lunes, 2 de agosto de 2010

CASO PUCP: ARTÍCULO DE RICARDO VÁSQUEZ KUNZE





En un agudo artículo, escrito con singular ironía, Ricardo Vásquez Kunze denuncia cómo autoridades del PJ comprometen gravemente la neutralidad de un proceso judicial al suscribir comunicados en favor de una de las partes en el litigio entre la PUCP y el Arzobispado, hecho que califica acertadamente como "un triste precedente para la administración de justicia".












PUCP vs Cardenal: ¡Caso cerrado!






Ricardo Vásquez Kunze



El martes 27 de julio, en frías vísperas de Fiestas Patrias, apareció en la Sección A3 del diario El Comercio, un aviso pagado a toda página. Llevaba por título “Saludamos al señor cardenal Juan Luis Cipriani”. Lo firmaban una serie de personalidades, más de cien en total, de los más diversos ámbitos del quehacer nacional. Empresarios, intelectuales, políticos, periodistas, abogados y hasta ex presidiarios hacían público su reconocimiento al “Arzobispo de Lima y Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica del Perú (las cursivas son mías), con un sentido de simpatía, solidaridad y desagravio”. Acto seguido, los firmantes le agradecen su servicio pastoral y social desde los tiempos en que el monseñor se desempeñaba como obispo de Ayacucho, relevando su trayectoria y felicitándolo por las condecoraciones con que, en fecha reciente, el Gobierno Nacional y el Municipal de Lima lo distinguieran.

Es obvio que el Cardenal tiene queridos y poderosos amigos. Eso está muy bien teniendo en cuenta que también tiene implacables y a veces insidiosos enemigos. Como este Cardenal en particular representa en realidad mucho más que una labor pastoral, me refiero a una visión del mundo y de la Iglesia bastante conservadora, quienes no comulgan con su forma de ver las cosas no se han ahorrado críticas de todo tipo, muchas veces injustas y hasta manipuladoras. De ahí que es perfectamente lícito que, en el plano de las ideas, se produzcan estos tour de force entre quienes apoyan las ideas que el Cardenal representa y quienes las rechazan, amén de que con ello arrastren a la Iglesia en una disputa ideológica.

Sin embargo, este saludo y reconocimiento a su Eminencia el Cardenal va, sin duda, más allá de sus legítimas posiciones ideológicas. Porque al saludar y reconocer también al “Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica del Perú”, un título honorífico y desconocido que sólo tiene sentido hoy en razón del pleito legal entre el Cardenal y la susodicha Universidad, quienes firman el saludo por Fiestas Patrias están tomando partido explícito e innegable por la causa judicial del Cardenal. Simpatizan con su causa, se solidarizan con ella y lo desagravian, lo que quiere decir que la causa de la Universidad es, en realidad, un agravio a lo que los firmantes entienden por justicia.

Y así las cosas conviene decir algo respecto de los firmantes. No existe objeción alguna a que quienes no desempeñen una labor pública rubriquen una adhesión al Cardenal en su pleito con la Universidad. Ya es más cuestionable que algún periodista, máxime si no es de opinión, tome partido.

Lo que sí resulta inaceptable, independientemente de quién tiene razón en ese pleito judicial es, precisamente, que quienes encabezan la Judicatura se encuentren entre los firmantes. Javier Villa Stein, Presidente de la Corte Suprema de la República y César Vega Vega, Presidente de la Corte Superior de Lima, al firmar por el Cardenal y “Gran Canciller del PUCP”, han declarado prácticamente el caso cerrado, cuando este todavía se encuentra en los tribunales ordinarios. Felicidad para el Cardenal, pero un triste precedente para la administración de justicia el de este saludo por Fiestas Patrias.

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