Gonzalo Gamio
Gehri
Hace unos días tuve la
oportunidad de ver por vez primera el documental Examined life, dirigido y escrito por Astra Taylor. Se trata de un conjunto
de entrevistas sobre la relación entre la actividad filosófica y los conflictos
de la vida contemporánea, relativos a la justicia, la muerte, la búsqueda de sentido de vida, el daño al
ecosistema, la responsabilidad frente al sufrimiento de los más débiles, la
democracia, el desarrollo humano, el diálogo entre las culturas, la
discapacidad. Cornel West, Avital Ronell, Peter Singer, Kwame A. Appiah, Martha
Nussbaum, Michael Hardt, Slavoj Zizek, Judith Butler, Sunaura Taylor exponen
las ideas básicas de sus libros a lo largo poco más de ochenta minutos. El
resultado es un muy bien logrado panorama del abordaje filosófico de algunos de
los problemas éticos y políticos más graves del presente. El espíritu
inspirador del documental es la aseveración de Sócrates de que una vida sin
examen no merece la pena vivirse.
Los entrevistados
logran expresar en pocos minutos los ejes fundamentales de su pensamiento,
evocando imágenes sencillas y persuasivas, y desarrollando ejemplos que nos
remiten a situaciones conflictivas del día a día. El documental se convierte en
una interesante introducción a la filosofía práctica bosquejada hoy. Todos los
interlocutores de esta obra coinciden en que el ejercicio de la “vida examinada”
constituye el corazón de la filosofía misma. Esta afirmación podría resultar
obvia para quien conoce el legado de Sócrates y los hitos medulares de la
historia del pensamiento, pero no olvidemos que existen sectores integristas
que consideran erróneamente a la filosofía como un instrumento teórico para
construir un edificio teológico definitivo e incorregible, o para lograr la
revolución proletaria. En ambos casos, el sentido crítico se suspende o se
cancela, y, con él, se anula la filosofía como tal. Incluso leía hace una
semana un blog local en el que se
intentaba señalar que la imposición del llamado “Estado islámico” constituía
una especie de realización histórico-filosófica incontestable; importaba poco –
o menos – que el gestor de ese proyecto fuese un grupo terrorista que persigue
y elimina personas que practican otras confesiones, que niegan derechos a mujeres
y extranjeros, un grupo que ejecuta y filma decapitaciones de inocentes. Esas
terribles acciones no tendrían una “significación histórica” digamos “esencial”
¿Y todo en nombre de qué? ¡En nombre de la recuperación de la monarquía y de la
“pureza doctrinal”! Realmente desconcertante. De más está indicar que el Islam
no avala realmente tales prácticas crueles. Está claro que para los miembros de Isis la “vida
examinada” no constituye una elección valiosa para un creyecte:: se expresaría meramente como un signo de herejía y desobediencia a la autoridad,. No
podría creer lo que leía. Lamentable tal ejercicio conservador de agitación y propaganda. La "mirada cósmica" - en caso fuese posible esbozarla - no puede soslayar sin más la preocupación por el destino de los seres humanos concretos. Las abstracciones a menudo sirven para avalar inaceptables injusticias.
http://la-coalicion.blogspot.com/2014/10/resplandor-del-evento-califato-islamico.html
ResponderEliminarmuy buen post señor Gamio,lo sigo siempre a pesar que no tengo el gusto de conocerlo.
ResponderEliminarque opina de los criptofachos?