viernes, 3 de junio de 2011

“ENTRE LA ÉTICA Y LA ECONOMÍA”









Gonzalo Gamio Gehri






Entramos ya en la recta final de esta campaña electoral. Aparentemente, los peruanos tenemos una vocación por los dilemas, y el que configura esta (para muchos indeseable) segunda vuelta, se plantea – a juicio de algunos especialistas – entre las exigencias de la ética y la exhortación a la continuidad del actual modelo económico. Puede ser percibido como un conflicto excesivamente esquemático, pero puede ser útil explorar sus determinaciones.


La trayectoria histórica del fujimorismo es lamentable y oscura. La probada participación de Alberto Fujimori y de su entorno político más próximo (Montesinos, Hermoza Ríos, etc.) en actos de corrupción y violaciones de derechos humanos, los vínculos de su gobierno con el narcotráfico y con la venta de armas a las FARC, el compromiso del régimen con las esterilizaciones forzadas convierten esta alternativa política en una opción moralmente recusable ante los ojos de muchos ciudadanos. Las disculpas de último minuto de Keiko se revelan como malas estrategias electorales, dada su manifiesta inautenticidad, así como las actitudes de sus aliados (el trabajo de demolición que llevan a cabo los canales de TV y la mayoría de los medios de prensa escrita contra el candidato rival, el reciente comunicado del Cardenal Cipriani sobre las esterilizaciones – otra inadmisible intromisión suya en el proceso electoral, al tiempo que Keiko Fujimori sale en una foto con la Virgen de la Candelaria, para indignación del episcopado puneño -, el traspase del PPCuy a las filas del fujimorismo, las extravagantes especulaciones conspirativas de Tudela, etc.) se manifiestan como burdos intentos de manipulación del voto. Los esfuerzos por borrar la memoria de los delitos, o procurar atenuarlos con la funesta etiqueta de “excesos” constituyen la expresión de una actitud condenable.


El reciente lapsus de Keiko Fujimori en pleno debate - ella dijo que Milagros Maraví y Alejandro Aguinaga son personas intachables, como la mayoría de personas que trabajan a mi lado” – evidenciando que su inconsciente hace visible públicamente lo que ella misma sabe acerca de los fantasmas que la rondan. Quienes rechazan el fujimorismo en estos términos apelan a la idea de lo inaceptable. No se trata de cuestionar a la candidata invocando a un supuesto 'argumento genético', sino de recurrir a un argumento ético y político: su entorno está conformado por quienes participaron del régimen del padre y por quienes en muchos casos lucharon por encubrir sus fechorías. Un gobierno de la dinastía Fujimori entrañaría un pésimo mensaje de impunidad para el país.


Quienes apelan a la “necesidad” de continuar con la observancia de la ortodoxia del modelo económico temen que un eventual gobierno de Ollanta Humala detenga las inversiones extranjeras o intnte cambiar la Constitución, lesionando el proincipio de estabilidad jurídica que habría permitido o habría potenciado el reciente proceso de crecimiento económico del país. Les preocupa que el nuevo gobierno revise o renegocie los TLC con países prósperos del Norte. A pesar de que Humala ha convocado un equipo técnico interesante y que ha declarado que no va a quebrar el sistema económico y que sólo reformará la Constitución en temas puntuales, un sector de la ciudadanía no le cree: en su ánimo pesan más – parafraseando a Steven Levitsky – las dudas sobre Humala que las pruebas registradas en contra de su rival. De hecho, como ha sugerido agudamente Rocío Villanueva, muchas personas que piensan así razonan económicamente – instrumentalmente – cuando se trata de ponderar las objeciones de tipo moral contra el ideario y representantes de Fuerza 2011: en el cálculo entre costos y beneficios, el beneficio de la estabilidad económica y de la preservación del status quo se les revela mayor que los costos que reportaría en términos de degradación moral. Presupone que los bienes y males pueden concebirse como conmensurables con una estimación relativa a los costos y beneficios económicos.


