Gonzalo Gamio Gehri
El blog de Gustavo Faverón Puente Aéreo ha desencadenado un debate intenso – y, por momentos, violento – en torno a la figura de Julius Evola, a su presunta afinidad con el fascismo y, más allá de este autor, a la marcada preferencia del profesor Eduardo Hernando Nieto por autores que han sido vinculados (de manera fundada o no) con el antisemitismo, el nazismo y, en general, con ideologías oscurantistas que predican la supremacía racial y una concepción jerárquica de la vida social. Por breves momentos, la discusión se ha desplazado hacia la idea que Hernando tiene sobre la idea de “metapolítica”. El tema central ha sido el del “canon metapolítico”.
"La metapolítica puede exhibir nombres de escritores como Mishima, Celine, Tolkien o Drieu la Rochelle, ensayistas como los hermanos Jünger, metafísicos como Evola, Guénon, o Coomaraswamy, sociólogos como Spann o Freyer, antropólogos como Eliade, poetas como Pound, economistas como Sombart, historiadores como Spengler, directores de cine como Tarkovski etc, etc. ¿Quiénes los conocen?, ¿Quiénes los han leído?"
Faverón encuentra en esta lista de autores una constante vindicación del tradicionalismo y la discriminación racial o cultural; a su juicio, muchos de estos escritores, pensadores y esoteristas estuvieron en la frontera misma de declarar una adhesión manifiesta al ideario de Hitler o Mussolini. En muchos de los casos tiene la razón (no puedo decir nada acerca de la obra de Evola). Se pregunta la razón de estas preferencias, y su conexión con un ideario totalitario. Hernando y sus seguidores – algunos anónimos con una redacción nítidamente identificable – responden que las acusaciones que penden sobre estos autores son fruto de campañas ideológicas que se libraron en su contra con el fin de destruir su reputación. Añaden que muchos de los críticos no han leído a estos escritores, y que eso facilitaba la tarea de entregarse sin más a la corriente de opinión mayoritaria. Faverón sostiene que las acciones de muchos de estos personajes los condenan. Reitera que las simpatías de Hernando por quienes predicaban o cultivaban el antisemitismo deben ser explicadas, que es probable que sus colegas y alumnos estén atentos a su explicación.
El blog de Gustavo Faverón Puente Aéreo ha desencadenado un debate intenso – y, por momentos, violento – en torno a la figura de Julius Evola, a su presunta afinidad con el fascismo y, más allá de este autor, a la marcada preferencia del profesor Eduardo Hernando Nieto por autores que han sido vinculados (de manera fundada o no) con el antisemitismo, el nazismo y, en general, con ideologías oscurantistas que predican la supremacía racial y una concepción jerárquica de la vida social. Por breves momentos, la discusión se ha desplazado hacia la idea que Hernando tiene sobre la idea de “metapolítica”. El tema central ha sido el del “canon metapolítico”.
"La metapolítica puede exhibir nombres de escritores como Mishima, Celine, Tolkien o Drieu la Rochelle, ensayistas como los hermanos Jünger, metafísicos como Evola, Guénon, o Coomaraswamy, sociólogos como Spann o Freyer, antropólogos como Eliade, poetas como Pound, economistas como Sombart, historiadores como Spengler, directores de cine como Tarkovski etc, etc. ¿Quiénes los conocen?, ¿Quiénes los han leído?"
Faverón encuentra en esta lista de autores una constante vindicación del tradicionalismo y la discriminación racial o cultural; a su juicio, muchos de estos escritores, pensadores y esoteristas estuvieron en la frontera misma de declarar una adhesión manifiesta al ideario de Hitler o Mussolini. En muchos de los casos tiene la razón (no puedo decir nada acerca de la obra de Evola). Se pregunta la razón de estas preferencias, y su conexión con un ideario totalitario. Hernando y sus seguidores – algunos anónimos con una redacción nítidamente identificable – responden que las acusaciones que penden sobre estos autores son fruto de campañas ideológicas que se libraron en su contra con el fin de destruir su reputación. Añaden que muchos de los críticos no han leído a estos escritores, y que eso facilitaba la tarea de entregarse sin más a la corriente de opinión mayoritaria. Faverón sostiene que las acciones de muchos de estos personajes los condenan. Reitera que las simpatías de Hernando por quienes predicaban o cultivaban el antisemitismo deben ser explicadas, que es probable que sus colegas y alumnos estén atentos a su explicación.
"Lo que he hecho es preguntar si es una simple coincidencia la cantidad de nazis, fascistas y antisemitas que suman dos tercios de los nombres que él colocó en su nómina de intelectuales y artistas destacados dentro de la visión personal de la "metapolítica" que él defiende y promueve. Y no encuentro ninguna respuesta más o menos articulada sobre ese punto."
En fin. El tema se complica aún más, dado que alrededor de Hernando se ha tejido una pequeña red de blogs neoconservadores que postulan un extraño retorno a las tradiciones, un rechazo sistemático a la doctrina liberal de los Derechos Humanos y a la democracia constitucional, así como una invitación a la recuperación del catolicismo preconciliar, con todo y tufillo franquista. Aparentemente, la prédica antimoderna está captando algunos adeptos, y algunos entre ellos no dudan en dedicarle extraños posts a Hitler. Resulta algo desalentador que un muchacho de veinte años – que ha votado sólo una vez y que está estudiando – señale de manera categórica y sin dejar un mínimo espacio para la duda que “la democracia es el gobierno de los inútiles”. Una convicción tan desmesurada llama la atención e invita a la reflexión. Es preocupante que ciertos profesores alienten esas militancias tan tempranas y sin matices (y que crean que esa clase de aliento ideologizante y doctrinero pueda recibir el nombre de “filosofía” ¿Y el duro y paciente trabajo del concepto? ¿Qué "magisterio" es ese? ). A algunas personas preocupa con cierto fundamento esta creciente afición extravagante por el totalitarismo de derechas. En una sociedad como la peruana, al interior de cuyas presuntas “élites” impera cierto sentimiento autoritario y clericalista, es un hecho que quizá no debería sorprendernos. Lo que sí hay que hacer es someter a una dura crítica estas presuposiciones, y mostrar sus consecuencias políticas opresivas y tiránicas.
Que la lectura de ciertos libros puede abonar el terreno para determinados carismas fascistoides es algo que no me quepa la menor duda. Los libros están para leerlos, para discutirlos y para interpelarlos. Creo también que Hernando haría bien en responder a la pregunta directa – y muy bien formulada - que le hace Faverón sobre ese extraño y profundo feeling por los autores “fronterizos” con el nazismo (a mí también me causa curiosidad la razón de ese “canon literario personal”. Sospecho que se trata de algo más que preferencias literarias y esotéricas, aunque respeto su derecho a elegir su propia lista de autores). Sin embargo, también considero que no debemos caer en aquello que criticamos, esto es, en la exclusiva denuncia ideológica. Me parece que muchos de los comentaristas del acerado post de Faverón (alineados en uno y otro bando) permanecen en la lógica del “desenmascaramiento ideológico”, y no avanzan en la discusión acerca de los fundamentos conceptuales o en las posturas políticas de tales ideologías; ambas partes se acusan mutuamente de ignorancia e intolerancia. Allí están los libros, disponibles para el que quiera leerlos, y analizarlos; de eso se trata la libertad de pensamiento. Allí están los propios textos de Hernando para examinarlos críticamente. No es suficiente señalar que manifiestan un “talante fascista”. Las etiquetas no equivalen a una refutación (y creo que es necesario pasar a la discusión racional, y a la refutación). Les aseguro que Eduardo Hernando no oculta sus puntos de vista – de hecho, defiende un arcaico estamentalismo y a la vez una teoría renovada (y represiva) del “derecho penal del enemigo”, esquema próximo al pathos de Bush en el tema Guantánamo – pero no rehuye el debate. De hecho, lo considero el más dialogante y transparente de los tradicionalistas peruanos, y sin duda el menos virulento. Estoy en desacuerdo con todo lo que escribe, y considero que muchas de sus ideas son nocivas y poco claras, pero debo decir que hemos debatido siempre en un clima de respeto y cordialidad. Mientras otros conservadores se ocultaban tras las sombras de cierto anonimato – pero les enseñaban a los soldados que “los Derechos Humanos no existen” o hacían campaña en pro del fujimorismo, o defendían la impunidad en el caso La Cantuta -, Hernando decía lo que pensaba sobre la democracia y el sistema de Derechos, y admitía la crítica. Debatamos con él, más allá de poner solamente en evidencia su ‘imaginario literario’. La ideología "reaccionaria" debe ser combatida intelectualmente desde sus cimientos. No basta con señalar que determinados rótulos encajan con el ideario (aunque lo hagan).
Hay que ir más allá de denuncia ideológica de los conservadores, y pasar a la confrontación de las ideas, incluso las que nos resultan inaceptables. Me explico. El nazismo y el fascismo son ideologías nefastas que afortunadamente han sido vencidas definitivamente en el campo de batalla, en la arena política y en los espacios académicos. Hoy sólo son comidilla de skinheads y otros grupos de antisociales y violentistas, incluso en el Perú. Creo que lo que lo que existe en el país es un más bien tradicionalismo religioso trasnochado (generalmente de inspiración franquista), que se alía a menudo con los sectores políticos de extrema derecha, próximos al militarismo, asumiendo figuras sincréticas. Probablemente estas ideas retrógradas tienen una connotación fundamentalmente “estética” - por así decirlo - y son notoriamente extravagantes, pero desgraciadamente tienen alguna acogida en ciertos círculos políticos y mediáticos. Este es el conservadurismo criollo del que estamos hablando (y en el que sólo a veces Hernando encaja, aunque tiende a asociarse con sus exponentes). En ocasiones, esa extrema derecha tradicional echa mano de Schmitt (frecuentemente sin demasiado rigor, como anotan algunos lectores rigurosos de este autor, como Carlos Pérez), otras veces se escudan tras la obra de MacIntyre o de algunos postmodernos; sus referencias bibliográficas pueden obedecer más a la utilidad que a la devoción. Sin embargo, creo que los defensores de un pensamiento más liberal tenemos todos los recursos conceptuales para cuestionar racionalmente y desarticular el estamentalismo o el confesionalismo que profesan, y señalar sus inconsistencias con la mayor claridad.
Mientras Hernando invoca una desencarnada Realpolitik – que yo encuentro completamente discutible, pero cuyas líneas generales detecto en ciertos autores de la escena académica contemporánea, en contraste con los restantes tradicionalistas, apologistas del Antiguo Régimen – los demás ultraconservadores criollos entonan un estrafalario cántico cortesano rococó, o plantean leer la historia en la clave de la lucha cultural y religiosa sin exhibir una mínima argumentación. Si tengo que debatir con estos antimodernos nacionales, prefiero a los straussianos, antes que a los ultramontanos locales. Después de todo, Allan Bloom sigue siendo – a pesar del tiempo transcurrido desde su muerte - un interlocutor importante en los debates sobre la educación moral; no podemos decir lo mismo de los falangistas.
