domingo, 31 de julio de 2016

APUNTES DE FIESTAS PATRIAS







Gonzalo Gamio Gehri

El jueves Pedro Pablo Kuczynski asumió su cargo. El discurso fue inspirador, aunque algo esquemático. El fujimorismo sigue asumiendo actitudes delirantes y hostiles hacia el partido de gobierno, que conspiran en contra prácticas eminentemente democráticas como una ceremonia de cambio de mando. Definitivamente, el fujimorismo demuestra que no se comporta como una agrupación democrática. Que su ex candidata presidencial sostenga que la mayoría fujimorista en el Congreso haría posible que su plan de gobierno  se traduzca en leyes concretas constituye una afirmación ofensiva. La verdad es que la mayoría de los ciudadanos votó porque ese plan no sea llevado a cabo. No tiene sentido esa pretensión de usurpar las prerrogativas del gobierno elegido.

La Homilía de la Misa y Te Deum estuvo dedicada en parte a desarrollar cuestionamientos a la mal llamada “ideología de género”. Es lamentable que el Cardenal Juan Luis Cipriani insista en desconocer el hecho según el cual las diferencias entre lo masculino y lo femenino a menudo están revestidas de construcciones culturales y sociales que implican la distribución de roles, acceso a formas de poder, cuestiones de igualdad y libertades, etc. Esto no disuelve las consideraciones biológicas o anatómicas, obviamente, pero si destaca consideraciones de justicia y asignación de derechos. La disposición onservadora a identificar a las investigaciones sobre género con consideraciones “ideológicas” revela ignorancia y hostilidad hacia la diversidad, lo cual es criticable en el contexto de una cultura humanitaria como la que impulsan las sociedades contemporáneas. 

 Las últimas declaraciones del Cardenal Cipriani en sus "Diálogos de Fe" - vía radio RPP - sobre las violaciones a mujeres menores de edad son dignas de rechazo. El lector podrá escuchar directamente  esas declaraciones, juzgar si se las “malinterpreta” como han sostenido sus apologistas, o no es así. Sugerir que las víctimas podrían compartir la culpa frente a un delito como ese es simplemente reprensible sin atenuante alguno. Esa no es la posición de la Iglesia Católica sobre este delicado asunto. Ya algunas autoridades del Estado han criticado estas declaraciones, como era de esperar. La ley es muy clara y constituye la autoridad fundamental para estos casos. Aquellos juicios evidentemente no reflejan el pensamiento de los ciudadanos ni de los cristianos ante un problema tan grave. Se trata de expresiones que es preciso rechazar con firmeza. Estamos enfrentando un positivo proceso de consolidación de una mayor consciencia de los derechos de las mujeres; las declaraciones del personaje aludido van manifiestamente en contra de esa perspectiva moral y política tan significativa. 


domingo, 24 de julio de 2016

LA DECANA DE AMÉRICA EN UNA DIFÍCIL ENCRUCIJADA






Gonzalo Gamio Gehri

Hoy los docentes y estudiantes de la UNMSM elegirán a su nuevo Rector. Tendrán que optar entre una autoridad “pragmática”, promotora del léxico del emprendurismo, y un antiguo juez caracterizado por su cercanía al fujimorismo y notoriamente contrario a la agenda de los derechos humanos en el Perú. La división de la candidatura progresista fragmentó el voto y generó esta desalentadora situación. Como un fiel reflejo del país, su centro de estudios más emblemático en el escenario público ostenta una izquierda fracturada.

Más allá de las dificultades que afronta, la UNMSM es una institución académica sólida, que ha aportado decisivamente al desarrollo del saber y el ejercicio de la justicia en el Perú. Leo en un espacio virtual de in medio conservador que uno de sus redactores – quien es Decano en una universidad propiciada por el Decreto de los noventa, que convirtió la educación universitaria en una mercancía más – indica que la izquierda ha lesionado la UNMSM a la vez que habría arruinado la educación superior nacional en su totalidad. Curioso diagnóstico el suyo, a la vez que. paradójico: fustiga la educación impartida en la UNMSM, pero no cuestiona el extraño formato universitario del que el objetor participa, un esquema educativo reductivo que en casi veinte años de existencia no ha producido ningún resultado científico, filosófico, tecnológico o cultural de consideración. Es una realidad que en los Rankings internacionales, sólo la PUCP y UNMSM aparecen en la lista de las mejores universidades del mundo, no encontramos para nada alguna institución universitaria con espíritu de lucro. Ni sombra de alguna. Una universidad de calidad debe ser plural en lo académico y lo político, debe promover el debate entre las diversas ciencias, visiones del mundo y expresiones de sentido; si los columnistas libertarios o conservadores se lamentan de la  presencia relevante de intelectuales liberales - progresistas y de autores socialistas en el mundo académico, ellos deberían producir su propia obra e intervenir en la discusión filosófica y científica a partir de alguna contribución original 'de derechas' que permita pensar el país. Desde la publicación de El otro sendero no se ha discutido una obra con esas características.  

