jueves, 29 de enero de 2009

PLURALISMO VERSUS “PENSAMIENTO ÚNICO”



Gonzalo Gamio Gehri


La discusión sobre la vigencia de la ética de los Derechos Humanos ha derivado – en los últimos días – hacia una reflexión en torno al pluralismo. Por lo general, éste ha sido descrito a partir de la tesis según la cual no existe una única manera de llevar una vida humana con sentido. Esto no significa que todas las vidas con sentido que uno pueda llevar sean “igualmente valiosas” (no confundir con el fantasmal “relativismo”). Dejemos que Isaiah Berlin – el filósofo que ha pensado con mayor insistencia este fenómeno – lo exprese con sus propias palabras:

“ Yo prefiero café, tu prefieres champagne. Tenemos diferentes gustos. Aquí no´hay más que decir´. Eso es relativismo. Pero el punto de vista de Vico y el de Herder no corresponden a esto: esto es lo que he descrito como pluralismo – esto es, la tesis de que hay muchos fines diferentes que el hombre puede buscar y aún ser plenamente racional”[1]

El liberalismo ha querido convertirse en el discurso legal y político que toma en serio el pluralismo. Respalda la tesis de que el Estado debe garantizar la posibilidad de que los individuos puedan diseñar, discutir, elegir y cultivar sus proyectos de vida sin interferencias externas, siempre y cuando éstos no vulneren los derechos de los demás. El sistema de Derechos – incluyendo en primera línea a los Derechos Humanos – busca proteger los espacios en los que los agentes disciernen y desarrollan sus planes vitales. Los preceptos contra la tortura, la desaparición forzada o la discriminación apuntan a defender esos espacios y esa libertad. Se parte de la premisa de que ese sistema de Derechos cuenta con el consentimiento racional de los involucrados. Esta es la teoría, bosquejada con pinceladas gruesas. Por eso me cuesta entender las objeciones de los ‘contramodernos’ que consideran que esta concepción pública de la justicia es “asfixiante” o “invasiva” en el propio Occidente ¡Si es todo lo contrario! Se trata de suscribir un conjunto mínimo de normas que garanticen la convivencia social, de manera que las personas puedan elegir conscientemente sus maneras de llevar una vida buena. Se trata de una concepción que en principio promueve el diálogo y la tolerancia en un contexto de reglas que los participantes eligen y discuten ¿A quién se estaría ilegítimamente “excluyendo”? ¿A quienes piensan que solamente ellos poseen la verdad? ¿A quienes piensan que es deseable convertir a los demás a la fuerza, “por su bien”?

Por supuesto, este esquema no admite toda forma de pensar sin establecer límites. Quienes predican la violencia está fuera de una sociedad pluralista. Por ejemplo, yo rechazo la blasfemia. Pero no creo que Salman Rushdie deba ser asesinado por blasfemo. De igual modo, el sistema de Derechos postula la igualdad entre los sexos y en la no discriminación racial o religiosa. No es “neutral” –ni puede serlo – en esta materia.

¿Quiénes se oponen al pluralismo? Muchos pensadores y activistas de diversas canteras, desde el marxismo hasta los integrismos religiosos. Es el caso de quienes se autodenominan “reaccionarios” (insisto en que no uso este rótulo peyorativamente, ellos lo utilizan). Evoquemos los textos del pensador reaccionario más importante en nuestro medio, Eduardo Hernando, a quien aprecio y respeto, como he señalado en este blog, aún en medio de la más radical discrepancia (en general, cuando uso el término "reaccionario", me refiero fundamentalmente a la perspectiva que defienden Hernando y sus discípulos directos, jurídicos y filosóficos, en blogs como Nomos contra Anomos y otros). Se trata de un intelectual honesto, que no oculta su punto de vista y que siempre está dispuesto a discutir con transparencia. Él considera que la modernidad – con sus ideas de libertad, tolerancia y compasión – ha trastocado el genuino ideal político, el de una comunidad homogénea, “orgánica”, que refleja “el orden natural querido por Dios”.[2] En sus dos libros, identifica ese ideal con la fuente espiritual del sacro imperio romano-germánico.

De acuerdo con e autor que citamos, el liberalismo y la democracia han traído la confusión babélica a la vida del hombre. “(la sociedad democrática) es un escenario gigantesco en el que confluirán tradiciones musulmanas, puritanas, católicas, escépticas (...) entre otras, esto es, un gran mosaico cargado de contrastes y donde esa diversidad no plasmaría el armónico y bello símbolo de un radiante arco iris, sino todo lo contrario, nos remitiría a los oscuros momentos de la construcción de la torre de Babel, es decir, el caos y el desorden.”[3]. La inclusión de una pluralidad de formas de vida no constituye un rasgo positivo para una sociedad humana; de lo que se trataría es de recuperar una visión unitaria de la vida, reflejo de la trascendencia a la que los seres humanos debemos aspirar. Esa unidad "disuelve", "unifica" las diferencias, suprimiéndolas o fijándolas en un orden jerárquico inmutable. Los autores que inspiran a la reacción - De Maistre, Donoso Cortés y Schmitt - consideran que son los líderes o los intelectuales quienes deben ofrecer esta visión, pues la gente no está capacitada para examinarla por sí misma; estos autores reaccionarios – advierte – sienten “un desprecio y un temor a los hombres que se hallan demasiado corrompidos para merecer la libertad y por ende ni siquiera saben como usarla”[4]. La represión de la libertad por razones de “pureza doctrinal” aparece como una alternativa cuando se trata de guiar a los seres humanos por la senda correcta.

Finalmente, las tradiciones – tal como las concibe el pensamiento reaccionario – no fomentan la discusión o el espíritu crítico, que tienden a minar sus fundamentos: por eso yo sostengo que los “reaccionarios” están mucho más cerca del comediógrafo conservador Aristófanes – que en Las Nubes condenó la mayéutica socrática - , que de Platón y Aristóteles. La apelación al “mundo clásico” sólo es epidérmica. La duda puede ser corrosiva. Vayamos a los textos: “las sociedades tradicionales” advierte Hernando “jamás discutieron sobre sus verdades y sólo se encontraba espacio para discutir principios de contraste, es decir, aquellos que se hallaban en el error; pero en un segundo estadio (evidentemente la modernidad) se proclamaría la impotencia humana para designar los errores, y de este principio de libertad de discusión nacería el fundamento de las constituciones modernas.”[5].

Sospecho que el “pensamiento único” va por esta dirección.

Una doctrina que pretenda “poner orden” en la sociedad en torno a la cuestión de los “fines últimos de la vida” puede convertirse en un credo violento. Si los “líderes” consideran que están en posesión inobjetable de tales bienes supremos, pueden plantear los casos de heterodoxia como patológicos, e intentar “corregir” o “reeducar” violentamente las almas de las personas por su bien. Precisamente, para evitar tal perversión es que se fue configurando la cultura de los Derechos Humanos desde una concepción centrada en la justicia y no explícitamente en el Bien. Se trata de dejar las cuestiones de la vida buena en manos de los propios agentes, personas capaces de deliberación práctica y autorreflexión.




[1] Berlin, Isaiah “The idea of pluralism” en:Anderson, Walter T. The truth about the truth New York, G.P. Putnam´s sons 1995;p. 51.
[2] Hernando, Eduardo Pensando peligrosamente , p. 280.
[3] “¿Justicia discursiva o el retorno de la Torre de Babel?” en: Deconstruyendo la legalidad p. 115.
[4] Hernando, Eduardo Pensando peligrosamente., p. 87.
[5] Hernando, Eduardo “¿Justicia discursiva o el retorno de la Torre de Babel?” op.cit p. 112 .

75 comentarios:

Eduardo Torres dijo...

Hola Gonzalo
No he leído el libro de Nieto, pero si dice, en esencia, lo que glosas pues por lo menos debemos reconocerle su sinceridad. En el Perú es raro encontrar gente que diga las cosas tal cual las cree, al margen de que se este o no de acuerdo con ellas. De ahí que el título de su libro me guste: Pensando peligrosamente. No se si “peligrosamente”, yo diría más bien que “desfasadamente”. Vamos, creer en un orden “natural” que ha determinado una sociedad corporativa en la que unos mandan y otros obedecen porque ha si lo ha determinado Dios, es haberse quedado en el siglo XVII. Hablar de un orden natural no tiene sustento racional. Tu preguntas quiénes profesan el pensamiento único, pues creo que buena parte de los peruanos, claro que no tienen la sinceridad de Nieto para decirlo. Los ejemplos sobran. Vivimos en un estado laico, pero vemos a Fujimori (y a todo procesado) siendo juzgado frente a un crucifijo, o no protestamos cuando se gastan, mínimo, 4000 soles del erario público en los honores que el Congreso y Palacio de Gobierno le rinden al Señor de los Milagros todos los años. La Iglesia Católica sigue teniendo un rol tutelar amparándose en el hecho de que la mayoría de peruanos es católico (esto ya es relativo). Por otro lado, vuelvo a citar el caso del Club Regatas, luego de mas de 160 años, recién sus mujeres pueden ser miembros, antes tal club era el bastión del más desfasado machismo ¿este es el orden de Dios para los hombres? Muchos se siguen horrorizando porque no hay requisitos, más que un mínimo de edad y la peruanidad, para ser congresista pues creen que las letras dan civilización (no olvidemos que los cacos más sobresalientes del montesinismo eran universitarios dizque cultos). Ya ni que decir del racismo, de la violencia, de la corrupción. Es verdad, la confusión babélica se ha impuesto en el Perú porque ningún rollo político se ha concretado a cabalidad. Este es un país carente de ideologías. Ni el liberalismo democrático, ni el socialismo, ni el comunismo se concretaron. Desde el siglo XIX buena parte de nuestros connacionales viven en lo que alguien denomino la Modernización tradicionalista y por ello son capaces de estar globalizados, saber ingles, vivir con el google al lado pero luego pueden ir a Acho a desahogar sus mas primitivas pulsiones al mismo tiempo que dicen que aun hay gente que ha nacido para mandar y otros para obedecer. Saludos, Eduardo Torres Arancivia

eduardo hernando nieto dijo...