No creo que vayamos demasiado lejos intentando descubrir si Hernando es nazi o antisemita, o si niega el antisemitismo por convicción o solamente para guardar las apariencias. De hecho, yo no creo que Hernando sea un antisemita, en sus textos no he encontrado nada parecido. Las simpatías por ciertos motivos fascistas están allí en sus textos – el elogio de la “vida heroica”, la defensa de las jerarquías, un pintoresco caudillismo - aunque resultaría difícil determinar si esa simpatía revela una suerte de ‘militancia’ (hay que decir que no se trata de motivos exclusivamente fascistas, sino comunes a diferentes versiones del tradicionalismo y la extrema derecha). No creo que ese sea un ejercicio positivo o productivo. Creo que es mucho más interesante revisar Pensando peligrosamente y discutir a fondo sus tesis, detectar inconsistencias (que las hay, y muchas) y argumentar en contra del integrismo moral y político que postula. Ese es el trabajo conceptual que hay que llevar a cabo, el de la crítica severa y la refutación. Como he dicho, él está dispuesto a la confrontación; ello lo distingue de otros extremistas de derecha, quienes juegan a la mera agitación ideológica y padecen de esnobismo crónico. Los autodenominados “reaccionarios” gustan que caigamos en su juego, que los denunciemos públicamente y etiquetemos como “herejes”. Ser identificado como un exponente de lo “políticamente incorrecto” – en este mundo postmoderno – les da a algunos un frívolo “toque de distinción” que tratan de explotar; de hecho, algún blog conservador por allí se precia de librar un combate con el “pensamiento único”, en circunstancias en las que defiende el modelo teológico-político de la “cristiandad” premoderna y el retorno de los privilegios aristocráticos. Luego nos echarán en cara que practicamos aquello que les reprochamos, que somos nosotros quienes no admitimos las diferencias: “¿Ven? ¿Quiénes son ahora los intolerantes?”. No incurramos en su “lógica”, en la línea del cuento de Borges Deustches Réquiem. Esa es la virulencia que percibo en algunos comentarios al post citado. Y claro, los "reaccionarios" concluirán que lo que existe finalmente es un grupo de ideologías rivales que compite por el poder. Afirmarán que nuestros Derechos Humanos equivalen a sus tribunales de la Inquisición, que nuestra democracia no es mejor que su sistema feudal o que su soñada comunidad orgánica. No usemos sus propias armas. Allí donde ellos recurren a la agitación y la propaganda – a esa pomposa retórica, desfasada e hiperbólica – repliquemos con argumentos. Contamos con muchos y de calidad.
En fin. El tema se complica aún más, dado que alrededor de Hernando se ha tejido una pequeña red de blogs neoconservadores que postulan un extraño retorno a las tradiciones, un rechazo sistemático a la doctrina liberal de los Derechos Humanos y a la democracia constitucional, así como una invitación a la recuperación del catolicismo preconciliar, con todo y tufillo franquista. Aparentemente, la prédica antimoderna está captando algunos adeptos, y algunos entre ellos no dudan en dedicarle extraños posts a Hitler. Resulta algo desalentador que un muchacho de veinte años – que ha votado sólo una vez y que está estudiando – señale de manera categórica y sin dejar un mínimo espacio para la duda que “la democracia es el gobierno de los inútiles”. Una convicción tan desmesurada llama la atención e invita a la reflexión. Es preocupante que ciertos profesores alienten esas militancias tan tempranas y sin matices (y que crean que esa clase de aliento ideologizante y doctrinero pueda recibir el nombre de “filosofía” ¿Y el duro y paciente trabajo del concepto? ¿Qué "magisterio" es ese? ). A algunas personas preocupa con cierto fundamento esta creciente afición extravagante por el totalitarismo de derechas. En una sociedad como la peruana, al interior de cuyas presuntas “élites” impera cierto sentimiento autoritario y clericalista, es un hecho que quizá no debería sorprendernos. Lo que sí hay que hacer es someter a una dura crítica estas presuposiciones, y mostrar sus consecuencias políticas opresivas y tiránicas.
Que la lectura de ciertos libros puede abonar el terreno para determinados carismas fascistoides es algo que no me quepa la menor duda. Los libros están para leerlos, para discutirlos y para interpelarlos. Creo también que Hernando haría bien en responder a la pregunta directa – y muy bien formulada - que le hace Faverón sobre ese extraño y profundo feeling por los autores “fronterizos” con el nazismo (a mí también me causa curiosidad la razón de ese “canon literario personal”. Sospecho que se trata de algo más que preferencias literarias y esotéricas, aunque respeto su derecho a elegir su propia lista de autores). Sin embargo, también considero que no debemos caer en aquello que criticamos, esto es, en la exclusiva denuncia ideológica. Me parece que muchos de los comentaristas del acerado post de Faverón (alineados en uno y otro bando) permanecen en la lógica del “desenmascaramiento ideológico”, y no avanzan en la discusión acerca de los fundamentos conceptuales o en las posturas políticas de tales ideologías; ambas partes se acusan mutuamente de ignorancia e intolerancia. Allí están los libros, disponibles para el que quiera leerlos, y analizarlos; de eso se trata la libertad de pensamiento. Allí están los propios textos de Hernando para examinarlos críticamente. No es suficiente señalar que manifiestan un “talante fascista”. Las etiquetas no equivalen a una refutación (y creo que es necesario pasar a la discusión racional, y a la refutación). Les aseguro que Eduardo Hernando no oculta sus puntos de vista – de hecho, defiende un arcaico estamentalismo y a la vez una teoría renovada (y represiva) del “derecho penal del enemigo”, esquema próximo al pathos de Bush en el tema Guantánamo – pero no rehuye el debate. De hecho, lo considero el más dialogante y transparente de los tradicionalistas peruanos, y sin duda el menos virulento. Estoy en desacuerdo con todo lo que escribe, y considero que muchas de sus ideas son nocivas y poco claras, pero debo decir que hemos debatido siempre en un clima de respeto y cordialidad. Mientras otros conservadores se ocultaban tras las sombras de cierto anonimato – pero les enseñaban a los soldados que “los Derechos Humanos no existen” o hacían campaña en pro del fujimorismo, o defendían la impunidad en el caso La Cantuta -, Hernando decía lo que pensaba sobre la democracia y el sistema de Derechos, y admitía la crítica. Debatamos con él, más allá de poner solamente en evidencia su ‘imaginario literario’. La ideología "reaccionaria" debe ser combatida intelectualmente desde sus cimientos. No basta con señalar que determinados rótulos encajan con el ideario (aunque lo hagan).
Hay que ir más allá de denuncia ideológica de los conservadores, y pasar a la confrontación de las ideas, incluso las que nos resultan inaceptables. Me explico. El nazismo y el fascismo son ideologías nefastas que afortunadamente han sido vencidas definitivamente en el campo de batalla, en la arena política y en los espacios académicos. Hoy sólo son comidilla de skinheads y otros grupos de antisociales y violentistas, incluso en el Perú. Creo que lo que lo que existe en el país es un más bien tradicionalismo religioso trasnochado (generalmente de inspiración franquista), que se alía a menudo con los sectores políticos de extrema derecha, próximos al militarismo, asumiendo figuras sincréticas. Probablemente estas ideas retrógradas tienen una connotación fundamentalmente “estética” - por así decirlo - y son notoriamente extravagantes, pero desgraciadamente tienen alguna acogida en ciertos círculos políticos y mediáticos. Este es el conservadurismo criollo del que estamos hablando (y en el que sólo a veces Hernando encaja, aunque tiende a asociarse con sus exponentes). En ocasiones, esa extrema derecha tradicional echa mano de Schmitt (frecuentemente sin demasiado rigor, como anotan algunos lectores rigurosos de este autor, como Carlos Pérez), otras veces se escudan tras la obra de MacIntyre o de algunos postmodernos; sus referencias bibliográficas pueden obedecer más a la utilidad que a la devoción. Sin embargo, creo que los defensores de un pensamiento más liberal tenemos todos los recursos conceptuales para cuestionar racionalmente y desarticular el estamentalismo o el confesionalismo que profesan, y señalar sus inconsistencias con la mayor claridad.
Mientras Hernando invoca una desencarnada Realpolitik – que yo encuentro completamente discutible, pero cuyas líneas generales detecto en ciertos autores de la escena académica contemporánea, en contraste con los restantes tradicionalistas, apologistas del Antiguo Régimen – los demás ultraconservadores criollos entonan un estrafalario cántico cortesano rococó, o plantean leer la historia en la clave de la lucha cultural y religiosa sin exhibir una mínima argumentación. Si tengo que debatir con estos antimodernos nacionales, prefiero a los straussianos, antes que a los ultramontanos locales. Después de todo, Allan Bloom sigue siendo – a pesar del tiempo transcurrido desde su muerte - un interlocutor importante en los debates sobre la educación moral; no podemos decir lo mismo de los falangistas.
No creo que vayamos demasiado lejos intentando descubrir si Hernando es nazi o antisemita, o si niega el antisemitismo por convicción o solamente para guardar las apariencias. De hecho, yo no creo que Hernando sea un antisemita, en sus textos no he encontrado nada parecido. Las simpatías por ciertos motivos fascistas están allí en sus textos – el elogio de la “vida heroica”, la defensa de las jerarquías, un pintoresco caudillismo - aunque resultaría difícil determinar si esa simpatía revela una suerte de ‘militancia’ (hay que decir que no se trata de motivos exclusivamente fascistas, sino comunes a diferentes versiones del tradicionalismo y la extrema derecha). No creo que ese sea un ejercicio positivo o productivo. Creo que es mucho más interesante revisar Pensando peligrosamente y discutir a fondo sus tesis, detectar inconsistencias (que las hay, y muchas) y argumentar en contra del integrismo moral y político que postula. Ese es el trabajo conceptual que hay que llevar a cabo, el de la crítica severa y la refutación. Como he dicho, él está dispuesto a la confrontación; ello lo distingue de otros extremistas de derecha, quienes juegan a la mera agitación ideológica y padecen de esnobismo crónico. Los autodenominados “reaccionarios” gustan que caigamos en su juego, que los denunciemos públicamente y etiquetemos como “herejes”. Ser identificado como un exponente de lo “políticamente incorrecto” – en este mundo postmoderno – les da a algunos un frívolo “toque de distinción” que tratan de explotar; de hecho, algún blog conservador por allí se precia de librar un combate con el “pensamiento único”, en circunstancias en las que defiende el modelo teológico-político de la “cristiandad” premoderna y el retorno de los privilegios aristocráticos. Luego nos echarán en cara que practicamos aquello que les reprochamos, que somos nosotros quienes no admitimos las diferencias: “¿Ven? ¿Quiénes son ahora los intolerantes?”. No incurramos en su “lógica”, en la línea del cuento de Borges Deustches Réquiem. Esa es la virulencia que percibo en algunos comentarios al post citado. Y claro, los "reaccionarios" concluirán que lo que existe finalmente es un grupo de ideologías rivales que compite por el poder. Afirmarán que nuestros Derechos Humanos equivalen a sus tribunales de la Inquisición, que nuestra democracia no es mejor que su sistema feudal o que su soñada comunidad orgánica. No usemos sus propias armas. Allí donde ellos recurren a la agitación y la propaganda – a esa pomposa retórica, desfasada e hiperbólica – repliquemos con argumentos. Contamos con muchos y de calidad.
