lunes, 27 de junio de 2011

EL EXTIRPADOR DE IDOLATRÍAS




Gonzalo Gamio Gehri

Hemos estado discutiendo el principio según el cual una democracia liberal exige el respeto irrestricto del principio de separación entre el Estado y las instituciones religiosas, que, en tal forma de pensar y llevar la vida común, los gobiernos – en la persona de sus autoridades – no deben pronunciarse sobre la validez o la corrección de determinadas creencias sobre lo divino. El Estado liberal tiene que custodiar la libertad de cultos y garantizar la observancia de un ‘pluralismo razonable’ en lo que respecta a las tradiciones que reflexionan sobre la fuente de sentido de la vida y se comprometen con una forma particular de “vida buena”. El problema de la existencia o carácter de esta fuente corresponde a otras organizaciones (Iglesias, comunidades, asociaciones voluntarias), no a la instancia política, y a los propios creyentes (o no creyentes).
Las autoridades políticas deben abstenerse de cualquier intromisión en el aspecto espiritual de la vida de los ciudadanos que involucre sus creencias personales sobre el sumo bien o lo divino. Menos aún puede intervenir sobre estas creencias como si la “corrección” de éstas fuese objeto de políticas públicas. En esta línea de reflexión, las recientes declaraciones del presidente García en un programa de televisión, en las que califica ofensivamente de “ideologías absurdas” las creencias en los Apus que suscriben los habitantes de las comunidades altoandinas, viola expresamente un precepto democrático fundamental, a la vez que constituye una falta de respeto a las convicciones de muchos peruanos. El mandatario considera incluso que es preciso derrotar esta antigua tradición con “más educación”.
“En tercer lugar derrotar las ideologías absurdas, panteístas, que creen que las paredes son dioses y el aire es dios. En fin, volver a esas formas primitivas de religiosidad donde se dice no toques ese cerro porque es un Apu, porque está lleno del espíritu milenario y no sé qué cosa. Bueno, si llegamos a eso, entonces, no hagamos nada, ni minería. No toques a esos peces, porque son criaturas de dios y son la expresión del dios Poseidón. Volvemos a ese animismo primitivo. Yo pienso que necesitamos más educación…”.
Alan García considera “falsas” y “primitivas” las ideas de los campesinos de la sierra peruana que identifican determinadas formas naturales con la presencia de los espíritus. En una entrevista en la que habla en calidad de Presidente de la República, García se pronuncia en torno a la “corrección” de las convicciones de sus conciudadanos acerca de la relación con la naturaleza y con lo divino.
“La población (…) dice ‘no me toquen esta zona porque es un santuario’…yo me pregunto: ¿Santuario de qué? Si es un santuario de medio ambiente, santo y bueno. Pero si es un santuario porque allí están las almas de los antepasados, oiga, las almas de los antepasados están en el paraíso seguramente, no están allí”.
Increíble. García supone haber corrido el velo de todo misterio espiritual para mostrar cómo son (realmente) las cosas (“oiga, las almas de los antepasados no están allí”). El Presidente propone superar este modo “animista” de pensamiento en nombre de una presunta verdad religiosa (“las almas de los antepasados están en el paraíso”). Más allá de lo que cualquiera de nosotros piense acerca de esta cuestión sobrenatural (el paradero de las almas) – puesto que cada uno de nosotros tiene alguna posición al respecto -, lo cierto es que García está interviniendo en un tema muy delicado, que no concierne al ámbito de competencia como funcionario público. De hecho, se ocupa del tema de una forma que revela hostilidad, ignorancia y una nula sensibilidad para con el pensamiento ajeno. El ministro de cultura, que es antropólogo (A propósito ¿Dónde está?), debería darle algunas lecciones respecto de la cultura y de las creencias tradicionales de muchos peruanos.
Pero el mismo servidor público que se refiere de una manera tan despectiva a la espiritualidad de los Apus es aquel que ha impuesto en el Morro Solar de Chorrillos la imagen de un Cristo – el llamado “Cristo del Pacífico” – que parcialmente habría financiado (en colaboración con una empresa brasileña que habría suscrito importantes contratos con el Estado). Pese a que algunos vecinos han pedido explicaciones por la medida, el presidente García ha decidido erigir el monumento del Cristo en un espacio público, y acaba de inaugurarlo en una ceremonia pública al lado del cardenal (quien ha señalado – acaso en consonancia con alguna forma pretérita de ‘pensamiento único” – que “ojalá que en cada cerro y en cada monte de nuestro país haya un Cristo”. Sin duda, tales expectativas no dejan mucho espacio para el cultivo del pluralismo). Por un lado, el presidente García desautoriza como absurdas ciertas creencias religiosas (a las que juzga como una expresión de ‘falta de educación’ de la gente de la zona), por el otro, promueve, desde las potestades de su investidura civil, otras convicciones espirituales que asume como “correctas”. El talante antipluralista de estas acciones es evidente. García se comporta como una autoridad pre-liberal, como un monarca integrista y un severo extirpador de idolatrías. Estas cuestionables actitudes no tienen nada que ver con el espíritu de la democracia.
Esta clase de situaciones lesionan gravemente el principio de respeto a la diversidad y merman seriamente nuestra democracia (lesionan incluso, podría decirse, el principio de tolerancia implícito en el propio cristianismo - que sostiene que “el Espíritu sopla por donde quiere”-, pero esa es otra historia). A buen entendedor, pocas palabras.

50 comentarios:

Anónimo dijo...

Y este Cristo Rey local, ¿tendrá algo que ver con algún nuevo comando antimarxista, o alguna determinación integrista oculta, o algún Franco en ciernes, o alguna cosa horrorosa de ese tipo? Precedentes no faltan.

Se habla de que la polarización de la campaña anunciaba el apocalipsis, y esto algunos suponen que ya se diluyó, pero si uno da una mirada a las webs religiosas, y no webs de desquiciados sino las más respetables incluso y algunas recomendadas por las más respetables, parecen andarse preparando para un apocalipsis que francamente me da más miedo que cualquier barbaridad armada con elementos puramente terrícolas, sea Hitler o Stalin...

Porque, ¿cómo se come eso de que la Iglesia es cuerpo de Cristo y su cabeza las autoridades? ¿Serán ellos los que han de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, con el "brazo secular" encargándose del trabajo sucio?

Dios se apiade de todos nosotros. Dicen, "piensa mal y acertarás", pero ojalá este mal olor se diluya y el pecado sea mío, por malpensado.

Gonzalo Gamio dijo...

