Lima, viernes 28 de enero del 2011
Una nueva campaña pública contra nuestra Universidad se inició el mes pasado y arreció durante este mes de enero. En ese contexto, destaca por su intención y estilo periodístico el artículo publicado el pasado lunes 26 de enero en la página editorial de El Comercio por el señor Federico Prieto Celi, reproducido oficialmente en la página web del Arzobispado de Lima, como puede comprobarse en la siguiente dirección electrónica:
http://www.arzobispadodelima.org/notasrivaaguero/
Dice Prieto Celi textualmente:
“Cómo se ha llegado a esta situación es fácil de comprender: cuando autoridades y catedráticos dejaron la fidelidad doctrinal al magisterio católico para coquetear con ideologías ajenas a la fe cristiana y cuando el manejo monetario dejó de tener la prudente supervisión de la jerarquía de la Iglesia, corriendo el riesgo de convertirse en una repartija de unos cuantos”.
Y luego añade:
“La desobediencia, en cambio, podría tener matices de hurto intelectual y económico en una institución de la Iglesia, puesto que detrás de las actitudes aparentemente principistas suelen esconderse otras que no lo son tanto”.
El manejo económico de la Pontificia Universidad Católica del Perú es supervisado de acuerdo a la Ley Universitaria y al Estatuto institucional por una auditoría de nivel internacional, así como por los profesores y estudiantes que participan en los órganos de gobierno. También, de acuerdo con las leyes de la República, la Universidad es supervisada por la SUNAT, el Ministerio de Trabajo y muchas otras instituciones públicas. Por lo demás, nuestra Universidad es la única entre sus similares peruanas privadas que muestra en su página web los datos económicos más importantes de su quehacer. Finalmente, es muy importante recordar que, aunque no asisten a las sesiones hace ya dos años, c inco obispos pertenecen a la Asamblea Universitaria, son citados y reciben toda la documentación necesaria para conocer la marcha de la Universidad.
Si alguien tiene algo que objetar al manejo económico de la Universidad, es su deber mostrar los hechos en los que se basa. No lo ha hecho el señor Prieto Celi. Él ha recurrido sólo a la maledicencia sin sustento de hecho. Para quienes profesamos el catolicismo, no escapa que este tipo de actuación no tiene sustento alguno en el Evangelio y que, antes bien, es abiertamente contrario a él.
Las autoridades estamos defendiendo la autonomía académica y los principios fundacionales de nuestra Universidad, al lado de cada uno de los miembros de la comunidad universitaria. Mantendremos nuestra identidad a pesar de los ataques que recibimos.
Cordialmente.
4 comentarios:
No se dice nada de cómo la PUCP se ha convertido en un escondrijo de ideologías contrarias a las enseñanzas de la Iglesia; el marxismo por ejemplo todavía encuentra cabida en una universidad que de "católica" sólo queda el título.
Eso es mentira. La PUCP no asume una ideología: es un foro académico que promueve un juicio crítico sobre las ideologías y promueve la libertad intelectual. Sus profesores cultivan diversas disciplinas y enfoques.
La PUCP es una universidad y por tanto, en ella caben diversos enfoques. Yo he pasado por la misma y no soy un marxista militante, ni mucho menos. He tenido profesores de todas las tendencias: desde los más comprometidos con temas sociales hasta quienes eran expertos en regulación económica liberal. Que se enseñe marxismo en la Universidad no la hace menos católica, dado que el mismo no se dicta como catecismo, sino de un modo reflexivo. Y lo mismo con el liberalismo. El mejor reflejo de la pluralidad de la PUCP se encuentra en la diversidad de ideas de sus profesores, egresados y alumnos. Y el catolicismo no está reñido con la reflexión. Tanto Joseph Ratzginger como Gustavo Gutierrez, desde sus distintas tendencias, han sido muestra de ello.
El comentario de Alfredo P. ilustra muy bien la tragedia que sufriria la Universidad Catolica, y en buena medida tambien el Peru, de prosperar el intento del Opus Dei de tomar el control de la PUCP. La enseñana plural que hoy se ofrece, inspirada en los principios catolicos, seria reemplazada por el adoctrinamiento intolerante basado en los dogmas del Opus.
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