79 comentarios:
A pesar de que has tratado con guantes de seda las patinadas de faverón y compañía en este tema, con todo y todo, me parece un post bastante justo.
Puro lomo fino tu envío mi estimado Gonzalo. Casi me has convencido que coger mi yelmo, mi cota de malla y mi trinche y enrumbar con mi rocinante en la 9 novena cruzada contra los 'reaccionarios'. Algo he visto y algo he escrito sobre ese supuesto entuerto donde está inmiscuido don Julius Evola y otros. Lo cierto mi estimado Gonzalo, es que hasta donde conozco: He leido las obras y algunos artículos de Eduardo Hernando y hasta los utilicé en mis clases. Y no encontré nada TERRIBLE o EXECRABLE salvo que no tenga capacidad académica suficiente. He conversado con Eduardo Hernando muchas veces, por cuanto a sido mi profesor en la maestría de Ciencia Política que cursé y fue uno de los mejores profesores siempre bien respetado. No me considero un 'reaccionario' ni un fascista, ni pro-fascista ni nada por el estilo. Lo que sí creo con toda convicción es que es nuestro deber leer a todos los autores y que nuestro conocimiento no debe ser nublado por los prejuicios. De repente me he perdido de algo y pido las disculpas del caso por anticipado. Pero hasta hoy no encuentro nada TERRIBLE y EXECRABLE y si Eduardo Hernando como se declara es un seguidor de la 'Tradición' enhorabuena porque es un académico bien formado y bien actualizado y por lo tanto SERIA un contendor de polendas para todos los que estamos en la orilla opuesta, pero que en lo personal nos guardamos aprecio y respeto personal. Lo dejo ahí.
A.R.:
Gracias por tu mensaje. La idea es sencilla: la perspectiva de Hernando debe ser revisada y cuestionada, no basta con señalarla o etiquetarla. Creo que se gana mucho con esa refutación.
Saludos,
Gonzalo.
Jaime:
Pienso como tú en lo de la cordialidad y la firmeza en el diálogo. Eduardo ha defendido la tortura en casos de terrorismo y la confesionalidad del Estado, ideas que recuso y combato,´pienso que contamos con buenos argumentos para ello.
Saludos,
Gonzalo.
Venga entonces esa revisión y ese cuestionamiento, creo que para eso estamos. Y Eduardo no creo que se va a correr. Lo que hay que cuidarse es de la crítica sin tener el debido entendimiento o conocimiento del tema, como he visto en otros casos, donde están hablando por el forado del prejuicio. Y entiendo el silencio de Eduardo en muchos casos, porque no te vas a poner a dictar clase en un simple comentario. Ojo. Lo dejo ahí.
Jaime:
La pregunta central de Faverón no ha sido respondida.
Saludos,
Gonzalo.
Gonzalo
Lo que no se puede hacer es sacar de esa pregunta una serie de conclusiones apresuradas y rabiosas, y acusar sin tener ninguna prueba.
Lo que hubiese tenido que hacer Faverón es buscar algún texto de Hernando en que se hable expresamente de antisemitismo y nazismo, y entonces, si, probablemente, los gustos del "acusado" podrían haber sido influidos por ese tipo de ideologías.
O saber que en su clase discriminó a alguien y cosas así.
Pero hasta donde se, incluso, Hernando, paradójicamente, tanto en sus clases, como contigo, ha tenido una actitud abierta, dialogante, hasta tayloriana.
Lo demás es pura especulación.
A.R.:
Bueno, lo de tayloriano es un chiste...sin duda, hemos debatido bien, y todos hemos salido satisfechos de estas discusiones.
Ojo, considero que es plausible encontrar motivos fascistas en los dos libros de Hernando. He leído sus textos y los he críticado. Creo que no basta con fijar la etiqueta; hay que desmontar los argumentos de esos textos y contra-argumentar.
http://gonzalogamio.blogspot.com/2007/04/pensando-peligrosamente-crtica-de-la.html
saludos,
Gonzalo.
Estimado Gonzalo,
Justamente por el hecho de que esta discusión haya degenerado en un ataque personal contra Eduardo Hernando Nieto, creo que su post es justo, pues es una invitación a la discusión académica seria, es decir, con argumentos y no con acusaciones absurdas.
Siempre he celebrado la calidad y la transparencia con la cual usted y el profesor Hernando debaten. Tienen sus "encontrones" por supuesto, pero siempre en el nivel de los argumentos y el respeto mutuo. Esa actitud debe aplaudirse.
Por eso que siga el debate, pero con argumentos, ya que si se quiere discutir sobre metapolítica, pues está bien, pero con los textos en la mano, mas no con etiquetas ideológicas como "sionista", "nazi", etc., que en realidad no nos llevan a ningún lado (salvo al escándalo mediático).
Por último, creo que se debe reconocer que así como en el caso de Schmitt (agradezco su gentil mención a mi persona, por cierto), también se hace necesaria una lectura seria de los llamados autores "metapolíticos". Por ejemplo, en mi opinión, el señor Faverón no conoce en absoluto a Evola, pero sin embargo lo ha criticado libremente. Esta actitud también la tienen los "rivales", que critican al liberalismo sin tener una noción clara de su horizonte.
En conclusión: más seriedad académica, menos "folklore" conceptual.
cordiales saludos.
ja, obvio que fue un chiste :D
Yo estoy en las antipodas de sus ideas
Y pienso, si, que se le debe criticar todo su discurso conservador, reaccionario y antimoderno de la manera que tú propones.
Yo pienso que lo de fascismo está en discusión, sin embargo concordarás conmigo que no necesariamente aquello implica nazismo ni antisemitismo.
Hasta en la ultraderecha existen sus matices!
En algún momento le dije a Faverón también que no se centre en ese tipo de etiquetas. Pero quiso entender lo que le dio la gana.
En fin, es un tema de lo más interesante y que tiene para rato.
Buenas noches!
Estimado Carlos:
Efectivamente, el debate debe continuar. Y sí, es cierto que la caricatura del liberalismo también impera.
Saludos,
Gonzalo.
A.R.:
Creo que el fascismo es una ideología funesta, así como el franquismo. Justamente nuestros "conservadores criollos" (los que se asocian con Hernando, a pesar de las fuentes diferentes) van por allí. Son tradicionalistas religiosos, cercanos al franquismo.
Hay que leer las "frases célebres" de los "metapolíticos" que consigna Faverón en su último post.
Saludos,
Gonzalo.
Comentario con citas textuales que demuestran el racismo y el sionismo de Gustavo Faveron
A Rodolfo Ybarra lo califico de cholo y lo cito textualmente: “Por supuesto, Ybarra mismo sí se reserva el derecho a ser un cholo limeño con pinta de rasta otoñal, dedicado al agit-prop; un drop-out sudamericano que entrega su vida a aburridas y mediocres imitaciones de la retórica contestataria americana de los años sesentas”. Como Ybarra no sé ve a sí mismo como lo describe, su ironía es peyorativa y racista por más que luego pretenda contextualizarle en un falso discurso de tolerancia. Sin dejar de mencionar que lo acuso de pro-terrorista porque todo el que el que este en contra al sionista de Faveron es insultado y calumniado. Cito textualmente las palabras de Faveron dirigidas a Ybarra: “Ahí queda clara la distancia entre un payaso que le llama a su blog "blog liberado" y arma jueguitos idiotas con la retórica del terrorismo y una persona que sabe cómo fueron las cosas de verdad. Ya, Ybarra, sácate la nariz roja y deja de dar pena”. Bien dice el refrán: “El pez muere por la boca”. Osea mándele el cheque como desagravio a Rodolfo Ybarra.
En cuanto a Israel. Faveron condena los crímenes de Israel pero en su blog argumenta que a pesar de ello se debe defender. Osea si Hamas sigue usando como escudos humanos a niños, Israel no le queda otra solución que matarlos. Osea manejando su hipócrita retorica sionista “defenderse”. Faveron dice: “Lo he escrito decenas de veces pero hay cerebros donde no entran balas: Israel ha cometido crímenes en esta guerra; como todos los crímenes, estos son injustificables. Pero la guerra que libra Israel es defensiva, es JUSTA”. Nunca he leído una defensa más absurda e inhumana de la muerte de unos niños en guerra como la de Gustavo Faveron. Y yo me pregunto ¿como puede ser “justa” una guerra donde Israel comete crímenes de guerra? ¿Cómo puede denominarse “justa” una guerra donde se acepta crímenes de guerra? La palabra “justa” es intencionada y de acuerdo a una ideología que el autor enarbola y que es el “sionismo”. No puede ser justa ninguna guerra donde se cometan crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Gustavo Faveron hablo de que la reciente invasión de Israel a Gaza es JUSTA. Y resaltó la palabra "justa" con palabras mayúsculas. Y esto después de aceptar los crímenes de guerra cometidos por Israel este año. La pregunta es ¿Se puede seguir sosteniendo que es una guerra justa si hay de por medio crímenes de guerras y violación a los derechos humanos? La respuesta coherente es no. Si sostiene que esa guerra es justa es que es un sionista.
A Ybarra Faveron lo choleo y luego lo acuso de pro-terrorista. Dice que se le borro "inocentemente" mi comentario en su blog. No le creo. Lo censuro, eso es todo.
En concreto no tiene autoridad moral un Sionista y defensor de crimenes a la humanidad como Faveron y que a sus enemigos literarios los cholea. Osea encima es racista. ¿Como puede un racista y sionista señalar con el dedo?
Espero este comentarío no sea censurado en este blog.
Concuerdo contigo, y si, el fascismo es una ideología funesta. Nunca dije lo contrario.
Y debe ser combatida.
Pero una cosa, como tú bien dices, es encontrar motivos fascistas (los cuales tb deben ser combatidos) y otra muy distinta ser un fascista.
Por ejemplo, en el gobierno de Bush se pueden encontrar motivos fascistas, pero sería muy apresurado decir que fue un estado fascista y mucho menos nazi y antisemita.
El partido aprista fue inspirado en el fascismo, aunque más que Mussolini tenía como modelo al kuomingtan de Chian Kai Chek, pienso.
Pero hasta donde se sabe, por ejemplo, no se oponía a la democracia, ni tenía un discurso racial.
Y así.
Sobre las frases de los autores citados por Faverón no dudo de que sean ciertas.
