Lo mejor de la primera vuelta es que los resultados nos obligan, una vez más, a mirar y a asumir el país en su conjunto. Lima no es el Perú, ni viceversa. Pero también nos obligan a reconocer que padecemos de males atávicos: no hay memoria, el racismo vive a flor de piel, falta sensatez en la clase política, el dinero precede al desarrollo humano, la mentira es un hábito, la “viveza” una estrategia de convivencia, la indiferencia y tantas cosas más pueden sumarse aquí que la lista podría crecer con facilidad. Claro que hay gente ilustre y notable. Pero esos (y otros) males están en nuestro entorno. Parece que se han confabulado ahora para ponernos ante un futuro poco halagüeño y en el que quienes llevaron al Perú a una feroz y corrupta dictadura vuelven a ser una opción para millones personas. ¿Dónde fue a parar el publicitado crecimiento del Perú? ¿En qué crecimos? ¿Estamos mejor?
A nadie sorprendió, por ejemplo, que durante la primera etapa del proceso, los candidatos coincidan en algo: la educación está mal. Vaya novedad. A partir de esa coincidencia arrancaron las promesas de mejora: más colegios, más buzos, más zapatillas, más polos, más computadoras, más institutos tecnológicos, más exámenes a los profesores, mejores sueldos, mejores desayunos, nuevos escalafones e, incluso, no faltó quien piense que las solución vendrían del cielo, no de Dios, que ahora está más ocupado que nunca con nosotros, sino de un satélite lanzado al espacio. Parece absurdo pero a eso y a dos o tres promesas banales se redujo el vademécum.
Reducir las soluciones a ello no sólo demuestra las prioridades o el populismo que se tiene en la cabeza, sino que evidencia no haber entendido de qué se trata el problema. Ha dejado de ser evidente que la educación se da en un salón de clases. Nadie lo ha mencionado. Toda reforma tiene que encarnarse en la relación que se construye entre maestro y alumno. No hay educación sin alguien que enseñe y sin alguien que aprenda; tampoco se da sin bibliotecas, buenos libros, lápices y cuadernos. Pocas cosas tan obvias y fundamentales como esas.
Todos han callado cómo harán para asegurar que los estudiantes terminen secundaria con una mejor capacidad analítica, con un mejor rendimiento en comprensión de textos o en razonamiento matemático, con una adecuada disposición a justificar un punto de vista personal y a respetar la opinión ajena, con una actitud ética que favorezca su participación en una sociedad pacífica y solidaria, con una cultura general que les permita ubicarse en el mundo y en la historia. Todos insisten en la dimensión tecnológica, pero ¿a quién le preocupa formar ciudadanos? ¿por qué dejaron de importar las humanidades y el arte? Si así estábamos desde el inicio de la campaña, desde el 10 de abril la discusión se ha empobrecido al extremo de que lo único que quita el sueño es la Constitución y la continuidad del modelo económico. Por eso, “hay que recordar e insistir en que la patria es más que la administración de su economía y el bienestar de sus empresas (…) Un país es historia, dignidad, cultura, identidad y sobre todo futuro” (Caretas, 14.4.11).
La educación es el futuro. Así de claro y puntual. Es inaceptable que quienes avalaron los asesinatos de la Cantuta y Barrios Altos, las esterilizaciones de mujeres humildes, la “interpretación auténtica” o quienes intervinieron en la compra de periodistas, de jueces, congresistas o quienes creen que sólo el Estado lleva al desarrollo y niegan las libertades y la iniciativa privada, sean, ellos, los que se ocupen mañana de la educación en el Perú. ¿Se imagina Ud. a esos sujetos discutiendo sobre la importancia de la ética o de la formación integral en los colegios y universidades?
Así como la PUCP está respaldada por una larga y fructífera obra de reconocido servicio al Perú, gracias al esfuerzo y a la entrega de profesores, estudiantes y administrativos, en el marco de un modelo educativo moderno, asentado en una formación integral, en la tolerancia y la libertad, del mismo modo o, tal vez mejor, por eso mismo tengo que insistir en que la educación también es parte de la disyuntiva que vivimos. El futuro no se reduce al comportamiento de la bolsa de valores ni a la tasa de cambio. Es muchísimo más. La educación está, pues, en el candelero. No seamos ingenuos pero tampoco nos equivoquemos otra vez.
6 comentarios:
¿QUIERES SER TUERTO O CIEGO?
Por: Jaime Kunigami
En su artículo: “El Temor y la Vergüenza”, usted pide que le presenten pruebas de la conducta antidemocrática de Humala, porque la de Fujimori está plenamente demostrada.
