sábado, 29 de enero de 2011

SOBRE “LAS DOS HERENCIAS”: SÓLO UNA NOTA AL PIE DE PÁGINA




Gonzalo Gamio Gehri


I


El comunicado del Rector de la PUCP ha respondido bien al poco feliz artículo de Prieto Celi (publicado en El Comercio, días atrás). Ha señalado que la Universidad rinde cuentas a SUNAT, y muestra en su página web sus datos económicos y administrativos. Si el Sr. Prieto Celi desliza la idea de que existirían irregularidades en la administración de la PUCP, que presente pruebas; pero no hace nada semejante, su artículo está plagado de insinuaciones privadas de un argumento que las respalde. Nuestro autor parece proclive a las 'teorías de conspiración' que distorsionan la realidad sin mayores escrúpulos. En El trigo y la cizaña procede de manera similar. Que el lector revise el texto y juzgue por sí mismo. En Tiempo de memoria criticamos severamente su deficiente concepto de "verdad" en los temas de violencia y justicia correctiva.

Prieto Celi considera que la postura de la PUCP frente al testamento de Riva-Agüero y a las funciones de la Junta Administrativa es una expresión de desobediencia, supone que debería allanarse a las pretensiones de quienes buscan intervenir sobre la vida de la Universidad más allá de lo que establecen el testamento (en cuanto al tema patrimonial) y los estatutos de la PUCP (en cuanto al gobierno de la Universidad). Esa es una posición altamente discutible desde un punto de vista legal, filosófico y teológico. Sobre el tema jurídico, remito al lector al texto En defensa de la PUCP, en el que se expone la posición de la Universidad y en donde se muestran – a la luz de sus cartas – las pretensiones inaceptables del Sr. Muñoz Cho sobre la Universidad. El litigio tiene todavías dos frentes pendientes: el 16º juzgado y la CIDH.

El texto en cuestión revela además un elemento político e ideológico.

“Cómo se ha llegado a esta situación es fácil de comprender: cuando autoridades y catedráticos dejaron la fidelidad doctrinal al magisterio católico para coquetear con ideologías ajenas a la fe cristiana y cuando el manejo monetario dejó de tener la prudente supervisión de la jerarquía de la Iglesia, corriendo el riesgo de convertirse en una repartija de unos cuantos”.

Nuevamente, se pretende sugerir que la PUCP se acerca a “ideologías ajenas a la fe cristiana”. No se explica cuáles serían éstas, por supuesto, y en qué sentido serían contrarias a la fe. Esta afirmaciónn entraña un juicio sobre la vida académica de la Universidad, que parece revelar ciertas expectativas de control sobre lo que se lee y se investiga en las aulas e institutos académicos de la PUCP (y acaso sobre lo que deberían pensar sus docentes e investigadores). La sugerencia de Prieto Celi es ofensiva y no corresponde a la verdad. La PUCP no asume institucionalmente una ideología: es un foro académico que promueve el juicio crítico sobre las ideologías y promueve la libertad intelectual y la búsqueda del conocimiento sin cortapisas. Allí se lee a Platón y a Borges con el mismo espíritu crítico que a Schmitt, a Galileo o a San Agustín, Smith, Marx o Sen. No hay lecturas de manual o libros “relativamente prohibidos” o de difícil acceso en las bibliotecas, como en otros centros, porque una verdadera Universidad somente a examnen crítico las diferentes perspectivas desde sus fuentes originales. Tampoco la formación está basada en “manuales de única doctrina”: se promueve la lectura directa de los autores, su discusión y la construcción del juicio propio del estudiante. Sus profesores cultivan diversas disciplinas y enfoques. Profesores y estudiantes de esta casa de estudios profesan diferentes simpatías intelectuales y políticas.

