lunes, 12 de noviembre de 2007

SOLIDARIDAD CON JUAN CARLOS I Y CON ZAPATERO


CALLAR A CHÁVEZ


Gonzalo Gamio Gehri


Hace muy pocos días - en el contexto de la Cumbre Iberoamericana - tuvo lugar un incidente entre el Rey de España, Juan Carlos I, y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Ante las reiteradas alusiones al ex presidente español José María Aznar - al que calificó de "fascista" - el presidente actual, José Luis Rodríguez Zapatero, en uso de la palabra, exigió respeto para un presidente con el que se podía discrepar en materia ideológica y de gestión gubernamental, pero que había sido elegido por los ciudadanos, y de una forma irreprochable. Chávez interrumpió una y otra vez a Zapatero, quién no abandonó una actitud tolerante, a pesar de la prepotencia del venezolano. Zapatero invocó a seguir las reglas de juego del diálogo, evitando descalificar al otro. Irritado ante las recurrentes interrupciones de Chávez, Don Juan Carlos le confrontó: ¿Por Qué no te callas? (no me parece casual la formulación en términos de una pregunta).

El incidente se ha convertido en una telenovela venezolana, merced a las declaraciones ulteriores de Chávez y a las del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. No ha faltado la vana verborrea que alude al "antimperalismo" de otros tiempos. Algunos analistas desorientados han visto aquí una suerte de encuentro criollo entre la monarquía y la república. Otros han evocado las fivolidades de la aristocracia española, cubiertas por revistas del corazón como ¡Hola! . Creo que a estos intérpretes del incidente les inspira la ignorancia frente a la historia española reciente, cuando no la mala fe. Juan Carlos I no es un monarca frívolo ni ajeno a los principios democráticos. Cuando la revuelta de un sector del ejército español se sublevó en 1981, intentó tomar el Parlamento y reanudar el autoritarismo del nefasto régimen de Franco, el Rey se opuso a esta aventura, y se dirigió a los españoles para condenarla y para respaldar la democracia vigente. Esta actitud la recuerdan los ciudadanos hoy, y la celebran.

Chávez está en las antípodas de este gesto. Es originalmente un militar golpista, y su vocación republicana está en entredicho. Está a punto de modificar la constitución para convertirse en una especie de gobernante vitalicio. Ejerce la influencia política y el poder económico que generan sus petrodólares para crear candidaturas "bolivarianas" en otros países y tener impacto en la vida de sus instituciones. Ya sabemos que sus múltiples escaramuzas con Bush ("¡Aquí huele a azufre!", y otras) encubren realmente los buenos negocios que tienen juntos Venezuela y EEUU en temas de petróleo. La prepotencia de Chávez es proverbial, y son célebres sus desencuentros con otros jefes de Estado. No aprecia las reglas del diálogo y la crítica. Se le conoce por promover la censura periodística, y condena cada cierto tiempo a los venezolanos a ver por cinco horas seguidas y en red su Aló presidente o apagar el televisor. Si uno se pregunta ¿Cuál de estos dos personajes son realmente democráticos? A juzgar por la trayectoria de ambos, no me cabe duda que es Don Juan Carlos, y aplaudo su gesto: había que callar a ese político intolerante, que no respeta ni a quien tiene uso de la palabra. No olvidemos que Zapatero estaba invocando la observancia de las reglas del diálogo cívico, y el cultivo del respeto a los mandatarios y ex mandatarios de los países que reune la Cumbre.
No seré yo quien defienda la gestión de Aznar. Estuve en España durante la parte final de su gestión, y me consta su cuestionado apoyo a la política bélica de Bush, su controvertidas medidas contra la inmigración latinoamericana, así como la actitud soberbia de los miembros del Partido Popular en los debates parlamentarios. No obstante, considero que guardar las formas democráticas es lo que separa la civilización de la barbarie, la libertad de la autocracia. En materia de democracia, las 'formas' no son meramente epidérmicas, son parte esencial del contenido. La actitud de Zapatero y del Rey me parece digno de aplauso. Ya era hora de decirle a Chávez que en las cumbres internacionales no puede hacer lo mismo que en sus programas televisivos semanales.

4 comentarios:

eduardo hernando nieto dijo...

Hola Gonzalo, no mencionas que el buen Juan Carlos fue elejido a dedo por el generalísimo Francisco Franco ¿o no? Mi solidaridad con Chavez por supuesto!!
un abrazo
eduardo

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Eduardo:

Franco declaró heredero a Juan Carlos I como parte de las negociaciones con Don Juan (su padre), el rey expulsado por la dictadura franquista. Fue educado por el fascismo para ser un monarca absoluto, sin embargo, optó por promover la democracia.

Como sabes, yo soy partidario de una república - a un rey no se le elige -, pero no puedo dejar de reconocerle méritos a la conducta política de Juan Carlos I en los tiempos de la transición y contra el golpe de 1981. Su decisión fue crucial.

Un abrazo,
Gonzalo.

Carlos Eduardo Pérez Crespo dijo...

Hola,

Creo que habría que pensar como Burke si es que de verdad la legitimidad del monarca se basa en la idea de si su elección fue hecha por el pueblo, ya que al parecer en las monarquías constitucionales la lógica es distinta a la república, ya que se basa en la tradición de sucesión, herencia, etc (que a su vez la gente parece aceptar).

En este sentido estaríamos comparando dos regímenes políticos que parten de presupuestos distintos: en el primero la legitimidad de la tradición histórica-política por sucesión; en la segunda la legitimidad por soberanía y elección popular.

Finalmente, este es un texto de la Wikipedia que puede esclarecer el tema introducido por Hernando:

"(Juan Carlos I) Fue el sucesor designado por Franco para la Jefatura del Estado y asumió interinamente este cargo del (19 de julio a 2 de septiembre de 1974 y 30 de octubre a 20 de noviembre de 1975), por enfermedades de Franco; al anunciarse la muerte de éste (20 de noviembre de 1975) juró acatar los Principios del Movimiento Nacional, destinados a perpetuar el Franquismo, no obstante, se basó en ellos para promover el Referéndum para la Reforma Política, con un abrumador apoyo del 94% a favor de la reforma que inició la Transición Española hacia la democracia. Es proclamado Rey de España por las Cortes Españolas como Juan Carlos I de España el 22 de noviembre de 1975 y exaltado al trono el 27 de noviembre con una ceremonia de unción llamada: "Misa de Espíritu Santo" (el equivalente a una coronación) celebrada en la histórica Iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid".

En conclusión, después de la distinción de los regímenes, a pesar de que la legitimidad del monarca se basa en la tradición de sucesión, esta no bastaría si es que la población valora la democracia. Este punto habría sido más decisivo en la transición que quiso ser saboteada por los militares.


Saludos,


Carlos P.

Anónimo dijo...

Pongamonos de acuerdo: 1)que hace un rey en una mesa de "gobernantes democraticos"? (propias palabras de Zapatero)...2)Las formas democraticas siendo importantes, un "rey" en pleno siglo XXI deberia sentarse entre el publico y no entre autoridades republicanas elegidas...3) El conjunto de los gobernantes sudamericanos no debieron permitir una "leccion de buenas costumbres" de parte de Zapatero...En Europa el no las da, ni Espana goza de una gran tradicion democratica...