Gonzalo gracias por citar mi libro y por destacar mi honestidad intelectual (y de las otras tambien) sin embargo, tu lectura del "best seller" pensando peligrosamente es totalmente equivocada:
De donde sacas que la reaccion es enemiga de la diversidad:

Citas paginas 34 - 35:
"Pero si la primera caracteristica sacaba de quicio a los filosofos modernos, la segunda, esto es la amalgama entre lo universal y abstracto con lo particular y concreto, no dejaba de atraer a los pensadores de la modernidad y quiza no seria descabellado aseverar que esta dualidad configuro y sintetizo todo el proposito de la teoria politica contemporanea. Es decir, la tarea de resolver de modo satisfactorio esta insoluble aporia de unir de manera definitiva al hombre y al ciudadano" (Nota a pie: Solamente la unidad de los contrarios es capaz de crear la paz)

Mi critica al pluralismo moderno se da en un funcion a que es un pluralismo sin nada trascendente que lo uno, es decir es pluralismo sin unidad. Tu te refieres al pensamiento reaccionario como pensamiento unico o totalitario pero eso no corresponde a su descripcion pues LA TRADICION es Unidad y Diversidad como lo deje expresamente señalado en mi libro.

Para Torres Arancivia: Creo que no es correcto criticar sin leer.

Finalmente no se olviden ustedes que no solo nosotros los reaccionarios somos elitistas, alli esta tambien buena parte de los clasicos del pensamiento politico moderno como Montesquieu, Tocqueville o Stuart Mill, es mas, el sistema de la democracia representativa es un sistema contramayoritario por su naturaleza!!

Gonzalo Gamio dijo...

Eduardo Hernando:

No pues, el pluralismo no aspira a una unidad que disuelva las diferencias o les de "su lugar definitivo" en las comunidades orgánicas (que - te cito - " JAMÁS discutieron sobre sus verdades y sólo se encontraba espacio para discutir principios de contraste, es decir, aquellos que se hallaban en el error"). La "diversidad unificada" no es una auténtica diversidad.

Esa "unidad" es la que caracteriza al pensamiento único precisamente. Hasta los totalitarismos más feroces postulan una "diversidad unificada" .

Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Eduardo Torres:

De acuerdo con tu diagnóstico del Perú autoritario. Los casos que citas son completamente reales.


Saludos,
Gonzalo.

eduardo hernando nieto dijo...

Entonces si no busca ninguna unidad tu liberalismo jamas podra superar la critica de relativista o nihilista!!!!
Si eres catolico deberias entender el significado del misterio de la trinidad!!!! (Unidad y diversidad)

Finalmente hasta tu querido Berlin no puede superar el problema del relativismo sin caer en los limites de la unidad o la naturaleza:

Dice Berlin en dos conceptos de libertad: "there must be some frontiers of freedom nobody should ever be permitted to cross - ... different names or natures may be given to the rules that determine these frontiers, they may be called natural rights or the word of God, or natural law..."

¿que te parece?
saludos
eduardo

Gonzalo Gamio dijo...

Uyuyuy, empezamos con las etiquetas (relativista, nihilista, etc.). En mi libro distingo (en la segunda parte) entre pluralismo y relativismo.

Puedo entender la unidad en términos metafísicos y religiosos (Hegel), pero en un nivel político esa unificación es perniciosa.

Los límites son los DDHH.

Sobre lo del catolicismo y la filosofía. Es mi siguiente post.

Saludos,
Gonzalo.

eduardo hernando nieto dijo...

Pero ¿que puedes comentar concretamente sobre el parrafo de Berlin?

saludos
eduardo

Daniel Salas dijo...

Yo quisiera entender hasta qué punto es reaccionario Hernando. Cuando leí Pensando peligrosamente, me imaginé un modelo político como el de Felipe II porque, en efecto, la reacción que Hernando plantea en ese libro es moderna. Por ejemplo, exige la creación de un Leviathan que ponga orden en un universo sin orden. Esta es la idea de Estado que aparece en el Renacimiento porque la política medieval se manejaba de otra manera, ya que se estructuraba sobre la base de relaciones de reciprocidad y vasallaje. Los nobles castellanos llamaban "primo" al rey. Finalmente, la política era un asunto de familia. Esto cambia con Carlos V por necesidades históricas evidentes y allí sí podemos decir que aparece un Leviathan, cuya fuerza operativa reside en la burocracia que rápidamente choca con la aristocracia. Por otra parte, esta burocracia tiene que manejarse con otros valores (eso que Hernando llama despectivamente "lo cuantitativo"). Un Estado absolutista que ponga orden en el caos no puede funcionar sin una racionalidad administrativa bastante severa. Pero Hernando en el post anterior de este blog aclaraba que su idea de metapolítica no se hallaba en los Habsburgo sino antes. Esto quiere decir, la edad media. Pero la política medieval no tiene nada que ver con lo que propone.

Yo no caricaturizo (como Hernando me acusa) a la edad media. Nunca he sostenido que sea una época de intolerancia. He leído con mucha paciencia una cantidad de textos medievales y esa no es, definitivamente, mi visión. Yo creo que Eco nos presenta un mejor panorama en El nombre de la rosa: había una veta medieval abiertamente misógina, retardataria y obscurantista, pero también otra veta de pensamiento que abrió el camino a la reflexión sobre el lenguaje, la gramática y la lógica. Y en medio, por cierto, innumerables herejías. Para mí la edad media es un mundo interesantemente disperso, con muchas avenidas, varias de ellas fascinantes. Pero no veo ninguna idea de Leviathan. Técnicamente, era un imposible porque no se contaba con los recursos para estructurar Estados con tanto poder de control. La idea de unificar la religión, las lenguas, las costumbres y la explotación de mano de obra fue posible a partir del renacimiento. Es significativo que en 1492 se expulse a los judíos de España y que unos años después se obligue a los mudéjares a convertirse so pena de exilio y que, juntamente, se escriba una gramática del castellano. Este sueño de unidad es posible en un contexto muy diferente que el de la edad media. Pero mi idea es que, con todo, siguió siendo un sueño. Los Estados imaginados por Hernando nunca han existido. Por tanto, su "tradición" no es sino una mera operación imaginativa, ya que no se ampara en el pasado sino en una idea del pasado (que nada tiene que ver con lo que verdaderamente ocurrió). En ese sentido, su pensamiento es tan moderno como el liberal, solamente que el liberal no tiene que sostener que sus creencias provienen de una tradición inmutable. Si nunca ha existido un Estado liberal, eso no importa. Pero si nunca ha existido un Estado reaccionario como el que propone Hernando, entonces el peso de la tradición que se invoca es inexistente. Las evidencias son contundentes cuando se examina los documentos. Para llegar a esta conclusión hay que ir a las fuentes mismas (lo que yo, modestamente, me he tomado el trabajo de hacer) porque las ideas de una edad media sólida y unitaria solamente surgen de ejercicios imaginativos, fantasiosos, de los historiógrafos.

Eduardo Torres dijo...

Algunos aportes históricos de mi parte..

La modernidad hace referencia a los siglos XVI al XVIII… Paradójicamente, Modernidad – para los historiadores- es lo mismo que el Antiguo Régimen. Para el caso hispano, que es el que nos concierne, la Modernidad recogió de la Edad Media solo las relaciones señoriales, más no el feudalismo y fue ahí cuando surgió el Estado Moderno. Hoy se discute mucho eso de que el Estado Moderno fue absolutista y es que la gente cree que absolutista significa que el rey era un tiranuelo que podía hacer todo lo que quisiese a su antojo. Nada más alejado de la realidad. Absolutismo significa que la soberanía viene de Dios al Rey y que este no debe ninguna explicación de sus actos, siempre y cuando estos se enmarquen en la moral y la búsqueda del buen gobierno. En ese sentido, el rey era pontífice, padre de la patria y cabeza del entramado social. Las características de ese Estado Moderno Hispano, por otro lado, fueron: El patrimonialismo (el rey es dueño del estado para que lo gobierne con justicia), la fusión de religión y política, la interrelación de lo publico y lo privado (son una misma cosa a tal punto que los delitos son pecados), la consolidación de una nobleza que ve en la administración del estado la fuente de su poder (decir burocracia es un anacronismo, no hay burocracia hasta el siglo XIX) y la organización de la sociedad por estamentos. Esto último es muy interesante, la sociedad es vista como un gran cuerpo (el cuerpo místico) en la que cada grupo social (los indios, los negros, los nobles, etc) sabe cual es su sitio en la jerarquía al mismo tiempo que saben sus privilegios, honores y deberes. Todo este sistema giraba en torno a las nociones de justicia y buen gobierno. Suena bien y funcionó en Hispanoamérica por los menos 200 años…En ese sentido, reaccionario para mi es la persona que HOY aun anhela esas viejas estructuras antiguorregimentales y que creen que pueden ser reavivadas… algunos lo hacen conscientemente (los muy pocos), la mayoría tiene estas cuestiones interiorizadas por lo que se convierten en conservadores de mentalidad en un Estado que pretende ser moderno (en el sentido de actual), liberal y democrático. Tiene razón Hernando Nieto… para criticar hay que leer, pero advertí que me basaba para mi comentario en las glosas y citas de Gonzalo, prometo leerlo… esta en google books según veo, y también noto – según el índice- que es un libro teórico (que no tiene nada de malo) pero pensé que se abordaba la realidad del Perú… En todo caso, me atrevo a preguntarle al Sr. Nieto ¿Considera que el Estado Peruano no debe ser laico sino católico? ¿Cree en el decisionismo de Schmitt como alternativa de soluciones política en el Perú del siglo XXI? ¿Podría asumir que la forma ideal de gobierno en el Perú sería una especie de fujimorismo pero ilustrado? Espero que no se moleste por el exceso de confianza… solo quiero saber como es eso de pensar peligrosamente… Saludos, Torres Arancivia.

Daniel Salas dijo...

Eduardo:

Puede que la palabra "burocracia" nos suene anacrónica pero el siglo XVI significó el surgimiento de una nueva clase social que estuvo en conflicto con la aristocracia. De hecho, la doctrina de la limpieza de sangre es vista por los historiadores como una reacción contra una clase en ascenso, muchos de cuyos miembros provenían de familias de origen judío o islámico. La conquista de América sirvió además para que hidalgos pobres tuvieran una oportunidad de movilidad social. Los funcionarios cumplieron un papel muy importante en la construcción y administración del imperio. De hecho, el absolutismo significó, principalmente, una reducción de los poderes de los nobles locales. Por eso las relaciones con la corona de Aragón, la más fuerte de la península, eran muy tirantes. La expulsión de los moriscos, producida en 1609, fue perpetrada en contra de la voluntad de los señores quienes, hasta el último día, estuvieron presionando para evitar que Felipe III los dejara sin mano de obra.

