viernes, 3 de febrero de 2012

(AHORA SÍ) LA MEMORIA ES IMPORTANTE




Gonzalo Gamio Gehri

Los intentos de la organización senderista MOVADEF por convertirse en un grupo político en actividad en el espacio público ha generado – con toda razón – el rechazo de una mayoría de peruanos. Resulta indignante que un grupo de gente intente reivindicar una ideología nefasta y violenta como la que predicó Guzmán, desconociendo el carácter delictivo de Sendero Luminoso e invocando una “amnistía general” para sus miembros en prisión, pretendiendo recurrir – de una manera a todas luces artificial y exclusivamente instrumental – a las reglas de la democracia que procuró dinamitar. La situación se agrava cuando se constata que muchos jóvenes en edad escolar o universitaria ponen de manifiesto su ignorancia respecto de lo que sucedió en aquellos años.

No pocos intelectuales y periodistas han indicado que esta circunstancia difícil ha contado con la curiosa complicidad de una antigua y reiterada campaña por la impunidad y el olvido en materia de derechos humanos, una campaña emprendida en los últimos años por un sector ultraconservador en lo político y lo religioso, una facción que tiene un gran poder e influencia en el ruedo político y en muchos medios de comunicación. Se aferraron a la idea según la cual hacer memoria sobre aquellas décadas de terror y de represión equivalía a “reabrir viejas heridas”, que había que mirar hacia delante, y que respecto de los agentes del Estado sólo contaba “la gloria o el silencio”, para citar una vieja y subterránea nota de La Razón. Creen erróneamente que existe una incoherencia entre reconocer el heroísmo de las instituciones militares y policiales en la defensa del país en contra del terror y la denuncia de los malos efectivos que cometieron delitos de lesa humanidad; una sociedad democrática promueve honrar el heroísmo e investigar allí donde se perpetraron crímenes. Constituye un imperativo crucial para una democracia (y también para sus institutos armados) distinguir entre una cosa y la otra, y no ser condescendiente con la injusticia, allí donde existe. Por supuesto, el trabajo de los órganos de justicia tendría que ser eficaz y transparente; en ese punto el país ha contraído una enorme deuda con sus ciudadanos, tanto civiles y militares.

Es curioso que este sector conservador coincida con este sinuoso movimiento senderista en la defensa de una amnistía, que supone cancelación de la justicia y supresión de la memoria. La extrema derecha comienza acaso en advertir que la amnesia selectiva respecto de lo sucedido en los ochentas y noventas reporta un alto precio, que los jóvenes no estén enterados acerca de los crímenes perpetrados en aquellos años, que desconozcan las causas y secuelas de la violencia en el país, que pongan de manifiesto una evidente falta de compromiso con la tragedia vivida, etc. Recién se dan cuenta de que la memoria de veras importa. La actitud de esa derecha frente a los temas de memoria y derechos humanos ha aderezado el indigesto potaje que pretende ofrecer MOVADEF. La ceguera voluntaria frente a la injusticia es intrínsecamente dañina – esto lo sabían muy bien los griegos – más allá del estandarte político que ostenten sus usuarios.

El Informe Final de la CVR constituye la investigación interdisciplinaria más rigurosa en torno al proceso de violencia que padecimos los peruanos en aquellos años. No constituye la única fuente sobre esta etapa de nuestra historia, ni pretendió jamás dar la última palabra sobre este tema. Sin embargo, aporta una serie de argumentos y material de respaldo que cimentan sus conclusiones y recomendaciones con solidez, a la vez que trabaja con diecisiete mil testimonios de peruanos que afrontaron el conflicto. Los comisionados entregaron el Informe para que éste sea discutido en los espacios de la sociedad civil y del Estado. Este debate ha sido bloqueado de manera sistemática por miembros de la llamada “clase dirigente” – políticos en actividad, algunos militares en retiro y jerarcas eclesiales, etc. – cuyos intereses se han visto interpelados por el propio documento. Resultado de esta actitud es que el texto no ha llegado a las escuelas ni a los claustros universitarios para ser examinado y comentado.

