viernes, 10 de abril de 2009

CREENCIA Y ENCARNACIÓN: REFLEXIONES SOBRE EL SERMÓN DE LAS TRES HORAS



Gonzalo Gamio Gehri



Siempre veo – como una costumbre ya instalada en mi vida – el llamado Sermón de las tres horas por televisión. En parte porque la relación entre Iglesia y sociedad me parece importante, desde el punto de vista de una ética civil secularizada y desde la vida democrática; en parte porque me considero un hombre de fe y me interesa mucho conocer la perspectiva de los diferentes sectores eclesiales; en parte porque la homilética es un arte retórico sofisticado que aprecio junto con la propia prédica. En fin, como creyente católico, ciudadano y académico me interesa escuchar el Sermón. Y comentarlo críticamente.

Debo decir que el Sermón de este año no deja mucho para el diálogo conceptual, a diferencia de otros años. La estupenda intervención de Armando Chico - a quien conozco desde sus años de estudiante - en torno a la Palabra Tengo sed fue, en mi opinión, la solitaria excepción. Muchos participantes repiten la ocasión. Como siempre, la palabra Dios mío ¿Por Qué me has abandonado?, que es la que me parece más profunda y poderosa para nuestro tiempo – es la menos trabajada y desarrollada críticamente a pesar de su riqueza existencial y especuñativa. Quedó muy poco para el debate filosófico – teológico este año, quizás sólo una controversial reflexión de la Séptima Palabra, en la que se identificó aceleradamente el agnosticismo como una posición éticamente indolente e espiritualmente indiferente. No estoy de acuerdo. Se simplifica en demasía el agnosticismo, y se ignora lo que significa en clave intelectual. No soy agnóstico – soy creyente en mi fe cristiana y en el trabajo de la razón que busca entender lo que cree -, pero yo no caricaturizaría tal posición, la examinaría con atención y sin simplificaciones de ninguna clase. El agnóstico declara que no puede conocer la esencia divina, y que la razón cognoscitiva no puede demostrar la existencia en Dios. Podríamos – más allá de las distancias – evocar a Protágoras en este punto, cuando dice:




"Respecto a los dioses, no puedo saber si existen
o no existen nicual puede ser su forma, pues muchos son los impedimentos para
saberlo, laoscuridad del problema y la brevedad de la vida del
hombre”(1).



Sin embargo, las dudas que el agnóstico plantea en torno a la potencia de la razón frente a este tema no tiene porqué llevarlo necesariamente a la increencia. Hay quienes deciden no creer hasta saber, y quienes precisamente creen sin necesidad de saber. Era el caso del luterano pietista y filósofo Inmanuel Kant. El comentarista de la Séptima Palabra considera categórico que el agnóstico incurre forzosamente en una suerte de raquitismo moral. No considero eso evidente ni argumentativamente estricto. Yo considero – al contrario, y a pesar de no ser nada kantiano en ética, sino más bien neoaristotélico / hegeliano – que pocas mentes filosóficas han sido tan rigurosas y enfáticas en asumir y fundamentar una moral de obligaciones absolutas como Kant.

Decía que la Palabra Dios mío ¿Por Qué me has abandonado? Resultaba profundamente espiritual – tan llena de humanidad - en la hora presente, tiempo de memoria y de decisiones importantes en la ética, en la política y en la religión. Me remito para ello a G.K. Chesterton, ese extraordinario escritor y pensador católico, autor de una aguda biografía de San Francisco de Asís, y otra de Santo Tomás de Aquino. Adviero que, curiosamente, se trata de un autor "no problemático"; lo digo para prevenir de una vez la "embestida" de improvisados y desinformados 'cazadores doctrinarios de brujas' (pues nunca faltan, y deambulan por allí en la Web), aquellos que le temen al pensamiento libre. Documentarse nunca está de más - aún para esos blogueros intolerantes -; el prejuicio es mal consejero. Las frases de Chesterton pueden sonar polémicas, pero están cargadas de fe y poderosa lucidez:

“Cuando tembló la tierra, y el sol se ocultó del cielo, no fue por la crucifixión, sino por el grito que partía de la cruz: el grito que confesaba que Dios había abandonado a Dios. Y ahora que los revolucionarios elijan un credo entre todos los credos, un dios entre todos los dioses del mundo, luego de haber comparado minuciosamente a todos los dioses de asistencia segura y de invariable poder. No encontrarán otro Dios que se haya rebelado. Y aún más (aunque el asunto se hace demasiado difícil para la expresión humana), dejemos que los ateos elijan un Dios. Encontrarán sólo una divinidad que haya traducido su desamparo: solamente una religión en la cual, por un instante, Dios pareció ser ateo”(2).


Lo que Chesterton pone de manifiesto tan persuasivamente en el texto citado es la compenetración más profunda del cristianismo con el sentido de la humanidad. Esa clase de experiencias ponen de relieve – a juicio de este inspirado autor – la encarnada divinidad y la poderosa humanidad de Jesús. Se trata de un Dios que amó habitar entre los hombres – particularmente entre los más pequeños – y que se identificó con ellos hasta en el dolor y el temporal sentimiento de vulnerabilidad y abandono.



(1) Fragmento 4 en Diógenes Laercio, IX, 51 y en Eusebio, Prop. Ev., XIV, 3, 7.
(2) Chesterton, G.K. Ortodoxia México, Porrúa 1998 p. 79.

21 comentarios:

wilmer dijo...

estimado gonzalo
como creyentes catolicos y filosofos cual debe ser nuestra postura con respecta a jesucristo. el tema de la encarnacion, resurreccion y salvacion del logos de dios como debe ser asumido por un filosofo catolico.
la otra pregunta es, ¿que libro me recomendarias donde se hable de estos temas desde un nivel filosofico?

YO, SI OPINO dijo...

En estos temas siempre me ha gustado la opinión categórica de don Miguel de Unamuno.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Wilmer:

Creo que cada filósofo católico debe discernir - en diálogo crítico con los textos, tradiciones y comunidades - y elegir libremente una "línea". La filosofía es una disciplina amplia y libre. No hay "filosofía oficial".

Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Jaime:

Unamuno es un ejemplo de autor a la vez creyente y radical librepensador. Yo también lo aprecio un montón.

Saludos,
Gonzalo.

Paolo dijo...

Gonzalo,
qué opinas de los comentarios que hizo Cipriani en la misa de Domingo de Ramos, diciendo que el Juicio a Jesús en la biblia se aplica tambien a tiempos "cinicos" como los nuestros, y llamaba a poner a un personaje actual en ese lugar... Para mi una referencia más que obvia...

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Paolo:

No lo escuché, pero prefiero no opinar sino hizo una referencia explícita.

Los tioempos del funesto fujimorato eran tiempos bastante cínicos, en todo caso.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Siguiendo el razonamiento de Tanaka no existe algo mas irracional que la religion.
http://martintanaka.blogspot.com/2009/04/programa-juntos-y-problemas-de.html
Como puede compatilibilizarse la aspiracion a vivir en la era de la razon con la religion?

Henry dijo...

A la pregunta de Wilmer, con el permiso de Gonzalo. Sugiero los libros de Hans Küng, no son de filosofía, son de teología, pero el autor pretende hablar de los temas cristianos en un lenguaje moderno; al igual que Andrés Torres Queiruga. Del primero puede ser "Ser Cristiano" y del segundo "Repensar al Resurrección". José Antonio Pagola ha publicado un libro sobre Jesús sólo desde el punto de vista histórico. Muy recomendable. Saludos.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Henry:

Completamente de acuerdo con tus recomendaciones. Küng es brillante.