La UNMSM es un recinto dedicado a la investigación científica y artística. Me une a esa institución un vínculo de afecto. He participado de su vida académica en numerosas conferencias y algunos de sus profesores son grandes amigos míos. Es un espacio consagrado al intercambio de ideas. Comparto la preocupación de su comunidad, frente a las opciones de dirección que hoy se formulan. Muchos estudiantes y colegas contemplan con asombro cómo los candidatos de primera vuelta están pactando con sus contendores más cuestionados, yendo en contra de los principios que han asumido como estandarte en todo este tiempo. Una institución de tanta trascendencia histórica como la UNMSM  merece un compromiso más profundo con la libertad académica y con los ideales que han configurado nuestra comunidad política nacional. 

sábado, 23 de julio de 2016

ESTIGMATIZACIÓN Y DEBATE POLÍTICO. CUANDO HABLA EL PREJUICIO






Gonzalo Gamio Gehri



Hace ya tiempo que una facción importante de la autodenominada “clase dirigente” – personalidades asociadas a la actividad política, la prensa conservadora, la dirección de algunas instituciones sociales – ha deslizado la idea de que la acción de la izquierda constituye la causa fundamental de la crisis nacional en todas sus manifestaciones. No distingue, por supuesto, perspectivas al interior de los sectores progresistas en la política y en el ámbito del pensamiento, aunque se trate de visiones que guardan discrepancias significativas entre sí; para este discurso esquemático, no existen socialdemócratas, marxistas, cristianos progresistas, liberales sociales, socialistas. Para ellos todos son comunistas, disfrazados o manifiestos, extremistas dispuestos a usar la violencia en la medida en que se lea acertadamente “el curso de la historia”. Hace unos días la congresista Luz Salgado señaló que de un modo u otro el antifujimorismo acusa algún compromiso con el terrorismo de Sendero Luminoso y del MRTA, y que este grupo de ciudadanos no le perdonaría a los fujimoristas la derrota de la subversión. Se trataría de un grupo de personas a las que “no le gustó que le rompiéramos un proyecto político”. Lamentables e irresponsables declaraciones, basadas en el prejuicio. Otros políticos de su bancada han planteado aseveraciones similares en diversos medios (twitter incluido).

Sin duda, la extrema izquierda ha generado graves daños al Perú. El conflicto armado interno – propiciado por Sendero Luminoso y el MRTA, inflamados por la suscripción de ideologías fanáticas y destructivas - se llevó la vida de casi setenta mil peruanos. Hay que recordar que el terrorismo se enfrentó a la izquierda política, asesinando a muchos líderes de Izquierda Unida, el caso más conocido es el de María Elena Moyano. IU es la segunda fuerza política con más víctimas de  crímenes perpetrados por los grupos subversivos. El primero es el APRA. Catalogar a toda la izquierda como violentista y afín a la subversión no es sólo una acusación falsa, sino un agravio a las víctimas y mártires izquierdistas, muertos a manos del terrorismo, y a quienes se enfrentaron a aquellas organizaciones delictivas en lo ideológico y en el terreno de la acción, como Henry Pease, Alfonso Barrantes y muchísimos otros militantes de izquierda.

He sostenido reiteradamente en este blog que el Perú agradecería una derecha auténticamente liberal y una izquierda estrictamente democrática. Las izquierdas deben enfrentar una profunda revisión crítica de sus ideas fundamentales a la luz de lo ocurrido en la segunda mitad de los años ochenta en el mundo. Muchos grupos progresistas lo están haciendo. Considero que el pensamiento progresista debe suscribir en lo político los principios de la democracia liberal. En lo económico ha de reconocer los fundamentos de la economía de mercado, a la vez que asumir una visión multidimensional del desarrollo, en una perspectiva humanista que, por ejemplo, Martha C. Nussbaum y Amartya Sen, liberales de izquierda,  han discutido desde hace décadas. Desde que era un estudiante, la idea de que la historia tenía un curso lineal  conforme a leyes me resultaba insostenible. Una suposición dogmática conceptualmente inaceptable.