Por otra parte, la división entre lo público y privado es, en efecto, decimonónica, de modo que no se puede decir que el renacimiento haya unido lo que estaba separado. La gran diferencia respecto de la edad media es que el rey ya no necesitaba tantos vínculos de reciprocidad con los nobles. La vida privada (lo vemos en los famosos petroaudios) es el espacio en el que se fortalecen y se cimentan los vínculos sociales y las redes de poder. Una merced real tenía un gran impacto político y la cercanía a la corte tenía una gran importancia en la carrera de los funcionarios.

Esto, por supuesto, no me lo estoy inventando ni lo he leído en fuentes secundarias, sino primarias, en textos de la época. Allí están, por ejemplo, los duros reproches de Diego Hurtado de Mendoza contra la nueva burocracia imperial (los "letrados") que actuaba sin conocer las peculiaridades del territorio. No entiendo cómo se puede decir que la burocracia surge en el XIX. Para Weber, como sabemos, es el inicio de la modernidad: los cargos empiezan a estar separados de la persona y su administración se somete a reglas, no al arbitrio del operador. Esta función fue fundamental para el desarrollo del Estado y la unidad del imperio.

Por ello mismo insisto en que, por un lado, Hernando reclame un Leviathan y, por otro, el renacimiento le parezca demasiado moderno.

Gonzalo Gamio dijo...

Eduardo Hernando:

Lo de Berlin:

Estoy de acuerdo con el contenido de la cita: existen fronteras que no deben cruzarse. Esas son los DDHH. Algunos los entienden como Derechos Naturales, o como expresión de la Palabra de Dios, etc. Lo inmteresante es que - más allá de cómo los interpretemos - suscribimos el que sean límites, o principios de contención. Respresentan un 'consenso traslapado' (tipo Rawls) que protege a los individuos. Son normas que se plantean con ciertas indipendencia de los fines de la vida.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Bismillahi Rahmani Rahim

Estimado Gonzalo

Decir que los tradicionalistas son los que tienen el pensamiento único, en vez de la sociedad 'abierta' de las democracias liberales, es jugar con los sentidos y tiene el efecto de ocultar la realidad.

'Pensamiento único' si algo significa es más bien una frase de denuncia política más que una frase de orden gnoseológico -por asi decirlo- (que referiría a una visión global de la existencia que asume su certeza [como una metafísica integral, o una religión]).

'Pensamiento único' no es un asunto gnoseológico sino la denuncia de un discurso que fuerza políticamente la desaparición de las diferencias, para hacerlas caer en un molde único.

Es la denuncia de lo que se ha dado en llamar el Nuevo Orden Mundial (la exportación de los ideales y métodos políticos de la 'sociedad abierta').

(Por ejemplo, imponer democracias en culturas que rechazan las democracias, por la bondad intrínseca -'plural'- de las democracias).

En el orden gnoseológico, cada mundo tradicional tiene su visión completa de la existencia de un modo auto-suficiente y que cruza verticalmente todos los horizontes de la existencia, desde la Trascendencia incategorial, hasta las contingencias de los órdenes socio-políticos.

Y lo que ha ocurrido es que, con variantes al respecto [que se han mencionado en los comentarios al post anterior], el orbe ha sido generalmente muy plural bajo la coexistencia de mundos tradicionales auto-fundantes.

Por pluralidad tradicional no debe entenderse necesariamente la no existencia de conquistas, pues ése claramente no ha sido el caso.

No me refiero a cualquier conquista, pues Gengis Khan no es ejemplo de lo que digo, claro, (hay un sentido en el que se diferencia la barbarie de la civilación, y hablo de los actos de las civilizaciones) sino a las conquistas de Tradiciones como la cristiana, romana, islámica, china -civilizaciones en tanto que tenían sus cosmovisiones verticales de la existencia, auto-fundantes)que no borraban la pluralidad de visiones alternas del mundo (con variantes, repito, según las tradiciones que se considere -no cabe meterlas a todas en el mismo saco necesariamente-)

Lo descrito es un esquema general, ciertamente, con diversos bemoles y niveles de concreción, y fallas también, pero sirve como entendimiento general de lo ocurrido, desde el horizonte de la historia de las ideas.

Por tanto, eso no tiene nada que ver con 'aplanar las culturas', como ha ocurrido más bien en nuestra época desde los centros de las 'sociedades abiertas'.

No es que ya no haya musulmanes, o budistas, o taoístas, por cierto. Sino que todas estas poblaciones han sufrido un choque cultural y político inmenso de demolición de sus estructuras marco de sentido.

Lo que la rebelión del mundo moderno le hizo a la Respublica Christiana, hoy caída en mil pedazos y en estado de impotencia agonizante, lo quieren reproducir hoy las sociedades 'abiertas' del primer mundo con su exportación liberal del virus anti-tradicional.

Ésa es la enorme diferencia, política, de sentido de la vida, de violencia anti-tradicionalista.

Que se disfraza bajo los eslóganes más bellos (como en su momento la destrucción de la Respublica Christiana se disfrazó bajo los esloganes de 'igualdad', 'libertad' y 'fraternidad' que justificaron el horror de sangre y venganza de la revolución anti-monárquica).

Los eslóganes de hoy no son muy distintos. Pero como la filosofía no ha podido por menos que ver la muerte del sentido de las cosas que vino con el virus de la 'Ilustración', desde las posiciones 'post-modernas', y para auditorios filosóficos especializados como éste -pues no para las poblaciones a las que se les mete la democracia por la boca a puñetazos- el eslógan cambia un poco: 'multiculturalismo reunido en un consenso dialogante'.

Pero como le hice ver en mi último comentario a su post anterior, poniendo por caso el Islam -donde se ve el asunto de modo categórico y dramático (es la última gran fuerza mundial que resiste)- simplemente la apariencia de multiculturalismo se va a la borda cuando se examina lo que implica para -en ese caso- el mundo tradicional islámico.


Nureddín

Anónimo dijo...

Bismillah

En cuanto a otras cosas que se han señalado:

- Se dice que la propuesta o visión de Eduardo no es tradicional sino moderna (y por tanto él no tendría en verdad fundamento en su tradicionalismo) porque precisa de un Leviathan que nunca hubo en la Edad Media.

Pero entenderlo es tan simple como pensar (Eduardo me podrá corregir) que lo que propone es que desde las condiciones de hoy -un estado como los de hoy- se trabaje para restaurar un orden metafísico perdido.

- Se dice así: "Este sueño de unidad es posible en un contexto muy diferente que el de la edad media. Pero mi idea es que, con todo, siguió siendo un sueño. Los Estados imaginados por Hernando nunca han existido."

Tampoco se trata de decir que hubo un solo gran estado tradicional en Europa. Sabido es que no fue así. Pero hubo un 'panorama', un muy poderoso 'tinte', un sentido de orden compartido, de príncipe a príncipe, de localidad a localidad. Como sería la auto-percepción de los griegos de lo griego. Un cierto 'orden tradicional'. Basta eso para hacer referencia a que hubo algo que la modernidad demolió (intuyó por doquier un enemigo común). Y que las características de estabilidad metafísica y conexión con lo Alto de ese gran y complejo mosaico europeo, son características de valor que Eduardo querría ver recuperadas (por cierto, no creo que sea ya el cristianismo el vehículo, pero ése es asunto aparte).

- En cuanto al inicio de la 'modernidad', la perspectiva tradicionalista (Eduardo podrá decir en qué medida él ha asumido este punto) es distinta a la cronología común de los historiadores. De 'La Crisis del Mundo Moderno' de Rene Guenon, cito:

"Después del periodo turbulento de las invasiones bárbaras, necesario para acabar la destrucción del antiguo estado de cosas, se restauró un orden normal para una duración de algunos siglos; fue la edad media, tan desconocida por los modernos que son incapaces de comprender su intelectualidad, y para quienes esta época parece ciertamente mucho más extraña y lejana que la antigüedad «clásica».

Para nos, la verdadera edad media se extiende desde el reinado de Carlomagno hasta el comienzo del siglo XIV; en esta última fecha comienza una nueva decaden-cia que, a través de etapas diversas, irá acentuándose hasta nosotros. Es ahí donde está el verdadero punto de partida de la crisis moderna: es el comienzo de la desagre-gación de la «Cristiandad», a la que se identificaba esencialmente la civilización oc-cidental de la edad media; es, al mismo tiempo, el fin del régimen feudal, bastante estrechamente solidario de aquella misma «Cristiandad», el origen de la constitución de las «nacionalidades». Así pues, es menester hacer remontar la época moderna cer-ca de dos siglos antes de lo que se hace ordinariamente; el Renacimiento y la Refor-ma son sobre todo resultantes, y no se han hecho posibles más que por la decadencia previa; pero, bien lejos de ser un enderezamiento, marcaron una caída mucho más profunda, porque consumaron la ruptura definitiva con el espíritu tradicional, uno en el dominio de las ciencias y de las artes, y la otra en el dominio religioso mismo, que era no obstante aquél donde una tal ruptura hubiera podido parecer más difícilmente concebible ...

Hay una palabra que recibió todos los honores en el Renacimiento, y que resumía de antemano todo el programa de la civilización moderna: esta palabra es la de «humanismo». Se trataba en efecto de reducirlo todo a proporciones puramente humanas, de hacer abstracción de todo principio de orden superior, y, se podría decir simbólicamente, de apartarse del cielo bajo pretexto de conquistar la tierra; los Grie-gos, cuyo ejemplo se pretendía seguir, jamás habían llegado tan lejos en este sentido, ni siquiera en el tiempo de su mayor decadencia intelectual, y al menos las preocupa-ciones utilitarias jamás habían pasado en ellos al primer plano, así como eso debía producirse pronto en los modernos. El «humanismo», era ya una primera forma de lo que ha devenido el «laicismo» contemporáneo; y, al querer reducirlo todo a la medida del hombre, tomado como un fin en sí mismo, se ha terminado por descender, de etapa en etapa, al nivel de lo más inferior que hay en éste, y por no buscar apenas más que la satisfacción de las necesidades inherentes al lado material de su naturaleza, búsqueda bien ilusoria, por lo demás, ya que crea siempre más necesidades artificiales de las que puede satisfacer."


Nureddin

eduardo hernando nieto dijo...

Para Gonzalo:

Paradojicamente, esta referencia de Berlin se dirige a los derechos negativos, entonces tu respuesta seria que el limite a los derechos negativos serian los derechos negativos (o ddhh como tu los llamas). Creo que con eso no se dice absolutamente nada!!!!

