Gonzalo Gamio Gehri[1]
A pocos días de iniciado su
mandato como Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha decretado un
veto migratorio contra siete países que cuentan con mayoría musulmana. La
medida se propone en el contexto de la lucha contra el terrorismo. La fiscal
general en funciones, Sally Yates, anunció que el Departamento de Justicia
norteamericano no defenderá este polémico decreto, pues recae sobre él la
sospecha de ser ilegal. Por emitir estas declaraciones, Yates fue removida de su
cargo el último lunes 30 de enero.
No pocas personalidades políticas
y especialistas en la materia, tanto locales como extranjeros, se han
pronunciado públicamente en contra de esta decisión. Impedir el ingreso al país
de personas en razón de su origen cultural, nacionalidad o religión constituye
una forma de discriminación incompatible con el espíritu de la constitución
estadounidense; se trata de una medida que además contraviene los principios
básicos de la cultura de los derechos humanos. Esta decisión entraña una penosa
forma de estigmatización de las personas, en tanto se identifica de
manera injustificada la profesión de fe en el Islam con la posible práctica de
actos terroristas, o con la afinidad con quienes los cometen. Esta nefasta
práctica prospera en tiempos en los que sus usuarios promueven la ignorancia y
el temor en un sector de la ciudadanía. Se confunde así el cultivo de la
religión musulmana con el integrismo y con el ejercicio de la violencia.
Estigmatizar es marcar a alguien
como objeto de desprecio y tratos crueles a causa de su pertenencia a un grupo
social discriminado. La estigmatización supone la construcción de una imagen
falsa y destructiva de la persona y de la colectividad, una imagen que mina su
libertad y las expone a la violencia. El estigma se convierte en el único
esquema interpretativo desde el cual el individuo y el grupo son descritos y
evaluados, anulándose la posibilidad misma de conocerlos en profundidad y sin
prejuicios. En el caso señalado, se hace abstracción de los notables aportes de
la cultura islámica al desarrollo de las ciencias y de las artes, así como la
contribución de los reinos de Al Andalus al cuidado de la tolerancia religiosa
en sus dominios. Para quien orienta su vida desde el prejuicio, lo que importa
es sindicar a todo creyente musulmán como un fanático, un enemigo.
La estigmatización es una
herramienta para la deshumanización de las personas. La cultura democrática y
el sistema de derechos ofrecen elementos de juicio y de práctica para
combatirla, en la medida en que fundan sus instituciones y normas en la idea de
dignidad y en el principio de autonomía. Se combate la idea de que existen
religiones, culturas y estilos de vida que son intrínsecamente perniciosos y
perversos, y que se pueda llegar a esta discutible conclusión sin esforzarse
por conocer estas formas de pensar y de vivir, y discutir con ellas recurriendo
a argumentos. Con frecuencia, grupos políticos y religiosos que se pronuncian
en contra de las políticas de diversidad en materia de cultura y de género,
invocan el principio de tolerancia para proponer que se admitan sus puntos de
vista en la esfera pública. Como la filósofa norteamericana Nancy Fraser ha
argumentado en un reciente escrito, tal invocación equivale a solicitar el
“derecho” a excluir a otros grupos cuyos modos de pensar
y vivir en verdad menosprecian. La autora señala que se trata de un alegato
conservador completamente inaceptable. Una sociedad democrática no acepta la
discriminación ni tolera la intolerancia. Y hace bien al conducirse así.
La estigmatización es causa de
injusticia contra seres humanos concretos en circunstancias concretas.
Pretender conducir la vida pública y guiar la política migratoria a partir de
etiquetas falsas y destructivas resulta funesto para una sociedad democrática.
Si queremos respetar la dignidad y la libertad de los individuos, debemos
acercarnos a ellos procurando escuchar con atención lo que tienen que decir
acerca de sus identidades, convicciones y aspiraciones. De otro modo, no podremos
comunicarnos ni interactuar genuinamente en un marco ético-político de respeto
y reconocimiento recíproco.
(Publicado La Periferia es el Centro)
4 comentarios:
Muy valiente defendiendo a los musulmanes, pero este señor nunca ha escrito una sola línea defendiendo a los cristianos que son víctima de un genocidio en el Medio Oriente. Tampoco ni una sola línea condenando al terrorismo islámico. ¿Doble moral?
El post rechaza toda forma de estigmatización, el caso Trump es un ejemplo.
Sobre este tema:
http://gonzalogamio.blogspot.pe/2016/01/reflexiones-sobre-una-conversacion.html
Asimismo:
http://gonzalogamio.blogspot.pe/2013/10/una-conversacion-acerca-de-la.html
Interesant articol.
Publicar un comentario