana durante la época del terrorismo desatada por sus parientes ideológicos:Nunca deslindaron con el terrorista, participaban de elecciones, a la vez que abominaban de "la democracia burguesa" y continuaban propugnando una "revolución" y de que "el poder nace del fusil".
El resultado lo vemos: esta CVR no prendió en el pueblo peruano y salvo una reducidísima comunidad de creyentes -mayoritariamente integrados por asalariados de los DD.HH vinculados a oenegés que reciben miles de dólares o euros por continuar con este tema- nadie le cree a esta CVR, a sus conclusiones y a sus "70 mil muertos" surgidos de una jugarreta estadística inventada para contar anchovetas.
A los rojos, zurdos y caviares les diría que ya es tiempo que reconozcan que su CVR fue un fracaso, sólo así empezarán a surgir las condiciones para que un gobierno surgido de elecciones democráticas (el de Paniagua no lo fue) pueda conformar una comisión representativa de todos los sectores (y que no sólo sea integrada por izquierdistas) e investigue realmente qué fue lo que pasó durante los años 80s y 90s.
Alfredo:
Típico argumento tuyo. Ya mostramos en el pasado las conclusiones de la CVR en las que se critica a los grupos de izquierda. Pero ni siquiera modificas tu discurso ante los textos y las evidencias. Sólo quieres sorprender a los incautos.
Sería bueno que pruebes lo de los "jugosos sueldos", papel en mano.
Lo del "elitismo" de la CVR. Ese es un argumento que me causa gracia. A falta de pruebas, las falacias.
Al menos esta vez Alfredo P está pidiendo que se investigue.
sì, al menos retòricamente.
Saludos,
Gonzalo.
No hay que ser de izquierda o ser "caviar" para aceptar las conclusiones de la CVR, ni mucho menos liberal(pero si hay que ser tozudo para rechazarlo) Se debe asumirlo (claro criticamente) por el solo hecho de la justicia y que es el reflejo de un pais fragmentado, no aceptarlo es seguir con lo mismo. Hay que decir la verdad, el peru nunca fue un pais "liberal", "capitalista" o "moderno" sino fué un "estado cofesional".
La pregunta es: ¿Porque quieren silenciar o desaparecer la CVR?
Completamente de acuerdo contigo, Uriel. Cualquier tienda ideológica democrática valora los DDHH.
¿Quiénes quieren silenciar o desaparecer el IF la CVR? La mayoría de los políticos en actividad, y lo más conservador de la derecha mediática, económica y religiosa.
Saludos,
Gonzalo.
Una cosa son los DD.HH como valores supremos que deben guiar las acciones humanas y otra cosa muy distinta es la CVR.
La CVR no fue más que una maquinaria que instrumentalizó los DD.HH en función de las necesidades e intereses políticos de la izquierda (los cuáles -generalmente, son de cortísimo plazo).
Así se buscaba demonizar al régimen fujimorista, perdonarle la vida a los dos gobiernos democráticos -e ineficientes- de los 80s y apañar el accionar de la izquierda peruana en este mismo periodo; igualmente evitar condenar al marxismo como la ideología que impulsó la matanza de peruanos perpetrada por terroristas.
Si los miembros de la CVR de la izquierda hubieran sabido que Alan García volvería al Perú y ganaría otra vez unha elección, no duden que también le hubieran achacado "responsabilidad penal" por su gobierno, pero como esa posibilidad no entró en sus cálculos políticos, sólo le impusieron "responsabilidad política" nada más.
En verdad me sorprende que los miembros de la reducidísima comunidad de creyentes en el Corán derechohumanista sigan convencidos que la escaza repercusión de su "libro sagrado" entre la mayoría de la población peruana se deba a una conspiración de sectores derechistas y reaccionarios. La verdad es que la gente no es tonta: quienes tuvimos que vivir esa época de horror sabemos exáctamente que esas oenegés derechohumanistas eran muy activas para defender a sus paruentes ideológicos, pero no decían ni pío cuando sendero luminoso o el mrta perpetraban alguno de sus atentados, estas agrupaciones defendieron durante los 80s y comienzos de los 90s aquella -felízmente ya superada- doctrina de que sólo los Estados pueden violar los DD.HH porque sólo los Estados han suscrito los principales tratados de DD.HH; de este modo querían evitarle a sus parientes ideológicos de sendero luminoso y del mrta la persecusión y los castigos por violaciones a los DD.HH.