En estos días se han deslizado una serie de comentarios sobre el Informe que delatan un escaso conocimiento del texto y del fenómeno que éste estudia. Se objeta el uso del término “conflicto armado interno”, una noción estrictamente descriptiva que permitía abordar el proceso de violencia sin recurrir a expresiones conceptuales incorrectas o claramente inaceptables como “guerra”, “guerra civil” – que tenían consecuencias jurídicas y políticas inadmisibles desde un punto de vista intelectual y moral – o “violencia política”, entre otras. Se objeta a su vez la alusión a la dimensión “política” de las organizaciones terroristas. En este punto, lo que la CVR buscó enfatizar es que a Sendero Luminoso y al MRTA se les combatió militarmente, pero no se les enfrentó de manera exhaustiva en el nivel ideológico-político: debía derrotárseles en el campo de batalla y también en el ámbito político, con el fin de evitar el resurgimiento de ese funesto fundamentalismo ideológico maoísta. Ambos niveles resultaban complementarios desde el punto de vista de una estrategia eficaz de pacificación. Debimos usar todos nuestros recursos pedagógicos y persuasivos, toda nuestra ironía y capacidad de indignación para refutar desde la raíz cualquier prédica dogmática de violencia. Si se hubiese realizado ese trabajo en las universidades – gracias al concurso de maestros y estudiantes, de los partidos políticos y de los medios de comunicación -, organizaciones totalitarias y violentistas como MOVADEF no tendrían lugar alguno en la sociedad, ni encontrarían eco en un sector de la población juvenil. La ciudadanía estaría advertida acerca del peligro que representan para la democracia.

Pero esta campaña absurda no cesa. Los mismos medios han optado por sustituir – una vez más – la confrontación de argumentos con las aseveraciones gratuitas y malidicentes. Martín Santiváñez - en una (para variar) hiperbólica y sustancialmente nula columna - califica el Informe como un “mamotreto marxista”. ¿Qué se puede decir al respecto? Quizá que el columnista debería opinar sobre la base de una lectura mínima del texto, y dejar las frases hechas para otra ocasión. Por supuesto, no se ha detenido a leer los pasajes del IF-CVR en los que se describen y cuestiona severamente los supuestos ideológicos fundamentalistas de Sendero Luminoso, vinculados al marxismo en su vertiente maoísta y a la delirante prédica de Guzmán (cap. Sobre los “Orígenes ideológicos” del PCP-SL y las conclusiones correspondientes) y las Conclusiones en las que se afirma con total contundencia que Sendero Luminoso ha sido el mayor perpetrador de crímenes contra los derechos humanos (Nº 13-14), se lo sindica como un grupo totalitario, militarista y terrorista (Nº 15-16) y potencialmente genocida y de conducta racista (Nº 21). María Cecilia Villegas dice, por su parte, en la misma tribuna, que los comisionados de la Verdad eran en su mayoría izquierdistas, “11 de 13” (cita literal). Aquí puede decirse no solamente que su argumento es falso, si no que Villegas acaso tiene problemas para contar, pues para ella, aparentemente, el pastor Lay, Beatriz Alva, el Teniente Arias Graziani, el padre Garatea, Salomón Lerner Febres o Monseñor Antùnez de Mayolo son simplemente militantes de extrema izquierda, o tiene serias dificultades con la matemática escolar ("casi todos izquierdistas, menos dos"). Parece que para algunos descuidados articulistas, el papel aguanta todo, y punto. Con esta clase de afirmaciones cuestionables este sector de la prensa intenta propiciar un clima de prejuicio, soslayando el tema principal, que es el asunto de la recuperación pública de la memoria.

Las recientes y odesafortunadas declaraciones del premier Valdés (tan aplaudidas por Santiváñez desde Correo), acerca del carácter pretendidamente “teatral” de algunos testimonios incorporados en el Informe no contribuyen a generar un clima de sana discusión sobre el asunto. Diferente es el caso de la intervención del flamante presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Piñeiro, quien reconoce la seriedad del Informe como fuente de estudio del conflicto armado interno, a la vez que sugiere que el texto dialogue con otras fuentes de investigación de este fenómeno. Sus declaraciones sí alientan el diálogo sobre las lecciones que podemos extraer del pasado en materia de respeto de los derechos y construcción de una cultura democrática. Enfrentar nuestra historia constituye un desafío importante para construir una sociedad sólida y justa.


