Gonzalo Gamio Gehri
Hace unas cuantas semanas, fui
invitado por IDEHPUCP a participar en las Jornadas de Derechos Humanos de este
año (dedicadas al tema de los derechos humanos en espacios urbanos), comentando –
junto al internacionalista Ramiro Escobar –Urban Elder, un
valioso documental canadiense. El evento contó con la presencia de la Agregada cultural de la Embajada de Canadá en
Lima. El clima de la mesa redonda fue particularmente agradable e inspirador, lo mismo que el público. El diálogo se desarrolló en una situación de fluida comunicación e interés por
comprender la situación de las comunidades indígenas en Canadá.
Urban Elder cuenta la historia de Vern Harper, un indígena
canadiense del pueblo Cree, un hombre dedicado a la guía espiritual de los suyos y al
curanderismo. Es, además, un defensor de los derechos de los indígenas. Huérfano
desde muy niño y educado en hogares sustitutos, supo desde muy pronto lo que
significaba ser “desplumado”, vale decir, ser presionado para abandonar sus
tradiciones originarias, para aceptar los usos urbanos de la sociedad
occidental. Viviendo en Toronto, sabía perfectamente que el camino espiritual
de los Cree – la Senda Roja – debía emprenderse
fuera de la tierra de sus ancestros, en medio de una ciudad que puede
evidenciarse ajena y talvez hostil. No obstante, Harper considera que la
recuperación de sus tradiciones en un nuevo escenario debe considerarse un genuino
acto de amor.
Harper tuvo que lidiar en el
curso de su vida con personas que consideraban un lastre el legado de la
espiritualidad Cree. Tuvo que enfrentarse asímismo a correligionarios conservadores
que le exigían mantener sus creencias fuera del alcance de los extraños, y que
sean practicadas sólo a la antigua usanza. Se dio cuenta que el cuidado de la
tradición no estaba reñido con la reflexión y con el cambio. Con el tiempo, se
convirtió en un líder espiritual Cree en el corazón de la ciudad cosmopolita
de Toronto, y aprendió a su vez a cultivar una actitud cosmopolita en sus vínculos con la gente y sus ideas. Se dedicó a la
asistencia espiritual en las cárceles, evitando imponer su propia fe y
respetando las confesiones de aquellos a quienes acompañaba. Se mostraba así
dispuesto a enseñar a otros como a aprender de los demás. Ese es precisamente
el movimiento implícito en la noción de traditio.
Vern Harper entendió que la
antigua sabiduría puede aplicarse en contextos nuevos sin sacrificar su núcleo
esencial, y de esta manera seguir nutriendo a sus hermanos en las cuestiones del espíritu.
He publicado un Post sobre el "perdón de Fujimori" en http://alessandrocaviglia.blogspot.com/
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