sábado, 17 de abril de 2010

LA IMPLACABLE NECESIDAD


Gonzalo Gamio Gehri


“ESTROFA 1º


Yo, por medio de las Musas, llegué a las alturas celestes, y, después de aferrarme a a innumerables doctrinas, nada hallé más poderoso que la Necesidad (Anánke). Contra ella no hay un remedio alguno en las tablillas tracias en las que se encuentra incisa la palabra de Orfeo, ni en cuantos remedios dio Febo, cortándolos de las raíces, a los Asclepiadas, para los mortales de muchas enfermedades.


ANTISTROFA 1º


Es la única diosa que no tiene altares ni imágenes a que acudir, es sorda a los sacrificios ¡Ojalá que no caigas sobre mí, venerable, con más peso que en mi vida pasada! Pues lo que Zeus decide con un gesto, con tu ayuda lo lleva a cabo.”


(Alcestis 964-79).


Este fragmento corresponde a la tragedia Alcestis de Eurípides. No voy a desarrollar la trama completa de la tragedia – voy a escribir varios posts sobre ese tema -; esta vez voy a concentrarme en el tema de la anánke, la necesidad. Lo inexorable.

El tema de esta obra es la muerte. A Admeto le llega la hora de morir y – gracias a la intercesión de Apolo – consigue que se le perdone la vida si alguna persona de su círculo familiar acepta morir en su lugar. A pesar de que Admeto ruega a sus padres que aceptaran descender al Hades por él, nadie acepta sustituirlo en tan agudo trance. Finalmente fue su bella esposa Alcestis la que, por amor a él, accede a tomar su lugar en el Inframundo. Precisamente el pasaje citado corresponde a una reflexión sobre la inminente muerte de Alcestis.

Ananke es la madre de las tres moiras: Cloto, la parca que hila las fibras de la vida mortal, Láquesis, aquella que mide los hilos y Átropo la que corta el hilo de la vida y produce la muerte. Como se sabe, moira significa también “destino” (el fatum latino) y alude a la “parte” que le corresponde a cada cual según su condición y acciones. En la clave de la mitología antigua, la Necesidad es la madre del Destino. Eurípides destaca su poder señalando que ninguna doctrina puede comparase con aquella que le rinde tributo y devoción a la Necesidad. Homero se refiere a ella como la moira imperiosa en Iliada XVI 334:

“La sangre se calentó contra la espada, y de sus ojos se adueñaron la púrpura muerte y el imperioso destino (Moira Krataié)”.

Martin Heidegger ha sostenido que no podemos dudar de que estamos aquí y de que vamos a morir. Esta posición converge plenamente con el espíritu que representa el coro de Alcestis. Vamos a morir inexorablemente y cada día falta menos para eso. No podemos escapar de tal desenlace: caminamos hacia la muerte, y no nos detenemos en esa ruta. Ordinariamente, no podemos negociar con la muerte ni pedirle prorrogar nuestro periodo de vida. El hecho de que desconozcamos la fecha exacta de nuestro deceso – como sugiere Hesíodo – contribuye a que podamos realizar nuestras tareas cotidianas sin que el terror nos paralice. No tiene sentido realizar sacrificios y libaciones a Anánke, pues ninguna acción podrá alterar su decisión. El curso de lo que tiene que ser no puede torcerse. Mientras los dioses olímpicos pueden llegar a conmoverse con las ofrendas y oraciones de los seres humanos, Anánke no admite regalos ni compromisos. El llanto no la estremece. Los inventos y diversos recursos que se procuran los mortales para enfrentar la adversidad: armas defensivas, murallas y medicinas – las alusiones a Asclepio y los suyos no son una casualidad – no pueden desafiar la fuerza del implacable curso de las cosas.

El contenido específico de lo que la moira dispone para uno no puede ser conocido. Es un completo misterio. La moira nos muestra su rostro cuando se lleva a cumplimiento, esto es, cuando el agente no puede hacer nada para cambiar las cosas. Sin embargo, podemos esperar determinadas cosas de nosotros mismos si consideramos seriamente los ineludibles rasgos de la condición humana, la mortalidad, por ejemplo, así como diversas características vinculadas a nuestra dimensión animal. Por ello resulta fundamental para el ser humano distinguir entre aquello que es con arreglo a la Necesidad y aquello que puede ser de otro modo . Existe algún espacio para discernir y elegir, formar el carácter y el juicio, etc.; no todo está completamente determinado. En cuanto a lo que está sometido al imperio de Ananke, no tenemos otra salida que someternos a lo que ha sido dispuesto por la Necesidad (en la línea del célebre amor fati de los latinos). Ni siquiera Zeus puede revertir su curso.

(Y, sin embargo, en el final de Alcestis hace su ingreso lo inesperado. Ya veremos cómo en un próximo artículo).