Bueno, neofranquistas y falangistas no han faltado en el Perú actual. El presidente - en este y en otros puntos - actúa y opina en consonancia con la derecha religiosa, aquella que hostilizó a los agentes pastorales del sur andino - que combatieron eficazmente al terrorismo y su ideología -, acusándolos de "paganos". La derecha política, por su parte, no se incomoda un pelo respecto de estas políticas. También encontrará múltiples espacios virtuales extravagantes, que defienden la "metafísica" del Estado confesional, así como el pintoresco "neoteísmo" (una suerte de versión, digamos "light" - y cosmológica -, del integrismo teológico-político). Estas perspectivas por lo general se declaraban afines al proyecto político fujimorista.

Insisto en que se necesita una derecha moderna, pluralista. Democrática.

Saludos,
Gonzalo.

Darío dijo...

Es increíble que alguien que dice: “En tercer lugar derrotar las ideologías absurdas, panteístas, que creen que las paredes son dioses y el aire es dios." sea a la vez un devoto del Señor de los Milagros y se honre cargando la imagen de un dios literalmente pintado en la pared.

Anónimo dijo...

Lo de que no es igual un muro que un dios, y que los ignorantes portadores del "pensamiento antiguo" así lo creen, ya está en Metafísica, específicamente en IV, 4, pero es una constante a lo largo de todo el libro, que es digamos nuestro documento fundacional. Un dios, un hombre, una pared y un trirreme, así como los números 4, 5 y 1000 (ojo a los negocios) no son lo mismo, como creen los brutos pre-occidentales, de entonces o de ahora, que adoran a la Tierra en forma idólatra, perpetran sacrificios sospechosos y probablemente sacrificios humanos, y no conocen el Logos trascendente que está en los altares y en los tribunales.
A ellos les caerá el Juicio, con todo el peso de la ley.

(Ojo, nadie quiere descartar por esto a Occidente, Dios nos libre, eso sería igual de extirpador que la extirpación, pero qué tal si por una vez nos autocriticamos un poquito, como haciendo deslinde, para usar una frase que ha estado de moda últimamente?)

Anónimo dijo...

Muy interesante el texto profesor, seguramente es la sumilla del curso que va a dictar el proximo semestre: "Masoneria Basica I" o Masoneria for dummies?

Gonzalo Gamio dijo...

Allí está, la caricatura. Por eso resulta difícil tomar conceptualmente en serio a los defensores del integrismo. Si critico la postura del Presidente y otros en esta materia "soy un masón" o algo parecido. Es patético. Pues no soy un masón. Tengo mis propias creencias religiosas (de las que ya he hablado), pero creo firmemente en la democracia y el pluralismo. Y el cristianismo puede combinar bien con ambas cosas.

Jorge Ccahuana dijo...

Me parece que uno de los grandes problemas de Alan García es no poder separar su papel de personaje público (en tanto, se le ha dado el título -un tanto arcaico y ridículo, por cierto- de jefe "de la Nación") con el de ciudadano privado (con absoluto derecho a considerar -y ojo, he dicho sólo "considerar"- erradas otras fuentes que reflexionan sobre "el sentido de la vida"). Es más, García es jefe de Estado, y en tanto tal, su discurso fácilmente es confundido con la política del Estado (en tanto por la opinión pública como por los funcionarios -lo que es peor-). Un problema que, en parte, él mismo se lo ha inventado, al querer ocupar el papel principal y casi solitario en el manejo del Estado, pero que también tiene que ver con nuestra vieja raigambre presidencialista.
Hay veces que García parece que está consciente de este problema; pero creo que el poder, y las cortes que lo glorifican diariamente, terminan obnubilando este pensamiento.
No se si te parecerá válida o no esta sugerencia, pero creo que examinando en ella y no quedándonos en lo de "autoridad pre-liberal... monarca integrista y severo extirpador de idolatrías" (juicios tan conocidos como ciertos) detallaría aún más el panorama y la lógica de las acciones.
Saludos de un recurrente lector.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

¡Qué duda hay! La defenda de que la moral y religión cristiana deben mantenerse en la vida privada de los ciudadanos, mas no públicas, es ya una herencia de los liberales progresistas.

La solución a todo no es el cambio.
Pedir que una "derecha moderna" entre al escenario público es ilusorio.
No se puede renunciar a la fe que sustenta la vida del creyente y su defensa en el debate público, todo porque los liberales creen que la vida es tolerancia y la democracia lleva esa bandera como su núcleo. No creo que el cristiano sea perplejo ante los libertinos, absteniéndose de hacer cualquier juicio de valor porque eso, según los liberales, es intolerante.
¿Dónde quedó la evangelización de la cultura?, ¿todos los cristianos tenemos que abstenernos de la crítica porque la forma de gobierno con los "derechos tolerantes" de contenido nos lo impide? y ¿en qué se sustenta esa tolerancia que hace que nos mantengamos perplejos a todo?

Veo con desazón que se tenga que defender el laicismo, sobre todo cuando todos los cristianos no tenemos nuestras propias creencias religiosas, sino la creencia religiosa. Comunidad.

Por otro lado, García tiene en parte razón. No pueden ir pues los Aymaras diciendo que esto es "sacro" cuando me conviene, y luego tengo el ánima economicista de explotación de recursos y me vuelvo secular, pero como no conviene, vuelvo al primero ¿?

No eche la culpa de todo a la derecha. Parece que la izquierda es "sana y sagrada", y dio tantos logros al Perú que merece ser llevada a los alteras ¿?

Si se vulneraron normas jurídicas y procedimientos, los gobiernos dentro del proceso de descentralización tienen que hacerlas respetar; o sea, obedecer. En todo caso, ¿lo hará Humala?, pero sólo tenemos dudas.


Saludos cordiales,

José.

Amma Sinclética dijo...

¿Con más educación? Mientras más me educo más crece mi fe en el espíritu que anima a los Apus.

David dijo...

Parece que para Alan García patrimonio cultural es equivalente a turismo y, por tanto, a réditos. Reivindica Machu Picchu, recibe con pompa las piezas que envía Yale y propone la creación de un museo de la gastronomía. A sus ojos, toda manifestación cultural que no brinde réditos ni dé lugar a la creación de paquetes de entretenimiento está fuera de lugar.

Tachar las creencias locales de absurdas y arraigadas en la ignorancia o falta de educación por postular voluntades en la naturaleza no parece muy consistente con sugerir que las almas están en el paraíso. ¿Qué pretende decir? ¿Que sus creencias religiosas encierran verdad y las otras no?