No me conmueve la ponderación de alternativas en términos de una ‘elección racional’, no veo ningún beneficio en devolverle el poder a quienes envilecieron el país y podrían promover la impunidad desde el poder. A veces, se acusa a quienes construyen la crítica desde una perspectiva ética de ser “irrealistas”, de no saber de qué se trata la política”; se les sindica como meros "especuladores" que no dudan en “sustituir la realidad con los propios deseos”. Encontramos esta clase de crítica simplificadora incluso en los medios, a través de las declaraciones de periodistas y de no pocos especialistas. No es tan fácil la cosa. Creo que muchos analistas políticos que se precian de ser “realistas” en realidad no lo son. Creer que se puede hacer análisis empírico sin contar con una teoría constituye una ingenuidad pavorosa, lo mismo que considerar que se puede pensar la política sin asumir una concepción ética implícita (sin una imagen de lo correcto, lo útil, lo deseable, lo conveniente, etc.). Curiosamente, los analistas “realistas” no suelen acertar cuando se trata de hacer predicciones electorales. A veces incluso se equivocan estrepitosamente. Un poco de epistemología de la ciencia social pondría de manifiesto cuánto de reflexión moral entraña cualquier aseveración sobre lo político, aún cuando es enunciada desde el positivismo más crudo. Incluso podría decirse que los recientes comunicados de los psicólogos y los politólogos contra el fujimorismo (cuyos términos suscribo y respaldo plenamente) hacen patente - para los mismos hombres de ciencia - que la presunta brecha entre el deber y el deber ser no es abismal, que debe ser discutida conceptual, y que la "realidad" es mucho más amplia que lo que suponen los devotos de la medición.


Los móviles que llevan a elegir una opción política son diversos y no tiene sentido reducir la deliberación a un mero cálculo de utilidades (que es un móvil - y un tipo de razonamiento - entre otros posibles). No creo que haya que renunciar a ejercer la crítica desde el ángulo ético en lides ciudadanas como las que tenemos que enfrentar en estos días. Tampoco creo que esta clase de crítica sea “elitista”, como se suele señalar al paso y sin ningún fundamento; la crítica ética está presente en personas de diferentes sectores sociales y de diferentes posiciones ideológicas, es esgrimida por gente que conoció y vivió aquel periodo de corrupción y que puede decir algo sobre ello desde su propia experiencia. No creo que haya que renunciar tan rápido a considerar que aquí se pone en juego un asunto de dignidad nacional.




(Gracias, Carlín, por la caricatura).

22 comentarios:

Hugo Aldave Herrera dijo...

Estimado Gonzalo: Esta es mi posicion. Un abrazo.

Desde que me enteré de que pasaban a la segunda vuelta Humala y Fujimori, decidí mantener cautela y discernir con serenidad por quien iba a votar. He esperado informándome de los dos candidatos y programas de gobierno. Mis argumento se inscriben en la Filosofía política. Desde claves platónicas sistematizadas en La República, se señala que una sociedad es justa cuando sus estamentos sociales hacen lo que tienen que hacer, a los gobernantes hay que exigirles capacidad de distinguir entre el bien y el mal, para lo cual hay que someterse a un régimen de estudios, en donde sólo al final y despues de la penosa marcha dialéctica tendremos contacto con la luminosidad que genera el conocimiento, a los militares o guardianes hay que exigirles valentia y arrojo, condiciones idoneas para cuidar la ciudad y nuestras fronteras, y a la clase productiva hay que demandarles que sean capaces de generar riqueza. Platon no creen en la movilización de estamentos o clases sociales en virtud de la falta de idoneidad de los militares para gobernar un Estado.

Ahora Pregunto:¿ Dónde estaba Humala el 13 de Noviembre de 1994 cuando el general Salina Sedo. espada de honor. decidió restituir el orden constitucional afectado por el aprendiz de dictador Fujimori?. ¿Qué misterios subyacen en el levantamiento de Lucumba ? y ¿Cuanta necedad en el andahuyalzo que apoyó y después se arrepintió el comandante Humala?

Disolver el Congreso, asumir poderes plenos, controlar y comprar la prensa, perseguir a la oposición, intervenir al Poder judicial, al Ministerio Publico, asesinar a estudiantes de la Canturta, y barrios altos, levantarse en peso al país y dejarlo hecho una mierda, forman parte de las politicas tradicionales en el Peru, y Fujimori es el ignorante sin escrupulos que protagonizo esa decada nociva para el pais, y que ahora su primera dama, intenta continuar con parte del Régimen totalitario y corrupto.

Lo nuevo es la defensa de los Derechos humanos, la forja de un Estado de Derecho, la sostenibilidad política del pais, y el aprovechamiento racional de los Recursos naturales.

EL PODER EN EL PERÚ CASI SIEMPRE SE COMPRO CON ORO O SE CONQUISTO CON UN FUSIL.


Un voto viciado es también un voto digno, y validamente emitido.
Fuente: Rumor Hegeliano.

Alfredo P. dijo...