Excluyo a los derechos positivos de la definicion de DDHH porque segun Berlin estos son incompatibles con los negativos!! (sic)

Contesto luego a Salas y Torres

Saludos
eduardo

Eduardo Torres dijo...

Hola Daniel… lo de la burocracia es un problema cuando el termino es usado para el Antigua Regimen porque viene anexa, con ella, la idea de que lo público esta separado de lo privado. Es por ello que muchos ven al Virreinato peruano cuando se enteran que los funcionarios eran poco “profesionales”, dependientes de las redes clientelares, fomentadores del nepotismo, etc. Además, el burócrata de fines del XVIII sirve a la ciudadanía, el “burócrata” de siglo XVII sirve al Rey y se sirve de su puesto a su antojo (dentro de la visión de la moral cristiana y del buen gobierno). Al ser los puestos de la administración mercedes reales, eran obsequios y por lo tanto hasta podían ser heredados y vendidos por el propietario, cosa impensable actualmente. Los historiadores suelen usar para referirse a los funcionarios de la administración de esa época como “agentes de la administración” o “funcionarios de la corona”. Y si, de acuerdo absolutamente con lo que dices, la lógica del Antiguo Régimen es que este grupo de funcionarios, que encuentra su eje en la corte real, se fortalezca y saque del camino, por ejemplo, a los conquistadores como Pizarro, Almagro y compañía que llegaron a América con una impronta señorial-feudal que iba en contra de la modernidad del Estado Hispano, de ahí que la corona los eliminara de la forma más inteligente, prácticamente utilizando la razón de estado para ello, por más católica y cristiana que se proclamaba la monarquía en ese entonces. He escrito un libro al respecto… Se llama “Corte de Virreyes”, puedes verlo en google books.

Gonzalo Gamio dijo...

Eduardo Hernando:

Lo de Berlin (2):

Creo que no me has entendido. Berlin habla de estas fronteras, que en el terreno práctico, llamamos "DDHH". Ahora ¿Cómo los justificamos? Algunos apelan a Dios, a la Ley Natural o a los Derechos. No hay un consenso teórico al respecto - Rawls II diría que no importa, recurriendo al "consenso superpuesto" -, pero sí parece existir un "consenso práctico" en torno al catálogo de derechos.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Gonzalo, acabo de leer un post de Daniel Salas. Por favor no publiques mi último post porque veo pongo en boca de Salas cosas que él no dice.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Juan:

Yo no identifico la edad media con "una larga era oscura donde primó la intolerancia y el oscurantismo". Vas a encontrar en este blog alusiones al reino moro de Al Andalus, así como destaco figuras plurales, como Maimónides, Abelardo, Eckhart, incluso evocaciones al ideal artúrico como una de las fuentes del énfasis moderno en el individuo. Lo que critico es el neo-medievalismo de autores como Hernando, y algunas imágenes nostálgicas de la Edad Media como las de ciertos grupos religiosos contrarios al Vaticano II.

Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

De acuerdo.

Daniel Salas dijo...

Eduardo:

Voy a leer tu libro con atención. Me interesa mucho el tema. Sin embargo, no se puede negar la importancia de los "letrados" (llamémoslos de la manera en que eran conocidos en la época) en el proceso de constitución del Imperio. Me gustaría también que me escribas a daniel.salasdiaz@yahoo.com.

También creo necesario precisar que todo modelo político es ideal. En efecto, el modelo renacentista "funcionó bien" en términos ficcionales, ideológicos, pero en términos prácticos era sumamente poroso. No es necesario mencionar la cantidad de rebeliones que lo asediaban.

La idea de solidez de un sistema es una operación imaginativa. En efecto, si leemos acríticamente El libro de los Estados del don Juan Manuel, podemos sacar la conclusión de que la política medieval era un sistema sólido, perfecto e impermeable. Pero yo defiendo otra manera de leer: si tanto esmero se ponía en describir cómo debía funcionar la sociedad, ello demuestra que la sociedad no funcionaba necesariamente así. De manera análoga, si hay tantas leyes actualmente contra las drogas es porque, en efecto, se consume drogas, ¿no les parece? Sería muy extravagante concluir, a partir de la lectura de los códigos penales del siglo XX, por ejemplo, que la gente de esa época no consumía tales sustancias.

De la misma manera, si en ciertas épocas había tanta insistencia en delimitar con firmeza las fronteras estamentales y sexuales era porque tales distinciones en la vida práctica estaban constantemente amenazadas por la transgresión. Quien vea en el mundo medieval un sistema perfecto, unívoco, coherente, radicalmente opresivo y absolutamente intolerante no está leyendo críticamente. Se está fabricando una fantasía. Y esto no es muy diferente de creer que el mundo de cowboys valientes y virtuosos existió tal como se ve en las películas del oeste. Saludos.

eduardo hernando nieto dijo...

Gonzalo creo que estas haciendo una interpretacion de Berlin al gusto de tu ideologia:
¿que textos has revisado sobre Berlin?
¿por lo menos has leido el articulo que escribio Eduardo Dargent?
entonces si yo llamo a ese limite derecho natural y tu "consenso traslapado" entonces ahora resulta que tu y yo pensamos igual (SIC)

saludos
eduardo

Gonzalo Gamio dijo...

Jajajajaja qué gracioso eres, Eduardo.

Jajajajaja


He leído casi todo Berlin, es el maestro de Taylor y constituye el trasfondo de mi actual investigación. Prefiero leer a Berlin de primera mano.

En este caso, no estoy "interpretándolo" - el objetivo no es señalar qué está pensando en esa línea de su texto, entiendo que estamos filosofando, no haciendo doxografía - sino plantear cómo entendería YO esas 'fronteras'. Evidentemente, lo del consenso traslapado es un concepto de Rawls que sería útil para afirmar un consenso práctico en torno a los DDHH.

Si quieres hacer exégesis de Berlin, bacán. Pero lectura directa, no comentarios.

Saludos,
Gonzalo.

eduardo hernando nieto dijo...

Gonzalo: Si deberiamos discutir Berlin para que veas las contradicciones que tiene, empezando porque predica la coexistencia de las distintas libertades pero despues rechaza la libertad positiva!!!!
Eso del consenso traslapado tambien puede ser cuestionado facilmente!

Eduardo Torres:

Efectivamente prefiero un millon de veces un estado catolica antes que uno laico, siempre y cuando no sean "catolicos" aggiornados!

Evidentemente Schmitt para el caso peruano es mas valioso que Rorty o Berlin, sin duda!

Daniel Salas:
El Estado Hobbesiano es lo que corresponde a un estado de emergencia, una suerte de salvavidas ante lo inevitable no es el fin sino el medio. Es la dictadura del sable de Donoso. Sin embargo, el Estado metapolitico responde a otra realidad que requiere de un nexo directo con lo trascendente

saludos
eduardo

Gonzalo Gamio dijo...

Eduardo:

Es cierto, Berlin plantea una tensión necesaria entre las dos libertades (yo estaría de acuerdo con esto), pero le concede una primacía cuestionable a la libertad negativa.

Será interesante ver cómo cuestionas el consenso traslapado.

Tu respuesta a E. torres necesita verse sostenida por un argumento.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Bismillah

Estimado Gonzalo

Hay una crítica lúcida -con la que se podrá o no estar de acuerdo- del 'consenso traslapado' en el blog de Víctor Samuel Rivera:

http://victorsamuelrivera.blogspot.com/2008/12/tras-el-consenso.html

Sería bueno saber su opinión al respecto, pues digamos que la crítica ya ha sido hecha.


Nureddín

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Nureddin:

Rápidamente. La crítica que mencionas confunde el consenso traslapado de Rawls con la tesis de Habermas en la "Teoría de la acción comunicativa". De hecho, sería mucho más eficaz dirigida contra Habermas que contra Rawls, al que no parece tocar realmente (es completamente falso que ambos piensen lo mismo, incluso ambos se enfrentan ácidamente sobre el tema en una extensa publicación).

Sería preciso meterse directamente con la Conferencia IV de "Liberalismo político".

Saludos,
Gonzalo.

Eduardo Torres dijo...

Hola a todos.. no quiero ser antipatico pero a Hernando Nieto se le olvido (u obvio) responder mi última pregunta:

¿Podría asumir que la forma ideal de gobierno en el Perú sería una especie de fujimorismo pero ilustrado?

Tal vez explico la pregutna para que tenga algo mas de sentido... Para mi el Fujimorismo me parecio un desicionismo "a la criolla". Tal vez ese régimen, con algo de luces hubiera devenido en una especie de "Despotismo Ilustrado" ¿Le gustaría, estimado Hernando, ese modelo político? ... Ahora bromeando un poco ¿No busca ud. un fujimorismo que, en vez de tener a un MOntesinos, tenga a un tipo casi como Bartolome Herrera o Lorenzo de Vidaurre?...

Por otro lado, de acuerdo con Gonzalo, habria que sustentar un poco mas las respuestas aunque le agradezco mucho el responderlas con sinceridad y firmeza... eso es rescatable.

A Diego.. No para nada niego la importancia de los letrados, todo lo contrario. Por otro lado, si, sin duda, todo modelo político es ideal, es más el sistema virreinal tuvo, a la par, sus serias trabas y es que no se puede negar, en lo absoluto, el Hecho colonial, que será mas insoportable a partir del siglo XVIII... Si, claro, te escribo al mail... saludos,

Daniel Salas dijo...

La "dictadura del sable", claro, para salvar un sistema de vida que nunca existió. Hay que reconocer la habilidad de Hernando para sacarle cuerpo a los argumentos ajenos.

Ahora que descubro que el modelo de la política de Hernando no es el Ancien Regime sino la edad media, me pregunto por qué escasean clamorosamente las referencias a los pensadores medievales. No recuerdo ninguna en "Pensando peligrosamente". Todo lo que vi estaba basado en reaccionarios decimonónicos o del siglo XX. ¿Dónde está el Hostiense (fundamental si se quiere hablar de derecho canónico y civil)? ¿El Tostado? ¿Eximenis? ¿Alfonso X? ¿El Arcipreste de Talavera? ¿Don Juan Manuel? ¿Alonso de Cartagena? Nada, ni una sola cita. La edad media de Hernando es una producción hollywoodense, hay que decirlo, un universo de citas secundarias. Resulta muy difícil debatir con gente que dice admirar aquello que justamente ignora con tanta precisión. En fin, como decía T.S. Eliot, "la especie humana no puede soportar tanta realidad".

eduardo hernando nieto dijo...