¿Qué pruebas puede presentar el anónimo si todavía Humala no ha tomado el poder? pero … ¿podemos ser ciegos ante las evidencias?
En un juicio, no solo se actúan las pruebas materiales del hecho, también se pide informes a los peritos, y yo le quiero presentar a uno, a Max Silva Tuesta, psiquiatra de profesión y amigo personal de Mario Vargas Llosa. En un dossier difundido por La República titulado “Luces y Sombras” el 16abr2011, entre otras cosas dice:
“Primero ha presentado un plan para nacionalizar, para hacer una nueva Constituyente, para fiscalizar a los medios de expresión y, ahora, al contrario, quiere firmar pactos y niega lo que ha dicho antes”
¿Eso es impostado? – pregunta el periodista
“No solo es impostado, sino IMPOSTOR”
Porque todo forma parte de un proyecto familiar encabezado por su padre don Isaac, quien ideó el etnocacerismo ¿acaso Ud. Cree que Ollanta Humala ha cambiado y se ha convertido en un Lula? Lea lo que opina el psiquiatra al respecto:
“No, no, no ¡Qué se va a transformar! El ser humano no se transforma en tan pocas semanas y menos a esa edad”
Pero qué es el etno-cacerismo o la etno-geopolítica como lo define don Isaac, no es difícil averiguarlo, vaya usted a YouTube y escriba esto: “Isaac Humala ideología”, y constatará que todo forma parte de un proyecto familiar para tomar el poder, primero por la vía militar, que fracasaron dos veces – Locumba (2000) y el Andahuaylazo (2005) - . Y luego por la vía electoral, primero con un mensaje radical (2006) y ahora como un impostor.
¡Claro! Me dirá que en lo del Andahuaylazo, Ollanta no tuvo participación. Pero a raíz del encuentro en la IPYS, le hicieron recordar su apoyo que hizo el mismo día del golpe militar por las ondas de RPP. Es más, hay filmaciones y afirmaciones del propio Antauro en ese sentido.
Es como decir que un homicida no es tal, porque no hay cadáver. Pero, hombre, si éste ha cogido la pistola y te ha intentado matar dos veces … No hay cadáver sólo porque le falló la puntería. Y lo enfermizo de todo, es que niegues lo que te ha ocurrido. O estás traumado y se te ha puesto la mente en blanco o sufres del Síndrome de Estocolmo. Han transcurrido once años de evidencias, ¿cómo no sabes unir los puntos?
La pregunta es: ¿por qué los intelectuales liberales optaron por apoyar a Humala, y niegan tomar en cuenta su pasado antidemocrático? Hay varias explicaciones para ello: puede ser por miedo a la libertad como dice Erich Fromm; puede ser porque erróneamente se plantearon un falso dilema entre elegir el liberalismo político o el económico; o como la mayoría, porque no piensan por sí mismos y se dejan conducir por el prestigio de Mario.
Repito, fue un falso dilema, el tener que optar entre el liberalismo político y el económico, porque es rebatido por las credenciales antidemocráticas de ambos candidatos. En lo que tenemos certeza además, es que uno de ellos también amenaza las libertades económicas. Si no me crees, bájate su plan de gobierno que está colgado en la web del JNE y ¡léetelo!!!!!
No creas en la propaganda ni en los técnicos que se auparon a último momento, la historia se encargará de ellos, ya Ollanta ha dicho que “quiere CONSENSUAR su plan de gobierno SIN MODIFICARLO”. (¿?)
Mario Ghibellini , otro liberal, en su artículo “La oferta imposible” se pregunta:
“¿Cómo se puede, en efecto, consensuar un plan de gobierno sin modificarlo? Pues, a menos que se crea que machacándolo hasta el cansancio se acabará por persuadir de sus virtudes a las fuerzas políticas con las que se quiere consensuar, sencillamente no se puede (..) es una aporía”
Por eso, el dilema que debemos plantearnos en la hora actual, - entendido por aquellos que creen tanto en el liberalismo político y el económico -, es que:
DEBEMOS DE ELEGIR ENTRE
QUEDARNOS TUERTOS O CIEGOS
¿A qué se llama “sistema educativo” en el Perú?. Ese gaseoso concepto acaso apenas merezca ese nombre en nuestro país. Algunos lo reducen solo al conjunto de escuelas, institutos y universidades. Y qué hay de eso que nos transmiten diariamente la iglesia, los políticos, las FF.AA, las diversas empresas privadas o los medios de comunicación en general (desde los periódicos hasta la publicidad televisiva) . Articular verdaderamente políticas educativas, no tendrá sentido si realmente no reflexionamos sobre esto que llamamos siempre desde posturas políticamente correctas (e indiferentes) sistema educativo peruano.