17 comentarios:

Geviert-Kreis dijo...

saludos,

"Por ello resulta fundamental para el ser humano distinguir entre aquello que es con arreglo a la Necesidad y aquello que puede ser de otro modo."

sobre el criterio de esta distinción, aparentemente contradictoria o imposible, manifiesto mi grande curiosidad por su explicación. En un cierto sentido este post puede ser sólo un ejercicio introductorio a ese criterio.

sobre el nexo entre la necesidad, el amor fati (¡nietzscheano!) y lo inesperado, me permito una ironía: si los comentaristas de tu post anterior son tan hábiles para (re)buscar paralelismos políticos entre líneas, a partir de lo que has escrito, se podría decir que son poco hábiles para darse cuenta que con este post has rendido sutil homenaje a una de las máximas del realismo vitalista conservador que dice:

"la vida, la vida antes que nada, señores míos, a pesar de todas y cada una de sus muertes"

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Giovanni:

Gracias por tu agudo comentario. Por supuesto, la distinción entre lo necesario y contingente constituye un reto fundamental para cualquier concepción lúcida de lo Real. Escribí las líneas que citas evocando a Aristóteles, en virtud de su distinción entre theoría y práxis.

Tu ironía contra los "apologistas de anteayer" - que tras las sombras han querido encontrar un mensaje oculto en mi post - es sabia y contundente, sin duda. Yo no le impongo duros slogans políticos previos a la exégesis de los textos clásicos, como ellos erróneamente suponen.

Habrá que sugerirles otra estrategia a estos criollazos analistas retro: que lean el post al revés - frente al espejo - a ver si encuentran un mensaje oculto, Como con las canciones de rock. De repente encuentran "Abajo Carlomagno" o "No leo Correo".


Tu cita del final es muy interesante. Bastante helénica, de hecho.

Saludos,
Gonzalo.

Geviert-kreis dijo...

...Jajaa muy buena ese "Abajo Carlomagno", que no vaya a ser, te dirán, el slogan de un sarraceno azuzador, amigo del hijo pipino martel el jorobadillo gil. Con ese "No leo Correo", te salió un perfecto doble anacronismo coyuntural. Seguramente también hay un psico-social en lo "inesperado", obvio, hay que tener cuidado con la reacción...

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Giovanni:

Jajajaja. No, lo de "Correo" es por el comentario de Ñaupari, que desató a los reaccionarios anónimos y sus epígonos. El rollo conspirativo los tiene capturados.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

gonzalo! qué opinas del fallo del TC sobre el caso PUCP??? Esperamos tus comentarios!!!

http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2010/03347-2009-AA.html

Rodrigo Chavarri dijo...

Que piensa ud acerca del fallo del TC? muchas veces ha hablado contra Cipriani

Anónimo dijo...

http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=&txtSecci_id=84&txtNota_id=334008&txtRedac_id=col1

Gonzalo Gamio dijo...

Señores Anónimos:

Yo nunca he hablado "contra Cipriani", yo discrepo y discreparé con firnmeza con el cardenal, el presidente ruso, el duque de Orleans o cualquier persona que se declare contraria a las políticas de memoria, DDHH o la autonomía universitaria. Yo no procedo de modo ad hominem. Examino ideas y las cuestiono cuando la razón y mi libertad de conciencia así lo indican.

Sobre la PUCP. Veremos. Este es un tema de forma (una acción de amparo). El tema de fondo se verá en los dos litigios pendientes. Después del fallo del TC sobre la AOE cualquier cosa puede esperarse. La PUCP evalúa apelar a instancias internacionales.

Saludos en el blog verde.

Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

¿NO leíste el comentario anterior, jovenzuelo?

"No leo Correo". Por salud espiritual.



Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Un amigo me comentaba hoy que este TC cada vez se parecía más al de García Marcelo ¿Se equivoca? No lo parece.

Saludos,
Gonzalo.

P.D.: El editorial de hoy de Aldo M. es una vergüenza.

Rodrigo Chavarri dijo...

Entonces usted cree que Cipriani está contra la autonomía universitaria? Al menos, eso parece decir usted.

Anónimo dijo...

gonzalo! la columna de mariateguie es lo maximo!!! deberias leerla!!!
por salud mental
http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=&txtSecci_id=84&txtNota_id=334721&txtRedac_id=col1

Gonzalo Gamio dijo...

Me parece que sus pretensiones sobre la PUCP amenazan la autonomía universitaria.


Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Ya la leí y es un absoluto bodrio.

Rodrigo Chavarri dijo...

Y lo que dice usted no es hablar mal de Cipriani?

Gonzalo Gamio dijo...

No ¿No entiendes la distinción? Una cosa es discrepar ofreciendo razones - lo que yo hago - y otra "hablar mal" de alguien. Distinguir una cosa de la otra es de lo más elemental ¿Estar en desacuerdo es una falta de respeto? Por supuesto que no. Un poco de lógica, por favor.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Hola Gonzalo,
Soy Rodrigo Chávarri (no el que te ha comentado en los post anteriores). Me preocupa que se confundan esas publicaciones con mi nombre; publicaciones las cuales yo nunca he hecho, y que tal vez alguien haya usado mi nombre. Podrías aclararlo por favor?
Muchas gracias,
Rodrigo Chávarri D.