viernes, 20 de noviembre de 2009

REPARACIONES Y BATALLAS CONTRA EL OLVIDO


REFLEXIONES SOBRE UN TEXTO DE SANTIAGO ALFARO


Gonzalo Gamio Gehri


En el último número de Poder, en el artículo El crimen del Olvido, Santiago Alfaro reflexiona sobre los efectos funestos de Las diversas estrategias del control sobre la memoria, la imposición del olvido y la impunidad. El telón de fondo de la columna de Alfaro es el abandono gubernamental de las políticas de reparación y justicia, expresado en la desatención en materia presupuestal y de respaldo político al Consejo de Reparaciones. Se remite acertadamente al horizonte más amplio de la recuperación de la memoria como forma de liberación ética y política, a partir del comentario de un texto de Primo Levi.

“En el prefacio de Los hundidos y los salvados, Primo Levi, escritor-testigo del holocausto judío, cuenta que los soldados de las SS se divertían en advertir lo siguiente a los prisioneros del campo de exterminio de Auschwitz: “De cualquier manera que termine esta guerra, la guerra contra ustedes la hemos ganado; ninguno de ustedes sobrevivirá para dar testimonio de ella, pero incluso si alguno lograra escapar, el mundo no le creería. Tal vez haya sospechas, discusiones, investigaciones de los historiadores, pero no podrá haber ninguna certidumbre, porque con ustedes serán destruidas las pruebas. Aunque alguna prueba llegase a permanecer, y aunque alguno de ustedes llegase a sobrevivir, la gente dirá que los hechos que cuentan son demasiado monstruosos para ser creídos: dirá que son exageraciones de la propaganda aliada, y nos creerá a nosotros que lo negaremos todo, y no a ustedes. La historia de Auschwitz, seremos nosotros quienes la escribiremos”.

Para contrariedad del agente de la SS, la vida se sobrepuso a la muerte, y el ejercicio de la memoria prevaleció sobre el olvido. El testimonio y la larga agonía de Levi da cuenta de lo vivido, del escándalo que significó la Shoah en plena ‘época de la ciencia’. Levi nos habla del deber de memoria que representa el compromiso moral de los ciudadanos frente a la injusticia vivida por las víctimas, y con los seres humanos del futuro, que tiene que traducirse en la construcción de instituciones y formas de vida que prevengan estas formas de violencia, a fin de que estos sucesos no se repitan. Los perpetradores buscan erradicar el recuerdo, allanando el camino del negacionismo que hoy practican sus primos ideológicos, tan bien dispuestos a presentar batalla frente a la anamnesis – presuntamente “euro-sionista”- del Holocausto, a partir de patéticas teorías conspirativas. Se trata del viejo anhelo de reprimir la memoria crítica. Alfaro continúa su presentación siguiendo ese hilo argumentativo.

“El régimen nazi planificó la “solución final” de tal manera que no dejara rastro. Luego de las humillaciones, cámaras de gas, masacres y asesinatos, vinieron los hornos crematorios, las fosas comunes, la eliminación del recuerdo. Los nazis sabían bien que la memoria era un campo de batalla, una manera de continuar la guerra por otro medio: el control de las interpretaciones del pasado. De allí que sus fábricas de la muerte fueran también del olvido.”[1]

Alfaro recurre al caso de la Shoah como preámbulo de una reflexión local en torno a los desafíos de la memoria. También en el Perú afrontamos una lucha contra el silencio. Se ha argumentado acertadamente en repetidas ocasiones que la CVR enmarcó su trabajo en el universalismo de los derechos humanos, una construcción social de origen liberal que ha procurado convertirse en foco de consenso intercultural (véase, por ejemplo, los textos de Juan de la Puente y Ciro Alegría sobre la materia). No se trata de una “estrategia socialista”. En el léxico político de Cicerón y Shklar – que he recogido y discutido en Tiempo de memoria – se trata de reconstruir la narrativa de la tragedia padecida para discernir nuestra responsabilidad frente a lo vivido desde nuestra condición de ciudadanos, autoridades, agentes del Estado, etc., en términos de injusticia activa y pasiva, pero también en términos de coraje, solidaridad y heroísmo.