Las declaraciones públicas de la Universidad han honrado su vocación cristiana y democrática, así como su compromiso con el pluralismo. Se ha pronunciado en defensa de la vida y de los principios del Estado constitucional de derecho, aun en tiempos en que algunos políticos, periodistas, autoridades sociales y “líderes de opinión” preferían apoyar con entusiasmo las aventuras autoritarias y la restricción arbitraria de las libertades básicas (o colaboraron desde dentro con tales gobiernos autoritarios). Los derechos humanos constituyen parámetros básicos para la coexistencia social y la protección de la vida y la dignidad de las personas. Se trata de parámetros cuya universalidad trasciende su matriz cultural liberal y no es patrimonio de ideología alguna. Es sabido que el magisterio moral y social de Juan Pablo II tenía en los derechos humanos una de sus columnas fundamentales. Conocidos son los comentarios poco amistosos de Prieto Celi sobre IDEHPUCP - una institución de la PUCP que cuenta con un merecido prestigio internacional -, un Instituto dedicado a la investigación y formación en la cultura de los derechos humanos, así que es de suponer que estas curiosas “observaciones” van en esa dirección. Prieto parece no caer en la cuenta de que la cultura de los derechos humanos constituye un punto de encuentro entre los ideales éticos de la ilustración y los del cristianismo.

II

El 30 de enero El Dominical de El Comercio está dedicado a la memoria y magisterio de Luis Jaime Cisneros. Este homenaje contrasta con la casi campaña que lleva a cabo este diario - a través de su nueva administración - en favor de los intentos del Cardenal por intervenir en la PUCP. Así, suele publicar artículos que asumen una posición determinada, y condena a la "congeladora"a los que defienden la posición contraria. Incluso publicó un desafortunado Editorial sobre el tema, abiertanente en contra de las autoridades elegidas de la PUCP, la comunidad universitaria y los intelectuales extranjeros que apoyaron la causa de la Universidad en un comunicado. Como se sabe, Luis Jaime Cisneros escribió en repetidas ocasiones acerca de la necesidad de preservar la autonomía y pluralidad de la PUCP, en contra de quienes pretenden ejercer un control sobre la Universidad desde criterios extra-académicos. Este era un tema que preocupaba profundamente al maestro, que amaba a la PUCP y el clima de libertad y de entrega al saber que la ha caracterizado. Me parece francamente poco honesto, por decir lo menos, "rendir homenaje" a alguien que ha dedicado su alma y su pluma por forjar una PUCP libre, blandiendo las armas de quienes quieren ver esta Universidad - que fue su segundo hogar - injustamente doblegada por un poder ajeno a ella.

21 comentarios:

  1. Sí, como no, son tan "liebrales" que aquel que en clase quiera defender la posición de la Iglesia en distintos temas es silenciado por el pensamiento único que se imparte en las aulas.
    De otro lado; ¿qué tiene que hacer una universidad que se dice "católica" propalando a ideologías tan fracasadas como el marxismo?, el mismo dueño de este post nunca ha dejado de ocultar su admiración a esta ideología tan fracasada.

    ResponderEliminar
  2. Alfredo:

    Me sorprende tu capacidad para mentir. Jamás alguien ha sido silenciado en la Universidad por expresar un punto de vista argumentado.

    No existe pensamiento único en la PUCP, sino pluralismo. Incluso profesores como De la Puente Candamo han asumido una posición favorable a JLC.

    Nunca se ha difundido la ideología marxista. Incluso profesores que trabajan teóricamente el pensamiento de Marx (Rochabrún, y otros) lo enfocan de manera crítica.

    Por último, yo nunca he sido marxista. Todo lo contrario. Me he pasado la vida discutiendo con Marx y el marxismo, a partir de Hegel, Arendt, Sen,Berlin, etc. Incluso en este blog, por ejemplo:

    http://gonzalogamio.blogspot.com/2008/09/sobre-marx-y-el-marxismo.html
    http://gonzalogamio.blogspot.com/2010/11/renovando-ideas.html

    http://gonzalogamio.blogspot.com/2010/09/problemas-con-el-pluralismo.html

    http://gonzalogamio.blogspot.com/2009/11/el-muro-y-la-izquierda-recuerdos-de.html

    ResponderEliminar
  3. Hola Gonzalo,

    Si existieran algunas sospechas de irregularidades administrativas
    en la PUCP,entonces deben contratar
    a una firma de prestigio para que les haga una
    auditoria,así de simple y resolver el asunto
    ¿ no crees?
    Por otro lado,es importante el pluralismo en los profesores universitarios
    ,pero contratar radicales o fanáticos
    o extremistas,bajo el concepto del pluralismo,sería
    entonces ,un severo abuso del lenguaje.