Pero reducirlos a eso, sobre todo a Schmitt y Spengler, como él pretende, y seguramente sin haber leído nada importante de muchos de ellos (si es que no es nada), a excepción de los que están en el campo literario propiamente, que es su tema, es caer en la caricatura.
Son frases infames, si, pero los tipos no eran, como alguna vez dijo Vargas Llosa en un articulo sobre Drieu, ningunos imbeciles
Anónimo:
Su comentario constituye un ataque personal contra Faverón. Deje el elemento ad hominem y discuta las tesis.
Gonzalo.
A.R.:
Las frases son lapidarias. Las declaraciones públicas antisemitas también cuentan para elaborar el perfil de un intelectual.
Saludos,
Gonzalo.
Estimado Gonzalo:
¿Hay que saber mucho sobre maoísmo -por ejemplo, leer los textos fundamentales como pide Carlos Pérez-- para saber que el Pensamiento Gonzalo es una doctrina genocida y funesta? Entonces mi pregunta es ¿desde cuándo el fascismo es una ideología respetable? ¿qué ha pasado para que le demos cabida?
Concuerdo en parte con tu post, Gonzalo, pero así como hay que debatir las ideas no se debe perder de vista el horizonte de la experiencia histórica. Hay que reconocer las consecuencias de aquello que se discute. A pesar de lo que afirma Carlos Pérez aquí, yo no tengo ninguna duda de qué es lo que ocurriría si las ideas de Schmitt, Evola o Hernando prevalecieran. Sinceramente, sigo sin entender la defensa de Carlos a estas pachotadas ya que él mismo no las sabe explicar.
Yo puedo explicarle a Carlos a Berceo, al Arcipreste de Hita, a Pedro López de Ayala cuando él guste. No se me va a ocurrir por ello decirle que primero lea a fondo a tales autores; yo sé lo suficiente como para exponer en qué consisten sus ideas y sus motivos literarios y de qué manera nos sirven para comprender ciertas épocas de la historia española.
Hasta ahora ni él ni Hernando ni ninguno de los coaligados ha sabido explicar la relevancia o utilidad de sus autoridades. Siempre salen con evasivas de este tipo "no has leído", "no sabes de lo que hablas". ¿Cuándo vendrán los argumentos?
Por supuesto, estoy abierto al debate en mi próximo viaje a Lima.
mmm, puede que cuenten.
Pero también, por ejemplo, al igual que en un pensador de la ilustración como Voltaire, quien era un racista (y yo me siento más cerca de Voltaire), puede que gran parte del pensamiento de muchos de ellos se eleven sobre aquel aspecto infame.
¿Porque si no, por qué se sigue discutiendo a Schmitt en las facultades de ciencias políticas?
saludos
Estimado Daniel:
Evidentemente, uno no necesita conocer al dedillo todos los detalles de la obra de un autor para reconocer las consecuencias políticas de sus ideas. Allí están sus declaraciones públicas, y su propia conducta política. No necesitamos conocer a Mao para reconocer que el maoísmo senderista es demencial y destructivo, aunque quizá conocer su ideología con algún detalle hubiese servido para vencer al terrorismo sin dificultades y en sus inicios.
Como sostengo en mi post, lo que me preocupa de los comentarios al post de Gustavo es el énfasis en fijar la etiqueta, y dejarlo allí. Creo que hay que discutir los argumentos. Creo que en los textos de Hernando hay motivos fascistas, y que haría bien en responder la pregunta de Faverón sobre su canon literario y su relevancia. El asunto es examinar y refutar esas ideas paleoconservadoras.
No considero para nada que el fascismo sea respetable, pero sí la disposición para discutir. A ver si organizamos tu debate público con Hernando en la PUCP o en la UARM.
Saludos,
Gonzalo.
A Daniel Salas
¿Con la actitud tuya, de Faverón y de Silvio Rendón, de acusar sin pruebas, durante cinco días, no admitiendo que metieron la pata desde un primer momento, digo yo, no te parece que a cualquier persona se le quitarían las ganas de debatir y exponerse a tantos insultos?
Todos ustedes actuaron sin un mínimo de respeto contra Hernando.
A.R.:
Eduardo aceptó debatir con Daniel. Esperemos que este intercambio no lo haga cambiar, porque este debate sería muy interesante.
Saludos,
Gonzalo.
Sería fenomenal.
Dejemos atrás las etiquetas y centemonos en los argumentos!
saludos
No iba a intervenir en esta discusión, pero como un seguidor no identificado del profesor Hernando me menciona directamente, diré algo.
- No he insultado al profesor Hernando (que se diga dónde lo habría hecho) (el anonimato se presta para las afirmaciones irresponsables).
- Sí se ha aportado pruebas que el repertorio de autores referidos por el profesor Hernando son fascistas, incluso, seguramente coincidencia, el último que me mandó a leer, Mohler.
- Tan es así que se ha aportado evidencias que finalmente algún otro anónimo también defensor del profesor Hernando señaló "Y si es nazi, ¿qué?".
Mi discusión iniciada en Puente Aéreo de Gustavo Faverón se limitó a una caracterización, a señalar que estamos ante una persona de ideología fascista (con diversos aggiornamientos usados tan distraccionista como inútilmente para negar esta realidad). Esto fue motivado por la pretensión de tapar el sol con un dedo tanto del profesor Hernando como de sus seguidores, usualmente anónimos.
Hola Gonzalo,
No estoy de acuerdo con tu post.
Las ideas que hoy vemos en el alambique en algún momento trascienden y llegan en forma de acción a pampas y calles. No es bueno quedarse en el alambique y desligar la argumentación intelectual de sus consecuencias prácticas.
El post de Gustavo ha tenido la virtud de presentarnos en la forma más descarnada y sin eufemismos el mensaje de muchos de los autores que sustentan al profesor Hernando, autores que pasaron de las ideas a la acción con funestas consecuencias. La etiqueta o rótulo, como cualquier palabra o caracterización, es la versión condensada de procesos posiblemente muy complejos, pero no por eso menos pertinente y aplicable. Creo que le prestas insuficiente atención a este aspecto.
No veo por qué se habría que caer en la lógica de limitar el asunto al alambique, a la esfera exclusivamente intelectual, y con ello prestarse a que el fascismo adquiera una aceptación y respetabilidad intelectual que no debería tener, concediendo en no evidenciar los hechos históricos y políticos más evidentes y presentados sin paliativos.
El fascismo no es una corriente que se base en el pensamiento lógico. Se rasca la cobertura intelectual y respetable con que se presenta y se encontrará demagogia, falacias (de autoridad, de fuerza) y pseudo-ciencia. Es sofisticación con pies de barro. A un fascista no le puedes ganar una discusión racional, porque no es ese su terreno. Ya les puedes mostrar evidencias y argumentos lógicos, como hemos visto en estas discusiones blogueras, las ignorarán, dirán que los han insultado, te mandarán a leer sus supuestos respetables autores, se irán por las ramas, etc.
Creo que con tu actitud sin quererlo acabas por levantar una corriente marginal y desprestigiada en el pensamiento mundial. Te imagino saliendo de un debate público con los fascistas intelectuales, tú creyendo haber ganado la discusión racional, pero ellos ganando en propagandizarse.
Saludos,
Una corrección:
Debe decir
"el repertorio de autores referidos por el profesor Hernando es fascista"
Gonzalo, no pensaba intervenir mas en este ataque gratuito y difamatorio de Faveron, Salas y Rendon pero por el aprecio personal e intelectuarl que te tengo y la sarta de tonterias que escriben estos señores me obligan a decir algo:
1. Antes que discutir mi bibliografia "maldita" creo que mas bien deberiamos empezar debatiendo sobre "The Closing of the American Mind" de Allan Bloom,(straussiano) ya que los datos empiricos (que tanto aprecia Salas) nos dicen a las claras que algo grave esta ocurriendo con el sistema universitario norteamericano, solo asi se explica como el Sr faveron, graduado en una conocida universidad americana o el mismo Rendon puedan argumentar y "probar" en base a un conjunto de citas que no tienen fuentes directas, no hay mencion de paginas ni de texto ni de editorial nada! Y asi llegan a conclusiones que tu mismo que manejas bien la logica no podrias aceptar como verdaderas.
Por cierto, como sera de Nazi Sombart que acabo de comprar en el Virrey ¿Por que no hay socialismo en los Estados Unidos? (Capitan Swing Libros, Palencia, España, 2009) osea que es un libro que acaba de salir literalmente.
El desconociemto que tienen sobre lo que es el pensamiento de la revolucion conservadora es abismal y por eso para ellos todo es Fascismo, con esas simplificaciones que sentido tiene dsicutir. Obviamente yo solo podria debatir contigo porque eres un caballero, no puedo decir lo mismo de los otros
saludos
eduardo
2.
Silvio, esas no son pruebas de nada.
tú especulación es gratuita
o sea, según tú porque
GB dijo:
" y si es nazi que? según tú, esto te da pie, basado en lo que dijo un tercero, de que Hernando es nazi.
Porque al parecer tú infieres de lo dicho por GB, que seguramente él conoce al profesor Hernando, es amigo de él, y que quizá le ha contado algo que nosotros no sepamos.
que tal paranoya
Hasta donde se sabe no hay pruebas de que lo conozca personalmente ni nada, así que está demás tu comentario
y esta es alucinante:
"guardar la judeofobia en el armario con cacareo de la condición de judíos de los autores citados - "ojo, es judío", "ojo, es medio judío", etc., con un "extreme make over" simbólico y terminológico, pero con el plumero a la vista."
Ya, esa teoría es la de Faverón, la de los cinco amigos "cholos" que le sirven de pantalla para ocultar su racismo.
Leo eso, la del judío pantalla y no puedo dejar de sentir verguenza ajena.
Silvio: ENTIENDE DE UNA BUENA VEZ QUE NO TIENES PRUEBAS DE NADA, NI TU NI FAVERON NI SALAS!!!!!!!!
Estimado Silvio:
Existen al menos dos frentes, el político y el académico. En el político el recurso a etiquetas puede ser eficaz - y es cierto que a veces condensan bien las ideas -, pero en el académico eso puede resultar simplificador. Yo apuesto por desmontar intelectualmente ese conservadurismo criollo, sin pretender descuidar el frente político. Es verdad que por lo general este conservadurismo criollo no ofrece ideas sutiles. Lo que hacen Daniel y tú, señalar sus falacias y desnudar su carencia de fundamentos empíricos me parece crucial.
Las preguntas de Gustavo me parecen claves, y no han sido contestadas. Yo critico el talante de muchos de sus comentaristas, de ambos lados.
Ahora, tu punto sobre la indiferencia reaccionaria frente a la consistencia argumental es bueno. Y no debemos ser ingenuios. Mira sus blogs colectivos: dicen que "la democracia se cae", pero no argumentan ni ofrecen un trabajo de casos, sólo recurren a la jerguilla del "evento". Yo creo que se trata de espacios de marketing personal o ideológico, y no de espacios de reflexión. De todas maneras, Hernando me parece más dialogante, a diferencia de esos extremistas pintorescos.
