Gonzalo Gamio Gehri
El embajador del Perú en Argentina, Nicolás Lynch, acaba de renunciar a su cargo por haber recibido una carta de miembros de MOVADEF, el actual brazo “político” de la organización terrorista Sendero Luminoso. El error cometido ha sido grave, y Lynch ha tenido que dejar el cargo. Es cierto que Lynch ha escrito contra Sendero y contra la extrema izquierda instalada en las organizaciones del sector educación, pero ello no anula las razones que ponen de manifiesto su error. La cobertura mediática de este incidente ha sido (literalmente) extraordinaria. Sin embargo, más allá del escándalo suscitado, la cuestión principal, que las pretensiones de MOVADEF son inaceptables en el nivel político y en el legal – la amnistía que solicitan resulta inadmisible en la perspectiva de la legislación en materia de derechos humanos, pues atenta contra la justicia más elemental – sigue sin ser examinada y discutida con rigor. Y lo mismo puede decirse de su aspiración a incorporarse al ejercicio de la política sin haber abandonado la matriz violentista e integrista de su ideología maoísta. No puede intervenir en la vida política quien no respeta las libertades y los derechos ciudadanos, y considera que el uso de la fuerza constituye un método “legítimo” para hacerse del poder.
Estas circunstancias críticas no se resolverán explotando políticamente estos errores o estigmatizando ideológicamente al ex embajador. No se puede derrotar al MOVADEF si no se libra una batalla política basada en la recuperación de la memoria de los crímenes de Sendero Luminoso. Allí están las evidencias, los testimonios. El Informe Final de la CVR y otras investigaciones han documentado rigurosamente estos hechos. Se trata de una lucha contra la impunidad y contra la amnesia. Resulta lamentable constatar que muchos seguidores de este grupo prosenderista son jóvenes que no tienen conocimiento de lo que vivimos en el país en los años del conflicto (o lo tienen, pero no quieren enfrentar lo sucedido, por interés o desidia).
Los argumentos contra MOVADEF son los mismos argumentos que pueden esgrimirse en contra el pedido de indulto de Fujimori. Se trata de combatir la amnesia ética y política que en ambos casos se pretende imponer a través de la amnistía y del indulto. Tanto los adeptos de Guzmán como los fujimoristas confunden deliberadamente la "reconciliación" con la búsqueda de silencio e impunidad, En este punto coinciden plenamente: no olvidemos que el MOVADEF nace como producto de las negociaciones de Guzmán y.Montesinos, con la anuencia de Fujimori. Ambos grupos están interesados en minar las políticas de memoria y reparación. Ambos grupos pretenden usar las reglas y los espacios propios de la democracia para beneficiar a sus líderes y ganar posiciones en nuestro precario escenario político. Cada uno promueve una lectura autoritaria ide la vida pública, y basa su propia actividad colectiva en el culto a la personalidad del líder.
En cuanto al caso del fujimorismo, resulta claro que la legislación internacional rechaza el indulto como figura legal cuando se trata de delitos contra los derechos humanos. Tampoco procede la figura del indulto humanitario, dado que Fujimori no padece una enfermedad que atraviesa su fase terminal. Su centro de reclusión ad hoc le asegura privilegios – visitas ilimitadas, asistencia médica permanente, diversos ambientes, y un largo etcétera – que difícilmente agravan su situación (la sugerencia de Kenji Fujimori es francamente delirante e irrisoria).. De tal manera que su situación no justifica un indulto, a menos que el juicio de los médicos vaya en otra dirección basándose en evidencia científica. La opinión pública debe recordar las múltiples ocasiones en las que Fujimori ha intentado huir de la justicia y evadir sus responsabilidades: renuncia por fax, escape al Japón, postular al senado japonés, etc. Y ahora este conato absurdo de petición de perdón con un pintoresco autorretrato y sinuosas líneas de apoyo. Hacer memoria en torno a los crímenes y a las triquiñuelas de Fujimori nos permitirá no ser condescendientes frente a esta nueva estrategia suya por lograr impunidad. Es curioso que la misma prensa conservadora y los “actores” políticos que se muestran severos con las retorcidas pretensiones de MOVADEF sean los complacientes impulsores de la campaña por el indulto de Fujimori; lo mismo puede decirse de quienes, en el ámbito público, cuestionan al fncionario renunciante pero muestran una inocultable simpatía por esta cuestionable solicitud (políticos de otras organizaciones partidarias, empresarios, el cardenal, etc.). Un poco de consistencia no les vendría mal.