Saludos,
Gonzalo.

luis quintana ticona dijo...

hola gonzalo
me parece muy interesante tu articulo acerca del sermon de las tres horas. es impresionante que el excesivo conservadurismo y la falta de preparacion teologica de estos obispos impidan explotar el significado de la sexta palabra de cristo: "dios mio, ¿por que me has abandonado?
el cristianismo tiene algo de "agnostocismo" cuando afirma, en la linea de la teologia negativa, que Dios es inefable e incognoscible, "para el intelecto humano sólo es posible aprehender lo que Dios no es"... y de aqui paso a otro punto esencial que es la "duda" que sintio jesus en la cruz. la duda sobre la existencia de Dios es intrinseca al cristianismo. ya lo dijo slavoj zizek: En la forma corriente del ateísmo, Dios muere para los hombres que dejan de creer en El. En el cristianismo, Dios muere para sí mismo. afirmar esto no es ir en contra de la fe, al contrario, hay antecedentes de esta "duda" en pensadores cristianos como san agustin. hasta el cardenal ratzinger en su libro "introduccion al cristianismo" habla de que "en todo creyente hay un no creyente"¡¡¡un teologo conservador como ratzinger opina asi!!! me parece interesante la opinion de cardenal de milan carlo maria martini: " el problema no es creer o no creer si no pensar o no pensar"
gonzalo, me gustaria saber tu opinion y que me aclares dos puntos importantes:
-hay opiniones que dicen que las palabras "dios mio por que me has abandonado? es en relidad un rezo de jesus, especificamente el salmo 22...aqui no habria ninguna duda de jesus.
este tema de la duda de jesus en la cruz, ¿como lo toman pensadores como karol wojtyla o joseph ratzinger, que a pesar de ser conservadores han demostrado tener una libertad intelectual para afrontar estos temas?

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Luis:

Gracias por tu mensaje. estoy de acuerdo contigo.

Sólo puedo responder a la primera pregunta. No soy especialista en la teología de Woijtila y Ratzinger.

Considero que Jesús está haciendo mucho más que entonar un salmo. Se trata de una expresión de dolor y (temporal) desolación, con las que los seres humanos podemos identificarnos en el sentido de Chesterton que luego retoma Zizek. Quienes piensan que sólo se trata de un rezo son más conservadores que el propio Mel Gibson...

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Creo que hay un libro que a mi me ayudo mucho y aun me pregunto ¿por que no es un libro que sea tan conocido? Me refiero a "cristologia para empezar" de Jose Ramon Busto saiz SJ. pues es de una lectura facil y tan entendible. si este libro lo hubiera podido leer en el colegio creo que antes me hubiera quitado muchos prejuicios e ideas mal planteadas de algunas autoridades o profesore.

Anónimo dijo...