Saludos,
Gonzalo.
jajajaajajaja, la jerguilla del "evento", esa fue muy chistosa Gonzalo
Gonzalo, concuerdo en que cualquiera puede hacer las preguntas que quiera, pero discrepo al menos en tu aseveración de que las preguntas de Faverón sean claves o relevantes.
Su pregunta hubiese sido clave si en los escritos de Hernando hubiese encontrado algo que exprese, por ejemplo, que está a favor del racismo o hubiese sabido que en las clases que dicta o en cualquier otro sitio, discriminó a alguien.
Si hubiese algo así, quizá su pregunta podría tener algún fundamento, porque, tanto la obra como el comportamiento de Hernando, estarían en correspondencia con los aspectos antisemitas o racistas que hay en los autores que tanto le disgustan a Faverón.
Lo más que puede inferir de ahí, y que al mismo tiempo puede corroborar con textos que ha escrito Hernando y además, con lo que dice en sus clases, y en debates, como los que tuvo contigo, y que además dice de manera abierta, es que es un tipo antimoderno, conservador, un reaccionario.
saludos
Que el profesor Hernando señale dónde cree que lo he difamado.
Para Rendon un ejemplo:
"el repertorio de autores referidos por el profesor Hernando es fascista"
Esa afirmacion es falsa pues ni Evola, ni Coomaraswamy, ni Sombart, ni Strauss, ni Schmitt, ni Freyer etc, etc fueron fascistas! por eso estas afectando mi reputacion
Sabe Dios que cosa entendaras por fascista!!
Hernando:
Tu reputación se ve afectada por tus propias opciones, además de por tu intento de negar lo innegable.
¿Qué esperabas? Tu reputación no va a ser mejor que la de tus alicaídos inspiradores, cuyo fascismo ya ha sido expuesto, como que varios de ellos fueron inocultables miembros e ideólogos del NSDAP. No importa cuánto lo niegues después de admitirlo, para luego volver a negarlo.
Me parece que la discusión está mal llevada.
En vez de centrarse en que si tal o cual autor fue antisemita, deberían centrarse en la crítica de la metapolítica a la modernidad, y propongo más específicamente, que se centren en la crítica que le hace a la universalidad de los derechos humanos.
Si estos son un construcción social, y por tanto en ciertos eventos límite (terrorismo) puede prescindirse de ella, o si estos tienen caracter universal, etc...
La discusión sobre el canon metapolítico solo lleva dimes y diretes.
saludos
Oe Silvio
para que no elucubres tanto acerca del "verdadero pensamiento" de Hernando. Te dejo el enlace de su libro Pensando peligrosamente
No está completo, pero están muchos capitulos.
http://books.google.com.pe/books?id=643rrDakYzwC&pg=PA145&lpg=PA145&dq=landa+arroyo+pensando+peligrosamente&source=bl&ots=ptYHPGEacM&sig=sIiJHZww-2XKv7YBfupibhnYYFI&hl=es&ei=o_0mSsnjN5Ci8AS-hsCBDw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1#PPA18,M1
Estimado Eduardo:
Sería interesante también indagar porqué muchos de estos "metapolíticos" tenían tanto interés en el esoterismo y la magia. Muy extraño. Por eso algunos se han cubierto de un halo de charlatanería (fundado o no).
No creo que las críticas al canon metapolítico de Silvio puedan ser consideradas difamatorias.
Sería interesante que distingas argumentativamente entre fascismo y revolución conservadora.
Saludos,
Gonzalo.
Pido a los lectores mantenerse en el tema del post y abstenerse de ventilar en este blog cualquier conflicto personal con alguno de los protagonistas del debate. El conflicto entre los blogs literarios no es el tema que está en discusión.
Saludos,
Gonzalo.
Gonzalo lo que propongo evitaría caer en el reductio ad hitlerum, en el que caen muchos comentaristas, y demás etiquetas de las que hablabas.
saludos
Llego cansado a mi turno, de leer tanto comentario ya estoy mareado, pero solamente decir: Es necesario leer las obras para opinar, no estoy de acuerdo don Daniel Salas en su postura sobre que si MAO es un maldito asesino y demente pues todas sus obras lo son. No es así. Por lo menos, alguien dijo que hay dos frentes, el político y el académico. Si estamos mezclando las cosas aquí, estamos perdidos. Hay que leer a los autores. No olvidar: LOS INTELECTUALES CAMBIAN DE OPINION Y DE POSICION CON MUCHA FACILIDAD. Y tenemos muchos ejemplos universales. De repente Eduardo Hernando pasa de ser un 'fascista' (como lo acusan) a ser un 'liberal' dentro de poco, y eso es perfectamente normal y tolerado cuando se trata de un INTELECTUAL. Termino, si vamos a hacer una crítica política, pues saquemos los cuchillos y convirtamos los blogs en una chingana de mala muerte. Pero si lo vamos a hacer académicamente pues hagamos con el cuidado que ser requiere y uno de los mínimos cuidados es no caer en el PREJUICIO de la cultura combi. Estamos. Políticamente no tengo cómo criticar a Eduardo Hernando Nieto porque no sé si habrá tenido actividad política. Pero si de 'fascistas malditos' hay que mandar a la hoguera ahí tenemos a los fujimontesinistas y los que estuvieron tras de ellos sin ir muy lejos, hay tenemos al Cardenal Cipriani. Académicamente puedo combatir a Eduardo por su postura 'tradicionista' en algunos capítulos, pero con el cuidado que solamente podrá ser una polémica ACADÉMICA y no incurrir en la politización. ¿Que pasa si mañana se pasa Eduardo a la otra orilla académicamente? Que le dirán los que lo combatían: HOLA HERMANITO ERES DE LOS NUESTROS. Por favor. Repito, si no se ha leído a un autor es mejor reconocerlo y ser discreto. Recuerden solamente en pasaje de Martin Heidegger y su entorno histórico, su obra y sus seguidores y creo que hay muchos pasajes aplicables al presente caso. Lo dejo ahí.
Gonzalo, algunas acotaciones:
La lectura de algun autor puede tener motivaciones ideológicas, estéticas o muchas más. Pero la simple admiración por un autor o gurpo de autores que como sujetos tenían una concepción política determinada no es suficiente para afirmar que quien los lee comparte sus posturas.
La literatura como ficción está en un registro distinto a los documentos. cierto es que la visión del mundo que tiene el autor se trasluce en el texto, pero leer solo en clave ideológica un texto puede inducir a errores.
Tampoco comparto las ideas de Eduardo. Destaco su apertura a discutir, nada más. También estoy convencido de que eso de que "todas las opiniones son respetables" sirve para meter de contrabando ideas que pueden causar mucho daño. El fascismo y el comunismo no pueden ser respetables bajo ningún concepto por mas que se revistan de intelectualidad y por mas educado o cordial o ameno que sea el expositor de sus ideas. Por ello, tb estoy de acuerdo con Silvio R.
Finalmente, Faveron debió referirse directamente a los escritos de Eduardo para darle más solidez a sus intuiciones. Como dije basarse solo en las preferencias literarias, no es suficiente para calificar ideológicamente al lecto. Al respecto, existen muchas pruebas de magníficos escritores que apoyaron regímenes totalitarios lo cual demuestra que la grandeza artística no siempre se refleja en integridad moral o en corrección política. Esto tampoco debería ser motivo para descalificar a un escritor, pues más me interesa su obra que su filiación ideológica, pero ello es otra discusión.
Hola Jaime:
Creo que una refutación definitiva del conservadurismo pasa por el conocimiento de los textos, pero en el plano político - como señala Silvio - TAMBIÉN cuenta la denuncia y la ironía (que deben ser justas), pues atacan las consecuencias políticas de las ideas. Respeto a Eduardo - eso está fuera de duda -, pero no quisiera vivir en el Estado confesional y estamental que él quisiera para el Perú.
Saludos,
Gonzalo.
Jaime: Yo sí he leído los textos de Hernando y sé de lo que hablo. Sus ideas son incoherentes, inapicables, absurdas y carentes de apoyo empírico. Son abiertamente anti-históricas y carecen del más mínimo sentido de solidaridad. Hernando prefiere el conjunto, no le interesa la persona. Ya varias veces ha sostenido que el sufrimiento no es importante. Y en otra ocasión sostuvo que los alemanes ya deberían dejar de pedir disculpas por el Holocausto. Su preocupación es una mera fantasía que no pretende solucionar ningún problema social relevante. Me parece bastante atrevido que proponga que todos tengamos que renunciar a nuestras libertades para que él pueda cumplir sus fantasías.
Así quie sí sé de lo que estoy hablando. Desafortunadamente, acaba de renunciar a debatir conmigo. No tenía ninguna obligación pero sí veo lo poco que le interesa cumplir con su propia idea de "vivir heroicamente". ¿Dónde está su heroísmo ahora?
Por mi parte, sigo dispuesto. Básicamente mis objeciones son que las ideas de Hernando:
1. Son empíricamente incontrastables.
2. No se enfocan en solucionar nada.
3. Se basan en un conocimiento fantasioso de la tradición y de la historia.
4. Son irrealizables, ya que exigen mucho sacrificio de parte de la mayoría a cambio de ningún beneficio.
5. Causarían un desastre social y económico en el Perú de dimensiones polpotianas, ya que el gobierno estaría en manos de los más inexpertos e incapaces.
Si te comprometes a respetar las reglas minimas de decencia y buenas maneras no tengo problemas en debatir contigo Salas!
PD: Habria que empezar por saber que entiendes por libertad!!!
¿Libertad negativa, positiva, no dominacion ?
¿cual de ellas la perderias?
Jaime una vez más demostrando su espíritu amplio en el debate. Le reitero mi saludo por su defensa con nombre propio del profesor Hernando.
Aquí se ha hecho una constatación. Al menos en mi caso, fui a la bola y no a la pierna. No me meto con la persona del profesor Hernando, no le niego la condición de caballero ni de buen profesor (sobre la que no he opinado ni puedo opinar) ni nada por el estilo. Me limito a señalar algunas cosas atingentes al tema y su estilo argumentativo. No creo que eso sea ofensivo.
Si algún exmaoísta cambia de opinión, bienvenido sea, pues cualquier debate habrá sido sobre sus argumentos y sobre hechos empíricos. No habrá razón para resentimientos, pues no se habrá mellado a la persona. Desde luego que en los debates acalorados no siempre se respetan estos principios.
Hace algunos años decirle a alguien "reaccionario" no era mucho mejor que decirle "fascista". En este debate, curiosamente, "reaccionario" es aceptado, pero "fascista" o "neofascista" es insultante (ó más precisamente: tener un sustrato o influencia fascista). Oiga: un gramsciano será todo lo sutil que quiera, pero no suena a que se pueda ofender si le dicen "comunista" (o más precisamente: tener un sustrato o influencia comunista), y menos que pueda decir que han afectado su reputación por llamarlo así. Eso sería trampa, una trampa muy burda por cierto.