Mauricio Mulder se lamenta que el IF-CVR no sea un documento “de consenso”. Esta es, sin duda, una afirmación desconcertante. Es natural que las evidencias, relatos e interpretaciones desarrollados en el Informe perturben a la mayoría de nuestros políticos, pues muchos de los actores y “líderes de opinión” de entonces siguen en actividad hoy. El documento señala con claridad el comportamiento negligente de muchos de ellos, o su indiferencia, o su incapacidad en el ejercicio de sus funciones o su falta de compromiso con la defensa de los derechos básicos de los peruanos más vulnerables. Que se haya señalado responsabilidad política en los gobiernos de García y Belaúnde, y que se hayan presentado claros indicios que comprometen sensiblemente al gobierno autoritario de Fujimori no es poca cosa. Del mismo modo, el Informe documenta las razones por las cuales algunas autoridades eclesiales de Ayacucho, Huancavelica y Abancay no habían “cumplido con su compromiso pastoral” y se hayan involucrado con la defensa de los derechos humanos como parte de su misión. Y el juicio sobre algunos otros organismos de la sociedad no es menos severo. Era previsible que este tipo de argumentos – y los indicios, testimonios y pruebas que los sostienen – hayan perturbado a muchos sectores de la autodenominada “clase dirigente” que se han visto seriamente interpelados por ellos. La verdad que esta clase de investigaciones revela es a menudo dolorosa y difícil de asimilar, particularmente para las "élites" y diversos grupos de interés. Resulta por demás extraño que se sugiera que el Informe debía producir un “consenso” inmediato. 

El trabajo de una Comisión de la Verdad se propone esclarecer qué sucedió en un período de conflicto, no es fruto de una negociación política. La observación de Mulder resulta curiosa (y algo retorcida, debo decir). El autor tampoco propone una visión alternativa del conflicto; he tenido la oportunidad de leer el libro del militante aprista Jesús Aliaga, Mártires de la pacificación, y tengo que decir que se trata de un texto que muestra múltiples imprecisiones. Lo mismo puede decirse de El trigo y la cizaña, de Federico Prieto Celi - he escrito una recensión sobre él hace tiempo -, un libro exclusivamente apologético, con escaso (o nulo) rigor conceptual, que toca sólo indirectamente el tema de los derechos humanos, con un objetivo muy preciso, que es asumir la defensa de un personaje puntual. Los adversarios de la CVR suelen recurrir al artículo de opinión, y no a la investigación, para enfrentarse al documento. Han bloqueado el debate público sobre la memoria al punto que hasta han renunciado a elaborar un estudio alternativo con el que el IF-CVR pudiera polemizar, cayendo una y otra vez en el ejercicio de la mera agitación y la propaganda, o en las “políticas de silencio”. Las jóvenes generaciones están pagando un alto precio por esa renuencia a discutir la tragedia que todos vivimos.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen artículo anti-alcantarillesco Gonzalo.
Me llama la atención como ahora muchos
individuos de la ultraderecha criolla reclaman
memoria,se idignan cuando los jóvenes
no saben sobre las épocas de terrorismo en el país.
Lo curioso es que cuando se hablaba de memoria histórica, sólo querían escuchar un ''ya fue eso ,ya fue''.
Tal vez este es un buen momento para que muchos se pregunten si realmente es trivial conocer nuestro pasado y afrontarlo desde muchos puntos de vista.Recordemos la frase
de Goethe ``El que no sabe llevar su contabilidad por espacio de tres mil años se queda como un ignorante en la oscuridad y solo vive el día."
También considero oportuno desprenderse de actitud hollywodense,como cierto director de un periódico de baja reputación, de imaginarse la cara de Sylvester Stallone a la cabeza del
comando chavín de Huántar,mordiendo una ramita y diciendo que su patria es lo primero, y que los caviares hablen lo que hablen.
O sea con esa mentalidad tan boba
pretende ser un columnista serio,no pues.
Por otra parte , quisiera agregar algo aprovechando la circunstancia,no es por rajar ya,pero me parece hasta las patas que se utilice un periódico con fines ``sicaritas´´,o sea ,esa campaña tan sucia contra la alcadelsa de lima.Mira,yo no estoy nada satisfecho con el trabajo de la Villarán,es más,creo que viene improvisando su plan,ya que ella se enteró que ganaría en el último tramo,pero la solución no es esa pues,¿no te parece?