Bueno Eduardo Torres si quieres argumentos compra mejor mi libro!
En realidad no me interesa la politica peruana creo que ya el Peru no tiene cura! finalmente los mejores cerebros estan fuera (Salas, Faveron etc, je,je) Claro que no me disgusta la idea del despotismo, bueno cualquier cosa es mejor que esto que tenemos.

Para Gonzalo, entonces si todos los valores "valen igual" ¿como es que se puede preferir la libertad negativa a la positiva"? me puedes explicar esto que no entiendo?

saludos
eduardo

Gonzalo Gamio dijo...

¿Quién dijo que todos los valores "valen igual"?

Yo no, por si acaso...

Saludos,
Gonzalo.

Carlos Eduardo Pérez Crespo dijo...

Estimado Eduardo Torres,

Me ha parecido interesante su reflexión sobre el fujimorismo en clave "decisionista". Le comento que acabo de sustentar mi tesis sobre dicho tema utilizando como "background" teórico a Carl Schmitt.

Encontré resultados muy interesantes. Por ejemplo, en el caso del autogolpe, el cómo se fue construyendo la legitimidad de una dictadura en desmedro de las organizaciones de DDHH, los partidos políticos y la Constitución.

El punto que usted plantea como "despotismo ilustrado" en realidad no existe (ni existió) en el Perú. Lo que sí estoy seguro que existió, aunque quizás esto pueda parecerles incómodo a muchos, es una situación de "excepción" que la mayoría de la población consideró evidentemente como "excepcional".

Por lo tanto, es más útil recoger los argumentos "reaccionarios" no como un tipo ideal de régimen, sino como una forma de entender qué pasa en ciertos momentos históricos. En el caso del autogolpe, por tanto, no es que el fujimorismo haya sido "decisionista", sino que en la "conciencia de las gentes" se legitimó un "sentido común" autoritario que racionalmente consideró que la democracia liberal ya no daba para más, es decir, que había encontardo un límite.

El dr. Sinesio López afirmó en mi sustentación que mi tesis le parecía similar a lo que Lenin llamó "momento revolucionario": situación en la cual se ha llegado al punto en que la "conciencia revolucionaria" emerge. Yo estoy de acuerdo con la analogía pero para el caso de la excepción: una situación crítica en donde la "conciencia excepcional" emerge y la dictadura se hace legítima para las mayorías.

Daniel Salas y usted piden datos y hechos concretos, y esto en las Ciencias Sociales son un referente ineludible. Pero tambíén importa la contextualización de los hechos y cómo las gentes perciben y viven en carne propia estos cambios.

Es en el diálogo entre la filosofía política y las ciencias sociales que está la clave.

Un abrazo,

ATTE
Carlos Eduardo Pérez Crespo

Anónimo dijo...

La problemática planteada por el Dr. Gamio es ciertamente importante por requiere revisar nuestro marco axiológico y reexaminar nuestros paradigmas decisionales que tendrían necesariamente una repercusión en la esferas de pensamiento que circundan los marcos globales actuales y que por lo tanto afectarían los derechos humanos.
La modernidad liberal permite superar parcialmente la política del pensamiento único pero corre el riesgo de encerrarse en un pluralismo unívoco que finalmente y de manera inconsciente vaya encontra de sus objetivos iniciales prostituyendo así los alcances libertarios de la misma y al mismo tiempo inspirando un individualismo radical que destruya los vínculos comunitaristas originales, como lo plantaba Derridá.
En este sentido, creo que el problema no deja de ser complejo y por ello debe ser replanteado desde una perspectiva que si bien rechace la posición reaccionaria no sea condescendiente mas que con el liberalismo pues en la práctica ha sido la única ideología que ha permitido una apertura plural de la sociedad.

Espero poder debatir esta posición con ustedes, especialmente con los doctores Gamio, Salas y Hernando.

Daniel Salas dijo...

Carlos:

Sí, yo pido siempre datos. Parte de estos datos pueden ser también las percepciones. Eso hay que tomarlo en cuenta pero hay que mostrar evidencias.

Por ejemplo, hay evidencias contundentes sobre las diversas percepciones sobre el fin del mundo. Esto resulta interesante. Bajo ciertas circunstancias, a lo largo de la historia, la gente ha sentido que el mundo se acaba a pesar de que, en otro plano, su calidad de vida es mejor que antes. El capitalismo y la libertad producen una tremenda angustia y la sensación de caos. Pero cuando examinas la historia, te das cuenta que antes había más violencia y más caos. Yo nunca he negado estas paradojas, que me parecen sumamente interesantes.

En cuanto al decisionismo, es claro que hay circunstancias que lo favorecen. Y esto ha servido tanto para reacciones como para revoluciones. También ha servido para un oportunismo que fuerza las circunstancias de la crisis para derivarla en un escenario inesperado. Por ejemplo, Cuba estaba bajo una terrible dictadura y Fidel Castro aprovecha la circunstancia para tomar el poder y luego girar hacia una dictadura comunista. Eso no quiere decir que los cubanos hayan aceptado el comunismo. En el Perú, un grupo de reaccionarios intentó usar el fujimorismo a fin de montar un escenario autoritario. Afortunadamente, fracasaron porque, a pesar del escenario de crisis, el proyecto era inviable, no tenía la fuerza para imponerse y no prendió en los intereses de las mayorías.

Carlos: Me interesa pedirte una colaboración. Escríbeme a daniel.salasdiaz@yahoo.com. Saludos.

Eduardo Torres dijo...

Estimado Carlos Eduardo ... tambien es interesante lo que dices... y muy buena la observación de Sinesio Lopez.. Es muy probable que ningun político peruano haya leido a Scmitt pero sus acciones bien pueden estar enmarcadas en ese plano de ideas... Para mi el precursos "filosfico" de ese marco teórico en el Perú fue Manuel Lorenzo de Vidaurre quien, cuando el Peru era devorado por la anarquia de los caudillos dijo: "ha de reinar el orden . Si fuera preciso, callaran por un momento las leyes para mantener las leyes" y para mi eso se ha aplicado en varios momentos en el Peru con anuencia de los peruanos que prefieren el orden y la autoridad al caos que, supuestamente, traen los lances de la democracia... Yo tambien relacione el decisionismo al fujimorismo en mi libro "Buscando un rey". No le dire que se lo compre como me dijo el señor Nieto - con muchisima razon, por cierto- pues esta que el libro del sr. nieto (no se como) en google books... Ojala me pueda mandar algunos comentarios criticos... aqui va mi mail torres.el@pucp.edu.pe Ahhh... creo que lo mas cercano que hemos tenido a un despotismo ilustrado es el Oncenio de Leguia... La gran pregunta que aun tengo es por qué le cuesta a los peruanos vivir tanto en la democracia liberal capitalista... sera que en verdad la tradicion se impone a la modernidad?... sera que el miedo a la violencia nos lleva al autoritarismo? sera que las estructuras que tanto admira el sr. nieto aun estan muy pero muy vigentes en la mayoria de peruanos (a pesar que se digan liberales de izquierda, socialistas, democrata cristianos, senderistas, humalistas, apristas, etc)... Que contundente el sr. Nieto... osea el Peru ya fue... solo le queda decir "el ultimo en salir que apague la luz"... no se... yo tambien soy pesimista, pero por alguna extraña razon creo que estamos mejor que en otros momentos, aunque aqui esas etapas de relativa calma asustan pues las entiendo como preambulos al inicoo de olas de violencia contenida... Saludos, Torres Arancivia (soy yo o creo que cada dia en los blogs la gente se esta animando a poner nombre y apellido con mayor frecuenca... eso es muy valioso).

Eduardo Torres dijo...

Sr Hernando Nieto... ¿y que? ¿como es un católico aggiornado? Por ejemplo esos que se proclaman católicos no practicantes... esos catolicos (que tengo un par de amigos asi) que van a misa y la viven con fruicion pero despues van a comprar preservativos y píldoras del día siguiente ... supongo que si... pero vaya, entonces el Peru no es católico desde hace mucho... ¿Piensa que ud. que entonces estamos asi de mal por "el reato de nuestras iniquidades" como decia un orador sagrado del XIX?... Saludos,

Carlos Eduardo Pérez Crespo dijo...

Estimado Eduardo Torres,

Me ha interesado muchísimo su libro, así que no dude en que voy a revisarlo. Quisiera comentar algunas de sus interrogantes, sobre todo, las concernientes a lo que es la "cultura autoritaria" de los peruanos.

Hay una tradición académica que fundamenta que el autoritarismo es parte de nuestra cultura política nacional, y que por esa razón los peruanos se encuentran atraidos por los "caudillos" (Ver: Cotler, Flores Galindo, Parodi, etc). Por tanto, bajo esta lógica de razonamiento se podría comprender el atractivo autoritario de Leguía (Ver: Osmar gonzales) y Fujimori (Ver: Murakami). Y es en esta misma lógica que el problema sería crear una verdadera "cultura cívica", una ciudadanía y una educación humanista.

Sin embargo, esta tradición académica no explica la legitimidad del autoritarismo en su respectivo contexto histórico. ¿Por qué? pues mientras la cultura no cambia tan fácilmente a través del tiempo, los niveles de legitimidad de, por ejemplo, Leguía o Fujimori sí lo hicieron a lo largo del transcurso de sus gobiernos. Es decir, la legitimidad política es cambiante, la cultura autoritaria no.

Por esa razón, yo prefiero entender el autoritarismo, y por ende, el fujimorismo, en su respectivo contexto, analizando cómo se sienten la mayoría de las gentes en los momentos de excepción y de normalidad (para lo cual las encuestas de opinión son el medio más certero). Por tanto, esta distinción entre los tiempos de guerra y de paz (o de nomos y anomos como diría Hernando) es fundamental, y me parece que el liberalismo político no toma esto con el cuidado necesario (no sé si pensarás lo mismo, estimado Gonzalo).


Estimado Daniel Salas:

Interesante reflexión sobre el fujimorismo. Aunque debo decirle que el proyecto al que usted hace alusión, nuevamente, también debe ponerse en contexto. Pues lo que usted describe pasó a fines de los noventas, en la re-reelección de Fujimori, situación de cuestionamientos internos y externos. Pero eso no es lo más importante, sino que esta misma situación ya NO era excepcional. El proyecto de los reaccionarios a los que usted hace alusión, no era intrínsicamente inviable, sino que el contexto político y el de la "conciencia de las gentes" ya no aceptaba una dictadura comisarial. Estoy seguro que en abril de 1992 dichos hechos habrían sido vistos como lo más razonable y, apuesto, estos habrían logrado tener éxito.