Para Rendon:
El problema es muy sencillo, si ustedes del Gran Combo que son academicos no pueden diferenciar lo que es un nacional socialista, (como Rosenberg) de un fascita, (como Gentile) de un nacional revolucionario (como Niekisch), de un revolucionario conversador (como Junger) o de un metapolitico (como Duguin)entonces que podrian pensar el resto de personas que estan al margen de la universidad.
Obviamente lo siguiente: Fascista: Nazi: Antisemita: Racista
Ergo calificando a alguien de fascista lo tildas de racista y alli esta la difamacion
Excelente, Hernando. Acepto. Gonzalo puede moderar el debate, ya que tiene la confianza de los dos.
La otra posibilidad es que uno hable primero, se retire de la msea y el otro hable segundo. Luego vendrían las preguntas del público. De esa manera se evitaría el diálogo y que se reduciría la posibilidad de ataques personales que, por supuesto, no tendría por qué hacer.
Ser primero o segundo me da lo mismo. Voy a hacer lo posible por viajar en agosto a Lima.
Para Hernando:
Generalizar sobre Gran Combo Club por las intervenciones de Daniel Salas y mía sería como generalizar lo que afirma Hernando hacia otras personas. No lo he hecho y no veo por qué Hernando lo tendría que hacer.
Si alguien me afirma que Hernando es racista no lo podría suscribir, pues para ello tendría que evidenciarlo en base a afirmaciones hechas por Hernando. Y no estoy al tanto de tales afirmaciones (y no tengo por qué pensar que existen). Por lo tanto no lo afirmo.
Pero si alguien, por ejemplo Hernando, me afirma que Werner Sombart no fue un nazi, estamos ante una afirmación fáctica perfectamente registrable y falsa: Werner Sombart (como muchos de los autores que tanto lo entusiasman) fue un nazi. Esa fue mi primera intervención en este debate. Y aquí Hernando, dale que dale, tratando de negarlo, mandándome a leer (no a Sombart, sino a otro nazi, Mohler), diciendo que lo difaman, que uno no es caballero, victimizándose tirandose al suelo diciendo que le hicieron pupa, lanzando calificativos - "epígonos" - y generalizando, jugando al argumento de autoridad, etc. Trucos y más trucos.
Oiga señor: los fascistas (en términos generales, nazis incluídos - y no se vuelva a enredar en las sutilezas de la taxonomía fascista) tenían sus intelectuales, gente inteligente, cultivada, que incluso hizo aportes, sabía de artes, filosofía, música, economía, sociología, eran buenos profesores, amaban a sus perros, y tantas cosas. Algunos fueron rígidos y alineados militantes y otros fueron balas perdidas. Variedad hay. Denominador común, tambíen.
Lo que ocurre no es que constatar el fascismo del repertorio sea difamatorio, sino que es una presentación cruda y descarnada de las opciones que sostiene. La versión distanciada, relativizada, llena de jerga académica, con aura de autoridad e intelectualidad es una forma mucho más potable de plantear las cosas. Mucha gente no aceptaría y se opondría vehementemente a esas mismas ideas de ser presentadas al desnudo, crudamente, en lenguaje sencillo. De ahí que sea tan importante validar el eufemismo, la pseudo-exquisitez denominativa. "No, no fue nazi; fue un 'romántico nacionalista". "No, no fue un antijudío; sólo condenaba la usura". Ya.
Estimo que seguiremos viendo quejas de difamación, que no lo hemos entendido bien, etc. acompañadas de una supuesta sutileza denominativa envuelta en un manto de autoridad. Cuestión de márketing.
Queridos señores, desconzco el porqué le otorgan ustedes tanta importancia a un grupúsculo intelectual cuya influencia académica, social y política es tan grande como una nuez. Cuál es el sentido práctico de discutir sobre la "metapolítica" que, como concepto, no trasciende la marginalidad propia de los conventillos filosóficos, siendo que la filosofía en sí ya es bastante restringida. No sólo es una pérdida de tiempo discutir con quienes no representan a nadie, ni política ni académicamente, sino que la discusión, como decimos en Derecho, carece de objeto. Y carece porque la realidad no le otorga ninguno. Es decir, ¿cuál es la gran universidad reaccionaria del Perú? Ninguna. ¿Cuál el partido metapolítico peruano? No se oye padre. O más fácil todavía, ¿un solo político de carne y hueso que represente la "teología politica"? Por favor. ¿Cuántas son las organizaciones tradicionalistas que influyen en las decisiones de la sociedad peruana? No me digan la Iglesia porque la Iglesia no truena ni suena. ¿Con quiénes discuten entonces? Que cuatro gatos despotriquen en su casa contra el "deliberacionismo" y se la pasen toda su vida en deliberaciones de salón, sólo pinta la paradoja de sus vidas. Por lo tanto, si no quieren ustedes terminar pareciéndose a ellos, más vale que decidan de una buena vez librarse de ellos. No vaya a ser que terminen convirtiéndose en la otra cara de una misma moneda: la que no vale nada.
Silvio
1. Sobre la obra que citó Nieto de Mohler. "Konservative Revolution in Deutschland". Fue un libro basado en su tesis doctoral dirigida, nada menos que por KARL JASPERS. ¿También él es nazi y antisemita, o ya un facho?
2. Y Nieto no te mencionó unicamente a él, sino también a Zven Sternhell (judio por cierto) y su obra "The Birth of Fascist Ideology"
Pero no, tú te quedaste con Mohler. Me imagino que debe ser tu forma de luchar, a nivel "político" contra el fascismo
2. la lista (lista que tampoco tiene que constituir el "canon metapolítico") de la cual partió esta absurda discusión fue una que Faverón citó de un post de Nieto, en la cual él identificaba de los 15 mencionados, 10 antisemitas o nazis y 5 (entre los cuales se encontraba el hombre-pantalla-judeo-cholo Leo Strauss) que no lo eran. De ahí infirió, por una cuestión de mayorías, que Nieto entonces podría ser antisemita y nazi.
Cuestión ya de por sí ridícula porque si Nieto hubiese mencionado los discípulos también judíos de Strauss que también admira (Allan Bloom, Jaffa, Saul Bellow, etc) entonces la lista podía equilibrarse.
Y por no hablar de Alain de Benoist, Thomas Mann, etc..
3. Tú en un post escribiste con estílo "beatnik" lo siguiente:
"guardar la judeofobia en el armario con cacareo de la condición de judíos de los autores citados - "ojo, es judío", "ojo, es medio judío", etc., con un "extreme make over" simbólico y terminológico, pero con el plumero a la vista." (6/3/2009)
A ver Silvio, que quisiste decir ahí?. Quizá te refieras a leo Strauss, uno de los autores admirados de Nieto, un judío rodeado de autores "skinheads"
¿También sospechas al igual que Faverón que es una pantalla?
"La otra posibilidad es que uno hable primero, se retire de la msea y el otro hable segundo. Luego vendrían las preguntas del público. De esa manera se evitaría el diálogo y que se reduciría la posibilidad de ataques personales que, por supuesto, no tendría por qué hacer."
No tengo ningun problema en estar en una mesa con daniel salas, y si en agosto esta bien.
Mas bien agradeceria a Gonzalo Gamio, Daniel Salas y Silvio Rendon, que hablen con su amigo Faveron para que deje de escribir en su blog sobre mi, realmente ya deja de ser un debate y se ha convertido en un hostigamiento personal que me parece enfermo y ademas injusto.
Hola:
Me gustaría saber cuando más o menos se relizaría el debate?.Y en donde?
Sobre Mc Intyre, en verdad el autor dice muchas cosas interesantes (es sugerente el concepto de "practica" y el de "narracion", mas aun el de "tradicion") pero el no es totalmente conservador. Creo que los que se apoyan en Mc Intyre, no lo han comprendido bien. O lo usan algunos de sus conceptos de manera arbitraria y antojadiza. No creo que el mismo Mc Intyre se alienara con los conservadores, porque el sí da peso a la libertad en su concepto de tradicion.
Es algo paradójico quienes critican a la democracia y los DDHH. ¿Como podrían criticarlo sin democracia o sin DDHH?.
Atte.
Estimado Ricardo Vásquez K.:
Muchas gracias por su mensaje. Su punto es bueno. Yo también he pensado que quizá esta crítica recurrente al conservadurismo monarquista les brinda alguna publicidad, que es lo que ellos buscan. Sin embargo, pienso que ese pensamiento delirante a veces se modifica y se adapta fortalecer alternativas autoritarias, para coaligarse con el fujimorismo o con el grupo de interés ultramontano que busca intervenir la PUCP. Por eso creo que cuestionar esta perspectiva puede tener alguna utilidad. Desde luego, nadie piensa en persuadirlos. Son caso perdido. Llegaron al colmo de festejar con los atentados contra las Torres gemelas, como reseñas en un texto.
Su juicio sobre el tema es muy valioso. Sé que conoce muy bien a ese círculo, y he leído las duras críticas que les ha dirigido desde los medios.
Saludos,
Gonzalo.
Dado que Silvio Rendón me ha aludido en este blog, voy a hacer una precisión. El “"Y si es nazi, ¿qué?"”, que le ha dado por repetir es sencillamente el comienzo de una explicación sobre cómo hay que marcar una diferencia entere las ideas de una persona y sus actos. Rendón, en su argumentación pasada, no ve la diferencia entre las matanzas acaecidas durante la 2da Guerra Mundial y que un delincuente que se cree nazi alce la mano derecha durante un partido de fútbol. Tampoco ve la diferencia entre una editorial que publique títulos afines al fascismo y actos de violencia criminal en contra de inmigrantes, individuos con ideas contrarias, etc. Alguien podría argumentar que hay un continuo entre ambas situaciones, pero ese no ha sido el caso de Rendón y por lo demás es una propuesta dudosa.
Rendón también hizo una serie de comentarios desinformados sobre la llamada Nueva Derecha francesa y otros fenómenos, errores de los que por cierto ha sido incapaz de hacerse cargo. Su forma de discutir es similar a la de Gustavo Faverón, quien ha recurrido a inventar escenas de la vida de Julius Evola para justificar la noción que se trata de un fascista.
Lo que más me llama la atención – más allá que alguien haya dedicado 10 días de su vida a insultar a otra persona a través de su blog – es que ese deseo de denuncia no se traduce en nada más que señalar con el dedo. Les he preguntado a Rendón y Faverón qué proponen que hay que hacer con esta gente. ¿Despedirlos del trabajo? ¿Destruir sus libros como en España? ¿Encarcelarlos como en Francia o Alemania? ¿Cuál es en definitiva el propósito de esta denuncia una vez que dejamos en claro que aquí no se habla de personas que hayan cometido delito alguno, sino que simplemente leen y escriben libros acerca de ideas que a algunos les resultan ofensivas? ¿Qué valor se le adjudica a la libertad de expresión en este debate?