Pero el propio García atribuye a la acción sobrenatural de fallecidos acontecimientos naturales, tales como la muerte de bin Laden. Dijo muy serio que se trataba de un milagro de Juan Pablo II para acabar con "la encarnación demoníaca del mal."

En fin, ¿para qué revestir de ropaje metafísico una disputa que es sobre todo económico-social? Que el país esté lleno de conflictos no es consecuencia de la creencia en los apus ni de voluntades sobrenaturales, sino del pasar por alto la voluntad e intereses de quienes están vivos, aquí y ahora.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Señor Bellido:

Le agradezco su comentario. Que el Estado democrático, y sus autoridades en el ejercicio de la función pública, se abstengan de pronunciarse sobre cuestiones de 'validez' religiosa no signoifica que no se pronuncien sobre temas de ética pública: al contrario, ese es un elemento importante en la vida del ciudadano.

Nadie pide que los creyentes renuncien a su fe, pero el presidente debe respetar el espacio público y el fuero del Estado. El Estado rige para todos los ciudadanos, no sólo para quienes profesan la creencia X,Y, Z o Z'.

La crítica es una actividad de todo ciudadano, y debe reforzarse y ponerse en ejercicio. En una democracia el derecho a la crítica debe estar garantizado. Y el tema de la 'crítica religiosa' cuenta con sus espacios, Iglesias, inst. de la sociedad civil, etc. Lo que se puntualiza aquí es que los funcionarios del Estado no deben pronunciarse desde el Estado en materia de "ortodoxia religiosa". El Perú es un estado laico. Eso no es "laicismo", es democracia.

Este confesionalismo suele imperar en una derecha conservadora. La izquierda tiene sus propios defectos. Y muy grandes.

http://gonzalogamio.blogspot.com/2009/11/el-muro-y-la-izquierda-recuerdos-de.html

http://gonzalogamio.blogspot.com/2009/11/el-muro-y-la-izquierda-recuerdos-de.html

Sobre el caso del Apu, hay que detenerse en el examen preciso del caso. García ofende a un culto milenario.

Saludos,
Gonzalo.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

Comencemos entonces por respetar a la Iglesia Católica y el cristianismo porque también son milenarios, más aún cuando su Universalidad se sustenta en una Verdad Absoluta, y el Estado no puede desconocer. Mejor, colaborar ambas en la formación del ciudadano. Prefiero una laicidad que fomentar libertades por doquier donde no las hay.
La fe no se queda sólo en los claustros.

Parece que el debate público debe girar sólo en opiniones, ¿a qué certeza llegaremos?
Los funcionarios públicos no pueden dejar de pronunciarse sobre política y religión a pesar de su cargo en el gobierno. Este es un mensaje de la Iglesia, sobre todo a los líderes y legisladores, quienes deben garantizar lo establecido en la Constitución, respeto a la persona y su dignidad. Pero no se puede decir que esto es ambiguo, ¿por qué sostener todo por la razón y no por la fe? Su postura es laicista porque su exhortación parte de que el político como está en lo público debe abstenerse de manifestar su creencia ya que es privada, desenvolviéndose “como si Dios no existiera”. Total, metafísica y teología, esas convicciones no pintan con el pluralismo, por tanto hay que eliminarlas o “guardarlas” en el baúl de la niñez. Ahora, disfrazar la democracia es distinto, ¿Desde cuándo es democrático tratarnos como desiguales?, ¿Dónde está la deliberación y participación en iguales condiciones? y ¿Cómo llegamos a consensos?

A los Apus se les considera como una creencia por sus tradiciones y etnias que sustentan a su pueblo, pero que no sean convenencieros y salgan que la “nación Aymara” o Puno se volverá una Federación. Yo veo el inconveniente en que la defensa de su pueblo parte de la ideología, y no desde la tradición. Tampoco niego que tengan derecho a la huelga, pero no a ese tono de desobediencia civil, donde se ve a todos como enemigos políticos.
La responsabilidad es compartida. El Estado no informa y los otros se dejan manipular. Ahí sí falta educación y el Congreso es reflejo.

Qué bonito sería repensar los aportes de Víctor Andrés Belaúnde sobre la “síntesis viva” y la relación que origina al Perú en el Evangelio y la cultura.


Saludos cordiales,

José.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Señor Bellido:

La democracia liberal se esfuerza por crear consensos de justicia y procedimiento que permitan la coexistencia pacífica y solidaria de personas que tienen diferentes creencias religiosas. El intento de imponer - desde el Estado - un credo rompe ese equilibrio. Por eso las declaraciones de García son lamentables y virulentas. Él gobierna para creyentes y no creyentes.

No está claro que haya algo así como "certezas religiosas". Que nos preocupemos por introducir la ética en la política es una gran cosa, que convoca a TODOS los ciudadanos, no sólo los creyentes. No se trata de opiniones, se trata de argumentos.

La metafísica ha tenido sus problemas desde el siglo XIII, y ha sufrido transformaciones importantes. Y lo mismo la teología. No tiene necesariamente una autoridad epistemológica inmediata.

Lo de la "sintesis viviente" es terrible (Materia=andina; forma=hispánica). He escrito sobre ello.

Saludos,
Gonzalo.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

Me quedo perplejo; sin embargo, aún no "descubro" esa libertad que usted personifica y defiende.

La admiración a la diversidad cultural es magnífica, pero hay que intentar extender lazos de reconciliación. ¿Por qué sólo ética en la política?, ¿En la ética sí somos universales? ¿Si no es así, por qué creerle?

Sólo dígame José, como antes, porque lo de señor hace que uno se sienta vasto en vida y no es así. Además, su página es bonita para la lectura. Usted sí que es vasto, pero algo de lo que usted escribe contradice con lo aprendido en la niñez. A eso no renuncio.


Saludos cordiales,

José.

Gonzalo Gamio dijo...

Hola José:

No se preocupe, que podemos discrepar cordialmente sin ningún problema. Yo no pretendo personificar la libertad en absoluto. Mi camino es el de la filosofía. Como usted sabe, es camino más de preguntas que de respuestas. Soy católico, en una línea un tanto diferente. Y en política me acerco a la socialdemocracia.

El terreno de la ética es universal, sin duda. Puede convertirse en un foco de consenso intercultural.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

El liberalismo no puede resolver el problema del enfrentamiento de religiones, pues es esencialmente ateo y terrorista. Es el liberalismo el gran responsable de bombardear Yugoeslavia y Afganistán.

Raimond dijo...