En qué país del mundo la gente vota en función de elucubraciones aristotélicas????, acaso la gente no vota en función de sus necesidades y urgencias materiales???.
Incluso en un país tan democrático como los EE.UU, un candidato tenía un poster recordándole la principal preocupación que debía atender con la frase: "the economy, stupid" (es la economía, estúpido).
Por qué los peruanos en esta situación debemos actuar distinto que el resto de los mortales????

Gonzalo Gamio dijo...

Bueno, dejo a los lectores la tarea de responder a ese "pintoresco" y cínico comentario, pero suponíamos todos que los "valores" importaban ¡no? cosas que al comentarista les parecen poco significativas como hacer justicia, legarles una sociedad decente a nuestros descendientes, respetar la vida y dignidad de la gente, promover la probidad de las autoridades, evitar una verg[uenza histórica, etc.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Hugo:

Existe el derecho a votar viciado, pero el problema es que igual uno de los dos ganará la presidencia. La "pureza moral" de la inacción es relativa (ver Hegel, la figura del "alma bella").

Un abrazo,
Gonzalo.

Alfredo P. dijo...

"acer justicia, legarles una sociedad decente a nuestros descendientes, respetar la vida y dignidad de la gente, promover la probidad de las autoridades, evitar una verg[uenza histórica, etc."
Sería interesante que expliques cómo se logra todo eso con una economía en recesión, con nula inversión, con fuga de capitales y dentro de un esquema estatista y socialistoide que desincentiva todo esfuerzo individual,
Eso sí, sin malabarismos verbales, por favor.

Anónimo dijo...

La enorme mayoría de la gente vota por motivaciones prácticas, como todo lo que la enorme mayoría de la gente hace la mayor parte del tiempo. El voto es libre expresión de la voluntad, y, sea como sea, nadie puede decir que haya reglas vinculantes y universales sobre cómo votar. En una sociedad como la nuestra, donde el voto es una simple opción múltiple y se emite en secreto, todo voto es respetable.

Hay gente que quiere o necesita sustentar o explicar racionalmente sus motivaciones en este u otros casos por las razones prácticas que fuere (desde la defensa ante un tribunal hasta la defensa de la honra, incluida la honra académica, que vista desde un punto de vista conductual no es más que otra motivación práctica, la abrumadora mayoría de las veces).

Por ejemplo: por motivaciones estrictamente prácticas pero que son también racionalmente defendidas, algunos niegan el estatuto de ser humano al que no puede expicar racionalmente sus motivaciones; y la enorme mayoría, sin ir tan lejos, atribuye une estatuto de superioridad (con efectos prácticos muy concretos) a quienes cuentan con la formación "superior" necesaria para ofrecer las mejores explicaciones racionales de sus propias motivaciones (sean éstas explicaciones transparentes - como las del "alma pura" - o abiertamente cínicas - ejemplos sobran).

Por lo tanto: La distinción entre sustentar racionalmente y mostrar en forma transparente motivaciones cualesquiera es ilusoria, al menos desde cierto punto de vista, indiscutiblemente válido y explicable tanto en términos racionales como conductuales, y también cínicos, de ser necesario.

El voto viciado también tiene motivaciones prácticas concretas; no todos los que voten viciado tendrán realmente pretensiones de pureza, aún cuando eso sea lo que algunos lean en las explicaciones racionales que algunos quieren o necesitan ofrecer acerca de su voto viciado.

Más bien, quizá la forma de explicar el voto (y cuanto más honesta, mejor) muestra qué clase de ser humano es cada uno. Hay quienes tienen motivaciones prácticas sólo de índole económica, hay quienes las tienen de índole económica pero también social y/o política, y hay quienes tienen incluso misteriosas motivaciones ultraterrenales que, aunque inexplicables, parecen ser más fuertes que todas estas (las "almas puras" consideradas en las distintas tradiciones místicas y religiosas, y ojo que en esta pequeña lectura que propongo la abrumadora mayoría de quienes votarán viciado el domingo no tienen precisamente motivaciones ultraterrenas, o no, por decir lo menos, totalmente ultraterrenas, sino más bien prácticas, sean sociales, políticas, o incluso académicas).

Anónimo dijo...