    Directamente ese perfil no debe ser apto
    en los templos del saber.
    Me recuerda a algunos personajes filo-farandu-blogeros-sofos que hacen escándalo para ser contratados,
    creando escenitas frente al decano y rector alcantarillesco,mientras éstos lo invitan a retirarse,y este sujeto se agarra el pecho como si no pudiera respirar y dice´algo me da,algo me da´ a pesar de ser esa una pseudouniversidad,una suerte de madrasa con fachada de facultad universitaria y con nivel de instituto de la av.Arequipa,donde Cipriani a dedo elimina gente bajando el pulgar porque lo miraron con cara diablo y Rafael Rey es el
    John Rawls que da cátedra en los cuarteles destapando el tanque de guerra y asomándose por la ventanita.

    Saludos,
    Marcelo

    ResponderEliminar
  4. Hola Marcelo:

    Cualquier "sospecha" debe verse respaldada por indicios o pruebas; de lo contrario se desciende al nivel de la calumnia. El artículo no presenta nada.

    Graciosa tu alusión a otros centros, sugieres que confesionales, aunque no sé a cuál te refieres. Como sugieres la presencia de fundamentalismos, no creo que se trate de una Universidad. Pero faltan datos.

    Curiosa sátira.

    Saludos,
    Gonzalo.

    ResponderEliminar
  5. Respecto al tema de la sospecha en una institución,quiero refererirme en términos generales,
    no a este caso específico unicamente.No creo que cualquier sospecha tenga que respaldarse por indicios o pruebas
    ya que una sospecha es una sensación o idea subjetiva basada muchas veces en fugaces eventos
    y tampoco tiene porque ser manifestada de manera pública,
    para que no se preste a explicaciones, porque no en todos los casos se puedan dar.
    Este estado mental,al no tener
    que dar justificaciones de su antecedente no tiene la posibilidad de convertirse en una calumnia y aun así,
    tampoco tendría la necesidad,ya que se podría argumentar que existe la posibilidad que hayan irregularidades,sin juzgar categóricamente,
    en la gestión de tal o cual empresa,ya que por ´a´ y ´b´motivos,a pesar de ser sustentos gaseosos y contingentes,se sale
    de dudas al realizarla
    Ahora bien,entonces si ´x´propone una auditoria en tal institución,sin haber sustentado el motivo(s)de su sospecha,
    ´y´le dirá que no hay motivo para hacerlo,ya que éste no ha sido manifestado y en caso lo manifieste,sería una
    calumnia porque no tiene la certeza ni la seguridad de lo que sugiere,y esta auditoría probablemente-depende el caso-
    no se podría realizar en esas circunstacias.

    Por lo tanto,realizar auditorías cada cierto tiempo especialmente en instituciones
    que mueven mucho dinero y disponen de amplio personal sin la necesidad de tener la ´el cuerpo del delito´en la mano
    no sólo fortalece la confianza y saca de dudas, sino que además incrementa la transparencia,y solicitar pruebas para que no sea una calumnia
    sólo burocratiza y entorpece la salud institucional bajo la figura de la dignidad.Más bien,en muchos casos
    se puede prestar a suspicacias.
    Pedir´ indicios o pruebas´ carece de todo sentido.Siempre y cuando sean dadas en un contexto razonable.

    Marcelo

    ResponderEliminar
  6. Estimado Gonzalo.
    Me da mucha pena que este conflicto entre la PUCP y el arzobispado continúe, solamente deseo que la autonomía de la PUCP no sea afectada por los resultados del 16º juzgado y la CIDH, me gustaría que este enfrentamiento ya se acabe y regresen las buenas relaciones, como en esos tiempos cuando se podía invitar a grandes personajes como el actual Papa Joseph Ratzinger.