“Las víctimas son los testigos de las injusticias cometidas. Su voz nos habla de lo sucedido y de lo que podría volver a suceder, de las contradicciones de nuestra convivencia y de las claves para enmendarlas, de las responsabilidades de quienes se convirtieron en verdugos y de los que se mantuvieron indiferentes frente a la tragedia. Tenerla siempre presente no es un obstáculo, sino la condición básica para alcanzar la reconciliación, entendida como “el proceso de restablecimiento y refundación de los vínculos fundamentales entre peruanos” (Informe Final de la CVR).

Escuchar a las víctimas (a todas las víctimas sin excepción, para ser claros con los negacionistas criollos, y también con los "foráneos") constituye el primer paso en el proceso de restitución de sus derechos ciudadanos, atropellados por la violencia directa – terrorista y represiva - y convertidos en abstractos por la pobreza, la exclusión social, y por la indolencia de la (autodenominada) “clase dirigente” y por los habitantes del “Perú oficial”. Esta ausencia de reconocimiento se reproduce cuando las autoridades desdeñan la tarea de reparar a quienes sufrieron y de extraer lecciones del pasado. Se insinúa que la memoria y la justicia “desmoralizan” a quienes representan al Estado y a quienes tienen la misión de defenderlo. “Voltear la página” – no seguir investigando ni denunciando delitos - sería más “conveniente” para quienes así piensan.

Por esta razón, las víctimas representan una autoridad moral que no puede ser acallada. El olvido es otra forma de condena para ellas y sus descendientes, una réplica de los crímenes que ocasionaron su desaparición, muerte y/o dolor. Asimismo, el olvido impide al resto de la sociedad explicar la violencia, conjurar las causas que la motivaron, ajusticiar a quienes la ejercieron indebidamente y transmitir a las nuevas generaciones las lecciones que nos deja. El recuerdo se convierte de esta manera también en un deber moral para todos”.

Alfaro nos advierte acerca del peligro consistente en canjear reparaciones / obras por impunidad y silencio. O que se busque “atemperar” en los textos escolares la cruda verdad que la CVR da cuenta en su Informe. Nos invita a evitar el radicalismo maniqueo de cierta prensa – y de cierto sector conservador de la política peruana - que acusa infundadamente a los defensores de los derechos humanos de no cerrar filas a favor del Estado, “traicionando sus valores” al “reabrir viejas heridas”. Curioso argumento de los antiliberales; hasta donde se sabe, al menos si tomamos en serio nuestra Constitución y los principios del Estado de derecho, el fin de la sociedad y de las instituciones políticas es la persona humana. No hay “valor político superior” frente a la protección de la vida, dignidad y libertades de las personas.

“Masacres como las de Putis, Accomarca o Barrios Altos tienen responsables. Pretender que sean juzgados no implica validar el terrorismo, tampoco atentar contra las Instituciones Armadas. Eso solo cabe en mentes que desprecian la dignidad humana. Por el contrario, el establecimiento de una frontera entre lo prohibido y lo permitido a través del castigo a los culpables, las civilizaría y reconciliaría con la población. Nada justifica, entonces, que la justicia se canjee por reparaciones ni las reparaciones por un museo, tal como parece ser la lógica del alanismo en funciones.”

La reflexión de Alfaro es aguda y polémica. Creo que la composición de la directiva del Museo de la Memoria – cuya construcción el autor de la nota que reseñamos considera necesaria - no permite que el gobierno pueda utilizar el Museo como un gesto vacío frente a la necesidad de justicia y reparación. Hasta donde tengo conocimiento, se tratará de un espacio de reflexión sobre el pasado, pero también sobre las tareas pendientes en materia de inclusión y derechos humanos. Más allá de este punto – y de una objeción de detalle en torno al uso del término equívoco “ajusticiar” – debo decir que estoy enteramente de acuerdo con el texto de Alfaro. El texto enmarca muy bien el tema de la precaria situación del Consejo de Reparaciones dentro de una lectura más general de la indiferencia de la Administración García frente a las cuestiones relativas a la justicia y los derechos de las víctimas. Nos recuerda, finalmente, el talante anti-transicional de la agenda de este gobierno, así como sus esfuerzos por retornar a una penosa situación de “normalidad política”, en los términos de la no menos penosa política tradicional criolla de las últimas décadas.



