jueves, 17 de marzo de 2011

DERECHOS HUMANOS, RECUERDO Y OLVIDO DELIBERADO



Gonzalo Gamio Gehri


Examinemos el tema del olvido en los procesos de justicia transicional*. Algunas sociedades que han atravesado por largos períodos en los que el sistema democrático ha quedado en suspenso, o han afrontado cruentos conflictos armados, deciden – por decisión de un gobierno democrático, por iniciativa de la sociedad civil organizada, o por influencia de la comunidad internacional en un contexto de reconstrucción institucional – examinar retrospectivamente los procesos de violencia o las interrupciones del orden constitucional, para indagar acerca de sus causas y de su impacto sobre la población y las instituciones, con el fin de producir mecanismos de no repetición tanto en el ámbito de las mentalidades como en el de las estructuras sociales y políticas. El trabajo de la memoria se asocia al de la justicia. Esta clase de proyectos caen bajo el rótulo de la llamada “justicia transicional”, pues se trata de una forma de investigación y acción política y legal que tiene lugar en procesos de recuperación de la democracia (“transiciones”). El argumento que esgrime señala que no es posible cimentar un genuino ethos democrático o consolidar una cultura de paz implica revisar el pasado violento, asignar responsabilidades y asegurar reformas institucionales y educativas sobre la base del conocimiento de aquello que (realmente) sucedió.

Desde luego, en circunstancias políticas de transición, esta no es la única posición existente en el debate público en torno a la pertinencia del esclarecimiento de la memoria en torno a experiencias de violencia y de represión de las libertades. Un sector de la (a menudo autodenominada) “clase política” – así como un sector de la opinión pública – proponen más bien “políticas” de silencio: dejar las cosas como están, no investigar, propugnar el olvido (para no “reabrir viejas heridas”, e incluso plantear una amnistía. Voltear la página y seguir adelante. Algunas transiciones políticas han defendido y desarrollado políticamente esta idea. La transición española es un ejemplo famoso de lo que vengo describiendo. La recuperación de la democracia y el Estado de derecho, así como la incorporación en el escenario político de organizaciones que otrora habían sido declaradas ilegales, como el Partido Comunista, supuso un acuerdo de las partes que implicaba silencio por los crímenes cometidos durante la guerra civil y la dictadura de Franco. Esta forma de represión de la memoria no prosperó en contextos extrapolíticos. La cantidad de libros y películas que versan sobre la guerra civil española y los crímenes del período franquista – piénsese en La lengua de las mariposas, o la reciente El laberinto del fauno, entre muchas otras – ponen de manifiesto la necesidad de muchos españoles de esclarecer el pasado.

¿Qué clase de olvido está presente en esta suerte de prédica? ¿Es posible que sea el olvido de las políticas de silencio un olvido “reparador”, que pueda brindar “salud” a la comunidad? ¿O se trata de una disposición que sólo promueve la supresión de la memoria y la impunidad? Es evidente que el trabajo de la memoria supone una suerte de dialéctica entre el re-cuerdo y el olvido; Tzvetan Todorov nos ha enseñado que la memoria constituye un proceso selectivo – una forma de discernimiento que permite reconocer qué imagen del pasado debe retenerse y qué vivencias pueden ser olvidadas. El registro absoluto de lo pasado (la memoria del ordenador) es imposible para el espíritu humano (constituiría una especie de maldición, en la línea del cuento de Borges Funes el memorioso). Las víctimas pueden elegir seguir el camino del olvido, una vez pasado el tiempo de duelo y la acción de la justicia. El verdadero enemigo del ejercicio de la memoria es la construcción de una “historia oficial”, una historia diseñada por una cúpula que detenta el poder, bosquejada a la medida de sus intereses, una historia que no recoge la vivencia de las víctimas ni denuncia forma alguna de injusticia u opresión[1]. La “historia oficial” no es fruto de la deliberación cívica en torno a lo que es preciso recordar, y tampoco reconoce la voz fundamental de aquellos que se han visto directamente afectados por la violencia.

Paul Ricoeur nos habla del “olvido deliberado”, producido por una decisión ética. En un extremo, tenemos la necesidad del olvido de quien efectivamente ha ajustado cuentas con el pasado, ha tomado medidas para prevenir situaciones similares, y es capaz de mirar el pasado de una manera menos agobiante y dolorosa. Se trata de un “olvido relativo”, pues es más bien un cambio de actitud frente a lo vivido. Una cierta desconexión con la amargura asociada al re-cuerdo. Esta clase de disposición a menudo está asociada con la asignación del perdón, aunque recordemos que ésta constituye una “gracia” que sólo puede otorgarla la víctima, y no implica la supresión de la memoria o la suspensión de la justicia. En el extremo opuesto tenemos lo que denomina el “olvido de la huida”, asociado con lo que la tradición intelectual de la tragedia griega describía como “ceguera voluntaria”, “consiste en no querer ver, no querer tener noticia de algo”[2]. Señala acertadamente este autor que esta especie de olvido está asociado a la omisión. Los agentes han visto, pero prefieren mirar hacia otro lado.