Los hechos y los datos son importantes, pero sigo pensando que comprender el sentir de las gentes, en su respectivo contexto histórico, es fundamental.

Finalmente, habría que revisar cuidadosamente la definición de "decisionismo", pues su especificidad es "preservar el orden y el monopolio legítimo del Estado". En ese sentido, no existe algo así como un decisionismo "revolucionario" (es decir, el ejemplo de Fidel Castro es errado).

Un saludo afectuoso,


ATTE.
Carlos Eduardo Pérez Crespo

Eduardo Torres dijo...

Hola... Para Hernando Nieto ( de nuevo) ... Esto lo pase desapercibido... y me parece una seria contradicción... En el contexto peruano ¿Como puede Ud. anhelar la conjunción de desicionismo y catolicismo cuando ambos conceptos son irreconciliables?... Recuerde ud. lo que dijo el gran Pedro de Rivadeneira en 1595:

"Digo que hay razon de estado y que todos los principes la deben tener siempre delante de los ojos, si quieren acertar a gobernanr y conservar sus estados. Pero que esta razon de estado no es una sola, sino dos: una falsa y aparente, otra solida y verdadera; una engañosa y diabólica, otra cierta y divina: una que del Estado hace religión otra que de la religión hace estado".

Supongo que Ud. querra la "buena" razon de estado... pero resulta que esa ya no funciona en el siglo XXI pues... ya que, a diferencia del siglo XVI y XVII, los pecados ya no son, necesariamente, delitos como si lo eran en esos siglos... Asi que nada, el desicionismo y el estado catolico, a mi parecer, no tienen lugar en democracias ... y si se prescinde de la democracia, no quisiera caer en uno u otro modelo... De nuevo lo dicho por Bretch "Y cuando vengan por mi..." es decir, que haría ud. cuando el decisionismo decida que ud. debe ser eliminado por razones de estado por pensar peligrosamente o que el catolicismo ultramontano le diga ud. que no debe leer al MArques de Sade, por poner un ejemplo !terribles dudas!. Saludos, Torres Arancivia.

Eduardo Torres dijo...

Hola Carlos Eduardo...

Personalmente, me enmarcaría en esa primera tradición académica aunque con profundas discrepancias, discrepancias que nacen de algunos nuevos aportes que he intentado consolidar... Por ejemplo, y en eso si soy estructuralista, la cultura politica peruana del siglo XXI esta mezclada con las estructuras políticas y sociales del Antiguo Régimen... esa es la tesis de mi libro...

Lo segundo, creo que cometes (creo eh... es cuestion de discutir) un grueso error político: el autoritarismo no es opción legítima en ningun caso, por eso es autoritarismo y no autoridad. El autoritarismo es desviación, injusticia y abre las puertas, en el caso de una monarquía del siglo XVII, a la tiranía; y en el caso de una democracia liberal actual, a la dictadura ... Leguía, Odría, Velasco, Fujimori, todos ellos sintieron la necesidad de "legitimarse" y lo hicieron, pero por la fuerza, en unos caso, por el fraude en otros, y por la reeactivación de estrategias populistas o patrimoniales, y eso a la larga marcó sus destinos pues todos ellos terminaron o ensangrentados o corruptos... y es que la legitimación que quisieron la pretendieron glasear con una capa de supuesta democracia... Y, por otro lado, cuando hay democracia plena (Bustamante, Belaunde, Garcia) todos se sienten reyes y señores y el desorden que sobreviene deslegitima al sistema democrático... es un triste circulo vicioso alrededor de un trono vacio... hay una falta absoluta de autoridad en el país...

Finalmente de lo que menciona de ver cada contexto ... es la gran discrepancia entre los sociologos, politologos e historiadores... mientras los dos primeros analizan las fotografias del momento, nosotros vemos todo el album fotografico... y es muy interesante, porque las estructuras aparecen con claridad.. de ahi que nada me sorprenda ya... Lo que ocurre es que recien los historiadores nos estamos atreviendo a hacer analisis del siglo XX y hasta XXI... ese campo se lo habiamos dejado a periodistas y sociologos... ya no sera asi... saludos,

eduardo hernando nieto dijo...

Catolico Aggiornado: Por ejemplo cualquiera que simpatiza con las reformas del vaticano II por ejemplo los amigos de la Ruiz de Montoya

Catolicismo y Decisionismo: No hay ningun problema si se ve que catolicos como donoso o schmitt pudieron reconocer la necesidad de este en tanto se trata de detener la llegada del anticristo.(es decir, del ANOMOS)
saludos
eduardo hernando nieto

Gonzalo Gamio dijo...

Eduardo hernando:

1.- Si te refieres a los jesuitas, tu afirmación es poco seria, porque uno encuentra diferentes enfoques teológicos en la Compañía, como debe ser. Se trata de una congregación que el Papa valora muchísimo.

2.- Si te refieres al Concilio Vaticano II, cualquier católico te diría que estás a punto de afirmarte como disidente del catolicismo, porque el Concilio forma parte de la Iglesia Universal, es parte imprescindible del Magisterio. No es "aggiornamento" es canon. Si tu corazón está con Lefebvre, allá tú.

Saludos,
Gonzalo.

Daniel Salas dijo...

Entonces es Hernando el que se distancia de la ortodoxia y debería temer a la Inquisición por sus posturas herejes. ¿Cómo reaccionaría (disculpen el verbo) si la autoridad decisionista lo manda arrestar?

Anónimo dijo...

tampoco exageren.
tengo entendido que se acaba de anular la excomunion contra los seguidores de lefebvre.
asi que de hecho hay espacio para eduardo en la iglesia.
(al que parece que no le perdonan nada es a kung)
saludos,
cesar s.
p.s. no creo que eduardo se haya referido a los jesuitas en general.

Anónimo dijo...

Hola

Espero que con este comentario no me salga demasiado del tema que estan tratando. Pero me gustaria que tocase al Historiador Alberto Flores Galindo. Su pensamiento es muy peculiar, no sigue las sendas del marxismo dogmatico, mas bien trata de diferenciarse de posturas extremistas y retrogradas. Pero si tiene una clara posicion socialista de derechos. O en otras palabras su socialismo que propugna tiene como base los derechos humanos. Hasta cierto punto parece un liberal de izquierda. Aunque se le puede criticar su filiacion socialista, pero lo uso como herramienta teorica para poder escudriñar el acontecer social.



Atte.

Gonzalo Gamio dijo...

César:

El acercamiento de la Iglesia a los lefebvristas tiene como condición que acepten el Vaticano II. Eduardo - al estar rechazando el Concilio - seguría estando con los "disidentes de la Iglesia Católica". Su juicio sobre la Iglesia no es riguroso, y cuando se refiere a los jesuitas, evidencia que no conoce mucho sobre ellos. Es una congregación plural.

Saludos,
Gonzalo.

Ricardo Milla dijo...

Hola, a todos:
Bueno, llegué tarde. Qué lastima.
Aunque...

1. Se desviaron del tema central: pensamiento único. Pero eso suele pasar.
2. Eduardo Hernando: hay que tener cuidado al juzgar el aggiornamiento que propone el CVII, también con el concilio mismo. El CVII permitió un influjo muy importante renovado en la Iglesia. Su importancia es trascendental. Que de ahí haya habido grupos de clérigos y religiosos que mal entedieron al Concilio y se fueron a los extremos de un, digamos, "liberalismo eclesial", es otra cosa. Muchos empezaron a negar la tradición, la legitimidad de la misa, el primado del papado, etc., etc. De hecho mons. Lefbvre protestó con justicia ante el misal de Pablo VI, pues hubo una serie de hechos irregulares en la elección y formulación de los nuevos ritos. Eso lo podemos hablar luego. Y con respecto al aggiornamiento yo estoy de acuerdo con la postura del Concilio, de Figari, de Wojtyla, de Ratzinger, de Tornielli, y etc. etc. A saber: estamos en un mundo en cambio, y la Iglesia debe ir yendo a la par con los cambios del mundo, sin dejar sus tradiciones fundantes. ¿Cómo es eso? Pues, si es necesario usar la tecnología para llevar el evangelio, pues se usa. Si es necesario abrirse a las corrientes políticas y éticas contemporáneas para criticarlas y asumirlas, pues bien. Si se necesita de los avances médicos y neurofisológicos para decretar que la muerte cerebral es la muerte de la persona, pues bien. Eso es aggiornamiento. No es aggiornamiento dejar las tradiciones, que se ven en las práctias. Ahora bien, que este concepto a velado y trastocado práctias de antaño dañando a la tradición, es cierto, pero no por eso se debe renunciar ni al CVII ni al aggiornamiento.

3. Bacán lo que dices Carlos.

4. Por lo demás ya es demasiado.

Saludos.

Ricardo Milla dijo...

Estimado Gonzalo:

Que De Maistre y Donoso tengan un tipo de pesimismo en torno al hombre es parte de la Zeitgeist. Muchas de sus afirmaciones respecto a la natraleza corruptísima del hombre son retóricas o panfletarias, no se deben tomar al pie de la letra o ser juzgadas con los viniculares de ahora.
Ambos, como buenos católicos, no iban al extremo luterano de pensar que el "hombre es excremeto y la gracia es una nieve blanca que lo recubre", no! para nada! Pero sí se daban cuenta que muchos hombres deben ser guiados por otros que ven mejor el camino. Porque un ciego no puede guiar a otro ciego. Si bien ellos no tenían la idea de que por medio de la dependencia se va educando a un ser humano para que sea un razonador práctico independiente, en cierta forma creían en germén aquello que MacIntyre luego formularía. O sea, no hay un pesimismo extremo, sino un tipo de realismo exagerado. Es como cuando uno va a ciertas partes de Lima y en verdad es molesto ver la ignorancia y la falta de criterio de la gente, y si hubiera alguien que los guiara mejor de seguro podrían razonar practicamente mejor.
Hay que tener cuidado en caer en caricaturizaciones de De Maistre y Donoso, como lo hace Holmes en un libro suyo, que si bien entiende las teorías las manipula a su antojo.

Saludos.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Ricardo:

Sobre lo del Vaticano II. Aunque no estoy de acuerdo con todos los autores que citas, estoy de acuerdo en la trascendencia del Concilio. No creo que fueran justas las protestas de Lefebvre, pero eso es secundario.