    Saludos
    Carlos G.

    ResponderEliminar
  7. Para informacion del anonimo: la gestion economica y financiera de la Universidad Catolica se audita cada año por entidades de prestigio internacional como Price Waterhouse, los estados financietos se publican en su pagina web y son materia de revision y evaluacion en los organos de gobierno, donde participan representantes de profesores y estudiantes elegidos por sus pares. De manera que cualquier denuncia sobre irregularidades debe sustentarse en pruebas.

    ResponderEliminar
  8. A los sobones de la actual administración PUCP, repondan esta pregunta: ¿A dónde va la plata que recibe la universidad del C.C Plaza San Miguel? (el centro comercial que más factura en el Perú)?

    ResponderEliminar
  9. Al cobarde que se escuda en el anonimato:

    Revisa la rendición de cuentas de la Página de la PUCP, en lugar de insinuar cosas.

    ResponderEliminar
  10. Estimado Gonzalo,

    En relación a Marx. Como sabes, no tengo ni un pelo de marxista. Tampoco sería un pecado tenerlo. Pero me llama la atención lo siguiente. Y tiene que ver con la visión de la iglesia. Por ejemplo, el Papa Ratzinger, en su encíclica "Spe Salvi" de 2007, en varias ocasiones cita a Marx. En el punto 20 de la misma dice textualmente Benedicto XVI: "Con precisión puntual, aunque de modo unilateral y parcial, Marx ha descrito la situación de su tiempo y ha ilustrado con gran capacidad analítica los cambios hacia la revolución, y no sólo teóricamente: con el partido comunista, nacido del manifiesto de 1848, dio inicio también concretamente a la revolución. Su promesa, gracias a la agudeza de sus análisis y a la clara indicación de los instrumentos para el cambio radical, fascinó y fascina todavía de nuevo. Después, la revolución se implantó también de manera más radical en Rusia"

    Ciertamente el texto es crítico. Pero indica que el papa Ratzinger se dio la molestia de leer a Marx. ¿Cómo fue posible esta lectura? La respuesta es sencilla. Tuvo acceso a sus libros en el medio académico. Como académico católico vio necesario acceder y conocer todos los referentes posibles para comprender el mundo.

    Una universidad católica, por ello, no debe cerrase a ninguna corriente de opinión, ni a ninguna estructura teórica así sean éstas contrarias a lo que busca académicamente o eclesialmente. Ser una universidad católica implica familiarizarse con todo aquello que forma la conciencia humana y social de cada época. Sólo un visión muy pobre del mundo intelectual podría negar la importancia que ha tenido el marxismo en la configuración de la modernidad. Es más, así como se conoce al marxismo, también es importante conocer al liberalismo, la socialdemocracia, las teorías libertarias, el conservadurismo, etc. Todo nos permite comprender el mundo.

    Saludos y nos vemos en nuestra casa común...

    Ricardo

    ResponderEliminar
  11. Gonzalo, afirmas que la postura del Arzobispado es "altamente discutible desde un punto de vista legal, filosófico y teológico." No sé qué teologías tengas en mente, pero definitivamente olvidas los aspectos eclesiales y canónicos.

    Y, aunque se les quiera ignorar (y en nuestra universidad dizque "católica" abundan quienes los ignoran)...

    ...SON RELEVANTES.

    [A menos que estemos entre gentes para las que la teología, la eclesiología, la pastoral, y el derecho canónico, son elementos que no cuentan... lo que nos podría DE LLENO en el terreno de las “ideologías ajenas a la fe cristiana”. ]

    Desde un punto de vista académico, TODO es "altamente discutible"--incluídas las "teologías" y "filosofías" de las autoridades de la PUC. Pero no estamos en discusiones académicas sino legales. Y en este terreno es más fácil decidir quiénes tienen DERECHO y quienes inventan teorías para justificar lo injustificable.

