domingo, 14 de febrero de 2010

AMISTAD, UNA CATEGORÍA CLÁSICA




Gonzalo Gamio Gehri


Los griegos – que asociaban sabiamente el florecimiento humano con la vida comunitaria y la participación en sus instituciones – consideraron que la amistad (philía) constituía un valor central para la vida buena. Es el único bien humano al que Aristóteles le dedica dos libros dentro de la Ética Nicomáquea, sugiriendo que, o es una virtud o algo que se acerca a la virtud. Ubicó luego la philía como uno de los ‘bienes exteriores’, porque está también expuesta a los vaivenes de la Fortuna. El estagirita ofrece en el texto una compleja fenomenología del vínculo de la philía, cual es su carácter, sus especies, cómo se adquiere, las razones y condiciones de su disolución, etc.

Se trata de una categoría ética compleja, que no se identifica sin más con lo que comúnmente hoy se identifica como “amistad” a secas. Se trata del vínculo que existe entre los amigos, entre los amantes que comparten una vida juntos, y entre los conciudadanos que conciben sus actividades coordinadas en términos de un proyecto compartido queaspira al logro y ejercicio de bienes comunes. Martha C. Nussbaum ha sugerido usar la expresión “amor” como una traducción más acertada de philía. No le falta razón. Es la idea de un proyecto común de vida, y no el límite sexual, lo que define su ‘naturaleza’.

¿Qué hace que dos o más personas sean philói en los diferentes contextos de la vida práctica? Aristóteles evoca tres móviles centrales. En primer lugar, el placer. No podemos hablar de la existencia de un vínculo “amistoso” en personas que apenas se frecuentan, o que apenas soportan tratarse. Deben disfrutar la compañía mutua. La conversación es una práctica compartida que resulta agradable a los philói, una práctica que tiene un curso propio y que es por sí misma horizonte de humanización. Sin embargo, el filósofo advierte que, si el placer constituye la razón de ser fundamental de la amistad, esta podría durar poco en el tiempo.

El segundo móvil es la utilidad. Para entender lo que los griegos querían decir con este concepto, debemos suavizar nuestra idea moderna de lo útil, forjada desde los esquemas de la estricta racionalidad instrumental. Se refiere al mutuo beneficio que los philói logran a lo largo de una historia compartida. No se agota en la consecución de provecho económico o social, sino también al mejoramiento de las disposiciones personales, incluidos el carácter y las habilidades de todo tipo.

El tercer móvil es la virtud. Es el más importante de todos, aunque es el que menos ha sido examinado por las obras filosóficas posteriores sobre el tema (se convirtió en un asunto prácticamente reservado a la reflexión literaria). Los philói comparten una comprensión de aquello que hace que la vida tenga sentido superior, y cuidan juntos de las excelencias (aretai) que orientan la existencia hacia su plenitud. Esta es la especie de philía que los ciudadanos cultivan cuando se comprometen con la actividad política. Deliberan en foros comunes y se movilizan juntos porque se consideran parte de una comunidad viva. Ese es el origen de la llamada “amistad cívica”.

La philía está en el corazón mismo de la comprensión clásica de la vida buena. Tal es su importancia, que el sentido del pensamiento crítico (la philosophía) – la actividad humana que Aristóteles y muchos otros consideraban la más elevada - se describe estableciendo una analogía con el tipo de vínculo humano que existe entre los verdaderos amigos.

8 comentarios:

Raúl dijo...

Estimado, Gonzalo:

Qué bueno que hayas reflexionado en voz alta sobre el amor o la amistad. Estaremos de acuerdo en que es una fuerza que amalgama y/o cataliza las relaciones interpersonales. El problema se origina cuando, como con Aristóteles, intentamos racionalizarla. Suponer que provien de alguna fuente o apunta en una dirección... la relativiza y la reduce. Por qué no pensar que se origina sin causa y sin motivo. Por qué no pensar que ella resulta no de la gratificación mutua sino de la gratuidad total, de la ampliación universal de nuestro círculo de vínculos con el hombre y el compromiso ulterior con su gozo y plenitud. Después de todo el amor no es sino un acto incondicionado y continuado de entrega gratuita, de compromiso consciente, libre y responsable con la realización ajena.
Si el amor o la amistad tiene que ver con los sentimientos, con las afinidades o con la complementación es accesorio. También se puede amar a lo que es incluso monstruoso... como cuando uno ama a su patria... aunque ella haya victimado al mundo entero, o como cuando un padre ama al monstruo nacido de sus entrañas, como cuando uno ama al que no nos ama. Uno puede amar a su nación aunque su Estado no practique la justicia con nosotros.
A salvo está nuestra amistad de esos avatares. Nuestros brazos esperan siempre el uno por el otro... aunque las circunstancias nos alejen años, como ahora. El tiempo no existe. Sé que me esperas como espero por tí, hermano del alma. Te deseo mil años de dicha... por la dicha que me ha dado leerte hoy y justamente sobre este tema tan sensible.
Un abrazo fraterno.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Raul:

