domingo, 9 de diciembre de 2007

LA DEMOCRACIA Y LOS GOLPISTAS






Gonzalo Gamio Gehri




Hace unos pocos días, el Poder Judicial del Perú ha dictado sentencia contra los ministros fujimoristas que apoyaron el Golpe del 5 de abril de 1992. Él general Juan Briones fue condenado a diez años de prisión; los demás ministros han sido encontrados culpables - ellos respaldaron el Golpe al día siguiente de perpetrado -, pero no padecerán carcelería. Muchos han señalado acertadamente que se les ha tratado con cierta benevolencia. No obstante, lo que resulta novedoso es precisamente el hecho de que un Tribunal de Justicia considere la interrupción forzada del orden constitucional y del Estado de Derecho como lo que es, un delito.¿Constituye este acontecimiento un punto de inflexión en lo relativo a la actitud que tradicionalmente asume parte importante de nuestra sociedad frente a los Golpes de Estado? Ello dependerá de si esta clase de posiciones pueda generar una serie de juicios y reflexiones sobre el autoritarismo en escuelas y universidades, y en la propia esfera pública. Es que nos hemos acostumbrado a invocar liderazgos y tocar las puertas de los cuarteles en situaciones de inestabilidad, a gritar que "necesitamos un Pinochet" y a mirar a otro lado cuando el caudillo de turno vulnera las libertades u ordena asesinatos selectivos perpetrados por comandos clandestinos. Incluso muchos de nuestros más sesudos analistas políticos tienden a tratar con condescendencia sucesos como los del 5 de abril del 92, en tanto la mayoría de los peruanos avalaron tal acción. A sus ojos, dicha aprobación le confiere "legitimidad" ¿Ha existido dictador que no viviese un tiempo de "luna de miel" con la población?. Nuevamente, la lógica del "espectador científico" bloquea la perspectiva del agente político. Sospecho que los efectos residuales de la distinción marxista entre "democracia real" y "democracia formal" - usada ad nauseam por Fujimori y otros malhechores de su especie - influyen en tal actitud, así como el altamente cuestionable dogma vallejiano, "Todo acto o voz genial viene del pueblo y va hacia él". Los pueblos también pueden deslizrse hacia posiciones viscerales, o suscribir la violencia, o invocar el recurso a la "mano dura" ... contra sí mismo.

La lección que podríamos extraer de esta historia es que la democracia no consiste solamente en que se cumpla la voluntad de la mayoría, sino - también - consiste en la observancia de procedimientos legales y políticos conducentes a fortalecer las instituciones y reglas que protegen los derechos básicos de los individuos, y hacen posible el ejercicio de las libertades y la limitación del poder de los gobiernos. Con frecuencia hemos sacrificado el sistema político y la racionalidad pública en los altares del caudillo carismático y populista (con frecuencia sanguinario y corrupto, aunque ello suele ser descubierto tiempo después de la "luna de miel"). Con mucha facilidad nos despojamos de la condición de ciudadanos. No olvidemos la sentencia hegeliana: no hay señor sin siervo.

La condena judicial del Golpe es una buena noticia, qué duda cabe. No obstante, esta situación no debe hacernos perder de vista el enjambre de mensajes que van en otra dirección, la que conduce al tutelaje y la represión. El general Donayre se propone condecorar al diario La Razón - vocero de la corrupción fujimontesinista y defensor de la impunidad de ayer y de hoy -, según propia expresión, "por la ayuda en la consecución de los objetivos castrenses" (ver el agudo post de Godoy en El tercer Piso); un alcalde de Mirafores aparentemente negado para el razonamiento lógico más elemental - y para el pensamiento democrático básico - increíblemente firma un convenio para que efectivos militares se encarguen del dictado del curso de educación cívica (¿Alguien podría indicarle que "cívico" viene de "civil"? - ver el interesante post de José Talavera sobre este tema en Blogiarquía -). En fin, el incorregible Vicepresidente Giampietri protesta por la condena de Briones (bueno, sus simpatías fujimoristas son de dominio público). O los guiños de Alan García al recluido Wolfenson. Nuestra escena política no tiende naturalmente hacia la condena del uso de la fuerza en contra de legalidad y el ethos democrático. Depende de nosotros - de nuestra disposición a ser ciudadanos y no súbditos - de que en el futuro las aventuras golpistas sean rechazadas por el pueblo y sean erradicadas de nuestra historia.




(La caricatura es de Carlín).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Que cosas dices??? El alcalde de Miraflores ha hecho eso??? No sabia, ahorita mismo entro. Quizá podrias poner los enlaces directos a los posts que mencionas, asi los lectores solo hacemos click... En fin! Ya sabes lo que pienso, el que tiene estructura autoritaria interna, será autoritario hasta que se muera. Lo úncio que cabe es vigilarlo...

Jose Alejandro Godoy dijo...

Susana:

Aqui va el enlace al mio:
http://desdeeltercerpiso.blogspot.com/2007/12/civica-con-botas-en-miraflores.html

José Talavera dijo...

El "tribuno" Valle Riestra también se ha opuesto a la sentencia, argumentando que se trata de un "hecho político", pero lo cierto es que por más intencionalidad política que haya, en los procedimientos se violó la ley, y eso merece una sanción. En última instancia, los terroristas también tenían intencionalidad política, pero sus procedimientos fueron totalmente ilegales (y la palabra queda chica...inhumanos, totalitarios, salvajes). ¿Alguien se atrevería a decir que por tratarse de un hecho político no se les debe sancionar? Aunque el mismo Valle Riestra ha deslizado la idea de amnistiar a Polay, por haberse reformado, porque sería valioso para nuestra sociedad y porque durante una etapa se comportó como guerrillero (dejando de lado al mismo tiempo que en otra etapa si utilizó métodos terroristas).

En el fondo de todos estos asuntos se huele esa vieja máxima atribuida a Maquiavelo (aunque él nunca lo dijo textualmente) de que el fin justifica los medios (cuando él dijo que cada fin tiene sus propios medios, aunque ese es otro tema). ¿Disculpa el fin el autogolpe de Fujimori?¿ Disculparía también a Pinochet, a Velasco, a Videla, Galtieri, etc.?

Algo que si no entiendo muy bien hasta ahora y que los fujimoristas han explotado a su favor es esa diferencia de condenas entre los ministros civiles y el uniformado (al que le dieron 10 años). No sé, pero si pareciera o algunos podrían deducir que si hay un ensañamiento contra los militares. Yo creo que en general no es así, pero casos como este le darían, aunque sea mediaticamente, la razón a los fujimoristas.

Saludos, y gracias por la cita.