    No tengo tiempo de abundar más en tu pero aquí te paso algo que escribí al respecto, por si no lo has leído.

    http://www.facebook.com/notes/manuel-aliaga-garfias/a-proposito-del-articulo-de-prieto-celi-sobre-la-puc-y-la-respuesta-del-rector/174652412577803

    ResponderEliminar
  12. Estimado Ricardo:

    Efectivamente, leer a Marx no es ningún, pecado: como cualquier autor, debe ser leído y criticado.

    Gracias a Dios, la UARM sigue siendo una casa común para nosotros, y para un grupo importante de colegas.

    Un abrazo,
    Gonzalo.

    ResponderEliminar
  13. Equipo editorial:

    Según los estatutos de la PUCP, el Gran Canciller tiene determinadas funciones en lo pastoral, forma parte de determinados organos colectivos de deliberación y decisión,recibe información de la PUCP, etc. Lo que pideel Sr. Muñoz excede estas funciones y las de la Junta.

    El tema de la obediencia es objeto de una larga discusión teológica, lo cual es bueno.

    Lamentablemente no tengo acceso a facebook, pero si me haces llegar el texto lo leeré con interés.

    Gracias al cielo, casi todo puede ser objeto de diálogo.

    Un abrazo,
    Gonzalo.

    ResponderEliminar
  14. Gonzalo, por lo visto olvidé poner mi nombre. No soy "Equipo Editorial" sino Manuel Aliaga, de visita otra vez. :-)

    Como dije: La teología, la eclesiología, la pastoral, y el derecho canónico, son elementos altamente relevantes--salvo para quienes éstas no significan nada. Esto los ubica DE LLENO en el terreno de las “ideologías ajenas a la fe cristiana” y, por tanto, no deberían llevar una vela muy grande en este entierro intra eclesial.

    Una universidad no es "católica" al margen del resto de la Iglesia. ¿Qué esfuerzos ha hecho la PUC para aplicar Ex Corde Ecclesiae?

    Deberías darle una miradita a los cánones 807 al 814, y luego 815 al 821, del Código de Derecho Canónico--y, por supuesto, a Ex Corde Ecclesiae--y comparar lo que allí se dice con la realidad de la PUC.

    En EEUU la conferencia episcopal lleva ya 10 años aplicando Ex Corde Ecclesiae y se aprestan a revisar los logros alcanzados.

    En seguida te paso mi artículo.

    ResponderEliminar
  15. A propósito del artículo de Prieto Celi sobre la PUC... y la respuesta del rector
    de Manuel Aliaga Garfias


    Hace unos días Federico Prieto Celi publicó en El Comercio un artículo sobre las "Dos Herencias Extraordinarias" que hicieron posible la existencia de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Y ayer, viernes 28 de enero, circuló una carta en respuesta a este artículo, firmada por Marcial Antonio Rubio Correa, rector de la PUC. El artículo de Prieto Celi se encuentra en http://www.arzobispadodelima.org/notasrivaaguero/2011/enero/26_0111a.html . La respuesta de Rubio Correa todavía no ha recibido publicación oficial en página web alguna (son las 12:20 pm del sábado 29/1/2011).

    Nada en el artículo de Prieto Celi permite afirmar que éste haya sido escrito "contra" la PUC--como afirma, en su carta, el rector--sino simplemente contra la conducta de sus autoridades actuales. No veo nada cuestionable en la "intención y estilo" del autor, como afirma Rubio. Más bien hablar de que el artículo ha sido reproducido "oficialmente" en la página web del Arzobispado... y que esto "puede comprobarse"... refleja una "intención y estilo" dudosos.

    Prieto Celi reseña las dos herencias que hicieron posible a la PUC: La espiritual y la material. Ambas se hicieron realidad gracias a la perseverancia del fundador (P. Jorge Dintilhac) y a la voluntad generosa del benefactor (José de la Riva Agüero). Estas herencias se regulan en base al derecho (1) eclesiástico y (2) civil, en ese orden.