Gonzalo, les recomiendo mucho este artículo de Zenón Depaz, sobre la herencia Fujimorista en la universidad peruana: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/la-herencia-de-fujimori-en-la-universidad_84740.html
Saludos.
Hola Jaime:
El juicio de ambos especialistas debe ser tomado en cuenta en tanto Humala representa el temor, pero Keiko Fujimori sigue siendo representante de un pasado oscuro, corrupto, delictivo. La verg[uenza. Es el mal mayor.
Saludos,
Gonzalo.
Estimado Eddy:
Interesante comentario. Es un punto iluminador.
Saludos,
Gonzalo.
¿QUIERES SER TUERTO O CIEGO? (parte 2)
Por: Jaime Kunigami
Le saludo cordialmente, pero leo con inquietud, que soslaya las amenazas a las libertades políticas y económicas que representa Humala porque para Ud. es simplemente un temor, otorgándole así el beneficio de la duda, pero lo concreto y lo real para Ud. es que Keiko es “REPRESENTANTE” del pasado oscuro, corrupto y delictivo.
¿Acaso no está reflejando en sus palabras también dicho temor? Porque ella no era presidenta en ese entonces, fungía de primera dama, con apenas 25 años. Entonces ¿Cómo le puede atribuir los delitos cometidos por su padre? Usted no da razones, tan solo pareceres, contradictorio a la invocación de pedir pruebas, ¿pruebas para qué, si de plano lo va a desestimar? ¿no es así?
No quiero continuar con este razonamiento porque puede pensar que estoy tomando partido por ella. Y no es así. Lo que quiero hacerle notar es que en el ámbito de la moral, nada es claro como el agua.
Pongo un ejemplo, tomemos un caso concreto, “La PUCP vs. La Iglesia Católica”. No quiero pronunciarme sobre el litigio en sí, porque aún está en curso y no somos juristas, pero pensemos fuera del cuadrado por un momento, y conozcamos al benefactor, usted puede averiguar que Don José de la Riva Agüero y Osma era un aristócrata, reconocido abogado e historiador, ferviente católico radical y algo mucho más revelador, era un declarado FASCISTA.
¿No me cree? Lea el prólogo de Paisajes Peruanos de la colección Biblioteca Imprescindibles Peruanos y allí dice que en 1932, en su discurso en el Colegio Recoleta, Riva-Agüero rechazó su liberalismo juvenil y se adhirió al fascismo.
Además, Riva Agüero quien laboraba en San Marcos, se mudó a la Universidad Católica porque aquél estaba copado por grupos políticos apristas y comunistas y que también cambió el destinatario de sus bienes como da cuenta Luis Alberto Sánchez en su libro “La universidad no es una isla”:
“El caso de José de la Riva Agüero donando todos sus bienes a una Universidad que no era la suya, pero sin duda a una Universidad, no encuentra par”
En conclusión, si el benefactor resucitase, ahora los estaría persiguiendo.
Entonces me pregunto:
Con estos antecedentes ¿cómo puede suponer que Riva Agüero iba a retirar a la Iglesia de la administración de su legado? O vayamos hasta el ámbito de la moral, ¿cómo pueden aceptar la donación de un declarado fas-cis-ta? ¿por qué no les causa alguna repulsión?
Riva-Agüero al igual que Keiko, siguiendo su criterio, son “REPRESENTANTES” de regímenes dictatoriales, que cometieron abusos a los derechos humanos y en el caso del fascismo, hasta genocidio.
¿Entonces no representa acaso un conflicto moral rechazar visceralmente a Keiko pero sin embargo defiende a la universidad donde usted labora en su propósito de conseguir la administración exclusiva del legado de un fas-cis-ta?¿No es contradictorio su proceder? ¿O acaso business son business y en estos asuntos no interviene la moral?
Jaime:
La PUCP aceptó la herencia hace décadas, así es que el asunto de si hoy se acepta no tiene el más mínimo sentido. El tema es que la competencia de la junta en la administración de los bienes tuvo lugar hasta 20 años luego de la muerte de JRA. Luego se ocupa de las mandas.
Nada de eso tiene que ver con mi rechazo del fujimorismo.
Saludos,
Gonzalo.
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