viernes, 5 de marzo de 2010

“DECENCIA EN LA POLÍTICA”


Gonzalo Gamio Gehri


Algunas breves y raudas reflexiones personales en voz alta, todavía en borrador.

El escenario electoral comienza a calentarse poco a poco. Inevitablemente, las primeras escaramuzas son de corte municipal. Lourdes Flores va concretando su postulación a la alcaldía de Lima, y acaba de decir que Alex Kouri – quien ha reconocido múltiples reuniones con Montesinos, muchas de ellas registradas en los vladivídeos – mantiene prácticas montesinistas; ella ha aludido a la promoción del transfuguismo y al recurso al periodismo “chicha” (y a sus gestores históricos) con fines electorales. Ha sostenido que la persistencia en tales oscuras prácticas privaría de significación cualquier pública petición de perdón. Es un argumento contundente, sin duda. Flores ha señalado que es preciso contener el avance del fuji-montesinismo y recuperar la “decencia en la política”, y ha propuesto la formación de un frente político amplio para cristalizar tal propósito. Ha sido bastante enfática en sus declaraciones y esa intensidad ha llevado a que no pocos analistas le otorguen la ventaja en un primer round. Sus alusiones a recuperar la “decencia en política” nos dan que pensar.

Promover la purificación de la política – “en abstracto” – me parece una propuesta importante y necesaria, que es preciso examinar detenidamente, sin incurrir en gestos efectistas o dejarse llevar por arrebatos de ingenuidad. De hecho, puede ser una idea convincente, pero es preciso analizarla con cuidado. En lo personal, creo que se trata de una tarea ciudadana de primera importancia, y considero que la posibilidad de formar un frente político amplio para construir una alternativa democrática que combata la opción autoritaria de Keiko Fujimori - que representa, a mi juicio, precisamente el retorno del gobierno corrupto y despótico que fue derrotado en el 2000 - es realmente interesante. Sin embargo, temo que el tema de la “decencia en política” se convierta en un slogan político más. No olvido que fue Lourdes Flores quien, una vez consumado el fraude electoral de Perú 2000, sostuvo que Fujimori debía permanecer en el poder. No alzó la voz para pedir un gobierno de transición en un momento también oportuno para combatir la corrupción, sin dudarlo. También conservo en mi memoria sus alianzas electorales con sectores conservadores cercanos al fujimorato, su tibio y ambiguo apoyo a los temas fundamentales de la agenda transicional – sistema anticorrupción, derechos humanos y CVR -, así como la presencia en su bancada de políticos viscerales y cuestionables como Lourdes Alcorta.

La idea me interesa, pero necesito – para tomar realmente en serio esta iniciativa – manifestar mis dudas sobre el espíritu que la anima, y sobre el mensajero. Lo digo con claridad. No dudo del talento de Flores Nano, pero nunca he confiado mucho en las credenciales propiamente liberales del PPC (aunque tengo entendido que existe un “sector reformista” integrado por jóvenes que buscan establecer algunos cambios), y sus bases ideológicas no son suficientemente claras. No pocos de sus miembros originarios han pasado también por la salita del SIN. Sus líneas programáticas parecen estar lejos del talante secularizado y pluralista que yo esperaría de la política y de la ética pública democrática (como detalle pintoresco y anecdótico, tengo entendido que incluso algunos despistados líderes pepecistas les confían la "capacitación" de sus cuadros juveniles en "Jornadas de formación" a los ¡ideólogos retro, de "trono y altar", aquellos que anhelan un Estado integrista - confesional y sostienen que los derechos humanos "no existen"; difícil edificar o fortalecer una agrupación socialcristiana moderna sobre esas bases).

En otras palabras, siendo significativa y valiosa la perspectiva de un frente amplio antiautoritario que reúna a otras fuerzas políticas democráticas de izquierda y de derecha, se necesita más que un gesto peregrino para contar con el apoyo de ciudadanos que (como yo) están lejos de la tienda política del PPC. Por supuesto, la lucha contra la corrupción tendría que estar por encima de las lealtades de facción, pues estamos hablando de principios normativos de lo político. La realidad efectiva pone de manifiesto que en nuestra "clase política" la corrupción se ha entronizado hasta convertirse en una especie de enfermedad. La solución no pueden traerla los políticos tradicionales, se necesita movilizar a la ciudadanía entera (por eso el episodio de la transición constituyó una oportunidad muy especial en este sentido). Por eso mismo, una propuesta crucial como esta debe encarnar algo más que el puro y duro cálculo electoral. Queremos ver completamente derrotados a los fujimoristas y a sus aliados, pero no basta con una mera declaración de intenciones.