    Luego el autor se refiere a actitudes que han introducido una ruptura en esta herencia: (1) La desobediencia al derecho eclesiástico y al civil de las autoridades actuales de la PUC arraigada en (2) una mentalidad antijerárquica (a la que yo llamaría "setentista").

    A estos elementos cabría agregar como factor agravante la ojeriza que, en ciertos sectores de la PUC, inspira todo lo que les recuerde al Cardenal Juan Luis Cipriani, quien, como Arzobispo de Lima, es Gran Canciller de la Universidad.

    Prieto Celi señala que esta ruptura de facto podría llevar a que los recursos de la PUC acaben usándose para fines distintos a los soñados por sus fundadores.

    En este contexto, la pregunta es más que obvia: ¿No sería esto la desnaturalización, la "malversación" de las dos herencias? ¿No sería este un hurto espiritual, moral, intelectual y hasta monetario?

    El rector Marcial Rubio se ofende y pega el grito en el cielo ("¡las cuentas transparentes muestran que no somos rateros!")... sin pronunciarse sobre el meollo del artículo. Y luego termina con una breve referencia el nudo de la discusión: "Estamos defendiendo la autonomía académica y los principios fundacionales de nuestra Universidad", dice.

    Es precisamente eso es lo que está en discusión: ¿Es su interpretación antijerárquica de "autonomía" compatible con los principios fundacionales heredados y el marco canónico de la PUC? ¿No será que están malversando las herencias recibidas? ¿No procede todo esto de una eclesiología superada? Los cinco obispos miembros de la Asamblea Universitaria que no asisten a las sesiones parecen tener muy serias reservas al respecto.

    Hace ya 12 años la revista Caretas publicó, con numerosas inexactitudes del editor, una carta que escribí al respecto: http://www.caretas.com.pe/1999/1560/cartas/cartas.htm

    Creo que ya pasó la hora de la resistencia meramente estratégica que entonces me parecía conveniente. Si en algún momento las autoridades de la PUC ejercieron una resistencia estratégica (cosa que ahora dudo), lo que ellas hoy parecen representar es es una postura anquilosada, enquistada, antieclesial y divisiva.

    ResponderEliminar
  16. Hola Manuel:

    Bueno, el Dr. Rubio lamenta que Prieto insinúe cosas sin precisar el sentido de sus sospechas, máxime si los cinco obispos reciben información económica de la PUCP y ésta está disponible en su Página. Está asímismo asumiendo una defensa de los principios de la autonomía universitaria presentes en la ley y en los estatutos de la PUCP. Esa noción de "autonomía" no es "antijerárquica".

    Por supuesto, conocemos la trayectoria de JLC en temas de DDHH y democracia, y hemos leído los textos de Prieto Celi; te recomiendo "El trigo y la cizaña". Podrás encontrar una reseña en este blog. He leído, por supuesto, la "Ex corde eclessiae".

    Saludos,
    Gonzalo.

    ResponderEliminar
  17. Sobre la disposición de Prieto frente a la PUCP, revisar:

    http://www.cajamarcaopina.com/home/content/view/11138/2/

    ResponderEliminar
  18. Gonzalo, no te pronuncias sobre el meollo del asunto:

    "Prieto Celi señala que esta ruptura de facto podría llevar a que los recursos de la PUC acaben usándose para fines distintos a los soñados por sus fundadores.

    En este contexto, la pregunta es más que obvia: ¿No sería esto la desnaturalización, la "malversación" de las dos herencias? ¿No sería este un hurto espiritual, moral, intelectual y hasta monetario? ...

    Es precisamente eso es lo que está en discusión: ¿Es su interpretación antijerárquica de "autonomía" compatible con los principios fundacionales heredados y el marco canónico de la PUC? ¿No será que están malversando las herencias recibidas? ¿No procede todo esto de una eclesiología superada? Los cinco obispos miembros de la Asamblea Universitaria que no asisten a las sesiones parecen tener muy serias reservas al respecto."

