miércoles, 13 de febrero de 2008

KRAUSE Y LA EDUCACIÓN DE LA HUMANIDAD


Gonzalo Gamio Gehri


Este es un tema - relativamente novedoso en nuestro medio - que estudié en la Universidad de Comillas - en una etapa de mis estudios doctorales, a través de la lectura y las clases de los profesores Ureña y Pinilla - y que me gustaría someter a debate. Me propongo hoy decir unas cuantas palabras acerca de la noción krausiana de la educación humana, en relación con la religión y la política. Karl Christian Friedrich Krause - colega de Hegel en la docencia universitaria en Berlín - desarrolló el concepto de “la alianza de la Humanidad” en vínculo con su propuesta de una educación integral del ser humano que dejase atrás las oposiciones que la tradición ilustrada había sindicado como insalvables: razón y fe, moral y religión, naturaleza e historia. La educación es una actividad universalizadora e inclusiva. Se trata de una idea que trasciende el concepto metodológico de un “saber pedagógico” para identificarse más bien con el ideal de la Bildung, recogiendo el sentido de “formación en y para el espítitu”, que le atribuyó el Idealismo Alemán, corriente a la que Krause pertenecía.

Si bien otros contemporáneos de Krause – como Fichte, Schelling y sobre todo Hegel – tienen un lugar de honor en la tradición filosófica en occidente, a Krause se le ha reservado un inmerecido segundo plano. La profunda influencia del krausismo en la cultura española – sobre todo en la educación -hasta bien entrado el siglo XX ya justifica un interés especial en este sistema de pensamiento. No obstante, es posible encontrar razones filosóficas para mostrar la plena actualidad de muchas tesis de Krause, en contraste con muchas posiciones atribuidas a Schelling o Hegel.

1.- En cuanto a un mayor énfasis en el sentido práctico, en una “filosofía para la vida”, con intención transformadora y emancipatoria del hombre, tanto en lo relativo a sus “cadenas especulativas” (la superstición) como de sus “cadenas reales” (a partir de una nueva alianza de la Humanidad, que asoció inicialmente con la masonería).

2.- La convicción de la personalidad de Dios, en contra de algunos “excesos panteistas” atribuidos – muchas veces injustamente – a la filosofía de la religión de Schelling y Hegel.

3.- La evidente preocupación de Krause por problemas de plena actualidad: la igualdad civil entre los géneros, el pacifismo y la defensa de la integridad del ecosistema (estas vindicaciones están sostenidas a partir de un compromiso metafísico con una teoría de la Realidad).

4.- Mientras los idealistas proyectan el problema antropológico hacia un “Absoluto espiritual”, Krause se inclina a una reflexión sobre “el hombre concreto”.

Estas áreas temáticas y otras han sido exploradas en el seminario a partir de la lectura y discusión de la célebre obra El Ideal de la Humanidad (1811), un importante hito en la biografía intelectual de Krause. En este libro Krause señala en qué medida en la logia masónica recaía en principio la importante responsabilidad de realizar el ideal de la Humanidad, la unidad europea, basada en el reconocimiento de constantes humanas cuya realización social es la implantación del ideal de libertad y justicia, pero también en el respeto y la conservación de las identidades culturales. La encarnación de un “Universal Concreto”, para utilizar un concepto hegeliano, la unidad compleja en el plano político, de la identidad y las diferencias. Progresivamente, el carácter iniciático y cerrado del discurso masónico le hará replantearse la posibilidad de generar nuevas formas institucionales que podrían realizar el ideal, cumpliendo con las exigencias de universalidad y apertura que el ideal mismo implica. Finalmente se alejará de la masonería.

Aunque el concepto de ideal de la Humanidad constituye la temática medular del curso, es importante destacar que algunas sesiones estuvieron dedicadas a establecer los vínculos entre diversos “estudios e instituciones regionales” y sus determinadas “alianzas espirituales” (alianza para el arte, la moral, la religión) con la Alianza de la Humanidad, pues confluyen como momentos relevantes en la consecución del ideal mayor. Merece una mención especial la exposición de la noción krausista de “panenteismo”, piedra angular de su metafísica y su filosofía de la religión.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Gonzalo. He descubierto un excelente blog. Muy buen artículo sobre Krause, y transmito la sana envidia de que ubiese recibido clases de Ureña y Pinillas. Saludos desde Argentina.

Carlos Riego
www.areaformacion.com.ar