Pensaba votar por Humala, pero ya no lo haré. ¿La razón? "Indultaría a Fujimori por motivos humanitarios...", acaba de decir el milico. ¿Y por qué no a los asaltantes de bancos y otros delincuentes comunes? Esa frase me parece una coartada para liberar a su hermano Antauro (podría estar "enfermito") o quién sabe, a Abimael Guzmán (tiene 77 años el pobre...), a quien considera un "preso político".
Por otro lado, no puedo votar por un golpista comprobado, torturador y asesino (por algo intentó sobornar a los testigos de Madre Mía). No puedo, es demasiado. El padre de Keiko es un delincuente, pero ella no lo es (al menos, yo no la considero así). Pero para mí Humala sí es un criminal (con motivos bien fundados), y no puedo votar por él.
"La política y el crimen son lo mismo", decía Michael Corleone en El Padrino III. Se trata, en última instancia, de ver quien es "menos delincuente" y yo creo que estudiar con dinero robado al Estado es menos criminal que matar, torturar, y dar dos golpes de Estado, uno de los cuales ocurrió el mismo día de la fuga de Montesinos (¿coincidencia?). Si no voto en blanco, votaré por Keiko.

Gonzalo Gamio dijo...

Yo votaré CONTRA Keiko, porque su gropo representa una trayectoria criminal.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

El anónimo de las 13:00 del sábado parece demasiado evidentemente antihumalista para haber en ningún momento pensado votar por Humala.

Creo que muchos (incluyendo a la casi totalidad de humalistas) entienden, en primer lugar, que si mañana gana Humala será en buena parte por haber dicho todo lo que dijo anoche en CNN (indulto incluido): La política, a diferencia de la filosofía, es el arte de ajustar lo deseable a la medida de lo posible.

Muchos vamos a respirar tranquilos si gana Humala gracias a estas concesiones (que incluyen importantes compromisos con los grandes capitales), si la alternativa era meter a Keiko por los palos (cuando ni siquiera estaban empatados ayer; las últimas encuestas dan 3 a 4 puntos de diferencia a favor de Humala), lo que ya estaba cantado iba a producir levantamientos en el Sur andino (y marchas indignadas en Lima) por la diferencia entre los resultados a boca de urna y los oficialmente promulgados, todo lo cual Martha Chávez, Barba Caballero, Mariátegui, Cipriani, Alan, y muchos otros igualmente sedientos de sangre iban a solucionar declarando subversión (ver el artículo de Barba en Correo hace unos días, "Golpe de Estado en Marcha), y sacando el ejército a las calles, lo que de ninguna manera sería bueno para ningún tipo de negocio, modelo económico ni inversión, local o extranjera.

Hoy muchos consideran inminente o por lo menos altamente probable la victoria de un Humala moderado (como Toledo, no como Chávez, señor Alfredo P., es difícil explicárselo ahora, pero ya va usted a verlo si los planes de sangre que lo tienen a usted hipnotizado no dan resultado).

Si ganan los fujimoristas, muchos (más de la mitad, porque ahí estamos incluidos los que viciaremos el voto) nuestras libertades ciudadanas se verán mucho más reducidas de lo que ya están. El "estado 2.0" es un estado declaradamente policial, como el aparato fujimorista lo fue, y con mucho menos tecnología y una situación internacional menos complicada.

Felizmente está la otra posibilidad, cuyo entorno de intelectuales justamente nos ofrecen la mayor posibilidad de conservar estas libertades.

(continúa)

Anónimo dijo...

Quienes han vivido algo parecido a Videla, Pinochet, el régimen Nazi y, por qué no, Fujimori desde el autogolpe, apreciarán la diferencia. Muchos que votaremos viciado lo haremos específicamente porque si apoyamos a Humala estamos abiertamente amenazados de ser calificados como apologistas de la subversión si entra Keiko, y de esta amenaza abierta (expresa y detalladamente explicada por Martha Chávez, Barba, Mariátegui, etc) a Goebbels y la SS hay un milímetro.

En cambio nadie va a perseguir a nadie en el otro escenario: la oferta de indultar a Fujimori es la primera señal de tolerancia y disposición a negociar, por más que de slgo de asco. La mansión de una hectárea en que se encuentra "recluido", con abundante personal a su servicio, total libertad de reunión para dirigir su partido, y trato de jefe de estado en retiro de parte de todo el personal militar que lo custodia, ya es bastante parecido a estar libre. Ni siquiera paga todo esto con su propio dinero.

En fin, señores, mil disculpas por este pequeño exabrupto, inofensivo a estas alturas, pero que expresa lo que muchos sentimos. Sea esto dicho en calidad de oráculo tentativo, y veamos lo que pasa mañana. Ya no es necesario argumentar o especular sobre probabilidades y ya es inútil toda campaña, las decisiones están tomadas y los hechos llegan en menos de veinticuatro horas a mostrarnos el futuro, o, por lo menos, las posibilidades que nos ofrece el futuro.