[1] Las cursivas son mías (G.).

6 comentarios:

Alfredo P. dijo...

Sería bueno tener la honestidad intelectual de reconocer que Santiago Alfaro también fue intregrante de la denominada "Comisión de la Verdad y Reconociliación" (CVR, con lo que su defensa de la CVR es la defensa de su trabajo y del sueldo que cobró.
Cada vez que desde estos sectores de la izquierda no gubernamental se habla de "memoria" en realidad se busca una amnesia colectiva que los peruanos olvidemos que desde la izquierda se abominaba de la democracia (a la que calificaban de "burguesa") y nunca se deslindó frente al terrorismo comunista.
Porque los mismos que ahora se llenan la boca hablando de "memoria", "DD.HH" son los mismso que hace 30 o 20 años hablaban de "revolución" de que "elpoder nace del fusil" y de "democracia busguesa".
Igualmente quieren que olvidemos que fue una organización guiada por el marxismo, leninismo y maoísmo la que desató este baño de sangre en el país.
Así, ahora bajo el cuento de la "memoria" buscan que la futuras generaciones (quiénes vivimos el terrorismo comunista sí los conocemos) no identifiquen a los verdaderos culpables de esta desgracia que asoló al país desde 1980, sino que vienen con el rollo de que "todos somos víctimas", de esta manera, los verdaderos victimarios: los terroristas de sendero luminoso y del mrta, los izquierdistas que nunca condenaron el accionar terrorista (pensando que talvez los iban a llamar para gobernar una vez que tomen el poder), pasan piola en esta ideologizada interpretación de nuestro pasado reciente.
Ahora se entiende el porqué estos sectores derechohumanistas incluyeron a terroristas como "víctimas" en el monumento que levantaron para su uso y consumo en el Campo de Marte de Jesús María, también porqué estos sectores no dijeron ni pío cuando un juez brasilero -un mal imitador de Jorge Amado- calificó a las hienas asesinas sedientas de sangre de sendero luminoso como "Juanas de Arco que marchan rumbo al sacrificio por la justicia".
Esa visión interesada e ideologizada de nuestro pasado reciente, responde a los intereses de cortísimo plazo de la izquierda peruana, recordemos que ya vienen unas elecciones generales y la izquierda necesita desesperadamente volver al mapa electoral luego de su apocalipsis en las elecciones del 2006 (cuando no llegaron ni al 1% de los votos); por esto buscan imponer su visión de la historia reciente, en especial a aquellos jóvenes que no vivieron la época del terrorismo comunista y que desconocen lo que esto significaba, a estos jóvenes votantes les quieren vender la idea de que "todos somos víctimas" la cual implica una repulsiva mezcolanza de victimarios y víctimas (como la que hicieron en su malogrado monumento).

Gonzalo Gamio dijo...

Alfredo:

Una vez más, hablas en contra de lo que dicen los textos. Lo haces a sabiendas, pues en otras ocasiones esto ha sido demostrado.

La CVR condenó la ideología fundamentalista y sanguinaria de Sendero:

"Capítulo sobre Sendero del IF de la CVR
1.1.1.1. Orígenes ideológicos

"El PCP-SL tomó de Lenin la tesis de la construcción de «un partido de cuadros, selectos y secretos», una vanguardia organizada que impone por la vía de las armas la «dictadura del proletariado». De Stalin, figura menor entre los hitos históricos que reconoce el PCP-SL, heredó, sin embargo, la simplificación del marxismo como materialismo dialéctico y materialismo histórico y, además, la tesis del partido único y el culto a la personalidad. De Mao Zedong recogió la forma que la conquista del poder habría de adoptar en los países denominados semifeudales: una guerra popular prolongada del campo a la ciudad. Pero, tanto o más que la caracterización de la revolución en países agrarios atrasados, el PCP-SL tomó de Mao los siguientes conceptos".
[...]
"El denominado «pensamiento Gonzalo» hace «especificacionesal maoísmo, todas ellas con el fin de simplificarlo o volverlo más violento: a) la unificación de las leyes de la dialéctica en una sola: la ley de la contradicción; b) la universalidad de la guerra popular; c) la necesidad de que la guerra se despliegue desde un inicio en el campo y la ciudad; d) la militarización del Partido Comunista y de la sociedad resultante del triunfo de su revolución; e) la necesidad de revoluciones culturales permanentes después de dicho triunfo. Éstos son, a grandes rasgos, los fundamentos ideológicos del proyecto que desarrolló el PCP-Sendero Luminoso.
1.1.1.3. La trayectoria del PCP-SL en la década de 1970 y su perfil hacia 1980"
[...]
"La transformación de Mariáteguien precursor del maoísmo fue presentada por el PCP-SL como un «desarrollo» de su pensamiento. Así comenzaba el largo camino de Guzmán a la cúspide de su propio Olimpo. Desde entonces, los documentos del PCP-SL hablan de «Mariátegui y su desarrollo», sin mencionar todavía por su nombre al responsable de ese desarrollo: Abimael Guzmán.
Armados con esa base ideológica, los principales cuadros senderistas concentraron su trabajo en la transmisión, en las aulas universitarias, de un marxismo de manual que consistía en la elaboración de una visión del mundo simplista y fácilmente transmisible a los estudiantes".