Sobre lo de Maestre y Donoso. No creo que haya formas de convertirlos en autores edificantes. Su contramodernidad y su autoritarismo son indigestos para mí. Me encuentro del lado de la ética liberal de la autonomía (en una versión que ya describiré).

Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Ricardo:

Sobre lo del Vaticano II. Aunque no estoy de acuerdo con todos los autores que citas, estoy de acuerdo en la trascendencia del Concilio. No creo que fueran justas las protestas de Lefebvre, pero eso es secundario.

Sobre lo de Maestre y Donoso. No creo que haya formas de convertirlos en autores edificantes. Su contramodernidad y su autoritarismo son indigestos para mí. Me encuentro del lado de la ética liberal de la autonomía (en una versión que ya describiré).

Saludos,
Gonzalo.

eduardo hernando nieto dijo...

Pues sera por eso que es dificil ser catolico en estos tiempos, de alli lo del giro pagano!!
Yo no hable de los Jesuitas, hable de la URDM o es que el padre Armando Nieto enseña en la Ruiz de Montoya y no me he enterado?
saludos
eduardo

Daniel Salas dijo...

Sería interesante que Ricardo diera ejemplos de la ignorancia y la falta de criterio de "la gente". ¿A quiénes y a qué se refiere exactamente? Porque yo la he visto en San Isidro, Miraflores, La Molina y en lugares como el Regatas y la pastelería San Antonio.

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Daniel:

Efectivamente, la frase de Ricardo puede sonar "aristocrática". Y yo puntualizaría lo de MacIntyre: la cita es . “El reconocimiento de la dependencia es la clave de la independencia” (Animales Racionales y Dependientes p.103). Está aludiendo a la "interdependencia" - multidireccional - y no a "dejarse guiar en un sentido autoritario. En este punto, MacIntyre está por encima del pensamiento "reaccionario".

Saludos,
Gonzalo.

Ricardo Milla dijo...

Daniel Salas:
Sí, claro, hay gente en definitiva con poquitisima falta de criterio en toda la sociedad, desde la supuesta clase dirigente hasta en el más misio, y eso se debe a una falta de educación y de práctica de vida buena en los estratos sociales en los cuales deberían ser lumbreras para todos, de ahí que el país esté tan mal.

Gonzalo:
La cita de MacIntyre es precisa, y es tal vez la que más me gusta de ese libro. Bueno el escosés si cree en una forma de vida social en la cual hayan modelos de excelencia y que estos sean paradigmas para otros, por ellos el valor de las prácticas. Y no por las puras sigue el modelo de la Polis griega (intrínsecamente aistócrata)...
Y sobre Donoso y De Maistre, bueno, tenemos nuestras diferencias de posiciones ante esos autores. Para mí me parecen muy interesantes y espléndidos de pensamiento. Pero, en fin, es discutible y es parte de pareceres...

Eduardo H.:
No, no creo que el Armando Nieto enseñe ni enseñaría en la Ruiz de Montoya... Tampoco veo que te metas con los jesuitas... Pero qué es eso del giro pagano? Y, entendiste lo que dije acerca del "aggiornaiento"?

Saludos.

Anónimo dijo...

Cuando fui alumno en la UARM vi varias veces a Armando Nieto. Supongo que habrá enseñado un curso.
La Ruiz es una universidad abierta. Inclusive recuerdo haber tenido como profesor a un ultraconservador como Ricardo Cubas quien criticaba a Mariátegui y a González Prada y defendía al dinosaurio de Víctor Andrés Belaunde.

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Alberto:

No tienes que molestarte. Tengo entendido que el P. Nieto ha colaborado con la UARM en diversas oprtunidades, a través del Instituto de Fe y Cultura UARM. Está claro que Eduardo y Ricardo no conocen la importante labor que hace la UARM. Habrá que invitarlos a que la visiten, para tener conocimiento de causa que les permita opinar acertadamente, y no errar, como ahora.

Es manifiesto que la UARM es una excelente Universidad, plural y sólida. A pesar de ser relativamente joven, cuenta con un bien ganado prestigio en la comunidad académica de América Latina.

Saludos,
Gonzalo.

eduardo hernando nieto dijo...

¿por que no me invitas mejor a hablar sobre Leo Strauss?

saludos
eduardo

Anónimo dijo...

Eduardo,
Si dejaron que Cubas criticara a González Prada no veo por qué no te permitirían hablar de Strauss

Gonzalo Gamio dijo...

En una Universidad seria como la mencionada, todos los autores y corrientes son bienvenidos, para desarrollar el diálogo. Sería interesante discotir a Strauss, por supuesto.

Saludos,
gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Señores lectores:

Insisto, no voy a publicar comentarios anónimos agraviantes contra terceros. El blog está para dialogar. Uno puede discrepar con la ideología de un intelectual, pero se debe respetar a quien piensa diferente. La crítica argumentativa es bienvenida, pero no las calificaciones.

Otra cosa. Si van a usarse expresiones manidas como "realismo" y "relativismo", les pido que por lo menos las definan. Hay que filosofar, no descender al terreno de las etiquetas.

Saludos,
Gonzalo.

Ricardo Milla dijo...

Bueno, yo he hablado con el P. Nieto y no es que le "bacile" del todo la universidad Ruiz de Montoya. Para nada la descalifica, menos yo, sólo son algunos desacuerdos respecto a dicho ente educativo. Y que no esté decuerdo no significa que no conozca el labor que hace. Toda universidad en tanto que deseoseosa de buscar la verdad pones medios para ello es algo loable.
Alberto: a qué te refieres al llamar dinosaurio a V. A. Belaunde? Pues si te refieres a que el tipo era un desfasado y aún lo es, pues no conoces bien la modernidad y actualidad de su pensamiento. Sino define a qué te refieres con tal expresión.

Saludos.

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Ricardo:

Creo que lo que se necesita es una universidad de calidad, plural, y que promueva la investigación y el diálogo. La UARm reúne esas condiciones con excelencia. Su trabajo a nivel de preocupaciones en el plano de la ética y en el de la vida religiosa es de primera.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Ricardo,
A lo que me refiero es que el profesor Cubas tenía el poco tino de afirmar que él consideraba que un ultramontano como Belaunde era más realista que González Prada o Mariátegui para interpretar la realidad peruana. Leímos parte de Peruanidad y la Realidad Nacional. Uno de los muchos problemas de Belaunde es que negaba la importancia de la lucha de clases como categoría esencial para interpretar la historia.
Creo que el intelectual debe despojarse de sus prejuicios religiosos para hacer filosofía. Gonzalo es un ejemplo de ello. Él abiertamente se confiesa católico pero sabe guardar su fe en la esfera privada sin dejar que influya de ningún modo en su quehacer filosófico. Es por eso que casi no encontramos en él referencias de encíclicas ni de la tradición teológica ni filosófica cristiana, sino de autores de real peso intelectual como Hegel, Rawls y Rorty. En ese sentido es un ejemplo, es alguien que no sólo sabe dialogar con la cultura secular sino que es parte de ella y muestra una actitud de apertura que combate toda forma de intolerancia. Me parece que el cristiano de hoy, el cristiano de la modernidad, debe seguir ese modelo: guardar sus creencias para su casa y contribuir con su ejemplo a crear una cultura tolerante. En todo caso, si quiere tener un rol social lo debe tener no como creyente sino como alguien que contribuya de manera no confesional a aliviar las injusticias, la pobreza y la discriminación como se da en el caso de la Teología de la Liberación.

eduardo hernando nieto dijo...

Alberto:
je,je no se si los catolicos reconocemos como tal a Gonzalo!!! sin duda liberal si pero Catolico...

saludos
eduardo

Ricardo Milla dijo...

Estimado Gonzalo:

Gracias a Dios estoy en una Universidad con las características que dices, y sé que existen otras, como la PUPC, por ejemplo.

Alberto:

Afirmar quien tiene más realismo si Mariátegui o Belaunde es algo que tiene de relativo. En ciertos pasajes Mariátegui patina bastante, y en otros Belaunde más aún. Pero la cuestión está en aprovechar las oportaciones que pueden hacer esos tres autores que citas, pues todo lo bueno debe ser recogido en pos de la verdad.

Bueno, creo que yo, como muchos de los que han comentado en este post, no me considero un cristiano de la modernidad. SOy un cristiano y punto. El cristiano que hace filosofía no puede afirmar algo en la esfera pública que sea contrario a su fe, eso es una esquizofrenia existencial-intelectual. Esa distincion de que la fe debe estar en la esfera privada es problemática. Mientras en mi casita rezo bonito a Dios estoy afuera proclamando el aborto o el genocidio. Eso no puede ocurrir. No digo que Gonzalo lo sea, pues veo que él en el fondo no disocia vida privada y pública, porque no he visto a fondo cosas que él haya mencionado que contradigan fuertemente su fe.
Creo que todos nos acercamos a todo con prejuicios, ya lo decía Gadamer, y esos prejuicios son necesarios para preparar un buen juicio. La idea de que el prejuicio es per se malo es una idea ilustrada, la cual Gadamer rechaza.
Además pienso que no se trata que la fe esclavice al pensador o al filósofo, sino que la fe dé amplitud en el pensamiento. Yo puedo hacer filosfía, y debo hacerla así, desde los principios de la razón y de la realidad, no pueden intervenir principios de fe. Mas, estoy guiado por ellos, es decir, como ya indiqué antes, no puedo estar rezando en mi cuartito privado a Dios que cuide de los pobres y hacer una filosofía política que explote a otros hombres.

Saludos,

Ricardo.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimados Alberto, Ricardo y Eduardo:

Primero, no me considero ningún ejemplo. Creo que soy un católico que filosofa sin restricciones (y hay muchos que piensan así). Intento que en lo personal el Evangelio sea una fuente de inspiración. Me siento cerca de la teología de la liberación, definitivamente (considero, como Gutiérrez, que la categoría "lucha de clases" está desfasada. En todo lo demás, concuerdo con Alberto).

