Nota sobre Dinner with the President: A Nation's Journey
(Sachithanandam Sathananthan y Sabiha Sumar)
(Sachithanandam Sathananthan y Sabiha Sumar)
Gonzalo Gamio Gehri
Ayer participé en un Cine-Forum – organizado por IDEHPUCP – en torno al excelente documental Dinner with the President (2007), dirigido por Sachithanandam Sathananthan y Sabiha Sumar, originarios de Pakistán. La cinta examina las tensiones presentes en un régimen como el pakistaní, sensible a golpes de Estado, crímenes políticos y conspiraciones internacionales. El objeto de investigación del documental es la era de Pervez Musharraf, quien tomó el poder a través de un golpe de Estado en 1999; desde entonces, ha intentado “modernizar” Pakistán tomando distancia de los sectores fundamentalistas – que defienden un Estado confesional – a partir de medidas particularmente controversiales desde el punto de vista de la ética pública y los derechos fundamentales. Los directores presentan muy bien las dificultades para comprender lo que sucede en un país que padece tantos conflictos (democracia / dictadura, modernidad / tradicionalismo, secularización / integrismo, etc.). El documental aborda diferentes perspectivas acerca del gobierno de Musharraf entre los pobres – que declaran que “sólo tenemos a Alá” -, los sectores pudientes, los intelectuales, los líderes tribales. Sabiha Sumar se pregunta agudamente si Musharraf es un “golpista con vocación democrática” o si predica la democracia sólo para obtener el apoyo de Estados Unidos en contra de los Mulah y el Partido Islámico. En el momento en el que se filmó la obra, Benazir Bhutto no había sido asesinada.
Resulta interesante el abordaje que la cinta hace del problema de la desigualdad entre los géneros en Pakistán. En diversos pasajes, del documental, Sabiha Sumar se enfrenta a personajes – camioneros, líderes tribales, miembros del Partido Islámico – que se remiten al Corán para legitimar la subordinación de la mujer respecto del varón (la prohibición de que salga a trabajar, que se cubra la cabeza, etc.). Los integristas arguyen que la mujer "manda en la casa", pero la directora les invita valientemente a ponerse en su lugar: ¿Cómo podrían ser libres encerrados entre cuatro paredes? El coraje y la lucidez que pone en juego Sumar en este debate son realmente notables.
En contra de la idea según la cual la doctrina de la igualdad de género proviene de la adopción artificial de creencias foráneas, ajenas a las creencias religiosas locales – el típico argumento de los integristas musulmanes (pero también de algunos conservadores católicos, dicho sea de paso) - , Sumar se remite al Corán para defender la igualdad sexual: sostiene que ella aprendió árabe para leerlo directamente, y señala que no encontró nada que justifique su confinamiento en la vida doméstica, o la obligatoriedad del uso del velo. Añade que el texto sagrado está abierto a las interpretaciones de los hombres. Dirigiéndose a un líder tribal tradicionalista, dice “tú eres un ser humano, yo también: ambos pertenecemos a Alá. Yo leo el Corán y encuentro razones para justificar la igualdad entre hombres y mujeres; tú lo lees y pretendes que el texto avala la subordinación ¿Quién decide qué interpretación es más razonable?" Sus palabras sitúan esta importante cuestión en el marco cívico de la discusión racional y del conflicto de interpretaciones rivales. Se trata de un notable punto de partida para el ejercicio de la hermenéutica política que pone a la razón práctica como la primera de las capacidades humanas en la configuración de una vida buena.
El documental pone de manifiesto la diversidad de opiniones existentes en Pakistán sobre cuestiones importantes como los Derechos Humanos, la condición de la mujer, la vigencia de la ortodoxia religiosa como medida de corrección política y legal. Se constata que no hay unanimidad alguna en estos asuntos, ni siquiera en sectores empobrecidos o poco cultivados. Siempre he pensado que la identificación entre el Islam y el “fundamentalismo islámico” constituye un craso error, que no sólo desconoce la pluralidad de posiciones existentes en el islamismo contemporáneo, sino que ignora la cultura de la tolerancia imperante en los reinos moros de España en el medioevo. Maalouf ha explicado muy bien - en Identidades asesinas - la emergencia del integrismo en tiempos de pobreza, precariedad económica y beligerancia en las relaciones con Occidente. La cinta de Sachithanandam Sathananthan y Sabiha Sumar permite acercarse a la complejidad del mundo musulmán bajo el prisma de la preocupación por el pluralismo y la igualdad.
El documental pone de manifiesto la diversidad de opiniones existentes en Pakistán sobre cuestiones importantes como los Derechos Humanos, la condición de la mujer, la vigencia de la ortodoxia religiosa como medida de corrección política y legal. Se constata que no hay unanimidad alguna en estos asuntos, ni siquiera en sectores empobrecidos o poco cultivados. Siempre he pensado que la identificación entre el Islam y el “fundamentalismo islámico” constituye un craso error, que no sólo desconoce la pluralidad de posiciones existentes en el islamismo contemporáneo, sino que ignora la cultura de la tolerancia imperante en los reinos moros de España en el medioevo. Maalouf ha explicado muy bien - en Identidades asesinas - la emergencia del integrismo en tiempos de pobreza, precariedad económica y beligerancia en las relaciones con Occidente. La cinta de Sachithanandam Sathananthan y Sabiha Sumar permite acercarse a la complejidad del mundo musulmán bajo el prisma de la preocupación por el pluralismo y la igualdad.
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