domingo, 1 de mayo de 2016

BENEDETTI SOBRE HUELLA Y NOSTALGIA






Gonzalo Gamio Gehri



Difícilmente podríamos referirnos a la impronta de la novaliana poética de la nostalgia en esta zona del continente sin evocar a Benedetti, la calidez de su pluma, el modo vivencial de retratar la ausencia de la persona amada o de la plenitud de la existencia. Como en el poema de Borges que comentábamos en la reflexión anterior, Benedetti prefiere hablar en primera persona, usar un lenguaje directo que evoca la pérdida. El siguiente fragmento es de Espero:


“Te espero cuando la noche se haga día, 
suspiros de esperanzas ya perdidas. 
No creo que vengas, lo sé, 
sé que no vendrás”.
 

En otros poemas el tratamiento de la ausencia se hace considerablemente más reflexivo. En Ausencia de Dios el autor examina la hipótesis de la pérdida del amor. Con sencillez, una vez más, Benedetti explora el enorme vacío dejado, la huella de la ausencia, la tarea ilimitada – imposible - de rehacer la propia alma.

“Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote
”.

Los últimos versos recuerdan el tema central de Anhelo de la muerte de Novalis. Sobrevivir a la plenitud perdida no es sobrevivir. Los versos suenan como frases póstumas, sostenidas por la retención de un tiempo que al poeta se le escurre entre los dedos. La huella del amor ausente – afirma -  es lo que sostiene el alma. Las sutiles palabras que siguen han sido extraídas de Espero:

“Mi aire se acaba como agua en el desierto. 
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro. 
Mi esperanza de vivir eres tu, 
y no estoy allí”. 

Poderosos versos. Qué duda cabe..sencillos pero tristes. 








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