Adecentar la política constituye una idea que puede caer oscilar peligrosamente entre el slogan efectista y el moralismo vacío. Si se trata de una invitación a recuperar las prácticas cívicas democráticas y fortalecer la fiscalización del poder, entonces debe trascender el ámbito de las meras declaraciones, e incorporar como proyecto no sólo a los partidos políticos, sino a otros espacios ciudadanos, en el seno de la sociedad civil. Desmontar el mito de la "mano dura" "desde abajo". Quebrar ese circuito de "tolerancia" a la corrupción ( del que se valen no pocos políticos controvertidos: decir que reunirse o negociar posiciones con Montesinos constituye un "error" - o un "pecado" - es una patética forma de insultar la inteligencia de la gente). Por supuesto, el objetivo de una propuesta como esa no sería ganar una elección, sino – para usar una expresión del ex presidente Paniagua – llevar a cabo una auténtica “refundación” de la República. No sé si quienes proclaman esta idea están a la altura del papel que les exigiría una tarea como esta, esperemos que sí (asimismo, resulta evidente que la alternativa autoritaria es nefasta e inaceptable, eso no está en discusión). Por principio, la ciudadanía no puede asumir, en esta peculiar situación, el mero rol de un espectador: hay demasiado en juego aquí.

Para expresarlo en términos de un (¿aparente?) dilema, dejo planteada la pregunta: ¿En qué registro estamos postulando esta idea, en el del marketing político, o en el de la ética pública?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigue la hipocrecia y el hablar a media voz. De que decencia habla lourdes flores si hasta la fecha no dice absolutamente nada sobre las mas de 16 denuncias de corrupcion que pesan sobre castañeda lossio, marco parra y su gente. A no ser que se entienda, que solo es honesto a aquel que denuncia a su enemigo politico.

Que han hecho los regidores del PPC en la municipalidad de Lima?

Lourdes flores no es un buen referente, para llenarse la boca de esta palabra con enorme significado.

No conosco a un politico peruano que haya pedido perdon por cometer errores, Kouri lo ha hecho. Hablan que se reunio con montesinos y cual es el problema, acaso no se reunio con montesinoa alberto andrade en 1992 ( el mismo lo confeso)quien dijo algo. NO SEAMOS HIPOCRITAS!!!!!
Muchos funcionarios publicos ahora mismo vienen negociando bajo la mesa coimas y depositos, pero alli no esta la camara de Azcurra y montesinos. ¿ellos son inmaculados?.

Votare por Alex Kouri porque pido perdon y creo que esta intentando limpiar su honor. Le dare una oportunidad. En cambio Lourdes Flores se cree la inmaculada, ella nunca a errado, el hijo de bedoya solo cometio un pecadillo. HIPOCRITAS!!!!

Votare por Kouri, porque cuando lo denuncian por algo, DA LA CARA y rinde cuenta, va al congreso, va a la prensa y no se esconde, EL EN PERSONA DA LA CARA. Que hacen otros?

Votare por Kouri porquesu trabajo y su lenguaje va dirigido al pobre, votare por Alex Kouri porque el se ensucia los zapatos, no como otros (lease Lourdes Flores) solo aparece en campaña.

POR ESO Y MAS VOTARE POR ALEX KOURI!!

CLINES

Eddy Romero Meza dijo...

Que curioso razonamiento el de este señor del comentario anterior, entre “dos corruptos”, votará por el menos corrupto. Claro, para él Kouri es un “corrupto más transparente”.

Saludos Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Eddy:

Tienes razón. Curioso razonamiento el de este señor. Parece que, según él, rechazar la hipocresía implica pasar por agua tibia la corrupción.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Es muy interesante su artículo, y la perdida de la ética en la política, sobre todo en la deliberación y decicisones que se deberían tomar en las políticas de participación ciudadana, algo que no se evidencia mucho en el quehacer socio-político.

Más que una crisis gubernamental, es, a mi criterio, una crisis en el sistema político y la sociedad civil, y pongo énfasis en la democracia participativa y representativa, "proyección" que
da una a la otra.