La gente sabe que estas mismas oenegés derechohumanistas son las que buscan enjuiciar al Estado peruano ante la CIDH para obtener jugosas reparaciones en dólares y que el Estado le haga homenajes y monumentos a los mismos terroristas que buscaban destruirlo; incluso un juez de esa corte -un mal imitador de Jorge Amado- tuvo la desfachatez de comparar a las hienas asesinas de sendero luminoso con "Juanas de Arco que marchan hacia el sacrificio por la justicia".
No, la gente no es tonta, no se tragó el cuento de la CVR de la izquierda y por esto este documento sólo es defendido por una reducida comunidad de creyentes (en las últimas elecciones no sacaron ni el 1% de la votación), la gran mayoría de los cuáles está vinculada salarialmente al tema de los DD.HH.
Esa es la realidad, dicha directamente y sin malabarismos verbales, harían bien en asumirla.
Alfredo:
Deslizas los típicos lugares comunes de "Correo". Puras especulaciones, calificativos sin argumentos. Hablemos con los textos en la mano.
NO veo por ningùn lado a la caviarada protestar por las muertes de los policías en el VRAE y BAgua, y asì hablan de Derechos?, por otro lado, deberìan aprender, al menos, de la franqueza del COrreo y su pluralidad,
Aldius
La CVR no tiene porque ser patrimonio de la izquierda,(no me considero de izquierda) no creo que lo sea, la derecha tambien puede suscribirla, no negarla, sino es cuestion de justicia, las conclusiones de la CVR condenan tajantemente a sendero y al MRTA. Nadie acepta ni justifica la violencia, ni mucho menos por motivos ideologicos. Es peculiar que la violencia sea sentido comun (o se podria decir: "una costumbre o habito de la violencia") y se lo vea como la unica forma de solucion por muchos sectores. Ya pues ¿crees que en la guerra interna todos fueron santos? En ambos bandos hay culpables, pero mas en sendero y el mrta. El estado tambien tiene su cuota de culpabilidad, ya que no supo articular eficientemente los reclamos.
Que los miembros de la CVR hayan sido de izquierda, no les quita el merito. Perfectamente hubiera dicho lo mismo alguien de la derecha que quiere ser objetivo. A lo menos que quiera parcializarce, o inclinarse por un bando. Hay que ver la CVR como imparcialidad siguiendo a Rawls.
Sobre las ONG es conocido que muchos sobrevaluan los costos, y estan parcializados (y donde se reciclan ex guerrilleros o ciertos sujetos dicen tontería y media como esa organizacion CONACAMI). Pero felizmente no son todos.Ademas de todos lo que reciben ayuda pocos son los que realmente ayudan,y muchas ONG se crean para lucrar (o como una vez escuche: "¿Quieres tener dinero? Pues crea una ONG). Lastima que no se logró aprobar la ley que fiscalice a las ONGs.
Me pregunto cuando se acabará por querer cambiar el pais desde la política."La politica sobre el derecho" como dice el libro de Paul Laurent.
Aldius
Correo es tan "plural" que avala el discurso racista de Bedoya. Traspasa un límite.
Saludos,
Gonzalo.
La defensa del Informe de CVR aqui es desde un punto de vista de una Biblia cuando es sabido que la CVR tuvo harta tinta roja y si tuvo sus jugosos sueldos.
¿Sabido por quién? ¿Por Correo y La Razón? Más seriedad, por favor, y con las pruebas por delante.
Para aquellos que se niegan a ver la realidad y buscan ocultarla bajo "teorías de conspiración" en donde culpan a una supuesta derecha reaccionario de la escaza repercusión de su "libro sagrado", les dejo un enlace en donde constan las planillas de la CVR
http://gallitoderocas.blogspot.com/2009/09/las-planillas-de-la-cvr.html
Aquí se aprecia que los sueldos fueron mucho mayores que el costo de oportunidad (tanto que incluso motivó que por esas épocas se aumenten los sueldos en algunas oenegés y evitan la fuga hacia la CVR)y muchas de las contrataciones por consultorías se hicieron a dedo.
Respecto al sesgo izquierdista de la CVR y al trato con "guante blanco" que le dio al accionar de los partidos de izquierda en los 80s, está el siguiente ensayo del politólogo Martín Tanaka
http://www.scribd.com/doc/9238811/El-informe-de-la-CVR-y-los-partidos-politicos-en-el-Peru
A ver ahora quién le dice "de derecha" o "reaccionario" a Martín Tanaka, que osa cuestionar al libro sagrado del derechohumanismo nacional: el IF de la CVR.