Hola Gonzalo: Me parece sumamente importante la reflexión sobre el abandono de Dios en el caso de Jesús.
Me parece importante para descubrir su sentido, ver el conjunto de la vida-práctica-pasión-muerte-resurrección de Jesús, pues solo juntas muestran su sentido total.
Jesús es la opción de Dios por los pobres: cuando Dios decidió entrar en nuestra historia por medio de su Palabra, su Hijo, escogió el lugar de los pobres. Como dice Casaldáliga: la palabra no solo se hizo carne, sino que se hizo carne de pobre.
Jesús es periferia, nace, vive y nuere en la periferia; fuera del centro de poder. Por eso, ve la realidad con ojos de pobre y experimenta la vida como la experimentan los pobres y excluidos.
Esto trae como consecuencia, que su práctica histórica también sea situada. Es cierto que en Jesús, Dios ama y llama a todos; su amor y su llamado son universales; pero son situados: nos ama y nos llama desde el lugar de los pobres. Él mismo, citando a Isaias define su misión como "traer buenas noticias a los pobres" y toda su palabra y su obra camina en esta dirección.
Por eso, la práctica de Jesús se vuelve una práctica conflictiva; entra en conflicto con los que detentan el poder que ven en él una amenaza. Así vemos en los evangelios que le dicen que se calle... que eso no lo hacen las personas de bien... le dicen que está loco... que está endemoniado... planean como atraparlo... ofrecen recompensa y deciden matarlo.
Encontramos dos juicios a Jesús. Un primer juicio es de tipo religioso, ante el sanedrín; es interrogado sobre su obra y movimiento; es considerado herético y conenado a muerte.
Un segundo juicio es político, ante el procurador romano; es acusado de subverción y condenado a muerte. Por eso muere en la cruz que era la muerte reservada a los subversivos como una muerte ejemplar para desalentar a los demás que pensaran seguir por ese camino.
Así, históricamente, las causas de la muerte de Jesús son la herejía y la subversión. Molestó a los poderes religioso y político de su tiempo y fue condenado para acallarlo.
Tenemos, entonces, una lucha de dioses. Por un lado, Israel con el dios del templo y su proyecto sintetizado en la ley, la pureza y el sacrificio; por otro lado Roma con su dios personificado en el cesar y su proyecto de la pax romana; y por otro lado Jesús con "Abba", papito y su proyecto del reino. ¿Cuál es el dios verdadero y el verdadero proyecto de dios?
Además, Jesús en nombre de Abba y su reino se enfrenta al templo y lo llama cueva de ladrones; también se enfrenta al poder romano, lo llama zorro y los des-diviniza considerándolo opresor. Ante esto el templo reacciona y en nombre de su dios llama a Jesús ateo y lo condena a muerte. Y Roma, en nombre de su Dios, lo llama subversivo y lo condena a muerte. De nuevo, ¿quién tiene la razón...?
Los relatos de la pasión, dentro de los cuales se encuentra este grito del abandono, se ubican en esta perspectiva y están planteados como un juicio: "si de verdad eres el hijo de Dios, baja de la cruz y creeremos en tí"... si Dios interviene en su favor y lo salva, sería la confirmación de su vida y su práctica; pero si Dios no interviene y Jesús no baja de la cruz, entonces su Dios es falso, él es un charlatán y tienen la razón quienes lo condenaron...
¡Y Dios no interviene! Jesús muere como hereje y subversivo... este va a ser el escándalo de la comunidad cristiana que se disuelve como consecuencia de la muerte en cruz, hasta que venga la experiencia de la resurrección que sería la confirmación por parte de Dios de la vida y la práctica de Jesús. Al resucitarlo, Dios le da la razón; lo constituye Señor y Cristo y se convierte en el precursor y salvador de muchos...
Me parece que por ahí podemos entnder más el grito del abandono.
Creo que es una experiencia semejante a la que hemos vivido en estos días con el juicio de fujimori. Cuantos años las víctimas del poder opresor e injusto experimentaron el abandono total de casi todos, incluso de muchos sectores eclesiásticos, de ser llamados herejes y subversivos y cómo clamaron por ese abandono hasta que la experiencia actual del juicio señaló su resurrección.
Por fin, después de pasar por la experiencia del abandono y ser condenados en nombre de Dios (del dios poder político y eclesial) pueden ver su nombre restituido de dignidad y pueden convertirse, de víctimas en promotores de justicia y libertad.
Juan Bosco

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Juan:

Excelente reflexión la tuya, cargada de profundidad y espíritu profético. Coincido con cada punto. El cristianismo es encarnación desde el mundo de los pobres.