Sobre el comentario del amigo "anónimo", he escuchado en reiterados análisis que en la política siempre se elige a un representante que puede ser calificado como un "mal menor", en contra de alguien extremista, "mal mayor". Pero nuestro amigo "anónimo" piensa al revés.

Saludos Gonzalo.

Geviert-Kreis dijo...

saludos,

una breve nota:

"aunque tengo entendido que existe un “sector reformista” integrado por jóvenes que buscan establecer algunos cambios"

sería interesante saber quiénes son estos y si logran organizarse. Sería interesante también saber si existe algo parecido en las "nuevas" izquierdas. Me refiero con esto a que el debate debería puntar a la generación post-transicional bajo premisas trans-partidarias y hacia el consolidamiento de los poco bueno que el régimen ha logrado (v.g. la solución del conflicto interno).

Sería ya ahora que se tematice la transición también en términos generacionales, que se haga tabula rasa con la vieja izquierda y la vieja derecha, con todo lo anterior a la transición en pocas palabras. De esta manera entiendo yo la frase "refundación de la República". Curiosamente el último árticulo de Adrianzén, refiriéndose a Tanaka, llama a estos intentos, intentos "conservadores". Más bien pocos notan el SÍMBOLO político que está detrás de Tanaka (dudo que el mismo Tanaka lo sepa): Tanaka representa la progresiva des-ideologización de las ciencias sociales peruanas (de la sociología en particular) hacia una mayor autonomía de la ciencia política como método y espisteme. Esto es lo que noto en términos político-simbólicos. Por su lado, la chacota del Jorobado demuestra (siempre simbólicamente) que dicho proceso de mayor autonomía no es todavía suficiente, pero va en buen camino. Si Tanaka es "conservador" en este sentido, entonces, pues, bienvenido sea. Pienso que sea saludable crear una fractura generacional "antes y después" del proyecto refundacional. Al menos es en estos términos que puedo imaginarme una "nueva derecha" (en lo que a mi "camiseta" respecta).

saludos
Giovanni

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Giovanni:

Conocí a los jóvenes del "grupo reformista" del PPC hace tiempo, en una conferencia que di a los asesores parlamentarios diversos partidos, y luego aparecieron en el programa de Althaus. Espero que puedan renovar ese partido, y - como ellos dicen - moverlo hacia una opción un tanto más cercana al "Centro".

No conozco casos similares en otros partidos.

Creo también que Adrianzén no afina la crítica cuando pone énfasis en el carácter "conservador" de los planteamientos de Tanaka y los "nuevos politólogos" (él se refiere a Dargent y Vergara, Meléndez todavía no ha intervenido en la discusión directa con Lynch y Adrianzén). Habrás visto que la réplica de Adrianzén no toca para nada el elemento teórico, que es tan valioso para esta discusión.

Saludos,
Gonzalo.

Geviert-Kreis dijo...

saludos,

Adrianzén no toca el elemento teórico porque simplemente no lo tiene, sus respuestas son memorias, recuerdos, cita a efecto por acá, por allá. Ya Tanaka lo ha escrito claramente cómo Adrianzén desea sorprender al lector con efectismos demagógicos e impresionistas según el mejor estilo de la "ley de Godwin", una verdadera escuela invencible en estos casos. Se puede decir finalmente que a Adrianzén y a su grupo le interesan únicamente las polémicas que tengan al menos un ganancia electoral final, despertar las "grandes opiniones", no discutir sobre epistemología o teoría con tres o cuatro, demasiado esfuerzo.

Ese slogan viejo como un jingle de los años 60 que dice "todo lo nuevo es siempre bueno, tenemos que probarlo; todo lo que conserva es viejo, ergo es siempre malo", es una máxima comunista que no lo escuchaba desde los tiempos del SED, el ex-partido comunista de Alemania Oriental. Ahora resulta que son los politólogos los conservadores y los sociologos siempre "forever young", buena comuna y eterna barricada. Que tal talco. Y después se quejan por qué uno se molesta con estos señores.