Cualquier cosa es mejor que el ejército en las calles, toda divergencia calificada de sedición como hacen Martha Chávez, Barba y Mariátegui, Rey, etc, y el cinismo puro beneficiando sólo a los grandes capitales desde el poder.

Los empresarios inteligentes (prácticamente todos, señor Alfredo P., no se preocupe, revise la nota del Sr. Meléndez en Correo de hoy), van a negociar (ya lo están haciendo, créame), para beneficiarse como corresponde a todos en una verdadera nación, pero muy, muy probablemente van a tener que hacer real el famoso "chorreo", y respetar a cada ser humano (pobre o rico, sin importar su grado de instrucción) como el sujeto humano sensible que es, con pleno uso de sus derechos como tal. Esto, Sr. Alfredo P., es lo mejor que nos podría pasar, y es la verdadera vía al desarrollo y al progreso económico que usted desea. No tenga usted miedo. Dele una oportunidad al futuro.

Anónimo dijo...

Fe de erratas en el mensaje de las 18.35 de ayer.
Debe decir:
"Si ganan los fujimoristas, muchos (más de la mitad, porque ahí estamos incluidos los que viciaremos el voto) creemos que nuestras libertades ciudadanas se verán mucho más reducidas de lo que ya están. El "estado 2.0" es un estado declaradamente policial, como el aparato fujimorista lo fue, y lo fue con mucho menos tecnología y una situación internacional menos complicada."

Anónimo dijo...

Correcciones adicionales al mensaje de las 18.36:

En el primer párrafo de la segunda parte, donde dice "SS" debería decir "Gestapo".

En el párrafo siguiente, naturalmente donde dice "slgo de asco" debería decir "algo de asco".

Anónimo dijo...

A ver... ¿A quiénes les hace recordar esto?

http://www.youtube.com/watch?v=9MPZKG4Prog&feature=related

Este señor tan respetuoso de los derechos humanos (los que interpretaba en sentido tan cristiano) manejó un gobierno de mano dura que después de cerrar el congreso y otras medidas similares, desapareció y asesinó un número de disidentes calificados de "subversivos", que oficialmente se han reconocido como 9000, pero muchos dicen fueron entre 15000 y 30000.

Una parte de estos desaparecidos eran, en efecto, subversivos marxistas guerrilleros, y merecían por lo tanto el trato que corresponda a todo el que decide empuñar un arma contra el Estado: El que a hierro mata, a hierro muere; esto no es cuestionable, de esto se encargan los militares, y en esto no me meto: el que empuña un arma o incita a otros a hacerlo, sabe a lo que se atiene.

Pero otra parte, enormemente numerosa, eran personas que discrepaban con la violencia con que se imponían las políticas del Estado, o personas que insistían en retener su derecho a pensar libremente, o personas que creían en valores como la justicia, la solidaridad y la compasión, o personas simplemente incómodas para el gobierno o los grupos de poder económico que lo auspiciaban. Gente, digamos, como el buen profesor dueño de este blog, víctima de las feas ecuaciones que empiezan a asociar los conceptos "izquierda" (o aún "pensamiento libre") y "subversión". Es inusitado cuántas personas han sido arrastradas a creer en tan monstruosas y tan falsas y crueles ecuaciones verbales, cínica y calculadoramente esgrimidas por los duros del fujimorismo, ecuaciones que podrían llegar a tener las más horribles consecuencias.

Es a este tipo de gobiernos que muchos tememos, a los que creen que atentar masivamente contra inocentes pensantes es la manera de poner orden y eliminar los males de un país. En efecto, será un alivio si nos ahorramos el trago amargo de un segundo gobierno fujimorista, en cuyo caso la única actitud segura sería guardar riguroso silencio ante cualquier exceso, ante todas las políticas; guardar silencio, en general, y desde el primer día. Silencio, a secas. Cuánto los conocemos.

¿Y ese silencio es, pues, razonable, como muchos inocentemente han llegado a creer? No, no lo es. El miedo no es una forma razonable de conducir a una nación, y es macabro poner al frente de un equipo cuyo método es el miedo a una joven inocente como Keiko Fujimori, que muy probablemente es demasiado joven y estuvo demasiado ocupada en su momento estudiando en una excelente universidad de los EEUU como para percibir la magnitud real del asunto en el que está metida en este momento. El fujimorismo actual es el miedo disfrazado de cristiana inocencia.

Dios los ayude a ellos mismos a darse cuenta.

Anónimo dijo...

