martes, 11 de agosto de 2009

REEXAMINAR NUESTROS DESENCUENTROS: ODIO Y PERDÓN EN EL PERÚ. SIGLOS XVI-XXI







NUEVA PUBLICACIÓN PUCP





Gonzalo Gamio Gehri



El Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú acaba de publicar el libro El Odio y el Perdón en el Perú. Siglos XVI-XXI (2009), volumen editado por la historiadora Claudia Rosas. El texto contiene los aportes de historiadores, críticos literarios, filósofos, arquitectos y científicos sociales en torno a las fracturas históricas que ha enfrentado el país, la seducción de de la violencia que han padecido los protagonistas de estos conflictos al interior de episodios dolorosos en la vida nacional: la conquista española, La independencia, la guerra con Chile, el conflicto armado interno de las dos últimas décadas. Los ensayos e investigaciones que componen el libro exploran las posibilidades de una genuina reconciliación con el pasado vivido, así como las estrategias públicas que es preciso considerar para que los errores del pasado no se repitan.

El volumen cuenta con las colaboraciones de Liliana Regalado, Braulio Muñoz, Claudia Rosas, Lydia Fossa, Mercedes de las Casas, Pablo Ortemberg, Iván Millones, Daniel Parodi, Sara Beatriz Guardia, Carlos Pando-Figeroa, Víctor Vich, Adriana Scarletti, José Manuel Camacho, Víctor Peralta y este servidor. El origen de este proyecto se remite a la mesa sobre “Odio y Perdón en el Perú”, organizada dentro del XXVI Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis (2006). A las ponencias presentadas en esta mesa se agregaron nuevos trabajos sobre el tema. Mi contribución al libro se titula Memoria y Derechos Humanos, y se concentra en la tesis según la cual la recuperación pública de la memoria constituye una condición esencial para la defensa de la cultura de los Derechos Humanos en el contexto de las transiciones políticas. Los interlocutores de mi ensayo son Walter Benjamín, Hannah Arendt, Cicerón y Judith Shklar.
Recomiendo especialmente la primera sección del texto, dedicada a la reflexión metodológica sobre el odio y el perdón. Odio y perdón son disposiciones emotivas y actividades que nos remiten a la vida de los sujetos en un mundo social y político que se evidencia conflictivo. Se trata, pues, de actitudes frente a nuestros desencuentros frente a ese mundo. Curiosamente, no podemos lograr una comprensión rigurosa de los fenómenos sociales – “objetiva”, dirían algunos – sin estudiar a fondo el terreno de las (inter) subjetividades. Conocer a fondo nuestros conflictos implica no evadir la reflexión sobre el horizonte de lo subjetivo. La investigación social y política puramente “objetivista” no puede ser fenomenológica en ningún sentido relevante (recordemos las reflexiones de Husserl sobre la vida de la conciencia (inter) intencional y el mundo de la vida en La Crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental, un libro crucial para entender la tradición fenomenológica).

Este volumen colectivo se propone examinar los vínculos entre justicia, perdón y reconciliación al interior de una sociedad profundamente fragmentada como la peruana. Cada uno de los ensayos ofrece una lectura particular de los conflictos sociales y políticos que han sacudido la historia y las instituciones de nuestro país que pretende incorporar nuevas interpretaciones y argumentos en el debate académico y ciudadano sobre la construcción de nuestra memoria histórica y la comprensión de los episodios críticos de la vida nacional.


La imagen ha sido tomada del Blog del Fondo Editorial PUCP.

3 comentarios:

  1. Sr. Gamio,

    Pasaba por acá y me tope con esta publicación interesante. En estos momentos me encuentro preparando un trabajo de campo que realizare en Ayacucho (sociología, UQAM). El tema que trabajo es ciudadanía bajo un enfoque “decolonial” (Mignolo, Dussel, Grosfoguel, Quijano y otros). La propuesta es interesante, aunque bastante ambiciosa.

    En estos momentos, me encuentro recopilando literatura sobre la zona y esta gira mucho alrededor de la “violencia política” y cuando se refiere a la ciudadanía, se habla de “gobernabilidad”, “participación ciudadana” y “regionalización”. Y leyendo veo que cuando se habla de las respuestas a las secuelas de esa “violencia”, se hace desde el discurso de los derechos humanos sin cuestionar las nociones de democracia y ciudadanía que puedan prevalecer en la región o en el país, se da como un supuesto que no merece más discusión: la democracia existe y punto. Es como si los ciudadanos se encuentran por ahí y se tratase “simplemente” de hacerlos “participar” o acercarlos a la “política” para los “apáticos”, los más jóvenes al parecer. Al mismo tiempo, entiendo que el discurso de los derechos humanos sirvió de trinchera, en los momentos más terribles del conflicto, para defender la “vida” en medio de dos fuegos.

    Sin embargo, hoy eso me parece problemático puesto que descritas de esa manera, las nociones de democracia y ciudadanía aparecen como conceptos a-históricos y totalmente despolitizados. A mi parecer, la cuestión de los derechos humanos tiene mucho que ver con la manera como se plantea la democracia en toda formación social. De hecho, hemos visto que incluso ese espacio de la “memoria” es motivo de lucha y de conflicto ¿Quién recuerda? ¿Cómo se recuerda? ¿De que manera se debe recordar? E incluso ¿Cuándo se debe recordar (¿recuerda el debate sobre el museo de la memoria (donaciones alemanas…) en Lima, donde desde el poder se decía que aún no era el “momento oportuno” para eso?)? Son algunas preguntas recurrentes en dicho espacio. Es decir que esa “recuperación pública de la memoria” se ha dado, es cierto, pero con muchos sobresaltos. Por eso me preguntaba, si usted trata de la cuestión de la democracia en su contribución al libro. Rápidamente se me ocurre que los derechos humanos en el país han opacado, de cierta manera, todo debate sobre la democracia.
    Saludos desde Montreal
    Eduardo Malpica

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  2. Estimado Eduardo:

    Estoy de acuerdo con usted. No creo que el asunto sea suponer la democracia, sino examinar si las condiciones para ella están vigentes, y qué hacemos para lograr que lo sean. Nuestra democracia no incluye todavía a todos los peruanos como ciudadanos, y eso es grave. La democracia es una categoría histórico-política que ha asumido diferentes formulaciones (ver algunos posts sobre el tema aquí. Mi capítulo en el libro editado por Rosas es precisamente sobre DDHH y democracia.

    Las preguntas que señala sobre la memoria (“¿Quién recuerda? ¿Cómo se recuerda? ¿De que manera se debe recordar? E incluso ¿Cuándo se debe recordar”) son pertinentes y han sido abordadas por el IF CVR; yo estoy a punto de publicar un libro sobre la materia. Que algunos políticos se atrevan a decir desde arraiba que “no es tiempo oportuno para un museo de la memoria” es una vergüenza. Debemos decir algo al respecto.

    Saludos,
    Gonzalo.

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  3. Post exurbitante neste sítio, textos como aqui vemos dão motivação a quem quer que observar nesta página :)
    Entrega mais do teu blog, a todos os teus cybernautas.

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