Gonzalo,

No serás masón, pero estás en plena comunión de ideales con dicha organización. Laicismo, reducir la religión al fuero íntimo, promoción de la falsa tolerancia burguesa. Cristiano que se escandaliza de proclamar a Cristo como camino,verdad y vida; y para quien los apus son una verdad del mismo nivel.

Anónimo dijo...

Lo que el liberalismo no se puede solucionar es la guerra entre los poderosos y fundamentalistas.

Esto tampoco la Monarquía lo manejaba de manera menos nociva. Claro que de las Cruzadas a la guerra atómica hay una distancia, pero de las Cruzadas a bombardear un país hay un milímetro.

La Aristocracia de Platón siempre era una aristocracia guerrera y la guerra está prácticamente en la base de nuestra civilización, y, diría yo, de cualquier otra.

Gonzalo Gamio dijo...

Anónimo:

La expresión "esencialmente" es usada para intentar validar retóricamente una serie de preferencias ideológicas no justificadas.

Decir que el liberalismo es "esencialmente" terrorista o bombardero es una estupidez de marca mayor. Es tan necio como decir que el cristianismo es "esencialmente" sanguinario (por la inquisición o las Cruzadas) o que la ciencia moderna es "esencialmente" destructiva, o que el Islam es "esencialmente" fundamentalista. Ese razonamiento es absurdo. Las ideas pueden ser usadas de manera dañina y distorsionadas. Los responsables de la distorsión o del mal uso son las personas. Por poner un ejemplo extremo, una escultura puede ser objeto de contemplación, pero puede ser (mal) usada como un arma por un asesino. El homicida es el individuo, no el artefacto.

De hecho, el régimen de Bush y de la extrema derecha religiosa y política que lo apoyó violó los principios fundamentales del liberalismo y de la ética pluralista y alibilista subyacente a la declaración de derechos, con el Acta Patriótica y otras medidas (cfr. Bernstein, R. "El abuso del mal", por ejemplo).

No es nada infrecuente, en teoría política, que la derecha antiliberal confunda liberalismo con jacobinismo o contractualismo, o que sindique sin más a Hebbes como un liberal (incluso Rousseau no puede considerarse sin más como un liberal). El papel aguanta todo. Lástima.

"Terrorismo" es una categoría jurídica penal muy precisa (como "genocidio" o "robo"). Usarla alegremente (aplicándola a una concepción filosófica) es una torpeza evidente. Más seiedad, si se quiere hacer filosofía.

El sistema de derechos postuló una posible salida al conflicto religioso.

Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Reidmond:

No has leído bien el post. Yo no considero que los apus y el cristianismo estén en el mismo nivel. Digo que no corresponde al Estado o a alguna autoridad política resolver ese problema. Tampoco digo que la religión sea un asunto meramente interno, sino que es un tema que se aborda en instituciones no-estatales (iglesias, comunidades, etc.). Al Estado (laico, no laicista) le corresponde velar por la libertad de conciencia y culto.

así que nada de masonería ni afines. Lee bien.

Saludos,
G.

Anónimo dijo...

Nunca se me había ocurrido ponerme a leer sobre el tema, pero esto de la Masonería está de lo más gracioso.

La web de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, por ejemplo, nos ilustra al respecto.

http://www.corazones.org/apologetica/grupos/masoneria.htm#Asociaciones%20Mas%F3nicas%20Con.%20Doct.

Y exactamente lo mismo dicen acá:

http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=22132

Y lo que resulta increíble es que se polaricen las cosas y se caricaturice la realidad al punto de decir que todo lo que no es ultraortodoxia es masonería.

Está claro que para ser conservador hay que haber tenido una educación conservadora y para ser reaccionario hay que haber tenido una educación férrea, y hay que perdonar entonces la falta general de imaginación. En el mundo (y del mismo modo en Occidente) hay mucho más que ortodoxia católica conservadora y masonería. Y siempre lo ha habido. Felizmente.

Creer que sólo esas dos fuentes existen es como creer que todos los católicos son reaccionarios, y felizmente no todos lo son, como lo demuestra incluso el señor Bellido, que declara no poder imaginar la libertad de la que habla el señor Gamio, y sospechar que esto se debe a su eduación en la infancia, y explica esto con toda sencillez y con toda caballerosidad y apertura, sólo pide el derecho a creer eso, que es lo mismo que piden la gran mayoría de los que creen diferente. No todos los cuales, por cierto, son terroristas, como no todos los cristianos son inquisidores y cruzados, aunque algunos lo parezcan.

Anónimo dijo...

Y además, "masón" es un insulto grave dentro de la iglesia, es un insulto muy fariseo, porque es una categoría jurídica en el derecho de la iglesia católica por lo menos al punto que la Congregación para la Doctrina de la Fe se da el trabajo de tipificar la masonería como pecado mortal

"Los fieles que se inscriben en asociaciones masónicas están en estado de pecado grave y no pueden recibir la Santa Comunión. No está en la competencia de las autoridades eclesiales locales el impartir un juicio sobre la naturaleña de las asociaciones masónicas que implicase una derogación de lo que se ha decidido arriba, y esto en línea con la declaración de esta sagrada congregación promulgada el 17 de febrero de 1981."

Declaración sobre las Asociaciones Masónicas, Quaesitum est...
de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe.
26 de noviembre, 1983. Fuente: vaticano

"Masón" o "alineado con la masonería" es la acusación de pertenencia a, o de encontrarse bajo la influencia de, una sociedad conspirativa; la acusación implica la satanización y magnificación de esta sociedad conspirativa al punto de atribuirle la autoría de cualquier brote espiritual que no sea estrictamente ortodoxo, y de tipificar todo brote espiritual como satánico dentro de esa misma lógica.

Es una suerte que Internet no se encuentre bajo el control de quienes así piensan.

Anónimo dijo...

El link a la página de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, más arriba, no funciona.

Seguramente el comentarista hace referencia a este site

http://www.corazones.org/apologetica/grupos/masoneria.htm#Asociaciones%20Mas%F3nicas%20Con.%20Doct.

Eddy Romero Meza dijo...

Qué curioso es García, él que siempre ha pretendido ser un Apu ante el pueblo. Su desprecio por lo no criollo es evidente. Su infeliz frase de “andinos tristes” expresó ciertamente su distancia e incomprensión frente a la diversidad de nuestros pueblos. Su tesis del perro del hortelano y lo sucedido en Bagua, son la consecuencia política de su limitada visión de las naciones que conforman el Perú.