Quienes suscriben las políticas de silencio sostienen que éstas se enmarcan en la primera forma de olvido deliberado. Quienes apoyan los proyectos de justicia transicional sindican a los defensores del silencio como voluntariamente ciegos. En el Perú actual, las posiciones que acabo de describir de manera esquemática se han hecho presentes en el debate público en torno al trabajo de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), que publicó su Informe Final a fines de Agosto de 2003. Un hecho interesante – que habremos de examinar luego – es que muchos de los participantes en esta discusión apelaron a argumentos de tipo religioso a la vez que esgrimieron argumentos específicamente políticos.



* Este es el borrador de un brevísimo pasaje de una investigación que estoy llevando a cabo para la UARM y una universidad norteamericana.

[1] Revísese Todorov, Tzvetan Los abusos de la memoria Barcelona, Paidós 2000 pp. 15-16.

[2] Ricoeur, Paul “El olvido en el horizonte de la prescripción” en: Academia Universal de las Culturas ¿Por Qué recordar? Buenos Aires, Gránica 2002 p. 74.

15 comentarios:

Alfredo P. dijo...

¿Cuál es la legitimidad de la CVR de la izquierda para querer imponernos a los peruanos su "memoria" como la única válida?.
El debate entre "memoria" y "olvido" que presenta el dueño del blog es uno que no existe en la realidad, sino entre círculos muy reducidos y minoritarios, entre sectores que están salarialmente vinculados a la continuidad de la CVR de la izquierda.
Ya es más que evidente en el mundo real -tal vez en el mundo virtual todavía no se hayan dado cuenta- que la CVR de la izquierda fracasó al querer imponerle a los peruanos su visión de lo que fue el terrorismo comunista y al querer implantar una "memoria" única y "oficial".

Gonzalo Gamio dijo...

Lee, Alfredo, y después hablamos.

Te darás cuenta que el IF CVR no pretende ser la memoria única y "oficial", sino un documento amplio y riguroso que sirva de base al esclarecimiento público del conflicto vivido.

La legitimidad ética de la CVR procede de su formación a partir del gabinete de un gobierno de transición que se propuso intentar sanear el país luego de un régimen antidemocratico y cleptócrata, el de Fujimori.

Sacude tus prejuicios. Mo te hará daño leer el Informe.

Alfredo P. dijo...

jajaja!!! cuando la realidad es cruel y dura, entonces estos autoerigidos guardianes de la "ética" y de la "moral" recurren a manosear estos nobles conceptos para autojustificarse.
Qué de ético y moral tiene querer imponerle a los peruanos una "memoria" postiza y falsa???.
La CVR surgió cuando -en una hábil maniobra palaciega- algunos prominentes líderes de la izquierda no-gubernamental le vendieron al ingenuo e inexperto Pdte. Paniagua (el cual -vale recordarlo- no fue elegido por el pueblo)la idea de una CVR, hasta entonces nadie había discutido esa posibilidad ¿o existieron multitudes en las calles presionando por una CVR?.
Luego de que Paniagua (ojo, el cual falleció negando y oponiéndose a las conclusiones de su "creatura") aceptase esta idea, la izquierda no-gubernamental se dedicó a copar este espacio para así asegurarse de emitir una "verdad" acorde con sus intereses políticos.
La CVR de la izquierda fue la segunda más costosa del mundo y -de lejos- la más burocrática.
Insisto, ¿cuál es la legitimidad de la CVR de la izquierda?, en las últimas elecciones generales, los partidos políticos que buscaron representar lo dicho por esta CVR -para variar, todos de izquierda- no llegaron ni al 1% de los votos y no consiguieron ninguna representación en el Congreso, en las actuales elecciones ningún sector plantea en el debate político seguir lo dicho por esta CVR, incluso el intento del IDEHPUCP de hacerle firmar a los candidatos un "acta de sujección" para que acepten lo que ellos creen que son los DDHH ha fracasado estrepitosamente.

Gonzalo Gamio dijo...