Rendón suele decir que quienes preguntan ésto lo hacen a modo de "táctica" y que esta gente en realidad habla de las libertades solamente porque se encuentra en minoría. En base a ello elucubra siniestras teorías respecto de lo que estas personas “harían” si finalmente “llegaran” al poder. También habla del supuesto renacer del neofascismo en Europa (¿dónde?) y de la infiltración de las ideas de la Nueva Derecha (nuevamente, ¿dónde?). En definitiva, el fundamento de todas estas denuncias obsesivas se basa en especulaciones o, en el caso de Faverón al referirse a la vida de Evola, anécdotas derechamente inventadas.
Otro argumento de Rendón es que ya existe un “parangón” histórico de lo que los movimientos fascistas hicieron en le pasado. También existen parangones históricos de lo que el socialismo hizo en cuanto a crímenes. ¿Tenemos entonces que perseguir y prohibir a todos los partidos socialistas que hoy gobiernan o forman coaliciones de gobierno alrededor del mundo?
Al final, ésta es la parte en que los paladines del anti fascismo vía blog se quedan cortos: ¿qué es lo que proponen que hay que hacer con esta gente que tanto les ofende? ¿Censurarlos a todos por igual, sin hacer distingos entre actos de violencia, profesar ideas en forma abierta o simplemente leer a autores que figuran en un Index de tolerancia? ¿Hasta dónde hay que llegar con la denuncia? ¿O es que la meta final de todo esto es sencillamente hostigar a una persona por diez días (y contando), sin reparar en el infantilismo y la vulgaridad de este comportamiento?
Hace unos días, Eduardo Hernando mencionó a Allan Bloom en este blog. El problema es que cuando Bloom pintó en The Closing of the American Mind el deprimente cuadro de la esterilidad del debate en la academia estadounidense y la inhabilidad de los profesores para constituirse en un ejemplo de vida para sus alumnos, creo que apenas tocaba la superficie del asunto. Lo de un profesor que pasa sus días atacando a otros a través de su blog en los términos más vulgares es un síntoma de un problema mucho más profundo.
Ya no pensaba intervenir, pero dado que Eduardo Hernando me ha aludido en este blog, le responderé.
El debate ya ha trascendido lo que dijeron los autores de su repertorio para mostrarse lo que dijo el propio Hernando. Queda claro que hay una gran armonía entre sus fuentes y él mismo. ¿Decir eso es insulto? ¿No estuvo quejándose porque no lo habían leído? Ahora que Gustavo Faverón aporta la lectura de Hernando y cita no otra cosa que sus propias palabras, también se queja. Mejor haría en explicar sus propias y descarnadas palabras que quejarse tanto.
Por cierto, no soy Eduardo Hernando y ni siquiera lo conozco personalmente. Una vez más, Rendón es incapaz de hacerse cargo de sus propios argumentos. Respecto de las quejas, es evidente quiénes son los que más se han quejado porque alguien osa leer libros y tener ideas que les ofenden.
Silvio
esto escribí en el blog de Faverón al respecto
Curiosamente el espectro ideológico que estuvo en contra de los bombardeos a Serbia por parte de la Otan, con argumentos muy parecidos a los de Nieto fue la IZQUIERDA, desde la maoista hasta la dizque izquierda liberal.
Pocos creían en lo que decía la CNN, etc...
Disculpable? por supuesto que no, pero no se necesita leer a Schmitt, ni Evola ni Spann ni a nadie de los preferidos de Nieto para sostener haber estado encontra de aquellos bombardeos en aquella época, y mostrar su incredulidad con respecto a CNN
Pero en todo caso, la crítica de Faverón debió haberse centrado no solamente en Nieto, sino también, por qué no, en la izquierda que generalmente está en contra de las intervenciones de Estados Unidos y sus aliados en la OTAN
Por otro lado, que Faverón haya estado a favor de Israel en el reciente conflicto en Medio Oriente, estado que tiene a los palestinos encerrados en ese campo de concentración que es Gaza, matándo de inanición a toda esa gente,tampoco habla muy bien de él.
O sea critica a Nieto por haber estado a favor de serbia, durante los bombardeos de la OTAN, y al mismo tiempo está de acuerdo con la supuesta "guerra defensiva" de Israel y rebajando las aspiraciones de los palestinos con frases como: "la pertenencia étnica palestina es una novedad postcolonial”
Ya pues!!!!
GBK:
Seguro Silvio responderá a tus inquietudes.
No creo que lo que esté en juego sea la prohibición de los libros "políticamente incorrectos", GBK. No creo que se trate de una lucha de intolerancias. Por eso me he pronunciado por revisar los libros y criticarlos en un plano académico.
Saludos,
Gonzalo.
Gonzalo, Creo que a juzgar por el tono inquisitorial del debate, la actitud francamente infantil y obsesiva de perseguir a alguien por más de una semana y, luego de insultarlo, reclamar porque no responde a sus cuestionamientos a tiempo y completa satisfacción, me revela cualquier cosa menos el deseo de discutir en un plano académico (o en cualquier otro plano que no sea el de intercambiar acusaciones, que es como se dan los intercambios en el blog de Faverón cuando alguien discrepa con él). Me da la sensación que es simplemente su estilo de relacionarse con quienes no está de acuerdo y si para imponer su postura ello requiere inventar anécdotas, atribuirse datos espurios tomados textualmente de Wikipedia y luego desentenderse cuando se le llama la atención por lo que hizo, pues todos esos medios parecen ser válidos. Lo de Rendón no es tan obsesivo, pero sí lanza acusaciones al vuelo (el supuesto antisemitismo encubierto de la Nueva Derecha, el renacer del neofascismo, etc.) que luego no es capaz de fundamentar. Actitudes así no me parecen abiertas a la discusión.
Hola GBK:
En todo caso, vamos a concentrearnos exclusivamente en el lado argumentativo de este asunto. Es lo que he declarado en este post.
Saludos,
Gonzalo.
Gonzalo,
He respondido a un comentario de Hernando. A nada más.
Es tu prerrogativa aceptar comentarios de anónimos, pero eso no obliga a quienes participamos en tu blog a aceptar sus términos. Si alguien no se identifica y pretende jugar con ventaja, pues que juegue solo o con quienes les acepten los términos. También es mi prerrogativa no aceptarlos.
Saludos,
Estimado Silvio:
Claro, estás en todo tu derecho. No veo porqué GBK no se identifica, en todo caso. releyendo su comentario, me parece que contiene expresiones subidas de tono.
Saludos,
Gonzalo.
A todos los "intelectuales" de este pseudo-debate:
Mientras se pelean por (y con) acusaciones histericas de uno y otro lado, compatriotas suyos estan muriendo en la selva. Lo que ustedes estan haciendo es una reproduccion en escala milimetrica de los que sucede con nuestro pais: acusaciones sin horizonte de salida o acuerdo, lo que al final revienta en violencia (metaforica -'intelectualona' si cabe el termino- o real fisica -policias y hermanos nativos muertos-). Por supuesto, manana en sus blogs van a elaborar sentidos discursos sobre la violencia, las ideas politicas y las muertes en la selva (claro, sin siquiera haber leido algo de literatura de la amazonia o haberse puesto a hablar aunque sea 10 minutos con un huambisa). Sin darse cuenta, lo que estan haciendo en este tipo de discusiones es, simplemente, repetir en algun grado esa violencia, ese sistema tan peruano del golpe bajo, el imputacion, el sentirse (todos, no diferencio grupos aqui) mejores moralmente y por supuesto intelectualmente. Una pena ver tanta letra derramada, tanta intelegencia gasatda en discusiones baratas; mucho mas pena ver tanta sangre derramada. Lamentablemente, este es el Peru y asi somos los peruanos, a veces. Por una vez paremos estas discusiones esteriles y hablemos de algo que valga la pena. Saludos,
José P.
Desde luego, imagínate ir a un debate con alguien que se presenta encapuchado o habla desde detrás del escenario, para no ser identificado. Y encima dice cosas gruesas. No tengo por qué aceptar un debate así. Salvando las distancias, pues Paniagua era un demócrata a carta cabal, es como si alguien perdiera el tiempo debatiendo con el muñeco "Chaparrón".
Si no acepto esos términos, ¿me van a acusar de incapacidad para sustentar mis argumentos? Por favor.
Notemos que aquí el grueso de los argumentos a favor del Hernando los están dando su anónimos partidarios sobre los que no recae por lo tanto ninguna responsabilidad y que ni siquiera sabemos cuántos son, pues cualquiera puede poner un par de iniciales. Elocuente e inaceptable actitud.
Hola, Gonzalo: Hernando comenta en su blog que Gustavo Faverón se está "pasando de la raya". Es interesante que Hernando ahora invoque sus derechos. Copio este comentario que dejé en su blog:
"Que no se preocupe Hernando. Los "liberales" no estamos de acuerdo ni con los despidos injustificados, ni con la persecución por las ideas ni con la requisa de propiedad privada legal. Son los metapolíticos los que están convencidos de que el Estado de excepción si puede pasarse de la raya cada vez que lo considere necesario. Ya hubieran querido las víctimas de Milosevic tener una defensa cerrada como la que tiene Hernando en su blog. Pero a ellos no se les quemó bibliotecas, ni se los despidió arbitrariamente, ni se los metió presos: fueron torturados de manera brutal y asesinados. Para Hernando eso no es pasarse de la raya. Para Hernando, pasarse de la raya es investigar a fondo las ideas de un persona que exige y enseña que debemos renunciar a nuestra libertad. Interesante moral."
Saludos.
Gonzalo,
Me preguntas por qué no me identifiqué anteriormente. Tras ser testigo de 10 días de ataques a una persona y la naturaleza de esta agresión, prefiero mantener mi identidad en reserva y así ahorrarle molestias tanto a mí como a mi familia. Esas actitudes no me parecen propias de un debate adulto ni honorable.
Hablas del uso selectivo de Schmitt por parte de lo que llamas la “extrema derecha tradicional” (supongo que del Perú). ¿Es ello algo muy notorio en el debate político actual o se da más bien a nivel académico? La teoría del enemigo y la teoría del partisano también han sido rescatadas por la intelligentzia heredera de la New Left estadounidense, como se puede apreciar en el trabajo de Paul Piccone y la revista Telos, publicación pionera en introducir la teoría crítica en EE.UU.
Otra del las supuestas fuentes de inspiración de la metapolítica es el intelectual francés Alain de Benoist (de hecho, es quien ha popularizado el término en las últimas décadas) y pese a la caracterización equivocada de Rendón como un fascista encubierto, sus ideas son abiertamente anti confesionales (así como defensoras del federalismo y la diversidad cultural, no del autoritarismo o el centralismo). Si bien Schmitt puede atraer a sectores católicos, su obra no ha sido provincia exclusiva de la extrema derecha o de una derecha religiosa.