Sobre la catadura moral de muchos de estos "defensores de los DD.HH"
http://martintanaka.blogspot.com/2007/03/la-tica-del-observador-frente-la.html
Ahí están los datos y las fuentes que evidencian que lo de la CVR no fue más que otro "faenón" de sectores que siempre han creído que los DD.HH son su chacra y su propiedad privada y que por esto los pueden manipular en función de sus intereses perosnales y políticos.
A ver qué dicen ahora los miembros de la reducida comunidad de creyentes en la fe ceverista, eso sín, sin malabarismos verbales por favor.
¿Dónde están los "jugosos" sueldos? Qué bien que puedas confirmar que los comisionados no recibieron nada por su labor.
Lo de Martín Tanaka es una lectura que se puede discutir. Más allá del aprecio y respeto intelectual que le tengo a Martín, su interpretación no tiene porqué ser "canónica", como tú supones (de hecho, he criticado su lectura de la sentencia a Fujimori). Pero ¿Por Qué no citas las duras expresiones del IF CVR sobre la izquierda política - que conoces bien, pues se publicaron aquí -? Porque no te conviene.
El otro post de Tanaka no tiene nada que ver con la CVR, es una anécdota personal de Martín. Parece que no has leído sus últimos párrafos, en los que saca conclusiones. Pero esa lectura fragmentada, sesgada e interesada es típica de tí.
Gonzalo: ¿Tienes una opinión sobre el documento que colgué antes, CRIMEN SOLLICITATIONIS?
Luchín G:
Si es como se señala - es preciso verificar los datos -, es inaceptable y condenable sin atenuantes.
Saludos,
Gonzalo.
Le he dado varias vueltas y logro encontrar un párrafo en el que específicamente se diga que el acusador esté obligado a guardar silencio. El párrafo citado en el video es este:
"Because, however, what is treated in these cases has to have a greater degree of care and observance so that those same matters be pursued in a most secretive way, and, after they have been defined and given over to execution, they are to be restrained by a perpetual silence (...), each and everyone pertaining to the tribunal in any way or admitted to knowledge of the matters because of their office, is to observe the trictest (...) secret, which is commonly regarded as a secret of the Holy Office, in all matters and with all persons, under the penalty of excommunication"
Dice "relacionados al tribunal", no al juicio; y desde el principio indica que el documento se refiere a los actos cometidos durante el sacramento de la confesión. He tratado de encontrar una fuente que me diga que "relacionado al tribunal" involucra a la víctima; no la he encontrado. Así que no creo que se pueda probar que este documento fue hecho como parte de una operación de encubrimiento de parte del Vaticano; si ha sido usado para eso, esa otra historia, pero no creo el documento mismo sea una prueba.
Alfredo P. esgrime los mismos argumentos que Aldo Mariátegui y también adopta las mismas reacciones. Afirma pero no exhibe argumentos y cuando lo hace son tendenciosos o incompletos. Y si lo confrontan con ideas, no rebate-En vez que derivarnos a un link que sintetice la información que pruebe por ejemplo que los comisionados recibieron sueldos de lujo o que existe un sesgo ideológico en el informe.
Diga lo que diga lo cierto es que el informe se publicó y es un punto de partida para ahondar en lo que pasó. Se imaginan una comision integrada por De Trazegnies, Tudela, Rafael Rey y otros por el estilo? Simplemente se hubiera eximido al Estado y FFAA de su responsabilidad en una parte de las víctimas y no hubiera sentado un precedente para judicializar los casos de crímenes contra los DDHH.
"Diga lo que diga lo cierto es que el informe se publicó y es un punto de partida para ahondar en lo que pasó. Se imaginan una comision integrada por De Trazegnies, Tudela, Rafael Rey y otros por el estilo?"
Digas lo que digas, lo cierto es que el informe publicado es el producto de una comisión cuyos investigadores, consultores y asesores provienen del mismo sector del espectro político de donde surgieron sendero luminos y el mrta: de la izquierda.
Lo que para tí es el "punto de partida" para la gran mayoría de los peruanos es sólo otro documento ideologizado más que busca equiparar al terrorismo comunista con el accionar de un Estado democrático; por esto la escasa repercusión de dicho documento entre la ciudadanía.
Si Lerner es maoista y masacrar comuneros es un "accionar democrático", Papá Noel es un rojimio y volarse la tapa de los sesos es psicoanálisis.
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