Alfredo:

Ninguna Comisión de la Verdad ha surgido del sufragio, ni la memoria es objeto de referendum. Deberías saber eso (eres abogado ¡no?). Son fruto de bobiernos de transición (de allí lo de "justicia transicional"), o por iniciativa de instituciones internacionales, como la ONU. Los temas de DDHH y los tributarios no son susceptibles de referendum. Del mismo modo, los diagnósticos sobre la memoria no se hacen a medida de las preferencias de la mayoría (a menos que creas que la verdad en temas de DDHH sea igual a la suma de votos).

El IF-CVR ha recibido diversos reconocimientos en virtud de su rigor y solvencia teórica. Los políticos en actividad han preferido mirar hacia otro lado, en tanto sus conclusiones no convergen con sus intereses. Pasó lo mismo en Guatemala y otros lugares.

Documéntate, Alfredo. Ese es el problema de que tus fuentes sean "Correo" y "La Razón".

Anónimo dijo...

Hacer depender el valor de la defensa de los derechos humanos de la voluntad popular es un disparate, es como pensar que el cambio climático no es importante solo porque a mucha gente no le interesa....

C.

Alfredo P. dijo...

Vaya! qué bonito, ahora resulta que la CVR de la izquierda está por encima de la voluntad popular, está más allá del bien y el mal, es una verdad revelada que -de rodillas- hay que aceptar y creer.
Ojo, yo no cuestiono a los DD.HH, cuestiono la pretensión de la izquierda de querer imponernos a los peruanos su distorsionadísima y sesgadísima versión de nuestra historia reciente como la "memoria" única y "oficial".

Gonzalo Gamio dijo...

Lee bien, Alfredo, lo que está por encima de cualquier voluntad "política" son los derechos humanos (que, según tu, no tienen o han perdido los delicyentes, según un antiguo comentario).

Bueno, para objetar consistentemente la versión de la CVR tendrías que haber leído el Informe. Ya hemos detectado antes la falsedad y la malidicencia de tus declaraciones, que no resisten la contrastación con el documento de la CVR.

Alfredo P. dijo...

Es invento mío que la CVR de la izquierda no ha condenado a la ideología marxista-leninista?, yo he inventado la inflación de muertos por parte de la CVR de la izquierda (usando una metodología para contar anchovetas)?, soy yo el que califica a sendero luminoso de "partido político"?, es maledicencia decir que la CVR de la izquierda fue bastante benévola con el accionar de la izquierda peruana (osea de ellos mismos) durante el terrorismo?, es una falsedad decir que la CVR de la izquierda fue copada por la izquierda no-gubernamental y utilizada para sus fines políticos?, acaso yo he planteado reconciliarse con los terroristas y considerarlos ahora como "víctimas" a los que hay que homenajear y pagar jugosas "reparaciones" en dólares?
Insisto cuál es la legitimidad de la CVR de la izquierda al querer imponer su "verdad" y su "memoria" a los peruanos.

Gonzalo Gamio dijo...

Efectivamente, Alfredo, son infundios tuyos, como se ha demostrado en este blog con los textos del IF-CVR en la mano.

Gonzalo Gamio dijo...

Capítulo sobre Sendero del IF de la CVR
1.1.1.1. Orígenes ideológicos

"El PCP-SL tomó de Lenin la tesis de la construcción de «un partido de cuadros, selectos y secretos», una vanguardia organizada que impone por la vía de las armas la «dictadura del proletariado». De Stalin, figura menor entre los hitos históricos que reconoce el PCP-SL, heredó, sin embargo, la simplificación del marxismo como materialismo dialéctico y materialismo histórico y, además, la tesis del partido único y el culto a la personalidad. De Mao Zedong recogió la forma que la conquista del poder habría de adoptar en los países denominados semifeudales: una guerra popular prolongada del campo a la ciudad. Pero, tanto o más que la caracterización de la revolución en países agrarios atrasados, el PCP-SL tomó de Mao los siguientes conceptos".
[...]
"El denominado «pensamiento Gonzalo» hace «especificaciones» al maoísmo, todas ellas con el fin de simplificarlo o volverlo más violento: a) la unificación de las leyes de la dialéctica en una sola: la ley de la contradicción; b) la universalidad de la guerra popular; c) la necesidad de que la guerra se despliegue desde un inicio en el campo y la ciudad; d) la militarización del Partido Comunista y de la sociedad resultante del triunfo de su revolución; e) la necesidad de revoluciones culturales permanentes después de dicho triunfo. Éstos son, a grandes rasgos, los fundamentos ideológicos del proyecto que desarrolló el PCP-Sendero Luminoso.
1.1.1.3. La trayectoria del PCP-SL en la década de 1970 y su perfil hacia 1980"
[...]
"La transformación de Mariátegui en precursor del maoísmo fue presentada por el PCP-SL como un «desarrollo» de su pensamiento. Así comenzaba el largo camino de Guzmán a la cúspide de su propio Olimpo. Desde entonces, los documentos del PCP-SL hablan de «Mariátegui y su desarrollo», sin mencionar todavía por su nombre al responsable de ese desarrollo: Abimael Guzmán.
Armados con esa base ideológica, los principales cuadros senderistas concentraron su trabajo en la transmisión, en las aulas universitarias, de un marxismo de manual que consistía en la elaboración de una visión del mundo simplista y fácilmente transmisible a los estudiantes".