CONCLUSIONES
"El PCP-SL representa la expresión de una ideología fundamentalista, sin respeto a la vida, y es una organización construida en torno del culto a la personalidad de Abimael Guzmán Reinoso, quien se hizo proclamar «el más grande marxista-leninista-maoísta viviente». La exaltación de Guzmán fue un factor muy importante para lograr la cohesión internadel PCP-SL, pero se convirtió en su talón de Aquiles cuando aquél cayó preso en abril de 1992".

"De acuerdo con sus bases filosóficas, políticas e incluso psicológicas, el PCP-SL «ve clases, no individuos»; de ello se deriva su absoluta falta de respeto por la persona humana y por el derecho a la vida, incluyendo la de sus militantes. Éstos fueron educados en un fanatismo que se convirtió en su sello de identidad, lo cual condujo a la ejecución de acciones terroristas y genocidas".

Tus alusiones a Santiago Alfaro son maliciosas. Yo no sé si trabajó para la CVR y si cobró o no un sueldo ¿Lo sabes tú? ¿Eso demostraría que escribe por interés y no por convicción? ¿La tuya no es acaso una vulgar falacia ad hominem?

Alfredo P. dijo...

Sr. Gamio, su utilización de la CVR ya se asemeja a la de un radical islámico o a la de un fundamentalista de la biblia.
Su CVR no condena al marxismo-leninismo-maoísmo, sólo condena al "Pensamiento Gonzalo" a la que califica como simplificación del marxismo-leninismo-maoísmo, de modo que -para su CVR- el marxismo-leninismo-maoísmo sería una ideología política válida y respetable en cualquier democracia.
Finalmente, volviendo a la realidad y lejos de la lectura coránica de los versículos de su CVR, responda: ¿es cierto o no que existen terroristas que aparecen como "víctimas" en el monumento que levantaron en el Campo de Marte de Jesús María?, ¿es cierto o no que un juez brasilero de la CIDH calificó a las senderistas como "Juanas de Arco que marchan al sacrificio por la justicia"?.

Gonzalo Gamio dijo...

Alfredo:

Ya he respondido a esa pregunta en reiteradas ocasiones, tanto en relación con la CVR como respecto de las razones por las cuales NO SOY marxista y cuestiono al marxismo. Vaya a los posts correspondientes. No creo que creer en que las personas tienen Derechos Humanos más allá de su raza, cultura, etc., sea fundamentalismo; es ud. el que repite sus comentarios como si fueran mantras.

Alfredo P. dijo...

Sr. Gamio, le hice un par de preguntas puntuales que Ud. no ha respondido, sólo ha formulado otro malabarismo verbal.
Le reitero: ¿es cierto o no que existen terroristas que aparecen como "víctimas" en el monumento que levantaron en el Campo de Marte de Jesús María?, ¿es cierto o no que un juez brasilero de la CIDH calificó a las senderistas como "Juanas de Arco que marchan al sacrificio por la justicia"?.
Espero que responda y no se oculte tras malabarismos verbales.

Gonzalo Gamio dijo...

Vea mis posts sobre El Ojo que Llora y el fallo de la CIDH. No son malabarismos, son indicaciones sencillas.