martes, 23 de junio de 2009

JOHAN GALTUNG Y LAS FORMAS DE VIOLENCIA




APUNTES SOBRE PAZ Y VIOLENCIA




Gonzalo Gamio Gehri

El teórico político noruego Johan Galtung es, sin lugar a dudas, uno de los más rigurosos investigadores sobre la paz y la violencia en el mundo contemporáneo. A él debemos una reformulación de la “analogía médica” en el estudio de los conflictos humanos. En Paz por medios pacíficos, Galtung proyecta hacia los escenarios de la vida social el esquema de la medicina terapéutica y curativa: diagnóstico, pronóstico y terapia. La violencia es concebida como cualquier acción o circunstancia humana que produce daño sobre las personas y su entorno institucional. “La creación de paz tiene que ver, obviamente, con la reducción de la violencia (cura) y su evitación (prevención). Y violencia significa dañar y/o herir”[1].

El autor sostiene que si podemos reconocer en la situación violenta a un emisor o agresor, entonces estamos ante un caso de violencia directa (puede ser física o psicológica). Si no existe emisor personal identificable, lo que tenemos es violencia indirecta o estructural. La pobreza produce dolor y muerte prematura; no se trata simplemente de una ‘fatalidad’, al estilo de un terremoto o la erupción de un volcán, eventos en los que la acción humana no interviene explícitamente. La pobreza es fruto de un determinado modo de organizar la sociedad y de distribuir recursos y oportunidades. El recorte de libertades políticas dentro de un determinado régimen institucional tampoco es una fatalidad, es una injusticia[2]. Galtung sostiene que la explotación y la opresión son formas de violencia estructural. No se trata, como algunos insinuaban, de una categoría de inspiración marxista (dicho sea de paso, incluso Juan Pablo II – difícilmente sospechoso de ser izquierdista – hablaba de la existencia de “estructuras de pecado”). La violencia estructural puede convertirse en caldo de cultivo (no necesariamente en “causa”) para el ejercicio de la violencia directa.

Pero existe una tercera forma de violencia, muy importante en la clasificación de Galtung. Se trata de la violencia simbólica o cultural. Se trata de formas de daño que se expresan en las mentalidades, las creencias y los valores, modos de pensar y de dirigir las acciones que suelen convertirse en nefastos “sentidos comunes” que invitan a la violencia directa e intentan legitimar la violencia estructural. El racismo, el machismo, la homofobia y el odio religioso son formas de violencia simbólica que producen muerte y destruyen el tejido social. A inicios del siglo XX, por ejemplo, las ideas acerca de la supremacía racial del hombre indoeuropeo sobre las demás razas, así como la maliciosa identificación de la práctica del antisemitismo con un “castigo divino” por la Crucifixión de Jesús de Nazaret fueron la clara expresión de una forma letal de odio racial y cultural que hizo posible el surgimiento del nazismo y la tragedia del Holocausto. La invocación a la “Guerra Santa”, tanto desde la perspectiva de George Bush Jr., como en el imaginario de Osama Bin Laden, pertenece evidentemente al registro sombrío de esta especie de violencia.

Galtung considera que cualquier forma de cultura de paz debe investigar y promover políticas contra la violencia en estos tres frentes, poniendo singular énfasis en el ámbito cultural. Para este autor, se trata de la primera figura del daño que hay que combatir. No es posible instituir formas sanas de convivencia social sin remover prejuicios y creencias falsas basadas en el menosprecio o en la absurda apelación a privilegios espurios. El proceso de metánoia, una vez más, constituye una dinámica de primera importancia. La cultura de los Derechos Humanos, en este sentido, apunta al desmontaje conceptual de formas de falso reconocimiento que están al servicio de la injusticia económica y política e incluso alientan el enfrentamiento de grupos y personas.






[1]véase Galtung, Johan Paz por medios pacíficos Bilbao, Gernika Gogoratuz 2003 p. 20.
[2] Cfr. Shklar, Judith N. The faces of injustice New Haven and London, Yale University Press 1988.

7 comentarios:

Uriel dijo...

Estimado Profesor Gonzalo Gamio:


Como siempre los autores que toca, tienen ideas interesantes que a la vez invitan a leerlos (y profundizarlo mas).

Las tipologias mencionadas son exactas, pero la violencia es sobre todo accion. Pero la accion violenta se podría catalogar entre un 1)sujeto sobre otro sujeto o 2)un sujeto sobre objetos. Creo que la mayoría de las investigaciones se centran en el punto 1, que es del todo pertinente, pero el punto 2 no se toca mucho. Ya que la violencia hacia los "bienes materiales" o de "propiedad" dañan a los sujetos.