El autor del comentario “No seas cojudo, hombre, la plata llega sola”, también destaca por su nacional catolicismo. Lamentablemente excluyente como se aprecia. Desconoce que los cultos andinos obedecen a una concepción donde el hombre es más próximo a la tierra (pacha mama) y la naturaleza (ríos, lagos, montañas). En Occidente el hombre es contrapuesto a la naturaleza (hombre vs. Naturaleza), mientras en Oriente el hombre es indesligable de la naturaleza (forman uno solo).

Creer en ángeles, tiene el mismo sentido que creer que en la naturaleza existe fuerzas espirituales. En el Perú de hoy el culto andino y el cristianismo no son excluyentes. Nuestra diversidad cultural debe llevarnos a ampliar nuestro horizonte mental, no a despreciar lo que no entendemos realmente.

Saludos Gonzalo.

Anónimo dijo...

A ver.

http://www.corazones.org/apologetica/grupos/
masoneria.htm#Asociaciones%20Mas%F3nicas%20
Con.%20Doct.

Por alguna razón el software no lo acepta completo, pero pegue usted todo eso seguido y podrá escuchar lo que las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María nos ofrecen para cuidarnos de los masones.

Anónimo dijo...

Algunos datos:

Primero, no olvidemos la posición que la siguiente frase expresa perfectamente:

"El cristianismo arrancó a los hombres de las garras del paganismo, con sus errores y esclavitudes, y los liberó del terror de los falsos dioses."

Esto es de un artículo en la web del Arzobispado, se puede buscar eso en Google.

Ahora, si uno cruza ese axioma histórico con el siguiente artículo, con su respectivo foro y con el foro subsiguiente (donde se relaciona ya específicamente Pachamama y Gaia, y todo esto con la Nueva Era - que mayor investigación revelará es el temible proyecto de los Masones) se tendrá así una mayor claridad sobre las actitudes exaltadas que este tema provoca.

infocatolica.com/blog/meradefensa.php/
0910011203-pedro-casaldaliga-y-la-pacha#more5255

http://es.catholic.net/foros/viewtopic.php?f=97&t=13123

Para entender más aún, podemos considerar la unión de las fuerzas New Age con las fuerzas del retorno del culto pagano a la Pachamama, promovido como dice el señor Fernández por el gobierno de Evo Morales, como coincidiendo en dos vertientes de paganismo, es decir, en palabras del artículo publicado por el Arzobispado, estaríamos hablando de un verdadero retorno del "terror de los falsos dioses", de cuyas garras el cristianismo ya nos había arrancado (a todos los hombres, en la medida que así lo aceptáramos).

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

Reitero que la ética universal a la cual me refiero es la Ley Natural. En esto discrepamos porque no creo que un estudioso de Rorty vaya a aceptar eso. Pero, desde su postura ¿cómo se llega a una ética universal?

No dejo que se entienda que deba ser perplejo ante el multiculturalismo existente en nuestro país. Por el contrario, creo que el diálogo en el reconocimiento de la dignidad humana y sus fines naturales es una verdad innegable. Explicable por el esfuerzo de la razón y a la luz de la fe. Claro que para el profesor Gamio y los amigos que intervienen con sus opiniones o argumentos, mi postura no talla.

Los lazos de fe y cultura son evidentes. Es innegable que en las celebraciones a la Virgen de Chapi se esté prendiendo cigarros al Ekeko o que se esté echando botellas de licor a la boca de un sapo de piedra y en ese mismo momento se celebra a la Virgen de Copacabana. No toda manifestación ancestral debe ser tolerable ni promovida.

Es interesante leer autores como Leo Strauss y Carl Schmitt. Ustedes amigos se rasgarán las vestiduras, pero mi interés parte de entender el realismo político, como los aportes de la filosofía política clásica. Es innegable, el sello se deteriora y se romperá. No hay vuelta atrás, pero se resiste.

La fe no es sólo un tema de conciencia, sino de Revelación. La Verdad se nos da y todos estamos invitados a recibirla. Como decía un profesor: Una invitación a vivir en Cristo.
Si algunos no quieren, no quiere pues, ¿qué hacemos? Pero no se niega esa Verdad ni su difusión en la cultura, sea en la moral, derecho y política.

El profesor Gamio tiene razón. García se excedió en sus declaraciones, pero frustrado, desde mi punto de vista, en utilizar la tradición y las etnias con intereses ideológicos. Pero yo también me siento frustrado en que se haya enfatizado el desarrollo económico y no el desarrollo social con civismo.
En broma. El único Apu de su partido es él y qué hará para restablecerlo, porque “en el dolor hermanos”, no bastará. Y eso que es un socialdemócrata, distinto a la identificación del profesor Gamio.

La laicidad sigue viva, no se niega. Esta es otra discrepancia.


Saludos cordiales,

José.

Gonzalo Gamio dijo...

Eddy;

De acuerdo contigo.

Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

José:

Estamos de acuerdo en en el reconocimiento de la dignidad humana como base del sistema de derechos: No coincidimos en la ley natural - que supone un esencialismo cuestionado severamente desde la fil. analítica, el pragmatismo y la fenomenología -; estas críticas se extienden al esencialismo de Strauss. Creo que los DDHH constituyen un universal concreto, expresión de un consenso entrecruzado o superpuesto (Rawls).

Estoy de acuerdo con lo que dice sobre la fe, pero esa reflexión no pertenece al fuero del Estado (menos mal). Revelación y conciencia.

García y su "Perro del Hortelano" están más cerca de la ultraderecha de "Correo" que de la socialdemocracia.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Lo triste es comprobar que la conversación sobre este tema no nos acerca, sólo logramos seguir polarizados.

Yo recuerdo cuando de niño cantaba en la parroquia "Juntos como hermanos", y el cristianismo tenía para mí una dimensión de amistad universal.

No recuerdo que se me explicara que era amistad sólo con mi gente, y odio hacia afuera.

Ahora veo el cristianismo defendido por quienes defienden también la política como guerra, los bandos cerrados de "amigos" y "enemigos".

Esto me provoca algo de miedo y preocupación, porque, primero, no sé si estoy entre los "amigos" (peor aún, no sé si me cuentan entre los "enemigos"), y, segundo, la información sobre cómo ser "amigo" y cómo no ser "enemigo" no parece fácilmente disponible, lo que da a la situación un aire cerrado, sectario.

Parece estar surgiendo con mucha fuerza un catolicismo sectario que poco a poco da la impresión, hacia afuera, de desarrollar en sus adeptos la actitud de estar dispuestos a pasar por encima de la voluntad de la otra mitad de la gente, aquella mitad que no acepta que sea esta primera mitad (el catolicismo sectario) la que imponga a todos los demás su "verdad universal" o su "reino universal" - no el de Cristo, sino el de la secta, el de los humanos que se creen voceros de Cristo al punto de poder hacer la guerra por él.

