¿Qué exigencias plantea pensar la ética después de lo que hemos vivido en Ayacucho, Apurimac, el Huallaga? ¿Qué tareas políticas nos plantea la reconstrucción de la democracia después reconocer las experiencias de Putis, Accomarca, La Cantuta y Barrios Altos? Los ensayos que componen este libro pretenden seguir diferentes pistas argumentativas para plantear más concretamente estas preguntas. El Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) ha mostrado las magnitudes de la violencia, la intolerancia y la indiferencia ejercidas en las relaciones con nuestros compatriotas, y en el modo de afrontar nuestros conflictos sociales. Hemos pretendido encontrar en el uso de la fuerza – y no en la deliberación o en el ejercicio de la ciudadanía – el remedio para nuestros problemas. Ese ha sido nuestro terrible error. Hay una importante lección moral y política que extraer de estas dramáticas experiencias, una lección que sólo podemos aprender si asumimos con coraje y seriedad el reto de vernos en el espejo de nuestras faltas, para no volver a cometerlas. Esa disposición a afrontar la verdad es la condición esencial del logro de la paz y la justicia. Esa es precisamente la tesis de este libro. He recurrido de manera crítica - aunque exploratoria - a diferentes tradiciones que han arribado a esta misma conclusión: la tragedia griega, el liberalismo político, el cristianismo, la democracia radical, la novela indigenista, para procurar validarla argumentativa y narrativamente.
Los artículos que componen este libro fueron escritos entre 2001 y 2009. Todos se ocupan del problema de la justicia en períodos de crisis política, y tienen como telón de fondo el debate pendiente sobre del trabajo y las conclusiones de la CVR. Algunos fueron escritos en Lima, en mis primeros años dictando el curso de Ética, en Estudios Generales Letras de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Era el período del gobierno de transición, cuando la CVR estaba iniciando sus investigaciones. Otros fueron elaborados en el contexto de mis estudios doctorales en la Universidad Pontificia de Comillas, en Madrid, donde pude alternar mis estudios en la Facultad con la investigación sobre la conexión política entre la memoria y la reconstrucción institucional, tomando en cuenta las transiciones peruana y española. La mayoría fueron escritos entre la etapa final del trabajo de la CVR y el primer año posterior a la entrega de su informe. Curiosamente, comencé escribir este texto en medio de un clima nacional política e intelectualmente estimulante – habíamos derrotado a un régimen autoritario despiadado, el de Fujimori y Montesinos -, y termino de escribirlo en una nueva época pre–electoral, en la cual los resultados de la transición en materia de Derechos Humanos y política anticorrupción están en suspenso, situación que cuenta con el silencio de los partidos políticos y una cierta recomposición de la oscura propuesta autoritaria.
Si algo se puede constatar pasados estos años, es que el “miedo a la verdad” no ha retrocedido en los fueros del “Perú oficial”, al menos al interior de los partidos políticos y en los sectores directivos del Estado y la empresa privada. Los políticos, en su mayoría, prefieren no mirar lo que pasó en los años del conflicto, ni evaluar su responsabilidad en el manejo del gobierno, en la función pública o en la conducción de instituciones sociales influyentes en la vida nacional: prefieren “voltear la página”, no mirar atrás. Son los jóvenes –universitarios y escolares – los que han acogido con atención el mensaje de la recuperación de la memoria histórica, escuchar el punto de vista de las víctimas, y ponerse en su lugar para exigir justicia y reparación por el daño sufrido. El fin de la guerra con Chile abrió un largo y aleccionador debate cívico sobre el sentido de nuestras instituciones y nuestros lazos con ellas, de cara a la tragedia vivida: la discusión sobre el más cruento conflicto violento de nuestra historia – que la CVR ha intentado iniciar con su informe – no cuenta con el interés de su autodenominada “clase dirigente”. Antes bien, ha reaccionado con hostilidad frente a las exigencias de la verdad y la justicia: la renovada y delirante campaña mediática dirigida contra los ex comisionados es prueba de ello. Los políticos se rehúsan a aceptar su responsabilidad frente a los hechos de violencia padecidos en el conflicto armado; ni siquiera están dispuestos a pedir perdón por haber sido negligentes, o ingenuos, o por haber abdicado penosamente sus funciones de gobierno y control en las zonas de emergencia en favor de las fuerzas del orden. Sobre estos asuntos creen no tener algo qué decir. Pensemos en la situación de la escultura El Ojo que Llora, que refleja simbólicamente la condición de la ética de la memoria en el país. Ha sido dañada varias veces por quienes apuestan por el silencio como respuesta a las exigencias de verdad, justicia y reparación. Está cubierta con la pintura del color emblemático de un grupo político que constituye una de las fuerzas contrarias al proyecto de justicia transicional para reconstruir el tejido social dañado por el proceso de violencia vivido. La escultura sigue allí, golpeada y maltratada, pero sólida y con buenos cimientos. Del mismo modo, más allá de la indiferencia y la hostilidad de un sector de nuestras "élites", el anhelo de memoria se mantiene vivo. Esta difícil situación, lejos de intimidarnos, debe impulsarnos a asumir como ciudadanos la tarea que nos corresponde realizar – y que las “élites” rehuyen -, a saber, la de recuperar la memoria y sentar las bases de una sociedad inclusiva y justa, sostenida por la acción cívica de sus miembros.