CONCLUSIONES
 "El PCP-SL representa la expresión de una ideología fundamentalista, sin respeto a la vida, y es una organización construida en torno del culto a la personalidad de Abimael Guzmán Reinoso, quien se hizo proclamar «el más grande marxista-leninista-maoísta viviente». La exaltación de Guzmán fue un factor muy importante para lograr la cohesión interna del PCP-SL, pero se convirtió en su talón de Aquiles cuando aquél cayó preso en abril de 1992".

 "De acuerdo con sus bases filosóficas, políticas e incluso psicológicas, el PCP-SL «ve clases, no individuos»; de ello se deriva su absoluta falta de respeto por la persona humana y por el derecho a la vida, incluyendo la de sus militantes. Éstos fueron educados en un fanatismo que se convirtió en su sello de identidad, lo cual condujo a la ejecución de acciones terroristas y genocidas".

Alfredo P. dijo...

En el versículo de la CVR de la izquierda que se cita como "prueba" no hay ninguna condena al marxismo, ni al leninismo ni al maoísmo; ni siquiera se condenó al letal cocktail ideológico del marxismo-leninismo-maoísmo, no nada que ver, lo que valientemente condenó la CVR de la izquierda fueron "las especificaciones de Guzmán", esto es, al denominado "Pensamiento Gonzalo".
El marxismo, el leninismo y el maoísmo eran ideologías que cada una por separado ya tenían en el mundo varios millones de cadáveres en su haber (ni hablar del marxismo-leninismo-maoísmo), pero la CVR de la izquierda evitó condenarlas; dejándolas así como respetables doctrinas políticas válidas para una democracia (evidentemente hubieron parentelas ideológicas que pesaron en esto entre los integrantes de la CVR de la izquierda)
Ojo, el terrorismo comunista en el Perú no sólo se desplegó a través de sendero luminoso, el mrta es también una agrupación terrorista que bebía de la ideología marxista, ideología a la que la CVR de la izquierda nunca se atrevió a condenar.

Gonzalo Gamio dijo...

Voy a buscarte las reflexiones críticas de la CVR sobre la izquierda legal.

A la CVR no le competía de acuerdo a su función "condenar" ninguna doctrina política en particular; sí condenar - por supuesto - una actitud fundamentalista que invita a la violencia. Por ello, señala con claridad la lamentable ambigüedad de ciertos sectores de la izquierda legal frente a la insania terrorista.

Mirko dijo...

¿"La lengua de las mariposas" y "El laberinto del fauno", expresan la necesidad de muchos españoles de esclarecer el pasado? Por favor, son al contrario dos ejemplos de guiones ideologicos de la version "politicamente correcta" de la historia.
Lamentablemente muchas personas no informadas forman sus ideas sobre ese periodo basandose en estas muestras de la historiografia "oficial".
Por cierto los "crimenes" no son exclusiva del periodo franquista, me parece q empezaron antes, en 1931 para ser mas especificos.
Ademas la España actual muestra estar bien lejos de habjer superado esos años terribles de la guerra civil, y precisamente gracias a la izquierda y su Ley de Memoria Histerica.....

Gonzalo Gamio dijo...

Por supuesto que expresan la necesidad de memoria, como también las obras que intentan destacar las versiones del otro bando. TODAS DEBEN SER EXAMINADAS. Mi argumento es que la represión de la memoria no triunfa en ningún caso.

Por supuesto, hubo crímenes de ambos bandos, y cualquier intento por unilateralizar la memoria la pervierte.

Saludos,
gonzalo.

Alfredo P. dijo...

Ya han pasado varios meses desde que el autor de este blog prometiera buscar "reflexiones críticas" sobre la izquierda peruana por parte de la CVR de la izquierda (osea, de ellos mismos) y hasta ahora no aparece nada.
La izquierda peruana nunca ha asumido su responsabilidad por el baño de sangre desatado por sus parientes ideológicos, ¿por qué debemos creerle ahora a su CVR?