Yo insisto Gonzalo sobre el criterio generacional. Los jóvenes no alzan la voz porque se mueven bajo la tutela de la viejas elites de izquierda y derecha, que son las que tienen el acceso al sistema de los poderes fácticos materiales (a derecha) y simbólicos (a izquierda), por igual y cooperativamente. Cuando alzen la voz ya no contarán y lo que dirán, no afirmará nada sustancial. En este sentido citaba al Jorobado, que rompe positivamente con este esquema. Romper y jorobar es bueno, pero en coro, no esconder la mano detrás del profesionalismo y el buen dato. que se jorobe colectivamente, no en soledad, y hacia una nueva cultura política que disienta contra las viejas elites de ambos bandos, en lo académico como en lo político. Y no lo digo por broma. O "joroban" ahora los jóvenes, o en diez años tendrán otro gobierno de transición luego que saquen por las malas a Humala y así hasta el próximo caudillo de turno y la próxima "transición inconclusa" (con los nietos de Adrianzén esta vez).

En la crítica al conservadurismo de Tanaka y a los politólogos, se hizo mención de las epistemologías "importadas". Lo bueno de la politología americana es que estructuralmente no sufre del ambiente de las taras partidarias y las culturas políticas ultraideologizadas como la europea y la latinoamericana. Para el que viene de afuera es un "trauma", otro mundo. Esto sucede porque simplemente el individualismo racionalista de los americanos es impermeable a los lastres de matriz europea. El vicio de la sociología americana es que, no teniendo ningún interés por las perspectivas macro-históricas, su sociología es psicología social, interaccionismo comprendente y demás combinaciones centradas sobre el universo individualista. Tanaka viene de la Sociología en LA y ha experimentado esta diferencia entre USA y LA, por lo tanto se coloca en el justo medio (que es el medio entre su dos experiencias). Es lo que Adrianzén y Lynch llaman la "espistemología importada" de los americanos. Otra frase a efecto.

El jorobado en cambio no viene de la sociología, por lo tanto, como puedes ver, la reacción contra el parasitismo de las CCSS peruanas es mucho mayor, mucho mayor ruido, mayor disenso. A esta línea sutil que va de Tanaka a Melendez me refería simbólicamente, viendo los debates desde afuera. En el medio de estas dos figuras está la generación "muda".

La ética pública que planteas es posible, y no está en contradicción con el marketing político: es la ética publica de una elite que alza la voz con las mejores estrategias de comunicación política y renueva de esta forma la cultura política anquilosada de las viejas elites en los términos de un antagonismo cooperativo.

saludos

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Giovanni:

Muy interesante y agudo lo de los sociólogos "forever young". Hegel decía que las comunidades existentes tenían una ventaja básica sobre las utopías: "habían visto la luz del día".

Me parece fundamental que los jóvenes hablen en alta voz, y cuestionen. Si es con argumentos, mejor. La política bperuana no se renueva generacionalmente. Me parece patético que el Movimiento Nueva Izquierda esté liderado por ¡Rolando Breña! ¿Qué novedad hay allí? Ninguna....Efectivamente, la "mudez" de nuestra juventud puede llevarnos a otra aventura autoritaria con Humala o Keiko F.

Efectivamente, la ética pública no necesariamente excluye el marcketing político. Por eso lo puse con signo de pregunta. El asunto es que no pierda la conexión con la ética pública.

Saludos,
Gonzalo.

autumn dijo...

Hola Gonzalo:

Soy estudiante de ciencia política de la PUCP. Te vengo siguiendo en el debate con Martín Tanaka, Adrianzén, Vergara, Dargent, Manrique y Lynch. Creo muy importante tu intensión de discutir y no olvidarnos de la epistemología. Pero, me encontré con este excelente artículo. Quería pedirte que me permitieras colgar el enlace en el grupo "NO A KEIKO" de facebook.

Gracias, espero tu respuesta. Daniel Encinas.

Gonzalo Gamio dijo...

Hola Daniel:

Claro, con el mayor gusto.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Es interesante reflexionar sobre el estado de la politica en el Perú, es un proceso donde la sociedad civil debe de inmescuirse mas la politica es importante para nuestras vida que dejarla a libre albeldrio a los politicos y mas a gentes que tienen en sus mentes ideas confunsas y proyectos mafiosos tales el grupo fujimorista si creo que este movimiento es el principal enemigo para el proceso lento de institucionalidad democratica por ello me uni al grupo en facebook de NOAKEIKO. apoyo ello. espero que dentro de un corto tiempo estemos discutiendo temas imprtantes como la reforma del estado hacer de su participacion mas trasparente y menos costosa para la comunidad en general.