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ESQUEMA TEMÁTICO
PRÓLOGO.
INTRODUCCIÓN.
1.- LA POLÍTICA DE LA INCLUSIÓN. JUSTICIA TRANSICIONAL, ESPACIOS COMUNICATIVOS Y SOCIEDAD CIVIL EN EL PERÚ.
2.- LA PURIFICACIÓN DEL JUICIO POLÍTICO. NARRATIVAS DE JUSTICIA, POLÍTICAS DE RECONCILIACIÓN.
3.- EL LIBERALISMO Y LA SABIDURÍA DEL MAL. EN TORNO A LAS FIGURAS POLÍTICAS DE LA TOLERANCIA.
4.- MEMORIA Y DERECHOS HUMANOS.
5.- ÉTICA CÍVICA Y POLÍTICAS TRANSICIONALES. REFLEXIONES SOBRE EL TIEMPO Y LOS ESPACIOS DE LA RECONCILIACIÓN.
6.- SOBRE LA NECESIDAD DE “MITOLOGÍAS DEMOCRÁTICAS”. APUNTES SOBRE EL CONFLICTO ENTRE LA ÉTICA CÍVICA Y LA CULTURA AUTORITARIA.
7.- “AQUELLO EXISTIÓ”. EL PERÚ Y LA ÉTICA DE LA MEMORIA
8.- LA NECESIDAD DEL AREÓPAGO. MEMORIA Y KATHARSIS POLÍTICA
9.- “PODER VIVIR TODAS LAS PATRIAS”. LA COMISIÓN DE LA VERDAD, ARGUEDAS Y LA JUSTICIA.
10.- ÉTICA DE LA MEMORIA Y CRISTIANISMO.
11.- REFLEXIONES SOBRE ÉTICA, CIUDADANÍA Y DERECHOS HUMANOS.
12.- IMÁGENES DE LA RECONCILIACIÓN.
16 comentarios:
Mi estimado Gonzalo: Un saludo fraterno por la nueva publicacion. Atento a tus editoriales desde 1991
(Crisis de la fundamentacion) sigo nutriendome de analisis, marcando posicion, y coraje. Le haces bien al debate. Un abrazo
Hola Hugo:
Mil gracias, amigo. Tus palabras nos alientan.
Un abrazo,
Gonzalo.
Te invoco agendes la posibilidad de presentar el texto en la UPAO, hay un nuevo despertar filosofico, estuvo el maestro hace 5 meses, y hace dos semanas Javier Sadaba, auditorio lleno, y las condiciones propicias para que Trujillo nuevamente constituya foco de irradicacion metafisica. Tu me dices, y empezamos el despliegue. Un abrazo
Una pregunta: Donde puedo encontrar el libro? Se le interesante.
Estimado Uriel:
Muchas gracias por tu comentario. Como acaba de salir, lo más fácil es encontrarlo en el CEP, pero de hecho que está por salir en librerías.
Saludos,
Gonzalo.
Gonzalo, gracias por el libro. En la sombría crisis de ideas, una luz.
Hola Gonzalo:
Felicitaciones por tu nueva publicación. Totalmente de acuerdo contigo. Una pregunta me inquieta ¿cuál es tu opinión respecto a los sucesos ocurridos en el VRAE? ¿Qué medidas se deben tomar? Hay posiciones que sostienen que la falta de "mano dura" de otros gobiernos permiten que sigan ocurriendo muertes de agentes de las fuerzas del orden, y se nombran como responsables a los defensores de los Derechos Humanos ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Hola Carlos:
Mil gracias por tus generosas palabras. No creo que la crisis de ideas sea tan sombría, hoy mucha gente escribe textos muy buenos (piénsese en los últimos libros de Fidel Tubino, Miguel Giusti, Nelson Manrique y Gonzalo Portocarrero, entre otros interesados en la filosofía práctica y en las CCSS).
Saludos,
Gonzalo.
Estimado Michael:
Numerosos especialistas coinciden en que el actual fenómeno narcoterrorista difiere del de los ochentas. Hoy esos grupos criminales buscan controlar la ruta de la droga. Escuche hace poco en la PUCP a un militar muy lúcido señalar que la solución supone políticas de seguridad, pero también políticas de desarrollo del lugar, para desvincular la actividad económica de la población del control de las redes vinculadas al narcotráfico. Sin duda, el tema es más complejo, y escribiré sobre ello.
Saludos,
Gonzalo.
Recién veo la noticia, Gonzalo. Un saludo y enhorabuena.
Aunque tarde, felicitaciones, estuve de viaje y recien leo tu blog.
Muchas gracias, queridos amigos.
Un abrazo,
Gonzalo.
Felicitaciones Gonzalo. Es muy bueno para la salud de nuestro país estos libros de talante crítico. Es de mucha ayuda los análisis políticos desde la filosofía. Ese rigor es necesario.
Augusto
Buena, Gonzalo, felicitaciones por el libro, nos tenemos que dar un tiempo para retomar la conversación sobre estos temas.
Estimado Lucho:
Por supuesto, con mucho gusto.
Saludos,
Gonzalo.
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