Acá está todo:

http://www.youtube.com/watch?v=aVVU5AdGAgY

Los argumentos de Chávez son parecidos a los de Videla, derechos humanos para la mayoría y para los gobernantes, pero no para los acusados de sedición y para los acusados de "envenenar" las mentes de quienes son acusados de simpatizar con ellos, secuestrados y ejecutados de facto, sin proceso legal público y sin derecho a defensa. Lo peor de todo es la multitud hipnotizada que, inocentemente, avala todo esto, por incapacidad para el juicio propio (individual) a partir de los hechos observados, incapacidad para articular el juicio propio en palabras, y, finalmente, miedo (una expresión del más puro y simple instinto de supervivencia). Miedo.

Rosa María Palacios se da cuenta, y, por supuesto, esto no la convierte en subversiva. Gracias al cielo. No la convierte ni siquiera en humalista.

Hoy, con un poquito de suerte, nos salvamos de una buena.

Luego veremos qué pasa con Humala. Pero podemos estar bastante seguros de que el Perú no será otra Venezuela ni otra Bolivia ni nada parecido, seguirá siendo el mismo país (esencialmente minero, etc.) que es, sólo que sin la radical deshumanización a la que nos amenaza gente como Martha Chávez y Rafael Rey.

Los grandes capitales son los primeros que han estado negociando con Humala, desde los grupos de poder que a través del Sr. Martín Belaúnde lo financian (los mismos grupos de poder que acá financian hoy por hoy a todos los candidatos y que manejan la mayor parte de los recursos del país, sólo los más ingenuos y desinformados se creen que el grueso de la plata de Humala viene de Chávez), y sólo gracias a la negociación con estos grupos es factible que hoy Humala gane las elecciones y que no se recurra a medidas extremas, armando acá "otra Honduras", como amenazó justo antes de la primera vuelta Aldo Mariátegui en Correo (un ingenuo más).

Voy a ser el primero que observe y cuestione en forma permanente a Humala y a su entorno y lo que hagan desde el poder, y no he hecho ni hago campaña por éllos, pero por lo menos no se trata de un aparato probadamente perverso como el que Martha Chávez y Rafael Rey y Barba Caballero (no Keiko) representan.

Alfredo P. dijo...

Al anónimo que me alude, le hago la misma pregunta que formulé:cómo se logra la causa de la "justicia social" o de la "inclusión" con una economía en recesión, con nula inversión, con fuga de capitales y dentro de un esquema estatista y socialistoide que desincentiva todo esfuerzo individual.

El modelo económico del nacional-humalismo ya se aplicó en el Perú en los 70s y 80s con nefastos resultados, sería bueno que los que han optado por esta opción expliquen porqué ahora este esquema desfasado sería beneficioso.

Anónimo dijo...

Adenda al mensaje de las 10.24:

Donde dice, al comienzo, "Los argumentos de Chávez", sería mejor que dijera "Los argumentos de Martha Chávez", para máxima claridad.

Anónimo dijo...

Corrección: Lo del "otro Honduras", al parecer, no lo dijo Mariátegui en Correo, sino un personaje mucho menor, un señor Giovanni, que lo dijo aquí mismo, y no antes de la primera vuelta, sino antes de las Municipales:

"Si Villarán sale y la quinta columna de patria roja le prepara el terreno a los 'transicionales inconclusos' etno-nacionalistas de Humala y demás falsos valores, entonces pueden prepararse ya para otro Honduras mis estimados."

http://gonzalogamio.blogspot.com/2010/09/una-agenda-de-miedo.html

Nada es, pues, tan de temer, señores - ya verán ustedes. No va a pasar nada. Todo sigue ok. Eso sí: ahora hay mejores posibilidades de "chorreo" y de libertad, y la pseudo-ortodoxia ultra represiva (ya en estos momentos casi seguramente) no es elevada al poder.

Por supuesto, nadie dice que Humala sea garantía del bien: Simplemente es posibilidad del bien, y no es (como Martha Chávez o Videla) garantía del mal. Por eso está ahorita donde está.

El mensaje: La "justicia" es hoy, como siempre ha sido, desde la época en que Platón redactó el Gorgias y la República, un tema vigente e importante. Hasta donde lo entiendo, creo que ese es el sentido de este blog.

Un honor, pues, estar aquí de invitado, y ojalá la conversación siga por cada vez mejores caminos. La filosofía debería servirnos para dialogar mejor, entendernos mejor y hacer mejores síntesis y mejores aplicaciones prácticas, no para polarizarnos de manera sorda.

Anónimo dijo...