Un abrazo,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Hola Gonzalo:
quisiera continuar con la reflexión que has iniciado sobre la experiencia de abandono de Dios sufrida por Jesús.
Otro aspecto que me parece importante en esta experiencia es la necesidad de cambiar nuestra imagen de Dios y, por lo mismo, la relación que entablamos con Él.
Muchos hemos sido educados en un tipo de fe que nos mostraba a Dios como actuando directamente en todo lo que sucede en nustra vida y en la historia.
Así, si hubo un terremoto como el que tuvimos en el país, era porque Diosito lo quizo y rezábamos: "Señor, aplaca tu ira." Ante cualquier situación incomprensible de nuestra historia, la respuesta era: "Dios sabe porque hace las cosas". Incluso las decisiones más personales que tomábamos eran atribuidas a una decisión oculta de Dios y se nos decía: "velo y mortaja del cielo bajan". Es decir, todo obedecía a la "voluntad de Dios", a un "designio misterioso" suyo, al que nosotros solo nos tocaba obedecer y someternos.
Sobra decir que esta manera de entender las cosas pasaba a Dios la factura de la responsabilidad de toda la vida y la historia humanas; al mismo tiempo que nos la quitaba a los hombres.
Si mi hijo es atropellado, "Dios sabe porque hace las cosas", es una prueba que me pone para ver mi fe y debo resignarme con paciencia. No es la irresponsabilidad del chofer alcoholizado frente a la que debemos exigir justicia y cambio.
Incluso, así se nos enseñó a interpretar la misma muerte de Jesús. Diosito mandó a su Hijo a morir por nosotros y, entonces, la responsabilidad de la muerte de Jesús es de Dios y no de los que la planearon, la decidieron y la ejecutaron.
Este tipo de fe, lleva directamente a la experiencia del abandono y hasta traición de Dios hacia nosotros.
Por eso, ante una enfermedad, o una jmuerte, etc., surge el grito: "¿Por qué a mi?"... si yo he sido bueno, si yo voy a misa, si yo me porto bien, etc. ¿Por qué a mi?
O ante barbaries humanas, ante matanzas como las que hemos visto ahora en el juicio que se cometieron contra inocentes; o ante desgracias causadas por la falta de previsión o irresponsabilidad; ante la muerte masiva de inocentes, nos preguntan: "¿Dónde está tu Dios?"... "Si Dios existe porqué mueren tantos inocentes?"... "¿Por qué Dios no hace nada?"...
Dios nos ha abandonado... En el evangelio de Juan, ante la muerte de Lázaro, sus hermanas que son amigas de Jesús, le hacen este reclamo: "Si tú hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto"... Ellas viven la experiencia del abandono.
En las tentaciones que Jesús enfrenta, también aparece esta : "Tírate de la punta del templo y que Dios haga el milagro de que no te pase nada..." y Jesús responde claramente que esa no es fe, sino tentar a Dios.
Creo que es necesario que demos ese paso en nuestra imagen de Dios y asumamos decidiamente nuestra propia responsabilidad sobre la vida y la sociedad.
Nosotros somos los responsables de lo que sucede. No es que Dios nos abandone, sino que no le toca a Él resolver nuestras propias responsabilidades.
Hay que asumir la experiencia del abandono de Dios como la crisis necesaria para crecer y hacernos protagonistas de nuestra historia y nuestro mundo.
En el momento de la ascensión, esto queda muy claramente señalado: Jesús ya se fue.. ahora el asunto está en nuestras manos.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Juan:

Muy intersante. La mirada de Metz sobre ese tema me parece fundamental.

Un abrazo,
Gonzalo.

luis quintana ticona dijo...

estimado gonzalo:

quisiera saber que libro de METZ habla sobre el abandono de Dios como la crisis necesaria?...el profesor juan bosco tiene algun blog o correo donde poder ubicarlo?

luis quintana ticona dijo...

estimado gonzalo
¿que opinion le merece el discurso teologico que presenta "la pasion de cristo" de mel gibson y "la ultima tentacion de cristo" de scorsese?

¿de que manera la teodicea es necesaria para la interpretacion de las palbras de jesus "eli, eli,¿lema sabactani?

Luis dijo...

Buenas tardes.
Usted en reiteradas oportunidades ha señalado que es católico. Sin embargo, debido a su postura liberal, no considera que hay un conflicto de posturas, puesto que los liberales propugnan la libertad sexual(uso del perservativo, de la pastilla del día siguiente), están a favor del aborto, de la eutanasia, etc. Los católicos, por su parte, están en las antípodas de esas popuestas.

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Luis:

No hay tal conflicto. El liberalismo no fuerza a nadie a apoyar el aborto. Yo estoy en contra del aborto, por razones filosóficas.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

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