Jesucristo nunca fue un Mesías guerrero.

Yo también creo que "el diálogo en el reconocimiento de la dignidad humana y sus fines naturales es una verdad innegable", pero esto para mí (y también para mis padres, y también para casi toda la gente que recuerdo alrededor de mi vivencia del catolicismo en la infancia, porque como familia fuimos muy activos practicantes) funciona sólamente si el diálogo es universal, no funciona si el diálogo consiste simplemente en pasar a todo el mundo por la espada de un logos aplastante que asume a priori su victoria, y la derrota de lo que considera ajeno. Tengo a estas alturas mis sospechas con ese tipo de victoria y ese tipo de logos: Lograr un tablero jurídico donde ese logos gane siempre el juego ha sido una victoria las más de las veces militar. Un cristianismo así se parece más a otros planes, que Cristo expresamente cuestionó.

Lo que me da miedo es que cuando expreso ideas así, tratando de encontrar mejores verdades en conversación con algún tipo de "comunidad" ampliada (cosa que también se pierde, hoy hay poco tiempo para conversar) podría estarme poniendo en la situación de que algunos empezaran a fantasear con verme purificado por el dolor del interrogatorio o el fuego de la hoguera.

Y temo mucho que el sectarismo del que hablo más arriba incentive justamente ese tipo de imaginaciones y las encauce; y nadie rechaza a Cristo, pero varios tememos a la connotación específicamente militar de las palabras "viva Cristo Rey", por ejemplo, pronunicadas ayer con fuegos artificiales.

Todo esto lo digo con tristeza. Se trata de lo que toda la vida consideré la Familia ampliada, la Nación posible, verdadera y universal pero justamente porque todos tenían cabida, no verdad impuesta por la fuerza... y este proyecto corre el riesgo de terminar en la misma ruptura con la que empezó, y así es el cristianismo mismo el que se está rompiendo, y los radicalismos no hacen sino romperlo más y minar sus posibilidades de supervivencia de cara a los nuevos tiempos.

Me gusta este mensaje del padre Juan Dejo:

http://www.pneumatiko.com/2011/03/formarse-e-informarse-bien-antes-de.html

Es una pena, porque aquí estoy tratando de ser un buen ciudadano y merecer con mi familia un lugar en el mundo; no quisiera ser el enemigo de nadie, aunque muchos digan que esto no me permite ser amigo de nadie tampoco. No puedo creer en una situación así de dual, excepto en la guerra. Y el cristianismo nunca me enseñó la vida como guerra.

Gonzalo Gamio dijo...

Anónimo:

Exactamente. Pones las cosas en su lugar. Ese grito falangista tiene un contenido político evidente.

Saludos,
Gonzalo.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

No creo que los derechos humanos “broten” de un consenso racional de las personas. Creo más bien que los derechos naturales son su base; es decir lo justo por naturaleza. Si concebimos una naturaleza humana, universal, lograremos identificar por una recta razón natural derechos que están en la persona humana, encontrándose delimitados. Pero se necesita de una protección de ellos en nuestra legislación, siendo necesario para la comunidad política el derecho positivo.
Su postura es de “construcción” de derechos por consenso, mero procedimiento, nada de sustancia, más evocar una “dignidad” que no sé a qué se refiere.

Me imagino que usted defiende un Estado neutral, como una voluntad neutral, para la defensa de la tolerancia. En la ausencia de lo bueno y malo ¿la confianza en la razón puede conducirnos a la realización sin conocer fines naturales? ¿Una razón que en la posmodernidad está cargada de relativismo para el sustento de la tolerancia? Al Estado se lo toma como mero medio, pero carente de reconocer fines. Es mejor, para los liberales, hablar de bienes (intereses). Esa razón de progreso de los modernos está desfasada con los posmodernos.

Nuestro amigo, “Anónimo”, nos describe como sectarios ¿? Yo canto como usted, hasta llegué a ser monaguillo. Pero ante un mal inminente que pone en peligro la existencia del Estado y la de nosotros como sociedad ¿debemos ser tolerantes? Yo asumo esta última ratio cuando los argumentos y el diálogo no han logrado su objetivo ni lo lograrán.
La pérdida de la autoridad y la obediencia, desencadenan libertades y derechos que sorprenden. Más aún, cuando no hay nada objetivo.

Muchos “derechos”, nada de deberes.


Saludos cordiales,

José.

Gonzalo Gamio dijo...

José:

No es posible sin más desde lo humanos, hacer una explicación objetivista de la naturaleza humana y sus 'leyes'. Sólo un Dios podría hacerlo. Por eso Hannah Arendt habla sólo de la 'condición humana'. No hay más que los consensos racionales y los movimientos sociales que han dado lugar a los DDHH. Que vienen con deberes, es verdad. Nada con el relativismo.

La dignidad se funda en el reconocimiento de las capacidades humanas, no necesariamente en una autoridad suprahumana. La fuerza sólo es admisible cuando estos derechos de las personas están en peligro y no hay otro modo de defenderlos.

La neutralidad valorativa es un imposible epistemológico, pero sí creo en un Estado democrático pluralista.

Saludos,
Gonzalo.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

Tengo entendido que la condición de persona humana es su dignidad. Ella misma deja en claro la naturaleza humana. Su reconocimiento no es sólo una afirmación del ser, sino del deber ser.
Por eso dudo que se tenga que hacer consensos y no reconocimiento de los bienes naturales que emanan de la dignidad.


Saludos cordiales,

José.

Gonzalo Gamio dijo...

José:

Eso sólo se puede decir en una perspectiva neoescolástica, que encuentra muchas dificultades filosóficas. Sé que en algunos espacios se dice como si se tratara de evidencias, pero las dificultades están allí. Tampoco mucho de la teología actual asume tales supuestos.

Saludos,
Gonzalo.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

No sé dónde están las dificultades en el derecho a la vida, el trabajo, la libertad, el matrimonio, entre otros, la felicidad, entre otros.


Saludos cordiales,

José.

Anónimo dijo...

