Gonzalo Gamio Gehri
Las declaraciones de Justiniano
Apaza sobre los comandos Chapín de Huantar y sobre el MRTA son lamentables e
injustas. Ha señalado que los comandos no son héroes y ha deslizado la idea de
que los subversivos condenados por terrorismo son “presos políticos”. Tales expresiones provocan vergüenza. El Congreso propone declarar a los comandos
Chapín de Huantar “héroes de la democracia” y esta ha sido la infeliz respuesta del legislador del Frente Amplio.
Una cosa es sostener que debería
proseguirse con las investigaciones acerca de si existieron ejecuciones
extrajudiciales durante el operativo y tomar en cuenta las indagaciones de los tribunales internacionales de derechos humanos, para llegar a conclusiones acerca de si se cometieron crímenes y operaron grupos de aniquilamiento con conocimiento de las autoridades. Otra cosa es desconocer la labor de quienes
cumplieron su deber en el desarrollo de una estrategia exitosa que salvó la
vida de personas que habían sido tomadas como rehenes. El argumento del
congresista no consistió en objetar el nombre de la distinción – “héroes de la
democracia” -, pues no eran tiempos en los que existía democracia en el Perú
(“héroes de la pacificación”, sería más riguroso); se descalifica la acción
meritoria de los comandos.
Quien recuerde lo sucedido en el
país durante el conflicto armado interno, conocen los documentos de la época y han leído el Informe Final sabe que el MRTA fue un grupo que practicó actos de terrorismo
en los que se ejercía suma crueldad. Los casos de secuestro son escalofriantes.
Las declaraciones de Apaza deben ser rechazadas por la ciudadanía, dada la
ignorancia y el prejuicio que las anima. La actitud irresponsable - además de injusta - del parlamentario sólo alimenta los prejuicios y el espíritu macartista del conservadurismo mediático y político; nutre la imagen caricaturizada de una izquierda cívicamente miope e indulgente con el terror. Una izquierda que no deseamos para nuestra sociedad.
Este tipo de expresiones
perjudican severamente a la izquierda peruana, pues revelan tozudez, ceguera
ideológica, mezquindad y desconocimiento. Es penoso que un parlamentario del Frente Amplio
carezca de la lucidez y del juicio informado que requiere un político
responsable. Ese tipo de convicciones no son compatibles con las ideas de una
perspectiva progresista (tanto liberal como socialista y socialdemócrata) que
el Perú requiere para fortalecer la democracia en nuestro país.
Esa es la izquierda que nadie de bien desearía para su país, pero es la realmente existente.
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ResponderEliminarCoincido con eso. Esa no es la izquierda congresal que queremos.
Pero esa es la izquierda peruana realmente existente. No solamente de ahora, sino desde hace muchos años: es la misma izquierda que en los 70s decía que "el poder nace del fusil", que abominaba de la democracia "burguesa" (a la par que participaba de elecciones), que en los 80s no deslindó con sus parientes ideológicos de sendero o el mrta, esa izquierda que añora el muro de Berlín y el "bloque socialista", la misma izquierda que en más de 50 años no ha podido balbucear ninguna crítica a la dictadura comunista en Cuba.
ResponderEliminarEsa misma izquierda que en el siglo XXI ha sido comprada al peso por la "robolución" chavista y por la corrupción del PT brasilero y del Foro de Sao Paulo.
Algunos, en su mundo de fantasía, se han inventado una izquierda peruana de ficción que lloraría al ser superpuesta sobre la realmente existente.