Un abrazo,

Marcelo

Alfredo P. dijo...

Los defensores de la CVR de la izquierda, de forma sorprendente, buscan ahora desconocer a su engendro, el MOVADEF. Montaron en estos años una historia paralela, de ciencia-ficción, en donde no existió terrorismo sino un "conflicto armado interno" ó "violencia política" y en donde sendero luminoso es definido como un "partido político" (mucho antes del JNE). Paralelamente desataron una persecución judicial contra los militares y policías que combatieron al terrorismo comunista, convirtieron a los terroristas en "víctimas" del Estado a quiénes ahora hay que homenajear y pagar jugosas reparaciones (incluso levantaron un monumento en el campo de Marte de Jesús María en donde terroristas convictos y confesos aparecen ahora como "víctimas" y consiguieron que un juez brasilero de la CIDH califique a estas hienas asesinas como "Juanas de Arco"). De este modo, aquellos jóvenes que no vivieron la barbarie del terrorismo comunista, el discurso del MOVADEF fue fácilmente más aceptable.
Sin embargo, creo que esta situación ha sido favorable para el Perú y para los peruanos, pues ha puesto en evidencia las limitaciones del discurso ceverrista sobre nuestro pasado reciente. Ya va siendo más evidente que la CVR de la izquierda podrá servir para que la comunidad derechohumanista siga sacándole algunos miles de dólares más a la cooperación internacional para sus "proyectos" y sus "publicaciones", pero que es incapaz de darnos a la inmensa mayoría de peruanos una versión creíble de lo ocurrido en el Perú desde 1980 en adelante.

Gonzalo Gamio dijo...

Alfredo:

En serio, lee el post antes de comentar. Las conclusiones de la CVR que he señalado echan por tierra tus pre-juicios.

Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Marcelo:

Los matices son importantes para que la reconstrucción de la memoria sea fidedigna.

Estoy en contra de la revocatoria. Esa campaña me da mala espina.

Un abrazo,
Gonzalo.

Fernando Patricio dijo...

Estimado Gonzalo, como joven universitario también me encuentro sorprendido e indignado por el intento de inscripción y participación de un grupo de ciudadanos que parecen no tener memoria alguna del pasado violento que hemos vivido. La respuesta de no permitirles entrar como partido en el sistema democrático, a mi parecer, es la más sensata; no obstante, encuentro posiciones como la de Alfredo Bullard (reconocido abogado de la PUCP) ( http://blogs.semanaeconomica.com/blogs/prohibido-prohibir/posts/la-verdad-y-la-mentira#comments) que señala que lo mejor hubiera sido aceptarlos y vencerlos a través de la vida partidaria y de la deliberación. Paul Laurent (http://plaurent.lamula.pe/2012/01/24/una-democracia-sin-sendero/plaurent), siguiendo la misma línea, agrega que no se puede concebir una plena democracia en donde seleccionemos a las personas y partidos que queremos que entren al sistema electoral. Además, recuerda que esas personas ya pagaron sus delitos al cumplir su condena y que al salir se les restituye la totalidad de sus derechos. Por último, apela a la igualdad ante la ley y los derechos fundamentales; es decir, nadie los puede discriminar por motivo de raza, religión, sexo, opinión, etc. Y si nosotros actuamos negándoles su participación por su ideología estaríamos actuando de manera antidemocrática. Estos dos argumentos son totalmente válidos. Por otra parte, encontré que Alemania cuenta con un partido neonazi que participa en el sistema partidario de ese país e incluso ha logrado alcanzar puestos políticos en algunos distritos. (http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/19/internacional/1321702606.html). De esta manera, me pregunto si la decisión que tomamos fue la mejor en el largo plazo, ya que desde un ámbito legal y cortoplacista al parecer hemos errado….

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Fernando:

La sugerencia de Boullard y Laurent sólo podría funcionar si MOVADEF repudiara públicamente los crímenes cometidos, y renuniara a los principios violentistas que son incompatibles con los procedimientos del Estado de derecho y las fuentes de la democracia, renunciar al núcleo de la doctrina de Guzmán. De lo contrario, admitir tal movimiento sería ingenuo e imprudente.