Estimado José:

Soy el último anónimo, el de las 7 am de hoy.
Ante todo: No le considero a usted sectario en la medida que está usted acá aportando en una conversación donde yo también tengo cabida, y así me está escuchando, y enseñando también lo que usted piensa. Me gusta mucho su tono y quiero creer que cuando usa la palabra "amigo" lo hace sinceramente.
Yo también he sido monaguillo, varios años. Y más aún, he sido misionero, unos meses. Y nunca he renunciado a Cristo, ni creo que pueda renunciar a Él, porque en Cristo fui criado.
Entonces, le considero a usted, sinceramente, un amigo, perplejo igual que yo, a pesar de las diferencias, tratando de entender mejor (es decir, de no estar meramente perplejo sin más y sin salida).
Todo lo que le puedo decir es que para mí el cristianismo se da en un diálogo como este.
Ahora bien. En cuanto al tema político o, si se quiere, político-militar. Yo ahí no me meto, porque me considero de los débiles de este mundo, que no toman la espada, le temen y por lo tanto la respetan. Por lo tanto: Lo que suceda por la espada, espero no me involucre, y no me necesite. No participo en ningún tipo de medidas que involucren la presión por la fuerza: jamás he ido, por ejemplo, a una marcha de ningún tipo. Ando en sitios como éste, conversando civilizada y prudentemente con personas como usted, que me pueden ayudar a comprender mejor las cosas.
Además: Cumplo rigurosísimamente con lo que considero mis deberes. Soy de los que descansan poco y trabajan mucho; soy de los que se preocupan enormemente allí donde la mayoría se relaja. Soy escrupuloso en el cuidado de mi familia.
Por eso justamente mido con mucha preocupación la situación actual, porque en el momento en que se decidiera "poner orden", yo quisiera que las instrucciones de "dejar de conversar" se emitieran expresamente, para dejar prudentemente de conversar, porque, como reitero, cuando hay guerra, pues uno se calla y apoya en silencio a la nación donde está parado so pena de perder la pertenencia y la protección por la que uno tanto trabajó, y no hay mucho más opciones para un ciudadano como yo.
Entonces, reiterándole que no le considero a usted sectario sino más bien compañero circunstancial en la perplejidad, en la conversación e incluso en lo esencial de la fe, le agradezco la posibilidad de breve comunión aquí en este espacio inesperado, dentro de esta situación tan preocupante, ante tanta incertidumbre. Cualquier cosa terrible que pudiera suceder, creo, no se deberá ni a gente como a usted ni a gente como yo.

Gonzalo Gamio dijo...

José:

Con esas cosas, ninguna dificultad. Con la posibilidad de darle un fundamento metafísico apodíctico e incontestable, muchas.

Saludos,
Gonzalo.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

Parece que su filosofía no es la apertura a buscar la verdad, sino la impresión del historicismo. Frente a esta postura filosófica, la metafísica existe relativamente. No hay nada universal.

El problema es la conciencia y su falta de sumisión.
Construimos y seguimos construyendo, queriendo alcanzar la universalidad, pero el contenido es tan confuso y nadie sabe qué objetivo hay en eso. Tan frágil, los fines son construidos y se deconstruyen en el tiempo por otro que cree que su construcción es mejor, porque siempre estamos en progreso.

Reitero, me resulta imposible apoyar mi realización en nada objetivo y metafísico, más aún teológico.

Saludos cordiales,

José.

Gonzalo Gamio dijo...

No es el historicismo (cuidado con los "ismos" de los manuales), se trata de la fragilidad de la condición humana. Su provisionalidad e indigencia.

Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

¿Falta de sumisión a qué?

Saludos,
Gonzalo.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

Cuando escribí sumisión, me refería al reconocimiento y actuación conforme a la dignidad ontológica, y no a las pasiones mundanas que son transformadas en derechos porque alguien por ahí cree que es “consciente” de sus actos, p.e. “matrimonio homosexual” y aborto. Aunque usted está a favor del primero como “uniones de hecho”, un “derecho” sin sustento ontológico.

Eso de “provisionalidad e indigencia”, tiene tinte contractualista. Sería como decir que hay derechos porque hay consensos, entonces los hay porque existe el Estado que garantiza ¿positivismo jurídico?
Yo creo descubrir la verdad, no construirla; por tanto, los derechos son universales como la naturaleza humana. Que la razón no se haya dado cuenta y en la historia no se refleje, es otra cuestión. Pero ¿cuál sería el sustento para que esos derechos obtenidos por consenso tengan alguna validez, si se comienza a negar la capacidad ontológica del ser humano? Ese divorcio de naturaleza humana y razón hecha por los modernos no trae ninguna certeza. Otro liberal podría decirme lo contrario con argumentos, y gustaría de aberraciones, irrepetibles por respeto a la persona.
Con esto entiendo que sólo son derechos de forma, obtenido por procedimiento, la razón como instrumento, pero nada de contenido, hueco ¿adónde vamos con una postura así?

La amistad constituye una disposición a fortalecer los lazos en la comunidad, como Aristóteles lo considera para la justicia en la comunidad política. Por eso trato como amigos a todos. Eso de “brother”, no me suena, muy superficial.
No me considero perplejo. Por el contrario, contribuir a la comunidad con algo de mi formación es para mí una prioridad. Así son las cosas amigo, “Anónimo”.

En última instancia, todos somos hermanos por ser hijos de Dios.

Saludos cordiales,

José.

Gonzalo Gamio dijo...

José:

La presencia o ausencia de "sustento ontológico" - en sus términos - depende de una concepción antropológica. Usted parece suponer que la que usted esgrime (originaria del neo-tomismo) es la única posible. No es así. Primero tiene que sustentar por qué esa antropología y no otra.

Lo de la “provisionalidad e indigencia” viene de la tragedia griega, no del contractualismo.

¿De dónde viene la universalidad? La respuesta tiene que fundamentarse. Aquí no valen los saltos mortales. Es filosofía. ¿En qué se sustentan los consensos que forjan el sistema de derechos? En la necesidad práctica de erigir instituciones y normas que garanticen la coexistencia de grupos que tienen creencias diferentes. Un gran desafío para la razón, sin duda. Las razones que se buscan son instrumentos eficaces más que certezas.

Dios mismo no es objeto de certeza, sino de "esperanza" y "confianza" (Buber).

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Este documento (publicado originalmente por la revista Oiga en 1993) es relevante hoy para entender qué tipo de fuerzas pueden estar fluyendo bajo la superficie de un asunto como el que se comenta aquí:

http://www.resistencia.org/documentos/
el_plan_verde/el_plan_verde_p1.htm

Mirko dijo...

