martes, 12 de mayo de 2015

UNA NOTA SOBRE “ANTROPOLOGÍA EXISTENCIAL” (2015)






Gonzalo Gamio Gehri

Hace unos días se presentó el libro de Vicente Santuc, Antropología existencial, una publicación póstuma realizada por el Fondo editorial de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Presentaron el texto Bernardo Haour, Rafael Fernández Hart, Soledad Escalante y Diego Edowes.

Vicente fue hasta su fallecimiento Rector de la Ruiz de Montoya, su fundador y mentor. La UARM nació bajo su inspiración. Vicente ingresó muy joven a la Compañía de Jesús, después de intervenir como soldado en la terrible guerra de Argelia. Había leído con entusiasmo a Sastre y los existencialistas, y en sus años de estudios filosóficos se interesó mucho en los clásicos, en Kant y Hegel, y en Marx. Las últimas cuatro décadas de su vida las pasó prácticamente en el Perú, con viajes cortos a Francia. En 1991 fundó la Escuela Superior de Filosofía y Letras Antonio Ruiz de Montoya, convertida en Universidad doce años después. El topo en su laberinto fue su libro más importante y su legado al pensamiento filosófico.

Antropología existencial es un libro breve que resume sus ideas sobre el ser humano y la racionalidad, su reflexión de base en filosofía, el background ontológico-práctico que sostenía sus ideas para la política y la crítica de la economía como “espíritu absoluto”. Vicente formula cinco tesis en las que defiende la posibilidad de retornar al ‘hecho’ de la vida, de la ‘encarnación’ que constituye nuestro modo fundamental de habitar el mundo,  el trasfondo implícito en la capacidad percibirnos y constituir vínculos con los otros. Numerosas “abstracciones” nos arrancan de esa experiencia básica, y nos impiden reconocernos como cuerpos hablantes, para los que el ejercicio de la “racionalidad” supone encarnación y lenguaje. Si El topo en su laberinto es su libro más meditado y discutido, Antropología existencial da cuenta del marco de referencia filosófico sin el cual todo otro razonamiento permanece inarticulado e incompleto. Encontramos aquí, pues, los motivos fundamentales – el horizonte hermenéutico subyacente y constituyente – de todo su trayecto filosófico. Es este un libro riguroso y hondo que examina elementos básicos de la condición humana. Una lectura imprescindible para quienes conocen y aprecian  la vida y obra de este intelectual, jesuita y amigo extraordordinario.

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