La izquierda se define por su heterogeneidad. Lo mismo puede decirse de la derecha, por supuesto. El aire de familia que articula a las izquierdas es la preocupación por la conexión entre la libertad individual y la justicia. La suposición de la prensa de extrema derecha de que la izquierda tiene un programa único virulento resulta obviamente absurdo. Generalmente, este prejuicio grotesco viene acompañado de una tesis de complot. Hace meses que – sólo por poner un ejemplo – Víctor Andrés Ponce  ha desarrollado una lectura conspirativa de la izquierda y en general del antifujimorismo. En sus artículos, dice que el antifujimorismo es el factor negativo de la política de la historia reciente; curiosamente, fue el antifujimorismo el que derrotó a Fuerza Popular en las últimas elecciones. Si Kuczynski hubiese escuchado sus consejos, es muy posible que hubiese perdido en las urnas. Hace tiempo que  el periodista caricaturiza a las izquierdas. Indica que, una vez derrotado el terrorismo, la izquierda sigue buscando asaltar el poder bajo una estrategia cultural, pero bajo el mismo esquema de fondo. Se trataría de un 'siniestro plan unitario'. “La universidad de Huamanga de los setenta fue reemplazada por un trabajo paciente e inteligente en los predios de la Universidad Católica mientras todos los cuadros del comité central bolchevique se lanzaban a organizar sus ONG, “organizaciones de la sociedad civil” y todo tipo de agrupamientos”, declara sin ofrecer justificación alguna de tamaña acusación. Resulta realmente ridículo afirmar algo así, de una manera tan ligera, y sin ningún trabajo de razonamiento que le sirva de sustento.  Se trata de una aseveración ofensiva – que revela una contundente ignorancia respecto de la educación impartida en la PUCP y sobre el concepto mismo de sociedad civil – que no resiste el menor escrutinio racional. Su artículo entero es tan extravagante y gaseoso, que parece que en este caso – en el que parece primar el bullying ideológico y mediático - la verdad resulta ser lo de menos.

La discusión de idearios y perspectivas es políticamente significativa. No obstante, ésta discusión precisa de razones. De lo contrario, permanecemos en el terreno de las etiquetas y de la vana caricatura. La política tiene una dimensión pedagógica que no debe desatender por ningún motivo.










viernes, 15 de julio de 2016

EL ENTIERRO DE LA RELIGIÓN





Gonzalo Gamio Gehri

El atentado perpetrado ayer en Niza ha cobrado ya 84 vidas inocentes, incluyendo mujeres y niños. El asesino, de origen tunecino, arrolló con un camión rentado a decenas de personas que celebraban el día de Francia – fecha de la toma de la Bastilla -, asociado con la proclamación de los ideales de libertad, igualdad y fraternidad como estandartes de la Revolución y la construcción de la República. Este acto terrorista no ha sido reivindicado por ninguna de las organizaciones delictivas conocidas, lo cual lleva a pensar que se trata de un atentado llevado a cabo por un criminal afín a alguno de estos grupos que actuaba por cuenta propia.

Estas personas y grupos actúan con el propósito de sembrar terror en occidente, “agudizar las contradicciones”, para usar las palabras a las que recurren a menudo diversos colectivos extremistas. Estos asesinatos buscan la eliminación de personas en países importantes del Atlántico Norte, así como empujar a la población francesa a la adhesión a la perspectiva del ultraconservadurismo francés, claramente xenófobo y contrario a la inmigración y al Islam. La idea es propiciar una confrontación radical con aquellos que denominan “los cruzados”.

Los grupos terroristas denigran el Islam, originalmente una religión de compasión. El integrismo entierra la religión, edificando en su lugar una ideología despiadada. Este envilecimiento de la fe no es exclusivo de los grupos extremistas musulmanes, pero hoy se trata del fenómeno más visible y virulento. Urge no sólo enfrentar con las armas a este tipo de organizaciones, sino solicitar que las comunidades islámicas del mundo denuncien las acciones de grupos criminales que promueven la muerte y la estigmatización de los seres humanos, prácticas que todo musulmán de buena voluntad debe rechazar. Sería saludable evitar que la extrema derecha europea consolide un discurso basado en el prejuicio contra el mundo islámico. Es preciso separar la creencia de estas actividades que la degradan.