Estimado profesor

El Viva Cristo Rey no es un grito falangista. Fue el lema de los combatientes de la Cristiada mexicana contra la persecucion anticatolica de los años 20, una gesta que tuvo su principal sosten y apoyo en las zonas rurales donde indios y mestizos defendieron la Fe al precio de sus propias vidas. Es verdad que se uso tambien en la Guerra Civil Española, pero no por la Falange sino por los Requetes, las milicas del Carlismo, el movimiento legitimista y contrarevolucionario del siglo XIX. Era un movimiento con amplia base popular en toda la peninsula pero sobre todo entre el campesinado navarro, que se lanzo a luchar primordialmente para defender a la Iglesia del genocidio que estaban llevando a cabo socialistas y comunistas.
Pero mas importante que ser un grito de combate es que fue ante todo el ultimo grito de todos aquellos que en los dos episodios descritos fueron asesinados por odio a la Fe. El ultimo testimonio de esos sacerdotes y religiosos, monjas y laicos martirizados solo por ser catolicos, que murieron perdonando a sus verdugos. Es la afirmacion del señorio de Cristo sobre todo lo creado, de su Ley divina no unicamente en el fuero interno de los indiviudos sino en la sociedad, en su organizacion, sus leyes, insituciones.
Fue el ultimo grito del beato Miguel Pro (¿todavia se acordaran de el los jesuitas?) y del beato Ceferino Gimenez Malla, humilde gitano, analfabeto y anciano de 75 años, cuyo crimen fue no querer soltar su Rosario. Fusilados ambos. Solo por poner dos ejemplos.
Disculpe la extension del comentario y la simpleza de mis palabras, pero no consigo manejar con soltura la terminologia filosofica.
Mirko

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Mirko:

Interesante su detallada exposición, pero es innegable que el grito Viva Cristo Rey está asociado con la falage, el franquismo, y en general por el llamadpo "fascismo español" (nacional catolicismo) en la propia península. Aquí se leía en las columnas de algunos ideólogos de extrema derecha. La gente no nota el asunto, pero quien ha vivido en España sabe cuál es su sentido.

La alusión a los jesuitas sobra. Es innecesaria y resulta ofensiva.

Saludos,
Gonzalo.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

Esa universalidad se sustenta en la naturaleza humana que está en toda persona. Allí mismo se sustenta la dignidad. Eso es lo que nos hace iguales. Por eso escribí que los derechos naturales no pueden ser susceptibles de consenso. Si es que yo baso mis argumentos en meros consensos, esos derechos universales carecerían de sustento, porque sería mera voluntad, carente de origen y fin. Por eso me preguntaba ¿cómo pueden las personas tener derechos universales si no se sustenta su universalidad en la naturaleza humana, y sólo en la razón? ¿Qué conozco que me hace deducir que son estos derechos universales? Si seguimos su concepción, la razón nos hace iguales, pero esa razón nos lleva a consensos, lo que quiere decir que originariamente somos desiguales ¿qué tiene esa razón conjunta que nos lleva a ser iguales? ¿Qué conoce la razón? Si la razón desconoce la naturaleza humana, donde emanan los derechos, entonces diremos ¿de dónde tenemos la capacidad para tener derechos universales? ¿Cómo construyo algo si no tengo la capacidad para tenerlo y ejercerlo?

Puedo ver que el sistema jurídico que describe es pura tolerancia. Yo no sé si partiendo de la dignidad humana, vaya a expresar tolerancia. En todo caso parto del reconocimiento de la dignidad para poder tolerar (soportar) lo inmoral o injusto en la conducta de una persona. Su sistema está en evolución permanente y no hay certezas en las personas de quienes la relación de justicia expresa un derecho existente que es respetado o dado. Otra vez vuelvo con la pregunta: ¿Por qué creer que su sistema de derechos en democracia liberal? ¿Puede haber otro? Sí es así, eso es relativismo, considerando la defensa de varios instrumentos que reemplaza las certezas. El hecho que una concepción no sea la única, no quiere decir que sea irracional. Por el contrario el diálogo se somete a relucir la verdad. En un mundo multicultural, me dará la razón, es casi imposible, pero no quiere decir que deba ser así. Con toda claridad, desde su postura, los reaccionarios y fundamentalistas genocidas tendrían aceptación en nuestra comunidad, basándonos en los instrumentos que utilizan para salvaguarda de una universalidad que ellos creen.

Yo puedo argumentar que por naturaleza humana la persona (varón mujer) tiene una finalidad natural al matrimonio, pues así se evidencia en su dimensión bio-psico-espiritual. Tanto en su virilidad y la feminidad, como en su dinamicidad y complementariedad están abiertas a la vida. La denominación matrimonio es un hecho cultural, pero la unidad que forman es un hecho natural ¿esto es consenso de derecho? El derecho tiene un núcleo natural. Al igual, toda persona por naturaleza está en la búsqueda de la felicidad, una felicidad que no la obtendrá en absoluto en la vida terrenal, sino en Dios, quien es Verdad Absoluta ¿cómo puedo tener esperanza en alguien de quien no tengo certeza?

Promuevo una tolerancia porque está primero el respeto a la dignidad, pero que no se diga que lo inmoral es moral y lo injusto es justo.

Saludos cordiales,

José.

Gonzalo Gamio dijo...

José:

Es la razón y otras capacidades humanas el signo de universalidad, de aquello que nos hace iguales. Una cosa es la igualdad (en dignidad, libertad, etc.), y otra la diversidad (de concepciones, de argumentos, etc.). Porque somos iguales podemos entender nuestras diferencias. El sistema de derechos no se funda en la voluntad, sino en el uso de la razón práctica para garantizar la coexistencia social. Por eso creer en la democracia liberal, podría suceder que aparezcan otros sistemas, si reducen el daño y garantizan las libertades y derechos básicos, podrá combatir con ella. Y ya veremos.

Ni la religión ni la filosofía clásica se nutrían de certezas. La verdad (Emeth) para Jesús y los demás judíos era "confianza"; la filosofía práctica era "tópica". Cuidado con la 'melange' neo-tomista.

Saludos,
Gonzalo.

José Bellido Nina dijo...

Profesor Gamio:

Lo de la razón práctica en el derecho es notable. No discuto. Pero de allí a que todo es razón, razón y más razón, no estoy de acuerdo.
¿Qué hacemos con el Credo?

Será hasta otra divergencia.

Saludos cordiales,

José.

Gonzalo Gamio dijo...

José:

No sólo la razón, sino también emociones fundamentales para sostener una cultura de libertad y justicia (Compasión, indignación, etc.).

¿Con el credo? Su lugar no está en las expresas políticas del Estado, si no en la vida diaria de los creyentes y en sus comunidades.

Saludos,
Gonzalo.