En cuanto al caso del fujimorismo, resulta claro que la legislación internacional rechaza el indulto como figura legal cuando se trata de delitos contra los derechos humanos. Tampoco procede la figura del indulto humanitario, dado que Fujimori no padece una enfermedad que atraviesa su fase terminal. Su centro de reclusión ad hoc le asegura privilegios – visitas ilimitadas, asistencia médica permanente, diversos ambientes, y un largo etcétera – que difícilmente agravan su situación (la sugerencia de Kenji Fujimori es francamente delirante e irrisoria).. De tal manera que su situación no justifica un indulto, a menos que el juicio de los médicos vaya en otra dirección basándose en evidencia científica. La opinión pública debe recordar las múltiples ocasiones en las que Fujimori ha intentado huir de la justicia y evadir sus responsabilidades: renuncia por fax, escape al Japón, postular al senado japonés, etc. Y ahora este conato absurdo de petición de perdón con un pintoresco autorretrato y sinuosas líneas de apoyo. Hacer memoria en torno a los crímenes y a las triquiñuelas de Fujimori nos permitirá no ser condescendientes frente a esta nueva estrategia suya por lograr impunidad. Es curioso que la misma prensa conservadora y los “actores” políticos que se muestran severos con las retorcidas pretensiones de MOVADEF sean los complacientes impulsores de la campaña por el indulto de Fujimori; lo mismo puede decirse de quienes, en el ámbito público, cuestionan al fncionario renunciante pero muestran una inocultable simpatía por esta cuestionable solicitud (políticos de otras organizaciones partidarias, empresarios, el cardenal, etc.). Un poco de consistencia no les vendría mal.
3 comentarios:
El titular del blog identifica correctamente la solución al rebrote de la fachada del terrorismo comunista al decir que hay que dar a conocer los crímines del terrorismo comunista, pero se equivoca garrafalmente al sostener que la CVR de la izquierda ayudaría a este objetivo. Se olvida interesadamente que fue la CVR de la izquierda la primera que definió a sendero luminoso como "partido político", fue esta CVR la que dice que no hubo terrorismo, sino "conflicto armado interno", el cual surgió por causas "político-sociales"; este este discurso plagado de ambiguedades y eufemismos el que ha creado al MOVADEF. También se olvida que fue su CVR la que equiparó al accionar del terrorismo comunista con el legítimo combate que se le dió desde el Estado, acusando a las FF.AA y a la Policía de "terrorismo de Estado". Es evidente que el discurso de la CVR de la izquierda no puede servir para combatir a su hijo no reconocido: el MOVADEF; felízmente se dejó de lado la idea de introducir la enseñanza de esta CVR en la currícula escolar, algo que -seguramente- habría servido para que en algunos años más, el MOVADEF esté disputando una segunda vuelta.
Sobre el accionar del curtido militante de la izquierda que fungía como embajador del Perú en Argentina, qué mas se puede añadir: la izquierda peruana siempre ha estado muy acomplejada frente a sus parientes ideológicos de sendero y el mrta, pues estos grupos terroristas se atrevieron a llevar a la práctica lo que la totalidad de la izquierda peruana pregonaba desde los 60s y 70s: que el poder nace del fusil y que hay que matar gente para tomar el poder, que destruir es construir un nuevo orden. Por todo esto, no es de extrañar que la izquierda peruana siempre sea muy comprensiva con sus parientes ideológicos.
Alfredo, como siempre, una lectura de las conclusiones del Informe de la CVR te demostraría, según el texto, que la causa del conflicto armado interno fue la declaratoria de guerra de Sl, su ideología fundamentalista, que fue el principal perpetrador de crímenes contra los DDHH, que fue una organización política delictiva y terrorista. El juicio sobre la izquierda es severo.
Más información en este post:
http://gonzalogamio.blogspot.com/2008/09/desmontando-un-mito-absurdo.html
Pero ya sabemos que sólo quieres dejar una opinión, no argumentar.
Buen día profesor Gamio.
En mi opinión, me parece absurdo que se tome a los jóvenes como ingenuos. Creo que los jóvenes del MOVADEF saben con certeza qué sucedido entre 1980 al 1992, así como los remanentes de PCP-SL, el PCP de "Artemio", de los hermanos Quispe Palomino, la vinculación al narcotráfico, etc.
Me llama la atención el sesgo deliberado de Alfredo P. respecto poco interés del gobierno peruano de usar herramientas legales para contrarrestar a este grupo o brazo político-partidario de Sendero Luminoso. Además, el escenario político no ha sido el propicio para que los partidos políticos asimilen un verdadero sistema de partidos políticos para enfrentar esta ideología a nivel nacional e internacional.
Más allá de las reuniones interesadas de Fujimori y Montesinos, desidia de Paniagua, estupideces de Toledo y ausiencia de entereza de Humala, la política nacional debe dejar de llorar sobre la leche derramada y unificarse en un sólo frente para contrarrestar esta escoria llamada MOVADEF.
Ese argumento falaz de que Fujimori puede hacer esto o aquéllo si fuera presidente resulta vano.
La democracia desde distintas perspectivas de los derechos humanos debe tener una auténtica vocación humanista a través de los partidos políticos.
En la actualidad, sólo hay organizaciones personalistas que abren sus puertas sólo en elecciones. La pregunta es ¿para el 2016 será Fuerza 2011? Alfredo P. tiene la respuesta, como también puede responder a la siguiente pregunta ¿MOVADEF es consecuencia sólo del IF-CVR? o ¿sólo a la izquierda peruana le tocaba la difusión o instrucción en la historia política peruana?
Saludos cordiales.
José.
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