Corrección al mensaje de las 10.24 (quinto párrafo):

En este momento no creo que Humala haya recibido aporte económico alguno (ni siquiera menor) de Hugo Chávez. En cambio, el financiamiento local a través del Sr. Belaúnde está más que confirmado.

Anónimo dijo...

Estimado señor Alfredo P.:

El problema de su pregunta es que contiene un artefacto lógico que se llama "petición de principio" y que es uno de esos malabares de palabras que a usted tanto le disgustan.

Usted me dirá que no, pero el artefacto está ahí, y lo más probable es que sea inconsciente, es decir, que usted mismo no se de cuenta del artefacto o malabar llamado "petición de principio", que su pregunta contiene.

La razón por la que la trampa lógica de su pregunta puede ser inconsciente es que tal trampa no ha sido diseñada por su propio juicio individual, sino que es un producto que usted ha recibido ya hecho.

Le explico brevemete la trampa o malabar de la que le hablo, y cualquiera que sepa de lógica y no esté tan ideologizado como usted se la podrá explicar también:

La siguiente descripción, contenida en su pregunta, "una economía en recesión, con nula inversión, con fuga de capitales y dentro de un esquema estatista y socialistoide que desincentiva todo esfuerzo individual" es puramente imaginaria. Es una descripción basada en lo que ha pasado en Venezuela y Bolivia, y en el miedo a lo que podría pasar acá si Humala nos llevara por ese camino.

Lo más probable es que a estas alturas ni siquiera los grandes mineros, es decir, los que más van a tener que ceder en temas económicos en el próximo gobierno, consideren ya real esa pequeña descripción publicitaria. Pero, concretamente, es evidente en este momento ningún periodista y casi ningún político de los que están analizando el resultado de las elecciones (ni siquiera Aldo Mariátegui, prenda usted la televisión) considera que el escenario contenido en su pregunta sea el que tenemos por delante.

Nadie conoce el futuro, pero en este momento todos estamos escuchando a la realidad con atención y esperando lo mejor para el país (lo contrario es contraproducente y autodestructivo). "El modelo económico del nacional-humalismo", sea lo que sea, parece que en efecto: En primer lugar, no era tan malo como muchos decían, pero, más importante, en segundo lugar, será materia puesta en la mesa de negociación con la mayoría de las fuerzas económicas y políticas del país, sólo que con ideas básicas no-negociables como la necesidad de una mejor redistribución de la riqueza para mejorar las condiciones de paz social.

Sin paz social no hay desarrollo real: por ejemplo manejar una mina y tener levantada a la población es menos rentable que manejarla con la población contenta. Pregúntele esto a cualquier minero, y le va a explicar por qué un Humala moderado, con Toledo y Perú posible como garante, es en este momento una de las mejores opciones disponibles. Le hablo de la minería como ejemplo, pero en todas las industrias y todos los negocios terminan funcionando de manera parecida.

(continúa)

Anónimo dijo...

En el sur andino hay en este momento problemas enormes, como los ha habido a lo largo de toda la historia del Perú: y hoy por hoy creo que todos los políticos y empresarios inteligentes y sensatos - una mayoría abrumadora de la gente que maneja el poder - ya se dio cuenta de que no se hace desarrollo tratando a la gente como si estuviéramos en la Colonia. Claro, seguramente hay radicales que defenderán todavía la mano dura, pero ya estamos todos a punto de creer (con franco alivio) que no son ellos los que van a manejar las cosas durante los próximos años en el Perú.

La mano dura ante los conflictos sociales es la verdadera dictadura temible, donde justos terminan pagando siempre (incluso con sangre) por pecadores. De esto se ha ido dando cuenta mucha gente, porque los problemas de violación de derechos humanos (más allá de la crueldad que implican) afectan la imagen del país, y por ende la economía. Posiciones como las de Videla o Martha Chávez respecto a los derechos humanos terminan siendo indefendibles y contraproducentes incluso económicamente. En cambio, los que en este momento piensan que este Humala moderado, con Toledo de garante, armará una dictadura, son sólo únicamente los más desinformados.

Espero haber aportado en algo al proceso de reflexión y crecimiento personal que usted vivirá en los próximos meses y años, señor Alfredo P., y lo hago con gusto y con respeto; lo hago también sabiendo que mi argumento no será el que lo convenza, sino los hechos.

Y, naturalmente, como desconocemos el futuro, no puedo asegurarle nada. También podría haber un violento golpe de estado y podría el ejército salir a aplacar los levantamientos en el Sur y meter preso a todo opositor, por ejemplo (las cosas se han manejado así en el Perú varias veces a lo largo de la historia). Pero esto en el mundo actual no es la manera de producir los frutos económicos que no sólo usted, sino todos los demás también, deseamos. Esto sí que ahuyenta capitales.