¿No cree que tambien la violencia esté atravezada por relaciones de poder o de dominacion?. Violencia del estado de "grupos sociales" que se arrogan el monopolio del reclamo para sus fines y usan la violencia como medio.

Aun tengo la duda (o mejor dicho espina de hace tiempo)de como diferenciar un reclamo legítimo de otro ilegítimo.

Otra pregunta: ¿Como fortalecer nuestras instituciones?¿Como hacer que la mayoria de los peruanos tenga una "cultura de los DDHH"?¿Como tener una "ciudadania como actividad" junto con una "ciudadania como condicion"?. Me parece que es el viejo problema de Marx entre la relacion de "teoría" y "praxis".


Atte.

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Uriel:

Gracias por tu mensaje. La destrucción de cosas es realmente relevante cuando anula bienes materiales que son útiles para el bienestar humano - allí la víctima sigue siendo el ser humano -, o cuando se daña el ecosistema (que no es una "cosa").

La cultura de los DDHH puede fortalecerse de diversas maneras. Promoviendo el conocimiento de los derechos, promoviendo políticas de memoria y reparación de las víctimas, fortaleciendo una ética pluralista, etc.

Saludos,
Gonzalo.

Uriel dijo...

Estimado Profesor Gamio:

La destruccion de bienes materiales, los que son utiles para el sujeto, valga la redundancia, se centran en el sujeto. Hay una especie de atropomorfismo. Porque desde siempre se ha considerado a la "naturaleza" como un sujeto, hasta el cambio de paradigma moderno con Bacon, donde se le ve (y seguimos con la metafora de la mirada, aunque no me agrada dicha metafora) una especie de "violencia" instrumental hacia la naturaleza. Aunque actualmente se intenta volver al viejo modo de ver, y eso que Habermas en su critica a Marcuse ve a la naturaleza como un sujeto interlocutor. Tanto ambas miradas (la de sujeto y objeto) conllevan a problemas, porque como sujeto veríamos a la naturaleza como un "ser vivo" (que en parte lo es), y mas aun tenderíamos a "mistificarlo", y tratar de volver al "orden natural" o al "orden cosmico" que tanto pregonabam los griegos. Como Objeto ya se saben los problemas que traen (pero alguien podría decir: "Pero la naturaleza no es una cosa? y no está a mi servicio?"). Por ello no sería mejor "ver" a la naturaleza como morada? o "casa"?siguiendo el titulo del libro del profesor Miguel Polo. En fin la relacion hombre-naturaleza no está excenta de problemas y depende de ello está la relacion de humanos con humanos.

Tambien que los seres humanos tendemos de darle categorias propias de los seres humanos a lo que no lo son, en este caso la naturaleza, en otras palabras "humanizamos" a la naturaleza. Parece la fabula de Esopo: "El hombre y el Leon", cuando ambos caminaban se toparon con una escultura de un gran rey, a lo cual el hombre se pavoneó, pero el leon le dijo: "si nosotros esculpieramos, haríamos esculturas en forma de Leon". En fin.

Creo que toda etica o toda cultura de los DDHH y la democracia debería centrarse en la practica cotidiana, en transformarlo como un "ethos" comunitario. Aristoteles cuando escribió "etica a Nicomaco" decía, nosotros no investigamos para saber que es la virtud sino para ser virtuosos (si, pero lo paradojico es que Aristoteles escribe todo un tratado sobre la virtud)Me hace recordar que cuando ingresé y me hablaban de etica, yo pensaba que la etica era cuestion de practica, y todo intento de teorizarlo es negativo (aunque es necesario una teoria sobre la etica). De la misma manera se puede decir, nosotros no investigamos para saber que son los DDHH sino que los DDHH debería ser una practica constante. No un "afuera" sino un "adentro". Una de las concepciones que he leído es que se lo "instrumentaliza" (o objetiviza?), lo cual la vision de los DDHH como "instrumento" puede llevar a que sean un "medio" para diferentes fines. O se le da formas procedimentales, por ejemplo Santiago Nino en su libro "Etica y DDHH". O enmarcarlo dentro de un sistema de normas juridicas a-priori. Lo cual le resta efectividad y conlleva al desprecio por los mismos al sentirlos "externos" y "alejados" de los propios seres humanos, en otras palabras no produce la practicidad en los sujetos. ¿Con aquella concepcion podríamos pedir a los hombres que practiquen los DDHH?

Atte.

Uriel dijo...