¡A los años, amigo! De acuerdo contigo. Aristoteles podría discrepar contigo respecto del tema de lo monstruoso.

Siempre con ese estilo lierario decimonónico, fraterno y reflexivo. Esperamos que vengan nuevos escritos, literarios y políticos de tu autoría.

Saludos de parte de la familia, estimado amigo. Saludos a los tuyos en el sólido Norte, empezando por Giulana. A ver si te vemos pronto por Lima.

Saludos,
Gonzalo.

Daniel Salas dijo...

Hay una vertiente del pensamiento renacentista en la que el amor es no solamente la fuerza que une a los hombres y las mujeres sino a todo el universo. Se encuentran estas ideas en León Hebreo. La traducción del Inca de los Diálogos de Amor puede entenderse, por ejemplo, como una demostración del amor entre el toscano (una lengua altamente prestigiosa) y el castellano (lengua entonces de poco prestigio literario) mediada por un mestizo. En otras palabras, la traducción demuestra que hay atracción entre las dos lenguas. No olvidemos que el diálogo trata de una conversación entre Filón y Sofía. Sin duda, Filón tiene aspiraciones carnales hacia Sofía y Sofía, como buena dama, se resiste a las seducciones de Filón, las cuales son siempre mediante la palabra, es decir, mediante argumentos. Para conquistar a Sofía, Filón debe convencerla mostrándole los mejores razonamientos. Es como si el Amor y la Razón adquirieran su plenitud cuando están juntos y, sobre todo, lo importante es que la violencia está totalmente afuera. Por supuesto, hay un paralelo entre Amor y Filón y Razón y Sofía. El Amor es un hombre impulsado por el deseo mientras que la Razón es una mujer que detien el deseo y le pide explicaciones. León Hebreo invierte los papeles y presenta a lo femenino como lo razonable, lo que impone control, lo que puede dominar el instinto. Lo masculino en cambio es impulsivo, atrevido, deseo que solamente se vuelve razonable ante las exigencias de la Sofía.

Para el Inca, tuvo que haber sido evidente alguna analogía entre Europa y América, entre el viejo continente que llega con violencia y deseo irrefrenable a un lugar bello pero que le exige también un control a sus pasiones. La conversación entre Filón y Sofía es una manera de encontrar una solución imaginaria a lo que fue un acto de violencia y, por supuesto, una violación.

La identidad del mismo Inca sin duda estaba marcada por el amor (en el sentido de atracción natural) entre lo indígena y lo castellano. La ruptura de este vínculo entre dos grandes culturas y dos grandes imperios (tal como los veía el Inca Garcilaso) es superada en esta fantasía en donde el deseo y la razón se armonizan. Saludos.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Daniel:

Muy interesante la imagen. Sutil y esclarecedora. Esta reflexión podría convertirse en un post.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Profesor, hola, muy bien definido la amistad; sabemos que Aristóteles es quien busca hacer caer en la cuenta de que todo lo que parte desde la ética llega a un buen fin, o por lo menos es lo que se busca.
Hoy en día se debería buscar esa amistad que plantea Aristóteles; estamos en un cultura donde se vive corto de relaciones, ya sea amical, afecto o sentimiento; la verdad eso no está marchando como debería ser. tendríamos que tener capacidad de discernimiento y de valoración por lo que es verdaderamente la amistad. Le felicito por seguir escribiendo.

Patrick Burgos dijo...

Gonzalo ... qué tal si recomponemos -o hacemos un intento breve- la philía con un grupo de lectura ... digamos de Hegel. Después de todo, en el Perú lo provisorio se hace permanente.

Anónimo dijo...

Como dice Patrick, sería en verdad excelente programar a partir de este blog lecturas colectivas de clásicos de la filosofía.

Gonzalo Gamio dijo...

No te preocupes, querido Patrick, el grupo de lectura de Nussbaum y el de Hegel van de todas maneras.

Saludos,
Gonzalo.