Y, por supuesto, hay que vencerlos en el terrero ideológico. Ese plano es irrenunciable.



Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Este debate resulta fundamental para delimitar nuestra actitud frente a organizaciones antidemocráticas.

saludos,
Gonzalo.

Alfredo P. dijo...

¿Prejuicios?, Acaso estoy diciendo algo que no se corresponde con los hechos?¿Acaso la CVR de la izquierda no habla de "conflicto armado interno" y de que sendero luminoso es un "partido político"?

Para que no se vuelva a decir que no he leído el libro sagrado de la izquierda peruana, aquí transcribo algunos de sus versículos para que se aprecie el trato de partido político dado a sendero luminoso:

Tomado de CAPÍTULO 1. LOS ACTORES ARMADOS. 1.1. EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ SENDERO LUMINOSO)

"(...) 520 entre militantes del PARTIDO y simpatizantes más cercanos al momento de iniciar el conflicto armado en 1980 (...)" (página 13)

"Así, Sendero Luminoso constituyó núcleos por lo general
pequeños pero ideológicamente cohesionados y orgánicamente dependientes del PARTIDO (...)" (página 21)

"Guzmán depura el CC y conforma el Comité Permanente
Histórico, autorizado en situación de crisis a dirigir el PARTIDO (...)" (página 26)

"Guzmán, ya para entonces en Lima, decidió que el trabajo urbano del PARTIDO (...)" (página 26)

Ya ven?, se habla de "partido", "militantes", "simpatizantes", en otras partes del Corán de la izquierda se habla de "subversivos", "insurgentes" y de "alzados en armas", pero nunca de lo que son en realidad: terroristas.

Si la izquierda lograba cumplir su plan inicial de que su CVR se dicte como texto escolar en los colegios, esto sólo iba a contribuir a aumentar la desinformación en los jóvenes. En unos años más el MOVADEF podría estar disputando una segunda vuelta.

Felízmente a las pretensiones de lavarle la cabeza a los niños en los colegios con los eufemismos de la CVR de la izquierda, ya se le puso fin:

http://peru21.pe/2012/01/31/actualidad/nuevos-textos-escolares-mas-datos-sobre-terrorismo-2009868

Ojalá se publique y no censuren mi comentario.

Gonzalo Gamio dijo...

Pero es obvio que SL se describía como un partido: tenía una "ideología", cuadros y aspiraba capturar el poder. Era también una organización criminal, a la vez que un partido antidemocrático. Se usa allí partido en el mismo sentido que decimos que el partido nazi lo era, o lo era el PC estalinista. Desconocer el lado "político" de esa organización terrorista no nos permite combatirlo en todos sus frentes.

Alfredo P. dijo...

Es obvio que definiendo a sendero luminoso como "partido político" los terroristas van a reclamar por su condición de "presos políticos" o "perseguidos políticos". Precisamente ahora los del MOVADEF están reclamando que existe una persecución política en su contra e incluso amenazar con demandar al Perú en la CIDH (instancia supranacional famosa por su defensa de terroristas a los que calificó como "Juanas de Arco" y ordenó levantarle monumentos y pagarles jugosas reparaciones).

Nada de llamarlos "partido político" como erróneamente hizo la CVR de la izquierda, son terroristas.

Gonzalo Gamio dijo...

es que ese es el tema, son una organización terrorista y una organización política (criminal, antidemocrática, etc.). No tomar en cuenta ambos lados entorpece cualquier estrategia sensata para derrotar a Sendero. Eso lo tuvo muy claro el equipo que desde 1989 asumió la lucha antisubversiva desde el trabajo de inteligencia.

Alfredo P. dijo...

"Es que ese es el tema, son una organización terrorista y una organización política (criminal, antidemocrática, etc.)..."
Y por eso dejan de ser terroristas y hay que llamarlos "partido político"?.
El terrorismo comunista siempre ha buscado victimizarse y teatralizar contra el "sistema"; ¿por qué entregarles en bandeja esta posibilidad llamándolos "partido político" en vez de lo que en realidad son: terroristas.

Gonzalo Gamio dijo...

Son terroristas, qué duda cabe. En el IF-CVR queda muy claro. Si se hubiese combatido el ángulo político de SL - particularmente desde las universidades - se le hubiese podido erradicar eficazmente.