Estimado Profesor Gamio:

La destruccion de bienes materiales, los que son utiles para el sujeto, valga la redundancia, se centran en el sujeto. Hay una especie de atropomorfismo. Porque desde siempre se ha considerado a la "naturaleza" como un sujeto, hasta el cambio de paradigma moderno con Bacon, donde se le ve (y seguimos con la metafora de la mirada, aunque no me agrada dicha metafora) una especie de "violencia" instrumental hacia la naturaleza. Aunque actualmente se intenta volver al viejo modo de ver, y eso que Habermas en su critica a Marcuse ve a la naturaleza como un sujeto interlocutor. Tanto ambas miradas (la de sujeto y objeto) conllevan a problemas, porque como sujeto veríamos a la naturaleza como un "ser vivo" (que en parte lo es), y mas aun tenderíamos a "mistificarlo", y tratar de volver al "orden natural" o al "orden cosmico" que tanto pregonabam los griegos. Como Objeto ya se saben los problemas que traen (pero alguien podría decir: "Pero la naturaleza no es una cosa? y no está a mi servicio?"). Por ello no sería mejor "ver" a la naturaleza como morada? o "casa"?siguiendo el titulo del libro del profesor Miguel Polo. En fin la relacion hombre-naturaleza no está excenta de problemas y depende de ello está la relacion de humanos con humanos.

Tambien que los seres humanos tendemos de darle categorias propias de los seres humanos a lo que no lo son, en este caso la naturaleza, en otras palabras "humanizamos" a la naturaleza. Parece la fabula de Esopo: "El hombre y el Leon", cuando ambos caminaban se toparon con una escultura de un gran rey, a lo cual el hombre se pavoneó, pero el leon le dijo: "si nosotros esculpieramos, haríamos esculturas en forma de Leon". En fin.

Creo que toda etica o toda cultura de los DDHH y la democracia debería centrarse en la practica cotidiana, en transformarlo como un "ethos" comunitario. Aristoteles cuando escribió "etica a Nicomaco" decía, nosotros no investigamos para saber que es la virtud sino para ser virtuosos (si, pero lo paradojico es que Aristoteles escribe todo un tratado sobre la virtud)Me hace recordar que cuando ingresé y me hablaban de etica, yo pensaba que la etica era cuestion de practica, y todo intento de teorizarlo es negativo (aunque es necesario una teoria sobre la etica). De la misma manera se puede decir, nosotros no investigamos para saber que son los DDHH sino que los DDHH debería ser una practica constante. No un "afuera" sino un "adentro". Una de las concepciones que he leído es que se lo "instrumentaliza" (o objetiviza?), lo cual la vision de los DDHH como "instrumento" puede llevar a que sean un "medio" para diferentes fines. O se le da formas procedimentales, por ejemplo Santiago Nino en su libro "Etica y DDHH". O enmarcarlo dentro de un sistema de normas juridicas a-priori. Lo cual le resta efectividad y conlleva al desprecio por los mismos al sentirlos "externos" y "alejados" de los propios seres humanos, en otras palabras no produce la practicidad en los sujetos. ¿Con aquella concepcion podríamos pedir a los hombres que practiquen los DDHH?

Atte.

Jaime Del Castillo dijo...

Buen envio Gonzalo, me has hecho sacar el fichero de mi 'disco duro' buena anotación. Aunque sería oportuno resaltar (brevemente por cierto) a Hannah Arendt y el existencialismo con respecto a la violencia y con Sartre por cierto incluido. Si se puede.

Alonso dijo...

A proposito de la guerra y la paz Gonzalo, ojala puedas leer el recientemente salido a los kioscos del peru: "civil war" de marvel. Hay muchas cosas interesantes que podrias comentar, por ejemplo, spiderman (en un comic anterior a civil war) esta hablando con los senadores para convencerlos de que se detengan en su intento de "formalizar" a los superheroes en un registro ya que sus familiares podrian correr mucho peligro. Un senador le dice a spiderman que su comentario seria muy interesante de tener en cuenta pero como el esta en el anonimato y en el senado todos deben dar su nombre ya que todos son iguales ante la ley, entonces la opinion de spiderman no figurara en ninguna parte (porsiacaso el comic se llama "spiderman road to civil war 3"). Esto me dejo pensando en la cuestion de la igualdad ante la ley y los derechos diferenciados para minorias. Bueno, ojala lo leas y analices.

Saludos,

Daniel Salas dijo...

En Estados Unidos, el anonimato ante la justicia (no sé si en el senado) es válido. Véase el caso Roe vs. Wade.