Otra de las acusaciones hechas en contra de los mal llamados metapolíticos (en estricto rigor, no por ti, sino por otras personas en el debate) es la inconsistencia de su rechazo a la modernidad. El suponer algo así es asumir que se busca una refutación a todas las premisas del modernismo. Este último podría ser el caso de Evola, pero no así de muchos de los intelectuales de la revolución conservadora, partiendo por su adhesión a un nacionalismo jacobino. Y si vamos a la literatura, que es donde se ha sacado el ejemplo de Pound, esta postura perfectamente puede conciliar los aprontes vanguardistas de, por ejemplo, los Imagistas, los que a su vez pueden coexistir con la literatura más tradicional de Binding o Wehner.
Si lees mis intervenciones, siempre me he ajustado a argumentos propios o señalar lo que me parece errado en otros. Los ataques personales, en especial entre gente que no se conoce, me parecen tan bajos como estériles. Mi intervención anterior se debió exclusivamente a que se hizo alusión a una frase mía en forma maliciosa. Si ahora Rendón quiere pretender que usé términos gruesos para rebatir sus argumentos (¿dónde?), allá él. Es particularmente curioso que alguien que ha avalado esta campaña de diez días de ataques contra una persona ahora exija civilidad y modales. A mí me parece un resquicio para no reconocer la carencia en su argumento. En una cosa sí estamos de acuerdo: es su prerrogativa hacerlo.
Saludos,
GB.
Sobre el tema del anonimato:
Creo que mientras los comentarios de los anónimos estén dentro del tema tratado, y no caigan en el ad hominem, no veo cual es el problema.
Además:
Entiendo que Gonzalo tiene la potestad de censurar comentarios, ya que él es quien administra el blog.
Si no me ha censurado ninguno, es porque no ha encontrado ningún problema en los míos. Y por tanto, he respetado sus reglas.
Si Gonzalo, considera alguna vez
cambiar las reglas que hasta ahora mantiene, está totalmente en su derecho. Yo no podría ser conchudo de decirle que hacer en el blog que él administra.
Más allá de algunas ironías mías con respecto a algunas contradicciones que he creído encontrar en algunos comentaristas, no creo haber usado el argumento ad hominem.
Como decía un viejo dicho: las ideas se combaten con ideas.
En todo caso, si Gonzalo cree que algún comentario mío es inoportuno, seguramente me lo hará saber, y tiene el derecho de censurar y yo estaré en el deber de rectificar si quiero continuar participando en este debate.
Así que yo participaré mientras el administrador del blog me diga: no va más.
Y hasta ahora, no me lo ha dicho, y me parece que Gonzalo ha sido lo bastante justo en la forma en que administra el blog.
saludos
Hola, Gonzalo.
Me alegra mucho que Eduardo Hernando haya aceptado debatir con Daniel, y también que en tu blog guarde los modales que no guarda ni en el mío ni en el suyo. Hay dos comentaristas que se identifican solo con iniciales seguramente ajenas, que me han llamado "loco", y "caso patológico" como parte de su manera de discutir, siguiendo el ejemplo de Hernando, que en una de sus primeras intervenciones tuvo el buen gusto de llamarme "acomplejado" porque coloco un resumen de mi biografía profesional en mi blog. Eso no ocurrió después de "una semana de campaña", como dice uno de esos dos anónimos: ocurrió en el primer post que coloqué.
Iba a copiar aquí los demás insultos del profesor Hernando, pero pensándolo bien no quiero malograr el ambiente de tu blog. Prefiero, en cambio, dejar un enlace a mi último post, a ver si escucho algún comentario que tenga que ver con su contenido y no con mi psicología, que, creo, no es el tema en discusión.
http://puenteareo1.blogspot.com/2009/06/auf-wiedersehen-metatrash.html
“Gracias a Gonzalo Gamio me entero de este texto que aperece en este blog que recien leo ahora y espero no volver a leer”.
“Que tales "profesores"! por fortuna nunca tendre que ser alumno de ellos!!”.
“En realidad toda tu critica se basa en prejuicios de alguien que no ha leido lo que critica (y se hace llamar critico)”.
“seguramente no dejaras que salga este mensaje como hiciste con el anterior que mande”.
“¿Algun tipo de complejo quiza o simplemente huachaferia limeña que le dicen?
“Que voy a responder a ustedes si son puras agreciones, insultos y burlas, ¿ese es su espiritu deliberativo y tolerante?”.
“¿Entonces tambien vas a difamar y denunciar a la PUC porque cuenta en su biblioteca con un texto de Evola? . ¿Vas a sugerir su retiro y su quema en plaza publica? Tu actitud me parece patetica”.
“Obviamente no voy a responder mas, porque con mentiras y medias verdades no puedes exigir una discusion racional e imparcial! (Eso mismo respondo a los tontos que sin haber leido nada de tradicionalismo meten su cuchara y exigen tambien respuestas)”.
Estimado Gustavo:
Será importante que Eduardo y Daniel debatan en un auditorio académico. Lamento que hayan ido y venido comentarios no argumentativos.
He revisado tu último post. Sería interesante detenerse en el caso de Tolkien.
Saludos,
Gonzalo.
http://www.larepublica.pe/node/198197#comment-form
Por favor Gonzalo, que la policia este quemando cadaveres es gravisimo. Debemos despertar ya!
Gonzalo,
Efectivamente la magia y el esoterismo, son bastante comunes entre los autores motivo de la discusion. Si no recuerdo mal, tambien eran, y tal vez siguen siendo, de la predileccion de Hernando. Esto no es una casualidad. El post de Faveron aventura algunas ideas al respecto. No es pues pura denuncia ideológica.
Saludos,
PD: Eran comunes tambien entre infames como Hitler, Mussolini, y aquí más cerca, el mismísimo Fujimori.
Estimado Gonzalo:
Después de evaluar los post de Gustavo Faverón, Eduardo Hernando y el tuyo, creo que esta esquina se presenta como la más objetiva de todas. Ciertamente, la pregunta inicial del señor Faverón no ha sido respondida ni por asomo, lo cual resulta una evasión cuestionable. Ese conjunto de ideas retrógradas, aunque no lo creas, puede envolver, al igual que el halo místico que funge de basamento, a más de un desinformado estudiante. Quisiera saber cuándo se realizará el debate, puesto que esta sería una manera concreta de exponer claramente los presupuestos esenciales de tales concepciones. Saludo la imparcialidad con la que abordas este espinoso tema, y realmente siento que es sumamente sospechoso el argumento, muchas veces victimizador, si acaso se me permite el término, de los defensores de la así denominada o maquillada "metapolítica".
Estimado Rolando:
Yo también creo que el rollo metapolítico es dañino, y ya son algunos los jóvenes que se han sentido atraídos por esa ideología antidemocrática. Una buena dosis de filosofía puede ser buena para ayudarlos a liberarse.
Saludos,
Gonzalo.
Estimado Daniel:
El intento paleoconservador por vendernos ilícitamente Nostradamus por Heidegger no es lo que yo encuentro más condenable en esa prédica ideológica (aunque Heidegger fue un genio y es recusable la distorsión y manipulación de su pensamiento). Ellos pretenden hacerse pasar por buenos cristianos que difunden la “buena nueva”, cuando en realidad predican el “¡Viva la muerte!” de Millán Astral y sus legionarios adictos a Franco, y postulan la erradicación de los Derechos Humanos. Ese credo pernicioso es contrario al mensaje del cristianismo, que sostiene que la muerte nunca vence a la vida.
Saludos,
Gonzalo.
Después de muchos años te envío un saludo, Gonzalo! Uso tu blog para escribir un primer comentario sobre ésta y otras discusiones. Y lo hago al paso, sin poder dedicarle el tiempo que el tema merece. Aquí va: No me parece constructivo descalificar un sentimiento político utilizando etiquetas como "nazi", "fascista", "franquista", o adjetivos semejantes. Tampoco me parece constructivo sugerir que "conservador" y "fascista" son terminos relacionados. Cualquier país que se respete tiene una corriente de pensamiento conservador bien establecida, y el hecho de que en nuestro país tal corriente casi no exista sirve de indicador de las carencias de nuestro ambiente político. Lo que tenemos que hacer es promover y cultivar esta sensibilidad, desde Lima y las provincias, de manera que el pensamiento de derecha sea una opción bien articulada en nuestra escena política, por el bien del país. Un abrazo, y espero poder contribuir con más tiempo.
Estimado Manuel:
¡Cuánto tiempo! Bienvenido a mi blog.
En parte este post está destinado a cuestionar las etiquetas que señalas, en nombre de una revisión atenta de los textos.
Creo que nos falta una izquierda democrática, y también una derecha contemporánea. El problema es que en el Perú el conservadurismo se ha identificado - como puedes constatar - con un cierto disfuerzo conceptual, y con la devoción a las dictaduras.
Ya quisieramos conservadores como Ortega y Gasset (o en el plano práctico, como Churchill).
Un abrazo,
Gonzalo.
Gracias, Gonzalo.
Yo diría que términos como "democrático" y "contemporáneo" también pueden convertirse en etiquetas. Y creo que la historia muestra que, en vista del largo plazo, es difícil (y hasta contraproducente) distinguir prematuramente entre un esfuerzo serio y un mero "disfuerzo".
Apresurarnos a etiquetar puede no ser sino una manera de marginar, de excluir.
Porque, dadas las condiciones correctas, un "disfuerzo" puede llegar a convertirse en un esfuerzo serio. De la misma manera, un esfuerzo respetable puede acabar frustrándose y convertirse en mero disfuerzo.
Creo que en la historia reciente del Perú hemos tenido demasiado de esto último: Sensibilidades respetables que tratan de convertirse en propuestas serias y que acaban marginadas y caricaturizadas.
En el diálogo (genuinamente intelectual, no político-partidista) podemos ayudar al interlocutor a precisar sus posiciones de tal manera que éstas se conviertan en una contribución genuina por el bien de la comunidad.
En este momento no podría opinar sobre la supuesta o real "devoción a las dictaduras" de ciertos grupos. Pero sí puedo opinar acerca de los excesos de la democracia liberal--que es la ortodoxia en la que hoy en día nos movemos. Son esos excesos los que motivan la sensibilidad que comentamos. La cuestión es ayudar a articular esa sensibilidad, esa preocupación, de tal manera que tengamos una contribución seria a la vida cívica del país.
Un abrazo.
Estimado Manuel:
De acuerdo. Creo, con todo, si avanzamos si construimos una izquierda que rechace la violencia como instrumento político, y una derecha más plural. La idea es contar con diferentes modos de pensar en el espectro político.
Sobre la importante distinción entre esfuerzos y disfuerzos necesitamos explorar caso por caso.
Un abrazo,
Gonzalo.
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