Gonzalo Gamio dijo...

Rosa María Palacios ha publicado un reportaje interesante sobre el caso Chavín de Huántar..

Anónimo dijo...

Lo último que escribe, estimado Sr. Gamio, es lo que muchos se niegan a reconocer: Sí, SL y el MRTA fueron organizaciones terroristas, pero a la vez fueron organizaciones con una estructura tan bien cohesionada ideológica y políticamente que sería de la envidia de muchos de nuestros actuales partidos. Ya Cotler decía hace muchos años que los únicos partidos organizados en el Perú eran Sl y el APRA.
Si esta realidad es utilizada por los terroristas para lograr beneficios pecuniarios o políticos, es una probelam de la forma cómo están hechas las instituciones para impedir eso. Si los delincuentes comunes salen libre y siguen delinquiendo es porque hay incentivos y vacios legales, institucionales y económicos.
Qudarse con el epiteto de "terroristas y punto", no nos va ayudar a comprender cómo es que el 7% de peruanos apoya las propuestas del MOVADEF o que los jovenes sepan realmente lo nefasto que fue SL para el país no por su "accionar terrorista" qué hizo que algo tan tenebroso surgiera en un país como el nuestro. A los jóvenes no los van a asustar ni persuadir por las imágenes de la violencia terrorista, pues maman violencia en su vida cotidiana, pero si podrán reflexionar sobre las circunstancias en las que ellos tiene que ver directamente.
Saludos

Víctor P.

Alfredo P. dijo...

"Son terroristas, qué duda cabe. En el IF-CVR queda muy claro."
Tu CVR es un mamotreto pesado y aburrido, tan plagado de eufemismos y de terminología "políticamente correcta" en donde nada termina quedando claro.
Tu CVR habla del "PCP-SL", de sus "militantes" de "subversivos", "alzados en armas"; nunca habla de lo que son en realidad: terroristas.
¿A quién no querían ofender con esa terminología plagada de eufemismos".

"A los jóvenes no los van a asustar ni persuadir por las imágenes de la violencia terrorista, pues maman violencia en su vida cotidiana, pero si podrán reflexionar sobre las circunstancias en las que ellos tiene que ver directamente."

La IBA (Izquierda Bruta y Achorada) se niega a aceptar la realidad e insiste en vendernos cuentos como este en donde el salvajismo comunista es explicado en función de "las circunstancias" y poniendo como "factores" que explican al terrorismo a la "pobreza" y "exclusión".
Haití es de lejos mucho más pobre que el Perú, ¿por qué allá no hay terrorismo y acá sí?, porque en el Perú se ha difundido masivamente la ideología marxista, la cual actúa como un catalizador violento a situaciones de pobreza e injusticia y funciona dándole una justificación al terrorismo.
Recuerdo que a comienzos de los 80s la izquierda legal se negaba a condenar la violencia del terrorismo comunista pues para ellos "la violencia es partera de la historia".

Anónimo dijo...

Más falacias de la DBA, que es más B que d y a.
EE.UU., Alemania, Japón, y otros países desarrollados y democráticos incuban grupos ue atentan a cada momento contra las entidades estatales (como Sol Rojo o la ultraderecha americana, que no tienen nada de comunistas) y su accionar es terrorista. Y este accionar no es "justificado" por lo que dice Alfredo P.
Europa y la boyante Asia tienen los partidos comunistas (sí, COMUNISTAS, sin eufemismos) más fuertes y grandes del mundo y vamos que el terrorismo como que no campea por allá como lo fue en nuestro país.
Si él utiliza estos argumentos está cayendo en el mismo determinismo de la vieja izquierda que critica. En lo que sí estaría de acuerdo es que a diferencia de otros países acá pegó un maoísmo retrógrado, negacionista del Otro y que, lamentablemente, fue llevado a la práctica. Pero claro, la DBA no quiere entenderlo así.
Y sigue insistiendo en que Marx utilizó la pobreza o la exclusión para justificar la lucha de clases, cuando ni siquiera las menciona. Ignorancia supina.
Y sigue denostando y minimizando a los jóvenes cuando de seguro este señor no ha hecho nada por fomentar la memoria entre los jóvenes.
Más lecturas por favor y menos wikipedia!