    La teología, la eclesiología, la pastoral, y el derecho canónico, son elementos altamente relevantes--salvo para quienes las rechazan como sin sentido. Este rechazo teórico o práctico los ubica DE LLENO en el terreno de las “ideologías ajenas a la fe cristiana” y, por tanto, no deberían llevar una vela muy grande en este entierro intra eclesial.

    Una universidad no es "católica" al margen del resto de la Iglesia (ver Gravissimum Educationis, Ex Corde Ecclesiae y los cánones respectivos). ¿Qué esfuerzos ha hecho la PUC para ser una institución a la altura de lo que la Iglesia espera?

    Manuel

    ResponderEliminar
  19. Hola Manuel:

    Bueno, precisamente una "eclesiología superada" plantea una obediencia sin autonomía. Te invito a que revises cómo funcionan muchas universidades confesionales en el Perú (tema de libros "vetados" en Bibliotecas, etc.).

    De hecho, la PUCP ha introducido cambios en los últimos años. El número de obispos se incrementó a 5, se ha conformado una nueva comisión de Fe y Cultura, etc. Esperamos ser la Universidad que la Ekklesia (esto es "el Pueblo de Dios") espera, y segur siendo una Universidad de verdad, que es lo que el país espera: plural, crítica, abierta, promotora de conocimiento sin restricciones, y de ciudadanía democrática.

    Saludos,
    Gonzalo.

    ResponderEliminar
  20. Gonzalo,

    Tu respuesta no se inscribe--ni muestra un mínimo interés en inscribirse--ni en la letra ni en el espíritu de Gravissimum Educationis, Ex Corde Ecclesiae y los cánones respectivos en el Código.

    Tu respuesta no refleja un aprecio suficiente por la integración de la universidad católica cualquiera que sea en la misión principal de la Iglesia, que es la evangelización (en este caso, de la cultura).

    Tu respuesta no refleja un aprecio suficiente por el rol de los pastores en la orientación y unidad de la Iglesia, sino que expresa un prejuicio antijerárquico, quizá animado por antipatías personales o teológicas partisanas.

    Tu respuesta ignora la práctica concreta de tantas universidades católicas que encuentran un balance (protegido por los cánones) entre libertad y autonomía académicas e identidad católica.

    Tu respuesta se escuda en situaciones indeseables reales o exageradas para justificar una situación a todas luces injusta.

    Tú y los que piensan como tú tienen todo el derecho a sus ideas. Y si de veras creen en ellas deberían hacer lo que el P. Dintilhac hizo: Ir de puerta en puerta solicitando donativos para hacer la universidad con la que soñaba.

    En lugar de esto, prefieren cooptar y desnaturalizar una institución que no les pertenece.

    Y lo peor es que buscan justificar este despropósito echando mano de teorías sin pies ni cabeza que lo único que buscan es confundir la claridad legal y canónica del tema.

    Evidentemente Prieto Celi no está tan descaminado. Me parece una vergüenza.

    Manuel

    ResponderEliminar
  21. Hola Manuel:

    Me parece que no vamos a ponernos de acuerdo sobre este tema, sino tan sólo precisar nuestros puntos de vista, lo cual no me parece inútil. Ya escribiré más adelante sobre el espíritu de una universidad católica, desde un análisis de lo que significa
    καθολικός .

    Por supuesto, me interesa la armonía reflexiva entre entre libertad y autonomía académicas e identidad católica. Respeto tu posición y no la catalogaría de vergonzosa. Del mismo modo, yo tengo creencias católicas y una cierta formación teológica, y tengo un punto de vista diferente. Discrepar no es malo. Me reservo mi opinión sobre la postura y los textos apologéticos de Prieto.

    La PUCP nació como parte de una iniciativa libre del Padre Dintilhac y un grupo de laicos. Es propiedad de la comunidad universitaria, no tiene "dueño" por lo menos no en el sentido del DL 882. Las autoridades actuales han sido elegidas siguiendo procedimientos democráticos. El tema del legado de JRA y el de la catolicidad son temas controvertidos sin duda, pero que se pueden abordar sin abandonar el terreno de los argumentos.

    Saludos,
    Gonzalo.

    ResponderEliminar