No me parece, Eduardo, que tenga sentido que afirmes quién "es católico" o no. Máxime si has hecho profesión de fe del lefebvrismo más extremo (y que haces gala de vivir tu "giro pagano"). Considero que mis creencias religiosas convergen con la Iglesia. Pero no olvidemos que la preocupación extrema - y externa - por la "pureza doctrinal" estaba del lado de los fariseos, no de Jesús, quien reconocía la fe en el centurión.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Un católico liberal o liberacionista que ignora o desprecia la tradición filosófica y teológica cristiana, que considera que la fe debe reducirse a la esfera privada y que sólo simpatiza con las corrientes eclesiales heterodoxas, descartando de plano los aportes del magisterio me parece más un liberal que un cristiano. El problema con Gonzalo, así como algunos de sus amigos de la PUCP es que ven al magisterio como un corsé que aprisiona las ideas y no como una guía que puede aclararlas. Para ellos Freud, Marx, Hegel o Rorty son una guía más segura. Como dice Alberto, en el caso de Gonzalo no hay un diálogo con la cultura secular, el pensamiento Gonzalo es parte de la cultura secular con algunas vagas inspiraciones cristianas. Como son los cursos de teología de la PUCP, donde se estudian a autores seculares y pocas veces se ofrece a los alumnos la oportunidad de conocer la riqueza del pensamiento eclesial el cual es descartado de plano. De hecho, Gonzalo tiende a calificar de plano como fariseos a aquellos que se preocupan por mantenerse fieles a la doctrina, como si hacer esto significara despreocuparse por los problemas del prójimo y de la sociedad.

Gonzalo Gamio dijo...

Juan:

Gracias por tu mensaje, pero distorsionas mi pensamiento. Yo también trabajo las encíclicas y los documentos eclesiales. Autores como Ekhart, Moro, san Ignacio y Simone Weil son importantes para mi trabajo intelectual. (eso de que hago "vagas alusiones al cistianismo" ¿De dónde lo sacas? ¿Qué texto impreso mío has leído sobre el tema?). Pero yo pongo en diálogo a esos autores con otros (no debería sorprender, si Tomás hace lo propio con los teólogos cristianos y el pagano Aristóteles). Nada de eso me parece no-cristiano. Estos autores son fundamentalmente 'interlocutores'.

Hace tiempo que no se hace el curso PUCP, pero el último curso IBC fue sobre Aparecida (que no es secular).

Estoy en contra del aborto, por supuesto. No sólo por ser creyente, sino porque tenemos buenas razones para rechazarlo.

No distorsiones mi afirmación sobre los fariseos. La idea es que ellos se preocupan por la ortodoxuia formal (¿Respeta el sábado?, etc.), y Jesús va a lo más importante. Cómo nos olvidamos de la crítica de Jesús a los fariseos y a los maestros de la Ley. Y no estoy de acuerdo con que me pongan como referencia. Yo me considero católico, participo de la vida de la Iglesia ¿También tengo que cambiar mis lecturas? ¡Por favor!

Saludos,
Gonzalo.

Ricardo Milla dijo...

Estimado Gonzalo:
Bueno si tu frase "sin restriccones" significa que sólo te basas en tu razón y buscas llevar con ella argumentos que te hacerquen más a la verdad, pues está bien y haces lo mismo que Tomás hizo en su tiempo, como cuando filosofaba sobre la eternidad del mundo o de la existencia de Dios, etc. Pero si significa despreciar (o no tomar en cuenta) la tradición cristiana filosófica y teoógica, creo que habría un problema.
Y ¿a qué te refieres con tu referencia a los fariseos? ¿acaso a que el magisterio actual actua como los fariseos, resguardando sin cítica alguna el despósito de la fe? ¿o qué te refieres? Pues la interpretación de Juan en el asunto es válida, pues eso parece ser. Para que no haya malos entendidos mejor sería explicitarla.

Estimado Juan:
Creo que sí hay ese 'movimiento' en algunos profesores de la PUCP, parecen que alaban más a Hegel que a su misma tradición de 'cristianos'. Pero ciertamente no todos en la PUCP son así. Tenemos a Sandro D'onofrio y Luis Bacigalupo que son dos filósofos que hablan libremente de Dios, del magisterio, de ecíclicas, de la revelación y leen autores medievales y no se amdentra por eso ni sienten que han dañado a su filosofía por aceptar verdades razonables y racionales que les devienen por su tradición.

Estimado Eduardo:
Si Gonzalo afirma ser católico y que observa el evangelio, pues no hagas entender algo distinto... nunca tanto....

Saludos,
Ricardo.

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Ricardo:

Nunca he dicho que desprecio la tradición cristiana, para nada. Ahora, hay que decir que la preocupación de Hegel es genuinamente teológica. En su juventud, consideraba la necesidad de una 'nueva teoría de la Iglesia' y en la "Ciencia de la Lógica" su dialéctica del Ser y el ser-determinado responde al tema de la "creación desde la Nada". Me molesta cuando algunos dividen a los pensadores entre creyentes y no creyentes, en lugar de juzgarlos en torno a su fecundidad conceptual. Yo no me presto a eso.

Lo de los fariseos está claro. Estaban obsesionados con las formas y la "orto-doxia", y por ello probaban constantemente a Jesús. El amor no les interesaba. a diferencia de Jesús, que encontraba una poderosa fe en el corazón de un centurión pagano. Hoy muchos creyentes se dedican a olfatear y persegui lo que creen es "heterodoxia", y no les preocupa el ágape.

Saludos,
Gonzalo.

Ricardo Milla dijo...

Estimado Gonzalo:

El problema se halla en aquellos que no quieren abrirse a una búsqueda de la verdad sincera, honesta y comprometida. El problema de muchos católicos "ortodoxos", o disque que lo son, es que intentan a toda costa eliminar los pensamientos de los no-católicos, y esto es lo más a-católico que puede haber. Muchos mencionan a Tomás como la máxima autoridad, cuando éste usaba en sus escritos no sólo a Aristóteles sino a Averros, Avicen, Isaac, Maimónides, Platón, etc. No era un tipo que buscaba la verdad en sólo la palabra del magisterio o de la sola tradición cristiana, sino que se alimentaba de otras vertientes. Ahí la urgencia de retomar el verdadero método de Sto. Tomás, en lo que ha filosofía se refiere.

Entiendo lo de los fariseos. Entonces, podría concluir, que el magisterio, el colegio episcopal, son los nuevos fariseos? O quienes lo son? Déjame decirte que yo lo veo más en los laicos desinformados que se afanan demasiado con la fe y se ciegan ante la razón. La culpa: de los pastores, los clérigos. El fariseismo es uno de los males que azota a la Igleisa. Por mi parte creo que de fariseo no tiene ni un pelo el actual Sumo Pontífice.

Saludos.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Ricardo:

Estoy de acuerdo contigo en lo primero, sobre Tomás, etc. Yo sólo busco pensar linbremente, valiéndome de las lecturas que me sean útiles, sin separar si son confesionales o no. De hecho, prefiero las de los buenos filósofos. En cuanto al magisterio, hay textos que me han inspirado, como "Populorum progressio" o "Centesimus annus". "Fides et ratio" y "Veritatis Splendor" no me han inspirado mucho, la verdad.

El fariseismo es actitudinal. No me refiero a nadie en particular. Tampoco a clérigos o a laicos, hablo de una actitud de ciertos creyentes que se consideran guardianes celosos de la doctrina - como los fariseos - y dejan de lado el amor. Sí me refiero a quienes gustan de las "cacerías de brujas", a los que se placen con la concentración del poder y a los que temen a la libertad.

Benedicto XVI me parece un extraordinario teólogo.

Saludos,
Gonzalo.

Ricardo Milla dijo...

Estimado Gonzalo:

Si pensar libremente es hacerlo como lo hizo Tomás, creo que por ahí va el camino del cristiano que hace filosofía.

Bueno, en la Iglesia ha habido desde siempre fariseismo. Ciertamente lo más importante es el amor, pues la letra mata y el espíritu vivifica, pero por ello no significa que hay que ser unos herejes e ir contra el magisterio, pues es inspirado por el Espíritu Santo. Y eso es cierto, por muy cursi que suene. Creo que hay puntos en los cuales es permitida una dosis de heterodoxia, yo la tengo en temas en los cuales sé que me la puedo conceder, pero hay otros temas en los que la ortodoxia debe primar, como es el caso del mandato del amor o de la presencia de Cristo en la eucaristía.

Saludos,
Ricardo.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Ricardo:

Nunca he ido contra dogmas ni principios, todo lo contrario, dialogo con mi fe. Personalmente, Tomás de Aquino es admirable, pero yo reflexiono sobre mi fe en una senda especulativa diferente. Elijo mis interlocutores filosóficos siguiendo mi conciencia.

Creo en una filosofía completamente libre, y no creo que eso esté reñido con la fe. En lo personal, mi filósofo favorito es Sócrates, seguido por Hegel.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Bismillah

Hola Ricardo

Mencionas lo siguiente: "hay otros temas en los que la ortodoxia debe primar, como es el caso del mandato del amor o de la presencia de Cristo en la eucaristía."

Sólo una observación de carácter fenomenológico-religioso, si quieres (decididamente no confesional, pues para mi, ajeno al cristianismo, el contenido de una verdadera ortodoxia es algo muy distinto).

Lo que mencionas no es ortodoxia, es ortopraxis.

Y la ortopraxis lleva a echar la ortodoxia por la ventana, de a pocos, sutilmente, a través de un descentramiento, olvido práctico y negación final o mantención a modo de mero arcaismo socioreligioso.

No digo que sea tu caso, ojo, sé que no es así, pero es simplemente algo que está como lógica interna en un transcurso de tiempo variable en un marco colectivo en el 'camino de la ortopraxis'.

Por ello, conviene distinguir las cosas que son distintas.

Por ejemplo, dicen los hindólogos que la mejor manera de describir la enseñanza del hinduismo no es en función a la comprensión de su ortodoxia, sino de su ortopraxis.

Saludos,


Nureddín

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Nureddin:

De acuerdo contigo. Considero que, en el Evangelio, encontramos un particular énfasis en la ortopraxis.

Saludos,
Gonzalo.

Ricardo Milla dijo...

Estimado Gonzalo:

Interesante lo que dices. En definitiva no soy de los que andan hablando sin saber de la fe de los demás o de su forma de vivirla.
Esa forma de ver la filosofía es, para un cristiano, plausible.

Estimado Nureddín:

Es muy cierto lo que dices. Pero las ortopraxis que menciono son también ortodoxias, pues la afirmación de la prescencia real de Cristo en el pan y el vino consagrados son parte de un dogma y, por ende, de la doctrina. Si bien el amor y su mandato no son un dogma, también es parte de la doctrina. Digamos que es ortodoxia que lleva en sí una ortopraxis. Si bien no debe haber un desmedro de una a la otra ni en viceversa.

Saludos.