Gonzalo Gamio Gehri
Acabo de enterarme de que ha fallecido Luis Jaime Cisneros, uno de los maestros más queridos de mi Alma Mater, la PUCP. Filólogo y lingüista, el profesor Cisneros nos deja el ejemplo de una vida dedicada por entero a la formación humana de los jóvenes. Sus escritos dan testimonio del valor de la palabra y del argumento, del cuidado de la libertad intelectual sin restricciones, de la importancia medular de la educación como clave de desarrollo del país, y de la defensa sin contemplaciones de la universidad como foro libre y plural dedicado a la construcción del pensamiento y de los valores cívicos.
No tuve el privilegio de ser su alumno – mi padre sí lo tuvo como profesor, y recuerda con cariño y emoción sus clases -, aunque conversé con él en diversas oportunidades, a principios de los noventa, siendo todavía un estudiante de Letras, y ya como profesor varios años después. A pesar de haberlo conocido ya en la edad madura, recuerdo la percepción muy viva de tener al frente a alguien que preservaba completamente la juventud en la mente y en el corazón, alguien que siempre estaba dispuesto al contacto con nuevas ideas, a pensar las raíces de las cosas, a empezar siempre de nuevo en el camino de la reflexión, desestimando prejuicios y falsos dogmas. Recuerdo – en nuestra primera conversación – su defensa de las humanidades y de las ciencias puras como columna vertebral de la formación universitaria, así como su preocupación por la escalada de violencia en los últimos años del conflicto armado interno. En los años noventa fue uno de los fundadores de la Asociación Transparencia, organismo orientado a la vigilancia ciudadana y a la observación electoral. En años recientes, defendió a la CVR y a sus miembros, cuando la prensa de alcantarilla y muchos políticos intentaban denigrar esta institución y su Informe, recurriendo a la difamación y al insulto; del mismo modo, se enfrentó firmemente a cualquier intento por convertir la institución universitaria en un simple negocio o en un centro de adoctrinamiento fundamentalista.
El nombre de Luis Jaime Cisneros está asociado al de la PUCP. A sus legendarias clases en Estudios Generales Letras. A su generoso apoyo humano a la creación literaria y a la producción intelectual de los más jóvenes. Siempre apostó por una PUCP libre, entregada por entero al saber y al cuidado de lo diverso, como lo prueban sus escritos sobre el valor de la autonomía universitaria y su posición acerca de la lucha que la PUCP libra hoy en nombre de su espíritu plural. Se ha ido un auténtico maestro. Nos deja sus textos. Nos deja su ejemplo.
Hasta siempre, Luis Jaime.
Una pena. Yo si lo tuve de profe, y recuerdo su fino sentido del humor, y sus ejemplos de lenguas comparadas que siempre me fascinaron. Que por la construcción del lenguaje en francés es mi cabeza la que tiene el dolor, no yo, es uno de los ejemplos que más recuerdo. Se le extrañará sin duda.
ResponderEliminarBueno llamar a la tragedia por la que paso el peru como: "conflicto armado interno", es hacerle definitivamente muchas concesiones al terrorismo y a la ideologia q lo fundamenta pues eh, y me parece que es no haber tenido cabal comprension del hecho.
ResponderEliminarArgumento similar me parecio leer como justificación de la presentación de la chalina esa en la Biblioteca de la Municipalidad de San Isidro.
e2001eric@hotmail.com
Revisa tus fuentes, "Conflicto armado interno" es un término técnico en temas de justicia transicional, que funciona en casos como el peruano ("guerra civil" hubiera sido erróneo, pues no respondía al fenómeno; tampoco "violencia política" que es teóricamente inconsistente).
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