También en teoría Humala podría convertirse en Hugo Chávez o Evo Morales, pero le cuento un secreto: Acá, en el Perú, hay fuerzas muy reales que no permitirían una cosa así, y son incluso la fuente real de financiamiento de Humala, y desde hace buen tiempo están sentadas en la mesa negociando con él. No estamos en Bolivia ni en Venezuela.

Repito, dele una oportunidad a la realidad, escuche a los analistas y políticos de todas las tiendas que están hablando en televisión, mire bien cómo se van a ir desarrollando las cosas.

Luego seguimos conversando.

Anónimo dijo...

Adenda a mi respuesta al Sr. Alfredo P.:

Su repetición de la pregunta ayer a las 11:00, si bien es copia idéntica de la primera, agrega un comentario que contiene una segunda "petición de principio", por la cual yo, aceptando responder a su pregunta, aceptaría ser uno de los que "han optado" por "una economía en recesión, con nula inversión, con fuga de capitales y dentro de un esquema estatista y socialistoide que desincentiva todo esfuerzo individual", "el modelo económico" que "ya se aplicó en el Perú en los 70s y 80s con nefastos resultados".

No creo que nadie haya optado por semejante cosa, y mucho menos yo, y, creo, como ya expliqué en mi respuesta a su pregunta, que esa monstruosidad es un constructo publicitario, y le aseguro que tal constructo no es idea suya, señor P.

Humala ha tenido tres tipos de votantes: los que optaron por él desde la primera vuelta, los que optaron por él poco después de la primera vuelta, y los que optaron por él a último momento (que, hasta donde puedo entender las cosas, han sido los que decidieron la elección).

No estoy en ninguno de los tres casos, porque deliberadamente me he mantenido neutral en estas elecciones (el ganador lo ha sido sin necesidad de mi voto).

Al margen de la diferencia entre su descripción del proyecto de Gana Perú y lo que este gobierno tratará de hacer o hará realmente, le repito que yo no optaría jamás por "una economía en recesión, con nula inversión, con fuga de capitales y dentro de un esquema estatista y socialistoide que desincentiva todo esfuerzo individual". Habría que ser muy bruto para optar deliberadamente por una cosa así, y esto en realidad, ahora que lo pienso, es una tercera y más sutil petición de principio en su pregunta, la cual contiene así un fuerte insulto y un fuerte desprecio a quienes han votado por el movimiento que representa el señor Humala, antes de darle una oportunidad a él y a ellos de mostrar qué quieren hacer realmente, y tratar de hacerlo.

Mire cómo, sin darse cuenta, es usted portador de tantos excelentes malabarismos verbales tan concisos que no lo parecen, y tan bien diseñados que aún a usted mismo lo convencen.

Eso sí, me parece que la gente que ha votado ayer ha elegido sabiamente, dadas las opciones disponibles, porque, como he tratado de explicarle, había muy buenas razones para pensar que la otra alternativa (la "mano dura")iba a resultar en extremo violenta, dadas las circunstancias.

Al igual que usted, y al igual que todos, espero, deseo el desarrollo del Perú, y mi posición ha sido siempre poner todo de mi parte para que el país prospere. Por lo tanto, si ganaba Keiko, iba a seguir con mi trabajo de la manera más excelente posible y callarme la boca en lo político (basta escuchar a Martha Chávez para entender que es ésta la posición que su grupo espera de mí como ciudadano); del mismo modo, habiendo ganado Humala, seguiré igualmente con mi trabajo, y trataré de no hacer campaña destructiva buscando satanizar a priori su trabajo o su iniciativa, a la que, después de escucharlo anoche, creo sólo se podría reprochar, por el momento, argumentando que se trata de un derroche de buena voluntad. Si este señor logra realmente lo que ha dicho que se propone, creo que se merecerá mi más profundo respeto. Por mi parte, pues, le doy la oportunidad, y pondré de mi parte para que el orden y la prosperidad se mantengan, como lo he hecho en todos los gobiernos desde que tengo memoria y uso de razón.

Anónimo dijo...

Fe de erratas:

Al fin de la primera parte del mensaje de las 20.43, donde dice "Le hablo de la minería como ejemplo, pero en todas las industrias y todos los negocios terminan funcionando de manera parecida", debería decir "pero todas las industrias y todos los negocios terminan funcionando de manera parecida", o "pero en todas las industrias y todos los negocios las cosas terminan funcionando de manera parecida".