sábado, 8 de noviembre de 2014

RAZÓN PRÁCTICA Y NARRATIVA. CHARLES TAYLOR: UNA RELECTURA TELEOLÓGICA DE LA ÉTICA MODERNA (ESQUEMAS)








Gonzalo Gamio Gehri


La distinción entre evaluaciones fuertes y débiles constituye un elemento medular del proceso de deliberación práctica en Taylor.

         En el caso de las evaluaciones débiles el criterio de discernimiento es el grado de apetencia o la utilidad.
         En el caso de las evaluaciones fuertes nos remiten a experiencias en las que se pone en juego una valoración ética más intensa del agente, porque atañen a sus modos de ser.
         Apelan a distinciones cualitativas. La discusión e identificación de estas distinciones constituye una condición esencial para orientarnos en el espacio social. Remisión a horizontes.
         Importancia de las evaluaciones fuertes en la construcción de la identidad.

La composición de la narrativa vital constituye la forma que nos permite dar cuenta de nuestras evaluaciones y elecciones.

          Narrativa permite examinar los contextos, vínculos y conflictos que involucran el discernimiento y la elección del modo de vida.
          Narrativa apela a la capacidad crítica y a la facticidad.
          Objetivo de la composición de narrativas es la clarificación y orientación existencial.
          Tema de las transiciones. El paso de un relato al siguiente ha de suponer un tipo de ganancia en cuanto a  esclarecimiento.

La referencia a fines constituye una condición trascendental en la reflexión ética según Taylor.

         Referencia a Aristóteles. Dar razón del sentido a la acción implica conectarla con el bien perseguido.
         La omisión de toda referencia teleológica condena a las éticas procedimentales a la inarticulación, pues llevan una teleología implícita.
         Taylor defiende una ética sustantiva que destaca la conexión de los bienes con la narrativa vital y con las ontologías morales, que dan cuenta de las concepciones del mundo y la condición humana que subyacen a nuestras “intuiciones” y les sirven como fuentes.
         La incoherencia de las éticas procedimentales reside en que ellas se fundan en “hiperbienes”.

Una de las mayores dificultades conceptuales que afrontan las éticas de procedimiento es la renuencia a considerar seriamente los conflictos entre bienes (y entre males).

         Conflictos trágicos (clásicos, .Mal contra mal, bien contra el bien,
         Las éticas procedimentales tienden a desconocer la racionalidad de estos conflictos (el caso de la moral de inspiración kantiana) o minimiza su poder a partir del cálculo costo-beneficio (algunas versiones del utilitarismo).
         Estos conflictos constituyen temas centrales en la experiencia ética común. La perspicacia ética supone la capacidad de comprender y plantear estos conflictos.

Taylor defiende una concepción dialógica de la identidad que cuestiona severamente el individualismo (‘atomismo’) imperante en el sentido común de las sociedades occidentales contemporáneas.

         El sentido del yo es inseparable de la percepción y de la interpretación de nuestro lugar en el espacio social y la dirección en su interior.
         Perder el contacto con estas coordenadas implica afrontar una “crisis de identidad” sin precedentes.
         Fuentes del yo constituye un intento por recuperar el mapa ético - espiritual de la cultura moderna.
         Identidad dialógica. El énfasis que pone Taylor en el término “diálogo” recusa toda connotación “comunitarista”: la construcción de la identidad se forja en contacto  con los “otros significativos” y con el horizonte, pero este proceso no resiente la capacidad reflexiva del agente.


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